LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PARTE 20 (ALVARO)
Álvaro de inmediato volvió a la cocina y no podía creer lo que acaba de ver. .
Él estaba asombrado y un poco desconcertado, pero al mismo tiempo también estaba excitado, pues en su short se lograba visualizar su enorme miembro erecto, así como también aquella gran mancha de líquido pre seminal, que ya había mojado la tela del mismo.
Emmanuel había descargado nuevamente su leche en el culito de su pequeño hijo y eso hizo que quedara totalmente exhausto, entonces, el opto meterse a la alberca y enseguida “le susurro algo en el oído al pequeño Mario” después, Emmanuel cerro los ojos y se fue relajando poco a poco.
El pequeño Mario también se metió a la alberca y estaba feliz por haber disfrutado una vez más de la verga de su padre, pero Mario estaba un poco sediento, por lo cual salió de la alberca y así desnudo con el agua escurriendo por todo su cuerpecito, fue por un vaso de agua a la cocina.
Álvaro, al ver percatarse de que alguien venia, de inmediato fingió trabajar y en ese momento vio entrar al pequeño Mario, el cual, sonriendo se sirvió un vaso de agua, pero en ese momento, aquel hombre le llamo mucho la atención, que ese pequeño niño actuara como si nada hubiera pasado entre su padre y el.
Después de tomar unos sorbos de agua, Mario tuvo curiosidad por el trabajo que aquel hombre estaba realizando o quizás le llamo la atención ver aquellas enormes piernas, ya que Álvaro vestía un short algo corto y una camiseta sin mangas, por esta razón, Mario se quedó ahí observándolo muy atento.
Mario: ¿Qué hace señor?
Álvaro: “estoy buscando algo que se me cayó” (mintió)
Mario: ¡si usted quiere puedo ayudarle a buscar!
Álvaro: ¿me quieres ayudar?
Mario: ¡sí, dígame que hay que buscar señor!
Álvaro: “se me cayó una pequeña tuerca” ¡búscala por favor, Es que yo no quepo ahí! (volvió a mentir)
Mario: ¡claro que sí señor! ¡ahorita la busco!
El niño de inmediato se arrodillo debajo del fregadero y empezó a buscar lo que le había dicho Álvaro, pero al no poder entrar del todo, Mario se acomodó en cuatro patas para seguir buscando la tuerca que necesitaba el plomero.
Álvaro estaba detrás del niño y al ver el cuerpo desnudo de Mario, de inmediato llevo su mirada a las pequeñas nalguitas del niño, así que en ese instante, él noto que el culito del niño estaba enrojecido, abierto e hinchado.
Al agacharse un poco más o quizás por el movimiento que había hecho Mario, aquel hombre notó, que de ese pequeño culito salía una especie de líquido grumoso color blanquecino, el cual rodo por todo el periné, fue bajando por sus diminutas bolitas y siguiendo su trayectoria, fue a dar directamente en el piso.
Álvaro se sorprendió al ver eso e intuyo lo que podía ser, así que, intrigado por la curiosidad, recogió con sus dedos parte de aquel líquido, luego los llevo directo a su nariz para corroborar su sospecha y efectivamente sintió aquel olor característico del semen, en ese momento, el confirmo que ese niño acababa de recibir verga por el culito.
En ese instante, su mente empezó a imaginar muchas cosas y reconstruía muchas escenas de las que acaba de ver, así que casi enseguida, su verga dio varios saltos dentro de su bóxer, pues estaba bien dura por tan morbosa situación.
A Álvaro se le empezó a acelerar el corazón y en ese instante, el sintió una fuerte descarga de adrenalina, la cual lo impulso hacer lo siguiente, el acomodo su dura verga entre sus ropas y sin pensarlo más la pegó a las nalguitas de Mario.
Álvaro: ¿la encontraste pequeño?
Mario: “no señor, aun no la encuentro” (sintiendo ese paquetote entre sus nalguitas)
Álvaro: “sigue buscando por favor” (acariciando la cintura del niño)
Mario: “sí, eso estoy haciendo” (erizándose su piel)
Álvaro se restregó varias veces y al ver que el niño no hacía nada por apartarse, se retiró unos centímetros, luego con rapidez saco su verga por una manga del short y enseguida se volvió a pegar a las nalguitas de Mario.
Mario sintió sobre su coxis la dimensión de aquella verga, pero no hizo nada por atarse, así que entonces, se quedó quietecito esperando a que aquel hombre guapo se animara a dar el siguiente paso; Álvaro vio que el niño estaba muy receptivo, por eso, sujeto su gruesa verga con la mano derecha y luego la empezó a mover en forma circular por todo el culito de Mario.
En ese momento, Álvaro se Olvido del lugar, del tiempo y de los prejuicios, o talvez, impulsado por la gran descarga de adrenalina, dejo caer una buena cantidad de saliva directamente en el culito de Mario, donde froto la punta de su verga y casi de inmediato la empezó a empujar.
Aquel pequeño culito había sido abierto y lubricado por la verga de Emmanuel, por lo cual, en cuestión de segundos fue permitiendo que aquella nueva verga se empezara a deslizarse en el interior de Mario; entonces, en ese instante, Álvaro veía muy asombrado como su gruesa verga se iba abriendo camino poco a poco en aquel culito infantil.
Cuando Álvaro tuvo la punta de su verga dentro, él cerro los ojos para disfrutar de la estreches y la tibieza de aquel culito, así que segundos después, el inició con suaves movimientos de vaivén, con los cuales continúo empujando suavemente su gruesa verga, pues ahora él estaba completamente excitado.
Unos minutos después, aquel hombre abrió los ojos y se dio cuenta que lo que estaba haciendo estaba muy mal, entonces, rápidamente llevo la mirada a su entrepierna, pero lo que vio lo excito aún más en sobremanera, pues él había logrado meter una tercera parte de su gran verga.
Álvaro se quedó inmóvil, pues observaba muy atento aquella escena, en la cual no podía creer, que una parte de su gruesa verga de 20 centímetros, estuviera siendo alojada en un culito tan pequeño; entonces, el rápidamente observo el agujerito de Mario, donde noto que estaba completamente estirado por las dimensiones de su gran pedazo de carne.
Sin perder más el tiempo, Álvaro empezó a meter y a sacar lentamente su verga, pues temía lastimar al pequeño niño con sus embestidas, pero en poco tiempo, él se dio cuenta que al niño no le disgustaba en lo absoluto que lo estuviera cogiendo, sino al contrario, él mismo paraba aún más el culito para que las penetraciones fueran más profundas.
La excitación, el morbo y la fuerte descarga de adrenalina, hicieron que Álvaro empezara a masturbarse, pues, aunque él deseaba continuar por largo rato cogiendo ese culito tan rico, no podía, ya que no sería prudente que el padre del niño lo encontrara en tan delicado acto.
Álvaro se detuvo en 3 ocasiones, él retiraba por completo lo que había logrado meter de su gruesa verga y luego la volvía a meter con cuidado, entonces con estos movimientos, él se dio cuenta que su verga salía manchada con la leche de su amigo Emmanuel.
Sin perder más el tiempo, Álvaro deslizo nuevamente su verga en el interior de Mario, luego, lo volvió a sujetar de su pequeña cintura y en seguida acelero nuevamente sus penetraciones. Así que ese instante, se empezaron a oír unos gemidos, los cuales eran muy queditos, pues afuera se encontraba Emmanuel y no quería que él se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.
Después de unos minutos de tan placentera cogida y con el leve gemido producido por la boca de aquel adulto, Álvaro se aferró fuertemente a esa pequeña cintura y de inmediato empezó a llenar de leche el culito del pequeño niño.
Álvaro empezó a liberan su descarga, entonces abrió la boca e intento gemir, pero al recordar que el padre del niño estaba cerca, ahogo sus gemidos en su interior y mientras terminaba de derramar la última gota de su leche, permaneció pegado al cuerpo del niño por unos segundos.
Álvaro respiro profundamente, luego, dio un par de embestidas más a aquel rico culito, así que unos segundos después, fue retirando su gruesa verga y cuando la tuvo completamente fuera, la guardo apresuradamente dentro de su bóxer e inmediatamente se bajó la manga de su short.
En ese instante, Álvaro observo el culito del niño y ahí noto que estaba aún más rojizo, muy abierto e hinchado; ahí fue donde le entro el sentimiento de culpa y no podía creer lo que acababa de hacer con aquel niño, pero en ese momento, escucho la tierna vos de Mario, el cual decía.
Mario: “señor, no encontré la tuerca que me dijo” (sonriendo)
Álvaro: ¡no te preocupes amiguito, tengo otras en casa!
Mario: “oiga señor plomero”
Álvaro: “dime niño”
Mario: ¡dice mi papito que vaya al patio!
Álvaro: “está bien, en un momento iré” (tragando saliva en seco)
En ese instante, Álvaro se puso de pie, luego ayudo a Mario para que también se pusiera de pie de donde estaba y entonces, sin tener más una conversación, el niño se despidió de aquel hombre.
20 minutos había pasado durante aquel acto sexual, entonces, Álvaro tomo sus cosas y aun sudado por tal suceso, se fue a despedirse de su gran amigo, pero cuando se acercó a la alberca, vio como el pequeño niño estaba montado sobre su padre y entonces, Emmanuel le estaba acariciando la espalda.
Al acercase lo suficiente, Álvaro se dio cuenta que Emmanuel estaba totalmente desnudo y que además, ahora sus manos sujetaban al niño de sus nalguitas y sínicamente lo estaba haciendo cabalgar sobre su enorme verga.
Para este momento, Álvaro ya tenía otra gran erección y le era muy difícil ocultarla en su short, pero de pronto salió de su asombro, pues escuchó la voz de Emmanuel que le decía.
Emmanuel: ¿terminaste amigo?
Álvaro: “si, ya quedo todo listo” (tartamudeando y nervioso)
Emmanuel: ¿cuánto te debo?
Álvaro: “pues” “nada” (agachando la cabeza)
Emmanuel: ¿enserio no te debo nada?
Álvaro: “no, nada” “fue algo sencillo” (intentando reír)
Emmanuel: “bueno hombre” pues, ¡muchas gracias amigo!
Álvaro: ¡claro, para eso estamos los amigos!
Emmanuel: ¿oye?
Álvaro: ¿si, dime? (el corazón se le acelero de inmediato)
Emmanuel: ¡deberíamos de tomarnos unas cervecitas!
Álvaro: ¡claro que si amigo, cuando gustes! (respirando aliviado)
Emmanuel: ¿Qué te parece en dos semanas?
Álvaro: ¡claro! ¿y dónde va hacer?
Emmanuel: “pues aquí y de paso inauguramos la alberca que construiré”
Álvaro: ¿enserio construirás una alberca a qui?
Emmanuel: ¡sí, mañana empieza la construcción!
Álvaro: “no se diga más” ¡será un placer estar aquí ese día!
Emmanuel: ¡lo mismo digo yo! (poniéndose de pie cargando al niño)
Álvaro: “bueno, tengo que irme” (viendo al niño clavado por esa verga)
Emmanuel: ¡hijo, despídete de Álvaro! (con cara de picardía)
Mario: ¡hasta luego Álvaro! ¡te esperamos pronto! (con cara ruborizada)
Álvaro había hecho compañero de universidad y buen vecino desde pequeño de Emmanuel, por eso eran grandes amigos, pero por problemas económicos el no pudo terminar la carrera.
Con el niño aferrado a su cuello y con la tercera parte de su verga clavado en el culito de su hijo, Emmanuel llevo a su amigo hasta la puerta, así que durante este trayecto, Álvaro no dejaba de apretarse la verga, pues pensaba que nunca en su vida le estuviera sucediendo eso.
En cuanto Álvaro se fue de la casa, Emmanuel vio directamente a los ojos de su pequeño hijo y le dijo.
Emmanuel: ¡vi que Álvaro te estaba cogiendo en la cocina! “dime” ¿te gusto?
En el momento que termino de decir la última palabra, coloco sus grandes manos en la cintura del pequeño Mario e inmediatamente la clavo la mitad de su gruesa verga.
Mario: “mmmmmmmmmm” ¡papito no te enojes! (estremeciéndose y con los ojos llenos de lágrimas, entonces agacho la cabeza)
Emmanuel: ¡mi amor, no estoy enojado! ¿solo quiero saber si te gusto?
Mario: ¡si me gusto papito! “pero no la metió toda” (levantando la cabeza)
Emmanuel: ¡me da gusto que lo hayas disfrutado! ¡por eso lo invite para que regrese! (dando otra estocada y clavándolo hasta las bolas)
Mario: “aaaaaaaaaahhhhhhhh” (con los ojos en blanco y la boca abierta)
Emmanuel: ¡ok, ahora prepárate, que tu tío Héctor no tarda en llegar!
Mario: ¡está bien papito! “aaaaaaaaahhhhhhhh” (sintiendo como entraba y salía aquella enorme verga)
Emmanuel no estaba enojado con su pequeño hijo ni con su amigo, pero en ese instante, él se dio cuenta que el niño siempre iba aprovechar la oportunidad para disfrutar de una buena verga.
CONTINUARA…. (saludos amigos y seguime en telegram @Angelblacks)
Que excitante amigo!! Necesito más de tus relatos
ES TAN LINDA LA VERGA. ES TAN LINDO DEJARSE COGER. BESOS A TODOS.
Si yo hubiera sido el plomero creo que tampoco me hubiera quedado con las ganas de cogerme a ese bebé