LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PARTE 26 (ADIVINA ¿QUE ES?)
Después de lo que había ocurrido en la casa de su novia, Dylan no dejaba de pensar en ¿por que aquel niño le había mamado la verga? .
Así que unos días más tarde y después de darle tantas vueltas al asunto, Dylan empezó a observar el comportamiento de aquel niño, el cual notó que se escabullía en las duchas para hombres y se quedaba por largo rato ahí.
La mente de aquel hombre lo estaba traicionando, así que ante la presencia de miles de suposiciones y seguido por su curiosidad, Dylan se dirigió a las duchas para salir de todas sus dudas sobre aquel tema que tanto lo estaba torturando.
Al entrar, el muy cuidadosamente empezó a observar lo que aquel niño estaba haciendo, así que notó como Mario iba de regadera en regadera y se agachaba en los sanitarios con la esperanza de encontrar algún hombre, pero para su mala suerte, no había nadie en ese lugar por el momento.
Dylan, también decepcionado, volvió a regresar a la sala de entrenamientos, pues al ser un instructor responsable, él tenía que estar pendiente de todas las rutinas que se estaban empleando; así que, por otra parte, el pequeño niño saco su consola de videojuegos y se puso a jugar para aprovechar el tiempo.
Después de un largo rato y cuando el pequeño niño se estaba impacientando, uno de aquellos hombres entro al vestidor, en ese momento, el pequeño niño se alegró y su pequeño corazoncito se le aceleró.
Aquel hombre alto de aproximadamente 34 años de edad y de nombre “CARLOS”, entro todo acalorado y sudado por la constante rutina que había realizado, así que, al ver al pequeño niño, el inmediatamente le despeino el cabello con una mano y le sonrió amablemente.
Carlos: ¡hola pequeñito! ¿Qué haces por aquí?
Mario: ¡hola, estoy jugando con mi consola!
Carlos: ¡qué bien! ¿haz de ser bueno en eso? (mientras se desvestía)
Mario: ¡sí, me gusta jugar mucho! (sin dejar de ver a aquel gran hombre)
Carlos: “ok, sigue jugando pues”
Aquel hombre sin pena alguna se terminó de quitar su última prenda de vestir frente al niño; entonces, así sin más y totalmente desnudo, él se tapó con una mano su hombría y con la otra mano tomó su toalla, para luego dirigirse hacia una de las regaderas.
Mario, ni tarde ni perezoso, de inmediato hizo a un lado su consola de video juegos y rápidamente se encamino en dirección hacia donde estaba aquel hombre; al llegar a la regadera, aquel niño astuto se tiró en el piso y fue asomando la cabeza muy cautelosamente para no ser visto por Carlos.
Aquel hombre estaba de espalda, así que el pequeño niño solo podía ver aquellas enormes y duras nalgas, pero en unos segundos la suerte de aquel pequeño fisgón cambio, pues Carlos se giró completamente y mientras se tallaba con las manos la cara, el pequeño niño aprovecho para escanearlo completamente de arriba hacia abajo.
Esta no era la primera vez que aquel niño espiaba a ese hombre, así que esté ya lo había notado; entonces, sin decir nada o hacer algo al respecto, Carlos termino de ducharse y cerró la llave de la regadera, donde posteriormente tomó su toalla limpia y terminó de secar el resto de agua que había en su cuerpo.
Unos minutos después, Carlos se acomodó la toalla en la cintura y salió hacia los vestidores, una vez ahí, este se sorprendió al ver que el pequeño niño seguía ahí jugando en una de las bancas y no se había ido como las otras veces, así que entonces se acercó a su casillero y empezó a sacar toda su ropa limpia para vestirse.
Mario: “ay, no puedooo” ¡señor! ¿me ayudaría a pasar este nivel?
Carlos: “jajaja” ¿creí que eras experto en eso?
Mario: ¡si lo soy! “pero hoy no puedo pasarlo” ¿me ayuda por favor?
Carlos: “ok” ¡deja intentarlo!
Aquel hombre se sentó al lado del pequeño niño, así que Mario le entrego la consola de video juegos y en ese instante Carlos empezó a jugar, pero, en ese momento, aquel hombre no se percató o quizás fue intencional de que su toalla se le abriera hacia los lados y entonces dejara expuesta su completa desnudes.
A Mario inmediatamente le brillaron los ojitos, así que su mirada se clavó completamente en el miembro semi erecto de aquel hombre guapo y de escultural cuerpo; el cual, para este momento, ya se había percatado de la gran sorpresa y emoción que había provocado en aquel pequeño infante.
Carlos continuo con el juego, así que Mario hizo caso omiso a lo que le decía aquel hombre, pues estaba concentrado en aquella enorme verga morcillona, la cual iba creciendo y engrosándose con cada segundo que pasaba.
Por otra parte, y tras haber transcurrido varios minutos, Dylan se percató de que el niño aún seguía ausente, así que hizo a un lado lo que estaba haciendo y de inmediato corrió a las regaderas, pues ahí era el último lugar donde lo había visto; al llegar, él fue entrando muy cautelosamente, pues esta vez el presentía que encontraría algo.
Cuidadosamente, Dylan fue asomando la cabeza y cuando tuvo suficiente visibilidad, el observó como Carlos le daba un beso en los labios a Mario y le sonría dulcemente mientras le acariciaba la mandíbula con suavidad; enseguida, él también noto como le hizo un guiño a ese pequeño niño para posteriormente decirle lo siguiente.
Carlos: ¡eres especial pequeño, pero ahora ve afuera! (dándole otro beso)
Mario: ¡está bien señor! “pero”
Carlos: pero ¿qué?
Mario: ¡a mí me gustaría darle un besito antes de irme! (agarrándole la verga)
Carlos: ¡está bien, dale un besito, pero que sea rápido!
Aquel niño sonrió maliciosamente y entonces, así sin más, se metió a la boca gran parte de aquella enorme verga morcillona, la cual, al sentir la rica calidez de aquella pequeña boquita, inmediatamente cobro vida y se puso completamente rígida.
Bastaron unos segundos para que el pequeño niño le diera tremenda mamada a esa enorme verga, pero como ya había recibido indicaciones de aquel hombre, el pequeño retiro ese enorme miembro de su boquita y tomo su consola de video juegos, para luego empezar a caminar hacia la salida.
En ese instante, Dylan vio como Carlos se ponía el bóxer y se acomodaba su erecta verga dentro de él, pero eso no era todo, sino que también notó que el pequeño niño lo había descubierto, así que en ese momento le sonrió amablemente y le dijo.
Dylan: ¡hola pequeño! ¿Qué haces por acá? (con voz entrecortada)
Mario: ¡pues estaba aburrido y decidí venir a jugar! “jijiji”
Dylan: “oh, está bien” ¡pero no te alejes mucho!
En ese instante, ambos regresaron al gimnasio y entonces el niño se sentó a jugar su consola, así que su tío Héctor se acercó a él y empezó a hacerle una serie de bromas, como picarle las costillas o despeinarlo, pues esa era una forma de demostrarle su amor y cariño.
Las horas fueron pasando, entonces, al llegar el momento de cerrar y de partir a casa, Héctor se acercó a Dylan para pedirle de favor “si podía cuidar de Mario por un rato” ya que él había quedado con una chica y no podía llevarlo a donde iban ellos.
Dylan acepto en hacerle ese favor a su amigo, pues de alguna forma, el también ya le había hecho muchos favores, así que no había ningún inconveniente en que aquel niño se quedara algunos minutos con él.
Al salir del gimnasio, Héctor partió a un rumbo diferente, mientras tanto, Dylan y Mario se montaron en aquella motocicleta deportiva y partieron a casa de aquel hombre joven; entonces, al entrar, el pequeño niño se sorprendió, pues aquella casa era muy bonita y estaba muy bien decorada.
Mario: ¿esta es tu casa? (Sorprendido)
Dylan: ¡si pequeño! ¿Te gusta?
Mario: ¡siiii, es muy bonita! ¿y con quien vives aqui?
Dylan: “vivo solo, mis padres me la regalaron”
Mario: “oh, me parece bien”
Dylan: ¡verdad que si! “Bueno, voy a bañarme” ¿quieres ver el televisor aquí o en mi habitación?
Mario: ¡en tu cuarto!
Dylan: “ok” ¡entonces vamos!
En ese momento, Dylan prendió el televisor y entonces, después de buscar un canal adecuado para el niño, esté se dirigió a la ducha para darse un buen regaderazo.
Por alguna razón, aquel hombre estaba algo nervioso y no entendía el motivo, bueno, en realidad si sabía, así que apropósito dejo la puerta del baño abierta y como era de esperarse, aquel niño rápidamente corrió a espiarlo.
Dylan rápidamente se percató de la presencia de aquel niño travieso, así que sin pena alguna se giró completamente y dejo que ese pequeño infante se deleitara con su escultural cuerpo, el cual era enjabonado por aquellas enormes manos.
Mario tenía los ojos iluminados y no era para más, pues estaba viendo a aquel joven hombre totalmente desnudo, el cual tenía unas enormes piernas, unos brazos fuertes y un pecho espectacular, el cual era seguido de un estomago completamente marcado, pero eso no era todo, ya que aquel hombre había sido dotado con grandes atributos masculinos.
Dylan tenía entre las piernas un buen trozo de carne y aunque aun estaba en reposo, aquel miembro humano denotaba tremendo tamaño. En ese instante, aquel hombre estaba nervioso y temeroso, así que está era la razón por la cual no se atrevía a insinuarle nada a ese pequeño fisgón.
Pero en ese momento ocurrió algo inesperado para Dylan, pues cuando termino de enjuagarse el jabón de la cara se llevó tremenda sorpresa, pues sin percatarse encontró al pequeño niño parado frente a él.
Mario: ¿me puedo bañar?
Dylan: ¡claro que si! ¡ven!
Aquel niño estaba totalmente desnudito, así que rápidamente se pego al cuerpo de Dylan y se acomodo debajo la regadera para que el agua lo empezará a mojar.
Mario: “uuyyy” ¡que rica se siente! (Pegándose)
Dylan: “verdad que si” ¡y espera que la toques! (Sonriendo)
Ante el rose de ambas pieles, aquella verga iba despertando, pero Dylan se apartó y cerró la llave de la regadera. En ese momento, el pequeño niño no entendió por qué él había reaccionado de esa manera, pero estaba claro, aunque Dylan se moría de ganas por sentir aquella rica boquita mamándole la verga, el temía a que el niño lo delatará y entonces pagará muy caro ese acto sexual.
Dylan ya había presenciado algunos hechos sexuales por parte del menor, pero tenía que estar 100 % seguro de que no iba a acusarlo, así que en ese instante, el ideó un plan y dejo que las cosas fluyeran por sí solas.
Entonces, al salir de la regadera, aquel hombre tomó una toalla para secar el cuerpecito del pequeño niño y posteriormente continuó con su atlético cuerpo, luego, ambos salieron hacia su recamara.
Desnudo y sin pena alguna, Dylan anduvo de acá para allá por toda su habitación, así que Mario estaba maravillado con aquel hermoso panorama que le ofrecía ese hermoso hombre atlético.
En un par de minutos, aquel hombre ya había organizado todo su plan, así que ahora estaba un poco nervioso y emocionado, pues era el momento adecuado para llevarlo a cabo.
Por otra parte, El pequeño niño también permanecía desnudito, pues al ver que Dylan aún estaba desnudo, él se hizo suponer que ese hombre iba a proponerle algo sexual, así que en ese instante escucho lo siguiente.
Dylan: “pequeño” ¿no estas aburrido?
Mario: “si, un poco”
Dylan: ¡qué te parece si realizamos un juego!
Mario: ¿un juego?
Dylan: ¡sí! ¿te gustaría participar? (Emocionado)
Mario: ¡siiii! “pero” ¿Qué juego es?
Dylan: “el juego consiste” ¡en que te voy a vendar los ojos y te voy a amarrar las manos hacia atrás!
Mario: ¿y luego?
Dylan: ¡después te voy a dar a probar algo en tu boquita! y tú tienes que adivinar ¿Qué sabor es?
Mario: ¡siiii! “pero si adivino” ¿Qué voy a ganar?
Dylan: “si adivinas, vas a ir acumulando puntos y al final del juego” ¡tú mismo elegirás el premio! ¿Te gustaría jugar?
Mario: ¡siiii! ¡si quiero jugar!
Aquel hombre rápidamente vendo los ojos del pequeño niño con una de sus corbatas, luego le indico que no se moviera, ya que el iría a la cocina a traer los frascos necesarios para realizar aquel juego.
Cuando Dylan regresó, colocó los frascos en la mesita de la sala, así que en ese momento, él ató muy bien las manitas del pequeño niño y después lo acomodo de rodillas sobre el sillón, pero no sin antes cerciorarse de que Mario no viera e hiciera trampa.
El juego estaba por iniciar, así que en ese instante, Dylan le hizo saber al niño las reglas del juego, las cuales consistían en: “No ver, No morder y no escupir” ah, pero si se podía, ¡Saborear, lamer, chupar y pedir más!
Mario ya había entendido las instrucciones, así que Dylan tomó uno de los frascos y sumergido solo la punta de su dedo índice y entonces, posteriormente, esté lo fue metiendo lentamente en la boca del menor.
Dylan: “adivina” ¿Qué es?
Mario: “mmmm” ¡es tu dedo con algo! “Pero, no sé qué es”
Dylan: ¿quieres un poco más?
Mario: “siii, por favor”
Dylan volvió a repetir el mismo procedimiento, pero con menos sustancia, luego lo volvió a llevar a la boca del niño.
Dylan: “adivina” ¿Qué es?
Mario: “mmm” “no sé, es que es muy poco y apenas puedo saborear”
Dylan: ¡ok, te daré a probar más, pero recuerda! “no puedes morder” ¿entendiste?
Mario: “está bien”
Aquel hombre sonrió maliciosamente y entonces rápidamente sumergió la punta de su verga en aquel líquido espeso; después, Dylan volvió a indicar al pequeño niño que abriera grande la boca y se la fue enterrando lentamente.
Dylan: “adivina” ¿Qué es?
Mario: “sabe a” (saboreando)
Dylan: ¿A qué? (Estremeciéndose)
Mario: “se me hace conocido el sabor, pero no sé qué es”
Dylan: ¿quieres un poco más?
Mario: ¡siiii!
Dylan sumergió un poco más la cabeza de su verga y nuevamente la llevó dentro de la boquita del niño, el cual empezó a degustar.
Dylan: ¡ahora sí! “dime” ¿Qué es?
Mario: “mmmm” ¡es yogurt de fresa!
Dylan: ¡correcto! ¡ya tienes 2 puntos! “y es hora de adivinar otro sabor”
Mario: “siiii”
Aquel hombre destapó otro frasco y embarró nuevamente la cabeza de su enorme verga, la cual ahora estaba completamente dura.
Dylan: “ok” ¡abre la boquita!
El pequeño niño recibió la punta de aquella enorme verga, así que instantáneamente cerro la boca y empezó a succionar aquella rica sustancia que ya conocía.
Mario: ¡es maní! ¡es maní!
Dylan: ¡correcto! ¡ya tienes 4 puntos!
Mario: ¡que divertido! “jijiji”
Dylan: “ok” ¡vamos con el siguiente sabor!
Mario “siii”
Aquel hombre destapó el tercer frasco y esta vez colocó aquella pegajosa y rica sustancia un poco más atrás de la cabeza de esa gruesa verga; entonces, como acto seguido, volvió a indicar al pequeño niño que volviera a abrir la boca para adivinar el nuevo sabor que tenía en su enorme miembro viril.
Mario empezó succionar aquella verga, entonces, en ese momento, Dylan se estremeció al sentir aquel rico calor que emitía esa pequeña boquita; así que en ese instante, el pequeño niño degusto el sabor de aquella mezcla y rápidamente dijo su nombre.
Mario: ¡es piña! ¡es piña! (Emocionado)
Dylan: “correcto” “es mermelada de piña”
Mario: “siiii, es mermelada de piña” “jijiji”
Dylan: ¡ganaste! “ahora tienes 6 puntos”
Mario: ¡siiii! ¡sigamos jugando!
Dylan: “ok, pequeño” “vamos por el siguiente sabor”
Como siguiente acto, Dylan destapo una botella y vertió aquel líquido color café sobre una tercera parte de su verga, en ese momento, él indico al pequeño niño que abriera grande la boca para que nuevamente adivinara el sabor de aquel líquido.
Mario empezó a ejecutar lo que se le había pedido, así que torpemente pudo llegar hasta donde estaba aquel líquido dulce que Dylan había vertido sobre su miembro; entonces, después de saborearlo por unos segundos, el pequeño volvió a pedir un poco más ya que no se acordaba del nombre.
Mario: ¿es chocolate?
Dylan: “No”
Mario: “mmmm” ¿es Nutella?
Dylan: “No”
Mario: “sí sé que es” pero no me acuerdo del nombre” ¿me podrías ayudar un poco?
Dylan: “ok” “empieza con CA y termina con TA”
Mario: “ya se” “ya se” “CAJETA”
Dylan: “correcto” ¡lograste ganar 8 puntos!
Mario: “siiii” “que bien”
Dylan: “vamos por los últimos 2 puntos”
Mario: “siii, siii” ¡quiero ganar este juego!
Dylan: “ok, empecemos entonces”
Esta vez, Dylan no puso nada sobre su gruesa verga, entonces mintió y le ordenó al pequeño niño que tratara para descubrir el nuevo sabor; Mario aceptó de inmediato, así que sin darse cuenta, él empezó a engullir aquel extraño objeto.
Poco a poco, aquella pequeña boquita fue tragando cada vez de aquel enorme trozo de carne, así que en pocos segundos y sin ninguna dificultad la punta de aquella verga tocó su pequeña garganta.
Dylan: “aaaahhh” (Estremeciéndose)
En ese momento, Mario fue retirando de su boquita aquella gruesa verga, así que cuando la tuvo totalmente fuera, el de inmediato reprochó a aquel hombre “el que no hubiera encontrado ningún tipo de sustancia que pudiera saborear”
Mario: ¿por qué no hay nada?
Dylan: ¡si hay! ¡solo que tienes que succionar un poco más!
Mario: “está bien, lo intentare de nuevo”
Dylan: “recuerda” ¡puedes mamar, lamer y besar! “Pero no morder”
Mario: ¡entendido! ¿dijo que lo puedo mamar?
Dylan: ¡siii!
Mario: ¿Qué es entonces?
Dylan: ¡pronto lo averiguaras! “jejeje” (risa malvada)
Para este momento, aquel hombre ya estaba lubricando en gran cantidad, así que exprimió su gruesa verga desde la base y coloco la punta en los labios del pequeño niño; en ese instante, Mario sintió aquella humedad, así que de inmediato abrió la boca y paso la lengua por toda la cabeza de ese miembro, pues de esta manera, él pudo recoger gran parte de aquel líquido, el cual de inmediato empezó a degustar su sabor que le era muy peculiar.
Mario: ¿es vainilla? (mintió y no dejaba de succionar)
Dylan: “no” (estremeciéndose)
Mario: ¿es jarabe de maíz? (volvió a mentir)
Dylan: “noo” ¡sigue intentando! (apretando más fuerte su verga)
Aquel pequeño niño ya había percibido que era lo que tenía dentro de su boquita, así que empezó a succionar aquel objeto extraño, el cual intuía que era la enorme y gruesa verga de Dylan; por lo cual, después de estar succionando por varios minutos volvió a decir.
Mario: ¡ya sé que es!
Dylan: “haber” ¿dime que es? (muy excitado y queriendo acabar)
Mario: ¡es miel! ¡es miel! (volvió a mentir)
Dylan: “nooo pequeño” ¡si te esfuerzas un poquito más, descubrirás el verdadero sabor! (masturbándose buen ritmo)
A Mario no se le tuvo que pedir dos veces esta recomendación, así que de inmediato, él abrió enormemente la boquita para que aquel hombre introdujera ese extraño objeto, el cual le parecía muy familiar en cuanto a sabor, forma, consistencia y temperatura.
Al sentir este hecho, Dylan gimió muy fuertemente y entonces, inmediatamente se le contrajeron sus enormes bolas, y no era para más, pues aquel pequeño niño fue engullendo rápidamente gran parte de su enorme verga, la cual ya había hecho contacto con su pequeña garganta.
En ese instante, Dylan quedo completamente sorprendido por aquella magnifica imagen, donde se apreciaba contemplar como esa pequeña boquita se amoldaba perfectamente y sin ninguna complicación al tremendo grosor de su enorme verga.
Pero eso no era todo, pues aquel pequeño niño estaba dado lo mejor de sí y entonces estaba muy concentrado mamando aquel tremendo pedazo de carne, el cual lo hacía sin dificultad y como todo un profesional, pues sin duda alguna, él era un experto en mamar vergas adultas.
Dylan: “oh diablos” ¡que rico! “aaahhhh” (excitadísimo)
Mario: ¿Qué dices? (tragando toda su espumosa saliva)
Dylan: “nada pequeño” ¡sigue y descubrirás el verdadero sabor! (masturbándose)
Aquel hombre estaba a punto de acabar, así sujeto esa pequeña cabeza con sus enormes manos y entonces rápidamente clavo su gruesa verga en aquella boquita infantil, la cual empezó a taladrarla fuertemente y muy deprisa, pues su orgasmo estaba a punto de llegar.
En este instante, aquel hombre dejo de importarle todo, así que cerró los ojos y se concentró en seguir penetrando esa rica y pequeña cavidad, la cual en ese momento era tan magnifica y satisfactoria para su gruesa verga.
Sin tener control de sí mismo, Dylan acelero la penetración y entonces empezó a mover la cintura a gran velocidad, de esta manera y sin importarle todos los complejos, ahora él había atravesado la pequeña garganta de ese niño.
La moral no detuvo a Dylan en lo absoluto, sino al contrario, él aumento más sus embestidas, pues en ese instante, su enorme verga se engroso un poco más y empezó a tener múltiples espasmos, los cuales iban acompañados de la expulsión de gran cantidad de leche.
Dylan: “aaaaaaahhhhhhh” ¡que rico! “aaaaaaaahhhhhhhhh”
Mario: “glup, glup, glup” (tragando verga y leche)
Ante estos últimos y fuertes movimientos, los ojos de aquel niño pudieron ver la luz, pues Dylan, al tener sujetando la cabeza del niño y sin darse cuenta, el mismo fue quien bajó la venda; así que en ese instante, el pequeño niño ya sabía lo que tenía dentro de la boca.
Cuando esa enorme verga termino de convulsionar y de expulsar esa gran cantidad leche espesa, Dylan la fue retirando muy lentamente de aquella rica cavidad, así que en ese instante, aquel hombre quedo muy sorprendido por la respuesta de ese menor.
Mario: ¡es leche! ¡es leche! “mmmm” ¡es tu rica leche! (saboreando)
Dylan: “ee–x–aa—c–tooo” “aaaahhhhh” (estremeciéndose)
Aquel hombre apenas y pudo responder, pues en ese instante, aquel niño inmediatamente se volvió a abalanzar sobre su enorme verga, la cual aún seguía firme; Mario inmediatamente succiono y succiono, pues de esta manera, la dejó completamente vacía y limpia.
Dylan estaba completamente complacido, pero en un segundo tuvo que apartar al pequeño niño de su verga, pues en ese instante, el creyó que era el momento correcto para hacerlo su amante sexual y seguir disfrutando de esa rica boquita.
Dylan: “woooo” ¡eres increíble pequeño!
Mario: “jiji” ¡eso me han dicho!
Dylan: ¡veo que te gusta mamar la verga! (riendo con malicia)
Mario: “siiii” ¡me encanta! ¡y también me gusta leche calientita”
Dylan: ¡pues cuando quieras, acá esta tu biberón! (apretando su miembro)
Mario: ¡siiiiii! ¡siiiii! ¡quiero más! (eufórico)
Dylan: ¡que tremendo eres! (guiñando un ojo)
Mario: ¡un poco! “jijiji” “pero, volviendo al juego” ¿pude ganar?
Dylan: ¡claro que ganaste! ¡si adivinaste todos los sabores!
Mario: ¿Y cuál es mi premio?
Dylan: ¡pues te dejo elegir! ¡dime el premio que tú quieras!
Mario: ¡lo que yo quiera!
Dylan: ¡sí, lo que tú quieras!
Mario: “pues como yo he ganado” ¡quiero que metas tu verga en mi culito!
Dylan: ¿Queeeeeeeee?
CONTINUARA…
(Perdón por la demora, si quieres contactarme sigueme en telegram @Angelblacks)
Que rico ya extrañaba este relato
comos continua
Hola ángel Black me encato el relato siempre te sigo , vaya q tardaste pero valió la pena !!! Gracias a ti me anime a escribir genio !!
En verdad que soy fan de este relato, no sabes como te espere para que publicaras este relato, muero por ver el siguiente, es mas! Me encantan todos tus relatos. Espero no tardes con el prox. Saludos!