LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PARTE 21 (MAURICIO)
Después del trabajo, Emmanuel paso a recoger a su pequeño hijo en casa de su madre, pues ese día, Héctor había decidido llevarlo al gym y por la tarde lo llevaría a la casa con la abuela. .
Al llegar, Emmanuel se encontró con una grata visita, así que de inmediato le estrecho la mano y con un fuerte abrazo saludó a su primo Mauricio quien había llegado a la ciudad.
Mauricio necesitaba quitarse el estrés, pues en un mes se mudaría a esa misma ciudad para iniciar con su trabajo como médico, así que entonces decido viajar antes para conocer la ciudad y visitar a su familia.
Magdalena, al escuchar que Mauricio pronto se mudaría a la ciudad, muy amablemente ofreció su casa para que se quedara, pero el rechazo la oferta, pues no se sentiría muy a gusto en casa de su tía, así que entonces, Emmanuel inmediatamente ofreció su casa a su primo.
Emmanuel dijo a Mauricio que no había problema en que se quedara ahí, pues le hizo saber, que en la casa solo estaba el y su pequeño hijo, ya que su esposa Natalie le había dejado bien claro, que aún no estaba preparada para ser madre y se había ido de la casa.
Emmanuel: ¡quédate en mi casa primo! ¡de veras que vas a estar bien cómodo ahí!
Mauricio: “gracias, pero no quiero molestar a tu familia”
Emmanuel: ¿molestar? ¡déjate de esas payasadas y quédate en la casa!
Mauricio: ¿entonces, es verdad que te separarte de tu esposa?
Emmanuel: “así es hombre, ella decidió que debemos darnos un tiempo”
Mauricio: ¿y cómo es eso?
Emmanuel: “pues no andábamos muy bien como pareja” ¡si quieres nos vamos a la casa y en el camino te cuento!
Mauricio: “entiendo” ¡entonces tienes casa sola! ¡solo tú y tu pequeño hijo!
Emmanuel: ¡claro, si te animas a quedarte puedes llevar cualquier noviecita a la casa! “jajajaja”
Mauricio: ¡ok, gracias! ¡eso lo tendré en cuenta en los siguientes días!
Héctor: ¡en lo que lo piensas primo! ¡vamos a celebrar tu llegada! (entrando a la casa con Manuelito)
Emmanuel: ¡cierto, hay que celebrar en mi casa! ¡vámonos!
En cuanto llegaron a la casa, Emmanuel le otorgo una habitación a su primo Mauricio y como era de esperarse, Héctor llego después con su pequeño sobrino y con la cerveza, pues el festejo estaba a punto de comenzar.
Toda la tarde se la pasaron tomando y conversando, además se escuchaban las grandes carcajadas por motivo de alguna anécdota graciosa, entonces, así continuaron por varias horas más y cuando el reloj marcó las 10 de la noche, los 3 se habían quedado dormidos, ya que estaban totalmente borrachos.
Un rato más tarde, Mauricio fue despertando de su sueño, ya que empezó a sentir que alguien le estaban tocando la entrepierna, pero justo en el momento en que despertaba, vio correr a un niño totalmente desnudo, el cual rápidamente se escondió.
Aun adormilado, Mauricio vio a todos lados y ahí observo que sus dos primos estaban completamente dormidos, en ese instante se puso de pie y tambaleante intento llegar a su recamara.
Con mucho esfuerzo, Mauricio fue subiendo las escaleras y cuando logro llegar a su habitación, empezó a desnudarse, pues necesitaba meterse a bañar para que se le bajara un poco la borrachera.
Como pudo, aquel hombre entro al baño e inmediatamente abrió la llave, luego se cómodo debajo de la regadera para que el agua recorriera todo su cuerpo y de esta forma se le pasara un poco la borrachera que tenía.
Mientras Mauricio se duchaba, no se imaginaba que alguien lo estaba observando, así que ahí fue donde el pequeño Mario se quedó viéndolo hipnotizado, pues aquel hermoso hombre que apenas acababa de conocer; tenía la altura de 1.90 metros, piel blanca y además su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de pelo, el cual tenía más en el abdomen y el pecho.
Mario observaba muy atento los movimientos que aquel gran hombre hacía, pues luchaba por tratar de sostenerse en pie, mientras el agua recorría por todo su cuerpo trabajado en el gimnasio; pero de pronto el niño concentro su mirada en la entrepierna de Mauricio, ya que al darse la vuelta, el intentaba frotar el jabón en su pecho.
De pronto aquel hombre no pudo sostenerse más en pie, por lo cual pego su espalda a la pared y muy lentamente fue descendiendo, hasta que logro quedar sentado en el piso.
Aquel niño vio como su tío Mauricio caía al piso, así que rápidamente corrió a ayudarlo y fue en ese momento en el que se encontró directamente con la cara de su guapo tío.
Un por instante Mario contemplo aquel hermoso rostro y ahí, él pudo notar aquellos grandes ojos azules, los cuales tenían unas largas pestañas y además lo acompañaban aquellas gruesas cejas. En verdad ese pequeño estaba muy impresionado con el cuerpo de su tío, así que no le quedo más que sonreír tímidamente.
Mauricio: ¡hola pequeñito! ¿Qué haces aquí? (hablando enredado)
Mario: ¡hola tío Mauricio! ¡vine a ver que estés bien!
Mauricio: ¡gracias! ¡qué lindo niño eres pequeñito!
El agua seguía corriendo por ambos cuerpos, entonces Mario estiro su pequeña mano y sin pensarlo mucho, agarro aquel miembro totalmente rasurado; así que en ese instante, Mauricio dejo ver sus dientes blancos, pues se le dibujo en el rostro una hermosa sonrisa, la cual era embellecida por aquella barba cerrada y recortada.
Mario: ¡wooooo! ¡es muy grande y gruesa!
Mauricio: ¡eso dicen todas cuando la ven! ¡y crece aún más! “Jajajaja” (hablando enredado y entrecerrando los ojos)
Mauricio estaba concentrado en mantenerse despierto, por esta razón hizo poco caso a lo que el niño estaba haciendo o quizás por lo borracho que estaba no se daba cuenta de lo que estaba sucediendo.
Pasaron unos minutos y el pequeño Mario aún tenía entre sus manos el miembro de su tío Mauricio, entonces, empezó a masturbarlo para que ese pedazo de carne despertara, pero por más intento que el niño hacía, esa verga no despertaba.
En ese momento, la audacia de aquel pequeño niño le hizo pensar que debía usar otro método para despertar a esa verga flácida, así que rápidamente se colocó entre medio de las piernas de aquel hombre y de inmediato se metió a la boca aquella aquel trozo de carne flácido.
Mauricio estaba muy borracho, pero fue sintiendo una rica sensación en su miembro, la cual hizo que su cuerpo empezara a reaccionar ante tal estimulo y aunque al pequeño le costó algo de trabajo, por fin logro que aquella verga despertara en todo su esplendor.
Aquel hombre sentía una sensación muy rica en su verga, por lo cual alzo una de sus manos y enseguida cerró la llave de la regadera, luego casi de inmediato empezó a acariciar la cabeza del pequeño Mario, el cual intentaba devorar aquella enorme verga.
Mauricio: “aaaaaaaaahhhhhhh”
En este momento, las manos de aquel hombre se colocaron en la cabeza del niño y empezaron a guiar los movimientos, entonces Mario no le quedo de otra, más que abrir muy grande la boca e intentaba que aquella gruesa verga se fuera deslizando por su garganta.
Minutos después, la cabeza de aquel niño fue liberada y entonces la mano izquierda de aquel hombre empezó a deslizarse por esa pequeña espalda y entonces, finalmente se detuvo en las redonditas nalguitas del niño.
Mauricio no se daba cuenta de lo que estaba haciendo en ese momento, pero su subconsciente hacia que el actuara de esa manera, esta era la razón, de que aquel hombre creyera que estaba intimando con alguna mujer, en ese instante, Mauricio mojo dos de sus dedos con saliva y cuando logro ubicar el culito del niño, se los dejo ir sin contemplación.
Ante este acto, Mario se estremeció, pero no se lamentó, sino al contrario, el pequeño gimió un poco, pero ese momento su gemido no salió a flote, pues en ese instante, su pequeña garganta se encontraba ocupada con parte de aquella grande y gruesa verga.
Al sentir aquellos enormes dedos dentro de su culito, aquel niño agradeció a su padre en ese momento, pues le había regalado aquel juguetito anal que llevaba siempre, el cual se lo había quitado minutos antes de entrar al baño con su tío.
Por instantes, Mauricio regresaba a la realidad, así que nunca se dio cuenta en qué momento había metido dos de sus gruesos dedos en el culito de Mario; así que por lo tanto, los dedos anular y medio de la mano derecha de Mauricio, se movían a buen ritmo de dentro y hacia fuera del culito del pequeño niño, el cual seguía muy concentrado disfrutando como becerrito de aquella gruesa verga.
Mario fue retirando de su pequeña boca lo que había podido meter de esa verga, luego se puso de pie y enseguida se montó sobre Mauricio, en ese momento, aquel niño sujeto esa gruesa verga con una de sus manos y de inmediato fue enterrando la punta en su culito.
Cuando Mario logro tener la cabeza de esa verga dentro de su culito, él se abrazó al cuello de Mauricio y en ese instante, el pequeño quedo viendo fijamente a los ojos de aquel hombre tan guapo que acababa de conocer.
En ese momento, el pequeño niño sonrió maliciosamente y enseguida empezó a comerse esa gruesa verga con el culito, pero unos minutos después, la mente de aquel hombre colapso; pues se puso completamente en blanco y entonces Mauricio no supo lo que continúo haciendo.
Al día siguiente, Mauricio despertó alrededor de las 11 de la mañana y al hacer a un lado la sabana, el se dio cuenta que estaba completamente desnudo, ese instante se sentó en el borde de la cama y ahí sintió un fuerte dolor de cabeza.
Mauricio se levantó de la cama y enseguida camino hacia el baño apretando su enorme verga por tener tremenda erección, el nuevamente abrió la regadera y se colocó debajo del agua para tratar de aliviar su gran resaca.
Varios minutos después, Mauricio salió de la regadera, se vistió cómodamente y después de acomodar todas sus cosas en su maleta, bajo a la planta baja a despedirse de su primo Emmanuel, el cual se encontraba en el patio.
Emmanuel: ¡hola Mauricio! ¿Cómo amaneciste?
Mauricio: “fatal, tengo una resaca criminal”
Emmanuel: “me imagino, ya que nos metimos una buena borrachera” “jajajaja”
Mauricio: “eso ya no lo vuelvo hacer”
Emmanuel: “eso decimos siempre primo” “jajajaja”
Mauricio: «oye primo” ¿y porque están excavando ahí?
Emmanuel: ¡pues ahí construiré una pequeña alberca!
Mauricio: “genial, haces bien primo” “bueno me despido de ti porque aún tengo que viajar a casa”
Emmanuel: ¿Cómo, ya te vas? ¿y no piensas desayunar?
Mauricio: “gracias, pero con este malestar solo me hidratare durante el camino”
Emmanuel: “esta bien primo” ¡que tengas buen viaje!
Mauricio: ¡muchas gracias por tus atenciones! ¡nos vemos pronto!
Emmanuel: “oye Mauricio”
Mauricio: “dime”
Emmanuel: “piensa en lo que te dije” ¡esta es tu casa y puedes vivir con nosotros!
Mauricio: ¡lo tomare en cuenta primo y muchas gracias!
Aquel hombre partió de la casa de Emmanuel y condujo por un par de horas para poder llegar a su casa en el estado vecino. En cuanto Mauricio llego a casa y al no estar completamente repuesto de su resaca, lo primero que hizo fue tirarse en la cama a descansar y de esta manera se la paso durmiendo todo el día.
Al día siguiente, Mauricio despertó completamente repuesto y como vivía solo en un pequeño departamento, para el era normal dormir completamente desnudo; Mauricio bostezo y se estiró muy fuerte, luego se levantó de la cama y camino hacia el baño.
El agua de la regadera empezó a correr por todo el cuerpo desnudo de Mauricio, así que tomo el shampoo y empezó a enjabonar todo su cuerpo, pero Mientras masajeaba su cuerpo musculoso, Mauricio cerro los ojos para evitar que le entrara jabón, así que en ese preciso momento, muchas imágenes raras comenzaron a llegar a su mente.
Mauricio empezó a recordar y lo primero que le vino a la mente, fue la imagen de un niño corriendo desnudo a esconderse y así que sin prestarle mucha importancia continúo bañándose. Pero segundos después, las imágenes continuaron llegando y ese instante aquel hombre de inmediato abrió los ojos.
Mauricio recordó que se estaba besando en la regadera con el pequeño Mario, pero no nada más era el beso, sino que también sus grandes manos estaban aferradas en cada nalguita del niño y con ellas manipulaba a su antojo el frágil cuerpo del niño.
Mauricio movía el pequeño cuerpo del niño hacia arriba y hacia abajo, pero con estos movimientos el empujaba fuerte su pelvis en vaivén, con la cual empujaba con fuerza su verga dentro del culito de Mario.
Lo último que Mauricio recordó, fue que logro ponerse de pie del baño y después se dirigió a la cama, en la cual ya lo estaba esperando sonriente y desnudo el pequeño niño; en ese instante sacudió la cabeza un par de veces y empezó a balbucear un par de palabras incoherentes.
En ese momento, Mauricio se subió a la cama y empezó a acariciar la espalda y el cuerpecito desnudo del pequeño niño, el cual levantó la cabeza y de inmediato se lanzó a mamarle la verga, para que esta volviera aponerse completamente rígida.
Mauricio solo sonrío, mientras observaba como ese pequeño niño trataba de engullir su enorme verga, así que cuando vio que su verga había vuelto a cobrar todo su esplendor, él inmediatamente aparto al niño de su entrepierna y se coloco detrás de el.
El pequeño niño había sido colocado boca abajo, así que Mauricio escupió una buena cantidad de saliva en su mano derecha y lubrico muy bien toda su enorme verga, después acomodó la punta en la entrada del culito del niño e inmediatamente la fue enterrando sin compasión.
El niño cerró los ojos e inmediatamente libero un fuerte quejido de placer, el cual rápidamente fue apagado por la enorme mano de Mauricio. En ese momento, aquel hombre dio un par de empujes más y con estos logro meter la mitad de su gruesa verga.
Con una sonrisa en los labios, aquel gran hombre se estaba cogiendo a ese pequeño niño y sin darse cuenta del tiempo, Mauricio acelero los movimientos de su pelvis y entonces de esta manera; sus penetraciones se hicieron mas profundas, por lo cual se empezaron a oír los fuertes gemidos del pequeño Mario.
Mario: “aaaaaahhhhhhh” ¡que rico! “aaaaaaahhhhhh”
De pronto, se escuchó la grave voz de Emmanuel, el cual dijo “mi amor, es hora de dejar dormir a tu tío Mauricio y esto que estas haciendo, lo vamos a continuar en nuestra habitación”
Mauricio vio como Emmanuel entro desnudo a la habitación y se acerco a acariciar la cabeza de su pequeño hijo, en ese momento y ante sus ojos, Mauricio no tuvo respuesta alguna, pues por el grado de alcohol en su cerebro le impedía actuar como un ser razonable.
Mario: “pero papi” ¡yo quiero seguir jugando con Mauricio, ya que aun le falta por meterme su enorme verga!
Emmanuel: ¡mi amor, tu tío esta muy borracho! ¡ya veras que otro día jugaras con el! ¿verdad que si Mauricio?
Mauricio: ¡claro que si, porque esta verga necesita consuelo y esta bien cargada! (bostezando y entrecerrando sus ojos)
Observando a su primo Emmanuel, aquel hombre tomo a Mario de la cama y salió de la habitación con el pequeño entre sus brazos, en ese instante los ojos de Mauricio se terminaron de cerrar y entonces se quedó completamente dormido.
Regresando a la realidad, Mauricio aun seguía debajo de la regadera y para este momento, cuando terminó de recordar, su mano derecha ya se encontraba masturbando su gruesa verga; En ese instante, aquel hombre recapacito acerca de lo que había ocurrido y entonces de inmediato dejó de masturbarse.
Después de unos minutos, Mauricio terminó de ducharse, así que salió desnudo del baño y se acostó en su cama para recapacitar, entonces cerró los ojos, pero nuevamente aquellas imágenes en su mente se volvieron a repetir.
Mauricio trato de apartar aquel acontecimiento de su mente, pero lamentablemente no pudo, así que hizo aun lado todo los prejuicios y de inmediato se concentro en masajear su gruesa verga. Por varios minutos el intento cambiar de panorama, pero su mente no se lo permitió, así que continuando con su excitación, aquel hombre aceleró los movimientos de su mano y con un fuerte gemido, lanzó una buena cantidad de leche directamente a su pecho.
Mauricio: “aaaaaaaaahhhhhhhhhhh” “aaaaaaaaaahhhhhhhhhh”
Cuando Mauricio logró recuperarse de su propia autosatisfacción, se quedó pensando en lo que acaba de suceder, aquel hombre estaba confundido con todo lo que acababa de recordar y su lógica le hizo entender, que todo aquello era producto de su imaginación o de su gran borrachera.
Pero en los siguientes días, Mauricio continuo teniendo aquellas lagunas mentales y todo aquello lo estaba atormentando, pues en realidad no sabía, si aquellas imágenes tan excitantes que llegaban a su mente, eran en verdad reales o producto de su imaginación.
Entonces, aquel hombre no le que de otra y prometió quedarse en la casa de Emmanuel para averiguar lo que había sucedido esa noche de borrachera.
(saludos amigos y mil disculpas si no respondo rapido en telegram o whatsapp @ANGELBLACKS)
CONTINUARÁ…
Riquísimo relato quisiera ser Mauricio!!
Quisiera vivir en esa familia 🤤🤤🤤