LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PARTE 29 (COMPLOT)
“vinieron por mi” Al escuchar estas palabras, ambos hombres quedaron completamente perplejos, pues rápidamente se percataron de la presencia de un tercer hombre. .
En ese instante, los tres involucrados quedaron totalmente paralizados y no era para más, pues, Cesar estaba parado frente a ellos a unos escasos metros y, por si fuera poco, los estaba grabando con su teléfono celular, esté hecho, hizo que ambos hombres adultos se vieran por unos segundos y entonces, sin decirse nada, tomaron la siguiente decisión.
Héctor y Dylan, inmediatamente se abalanzaron hacia Cesar, quien al ser impactado por aquellos dos fuertes hombres, esté, cayó al piso y soltó el teléfono celular, el cual, fue recogido rápidamente por su tío Héctor y mientras tanto, Dylan lo mantenía fuertemente inmovilizado sobre el piso.
Héctor: ¡veamos, veamos! ¿qué fue lo que grabaste?
Dylan: “ya wey” ¡elimina todo!
Héctor: “cálmate, eso estoy haciendo”
Cesar: “suéltenme” “pervertidos” (sometido y sin poder hablar)
Héctor: ¡mira cabron, pues la vedad nos vemos bien como actores porno! “jajajaja”
Dylan: ¡ya, déjate de mamadas y borra eso ya!
Héctor: ¡ya voy, ya voy! ¡listo, ya elimine todo! “no ha quedado absolutamente nada”
Cesar: “pervertidos, pervertidos, pervertidos” (y se fue quedando dormido)
Dylan: ¿se durmió?
Héctor: ¡sí, veo que se quedo bien dormido, porque esta demasiado borracho!
Dylan: ¿tú crees que se vaya acordar esto y nos acuse?
Héctor: “pues quien sabe si lo vaya a recordar porque esta muy tomado, pero para estar seguros de que no dirá nada, tenemos que tomar cartas en el asunto”
Dylan: ¿Qué vamos hacer o qué se te ocurre hacer?
Héctor: ¿quieres que se quede aquí contigo?
Dylan: “No, no” ¡llévatelo, no quiero tener problemas con su hermana ni mucho menos con su familia!
Héctor: “tan grandote y súper miedoso, pero esta bien, entonces ayúdame a llevarlo a casa de mi hermano”
Dylan: ¿a casa de Emmanuel?
Héctor: “si, rápido, que en el camino te explicó lo que vamos hacer”
Dylan: “esta bien, vámonos”
En ese momento, todos se vistieron apresurados, así que, cuando estuvieron listos, esos dos hombres cargaron a Cesar para llevarlo al coche y posteriormente, llevarlo a la casa de su hermano.
Una vez que todos habían llegado, a la casa de Emmanuel, Héctor ayudó a Dylan a bajar a Cesar y entre los dos lo metieron a la casa, una vez dentro, Héctor rápidamente dio indicaciones a Dylan para llevarlo a una de las recamaras.
Dylan: “No hagas mucho ruido wey, se va a dar cuenta tu hermano”
Héctor: “No te preocupes miedosito, mi hermano no está en casa” “jajaja”
Dylan: ¿en esta recamara verdad? (señalando una de ellas)
Héctor: “si, en esta”
Dylan: “OK”
Héctor: ¡ahora, ayúdame a acostarlo en la cama!
Dylan: “ya esta” ¿y ahora que hacemos?
Héctor: “ahora, ayúdame a desvestirlo”
Dylan: ¿queeee?
Héctor: ¡tu hazlo y ya!
Ambos hombres se dieron a la tarea de desvestir a Cesar, el cual, permanecía inmóvil, pues estaba en un sueño profundo a causa del exceso del alcohol que había ingerido.
Dylan: ¿y también tengo que quitarle el bóxer?
Héctor: “esa es la idea, desnúdalo ya”
Dylan: “woooo” “no jodas”
Héctor: ¿Qué pasó?
Dylan: ¡este wey se paso de verga! “literalmente”
Héctor: ¡pues que esperabas, viene de buena desendencia! ¡si quieres puedes hacernos los honores! (haciendo seña con la boca y la mano para darle una mamada)
Dylan: ¡vete a la verga! “mejor dime” ¿que vamos hacer ahora?
Héctor: ¡pues tú solo graba con mi teléfono y yo me encargo de lo demás!
Dylan: “hecho, no se diga mas”
En ese momento, aquel hombre se dirigió al pequeño Mario y le habló en el oído, luego, ese niño comprendió lo que se le había dicho, así que, de inmediato se desnudo y entonces, rápidamente entró en escena.
Mario se subió a la cama, ahí, esté se acomodo sobre Cesar y entonces, empezó la primera toma, ese niño sujetó por primera vez la flácida pero prominente verga de su primo, la observó por unos segundos y después olfateo su aroma.
Curiosamente, esa verga estaba completamente afeitada, así que, a simple vista, nadie podía observar ni un solo rastro de vello, tanto en pubis como en aquellas enormes bolas; entonces, para este momento, Mario estaba muy sorprendido con ese gran trozo de carne, que, aun estando dormida, era bastante grande, estaba muy limpia y además tenía una mezcla de un olor muy rica, pues olía entre perfume caro y orines.
Obviamente, el niño no iba a quedarse con el antojo de saborearla, así que, en ese momento y sin esperar mandato por parte de su tío, el pequeño Mario abrió muy grande la boca y entonces, atrapo la cabeza color rosa de esa verga dormilona.
Ante este hecho, Cesar ni siquiera se inmuto, así que, por su parte, Héctor acomodó una de sus manos de Cesar sobre su cara y la otra sobre la espalda de Mario, de esta manera, aquel teléfono celular hizo un par de acercamientos en la toma y se disparo el flash para tomar un par de fotos.
Todo este hecho ya estaba grabado, así que, en ese instante, Héctor dio la orden a Mario para dejar de hacer lo que estaba haciendo y de este modo, Dylan comprendió que todo aquello ya había terminado, así que, en ese momento, el entrego el teléfono celular a su amigo Héctor y entonces, esté, tomo un par de fotos más a Cesar y enseguida salieron de la habitación.
Dylan: ¿y ahora, que vamos hacer?
Héctor: “ya relájate” ¡con este material que tengo aquí, Cesar no podrá delatarnos, porque de alguna manera, ahora el también esta embarrado! “Jajajaja”
Dylan: ¿se lo piensas enviar?
Héctor: “por el momento no, solo voy a esperar a que me confronte”
Dylan: “ok” ¡bueno, yo me voy, porque no quiero verme más involucrado en esto!
Héctor: “como siempre, no huyas miedosito” “jajaja”
Dylan: “no es eso hombre, mejor mañana hablamos mejor las cosas, va”
Héctor: ¡está bien, nos vemos mañana!
Dylan: ¡hasta mañana Mario!
Mario: ¡hasta mañana!
Ese hombre no tenía miedo, pero por instinto y un ser razonable, él debía ser precavido ante este asunto, ya que, sin querer estaba obligando a una persona sin su consentimiento y, por si fuera poco, ahora se estaba jugando el pellejo con su novia y el de toda su familia, por eso, debía pensar bien las cosas, pues ya no podía echarse para atrás.
Ante la partida de Dylan, Héctor y Mario se dirigieron a la recamara de Emmanuel, una vez ahí, ambos pasaron directamente hacia el baño para poder tomar una rica ducha, así que, se abrió la llave de la regadera y entonces el agua inmediatamente empezó a caer sobre sus cuerpos desnudos.
La ducha estaba siendo de lo más normal, pero al sentir el roce de las dos pieles húmedas y enjabonadas, el miembro de Héctor despertó abruptamente y en ese instante, se pegó a la espalda del menor, para que este sintiera la grandiosa dimensión de su hombría.
Con una sonrisa en el rostro, Mario inmediatamente se giró y entonces, ahí, esté se dio cuenta que frente a su cara estaba aquella enorme verga, la cual amaba y disfrutaba exprimirle hasta la más mínima gota de leche; subiendo un poco la cabeza, ese niño se encontró con la enorme sonrisa de su tío, el cual, sin perder nada tiempo, le dijo lo siguiente.
Héctor: ¡bebe! ¿Qué te parece si terminamos lo que empezamos hace rato? (moviendo su verga por si sola)
Mario: ¡claro que si tío, tu sabes que me encanta disfrutar de tu rica verga!
En ese momento, Mario sujeto aquella gruesa verga con sus dos manitas y enseguida, empezó a degustar la punta, pasaba la lengua por toda su circunferencia y después la fue introduciendo dentro de su húmeda y caliente cavidad bucal.
Hector: “aaaahhhh” ¡que rico la chupas campeón! ¡come más, come más! “uufff”
A Mario no se le tenía que dar indicaciones, él ya sabía lo que tenía que hacer para satisfacer y complacer las necesidades de sus machos, así que, con algo de tiempo y con su astucia para mamar ese enorme biberón, ahora el pequeño había logrado tragar la mitad esa húmeda y palpitante verga.
Héctor: “ooohhhh” ¡mi amor, me encanta cuando te la comes de esa manera! “aaahhh”
Estas palabras eran un alago para el pequeño niño, así que, miro a su amado tío con su mirada tierna y con aquella boquita atragantada con más de la mitad de aquel enorme trozo de carne, esa maravillosa imagen, excitó aún más a ese hombre, así que, detuvo al pequeño niño y le fue retirando su ensalivada verga.
Un segundo después y sin dar tiempo de reaccionar a Mario, ese gran hombre cargo al menor de los hombros y lo abrazo con sus fuertes brazos, una vez ahí, esté lo vio directamente a los ojos y entonces le dijo:
Héctor: ¡siento que me estoy enamorando de ti, porque eres lo mejor que me ha pasado en el mundo! ¡gracias por hacerme tan feliz!
Diciendo estas palabras, los labios de aquel hombre hicieron contacto directo con la boquita de Mario, ahí, los dos se dieron un apasionado e intenso beso que duro por mucho tiempo, tiempo, en el que aquel astuto hombre se acomodó sobre su altura y entonces, sin avisarle nada a su amado sobrino, esté clavo una parte de su verga para terminar de unirse con él.
Fue evidente que el niño sintiera dolor, así que, de inmediato lo manifestó al intentar apartarse y quejarse de esa molestia, pero le fue imposible; pues, su tío lo tenía aferrado muy fuertemente a su cuerpo y entonces, no tuvo oportunidad para hacerlo.
Ante los besos y caricias, aquella enorme verga no dejaba de moverse dentro y fuera del culito del niño, así que, unos minutos después, el malestar había desapareció y, por lo tanto, el éxtasis encendió el cuerpo del menor; esta fue la razón, por la que Héctor nuevamente no tuvo compasión del niño y entonces, una vez más enterró con más fuerza su gruesa verga.
Por primera vez, a Mario se le habían desorbitados ojos, pues podía sentir como su amado tío le estaba partiendo el culo y no podía hacer nada, pues también estaba disfrutando de esa mezcla entre dolor y excitación, al sentir como su estrecho culito se iba amoldando drásticamente a ese descomunal trozo de carne.
Mario: “aaaayyy” ¡tío, me estás haciendo doler, tíooo! “aaaayyyy” (quejando de dolor y placer)
Héctor: “shhhh” ¡lo se mi amor, pero disfruta el momento” “aaahhhh”
Aquella firme cintura, no dejaba de moverse ni un solo segundo, así que, cuando aquellas nalguitas tocaron el recortado vello púbico de esa enorme hombría, Héctor inmediatamente acomodo cada piernita del niño en cada brazo y lo continuo cogiendo sin ninguna contemplación.
Héctor: ¡dime mi amor! ¿te gusta la verga de tu tío? “eh”
Mario: siiiiiiii, tioooo! ¡meee encaaantaaaaa! (gimiendo de placer)
Héctor: ¡pues a mí me encanta tu rico culito, por eso me fascina cogerte! (con voz ronca)
Mediante aquel cristal transparente, se apreciaba ver el enorme cuerpo musculoso y desnudo de Héctor, el cuál, en ese instante estaba sometiendo a su voluntad el frágil cuerpecito del niño, quién para este instante, gemía de placer ante las constantes y fuertes envestidas de aquel enorme trozo de carne, la cual, se deslizaba como un cuchillo caliente derritiendo la mantequilla.
Ante este rico acto sexual, el chapoteo era inevitable dejar de escucharlo, pues el agua seguía cayendo en ambos cuerpos desnudos y salpicaba hacia todos lados por el constante choque del fuerte pubis de ese gran hombre y las redonditas nalguitas del niño.
Mario: “aaayyy” ¡tíoooo! “mmmmm”
Héctor: ¿te gusta como te da verga tu tío?
Mario: ¡siiiii, Tíoooo! “mmmmmm” (estremeciéndose)
Héctor: ¿quieres tragarte mi leche o te la dejo en tu culito?
Mario: ¡aaadeeentroooo! “mmmmm”
Aquel niño apenas y podía pronunciar palabra, pues era evidente, que las embestidas de su tío llegaban hasta lo mas profundo de su ser; por eso, de esta manera, el niño temblaba y casi se desvanecía por semejante placer que le provocaba tremendo fierro caliente.
Héctor: ¡ya voy mi amor! ¡sujétate fuerte!
Aquel niño sabía lo que venía, así que, se aferró fuertemente al cuello de su tío y entonces, en ese instante, él sintió la gran intensidad de aquel hombre y no era para más, pues sus fuertes embestidas se intensificaron y entonces, esa gruesa verga se clavaba como un balero en su estrecho culito sin ninguna contemplación ni piedad.
Hector: “aaaaaaaahhhhhhhh” “ya casi, ya casi” (gimiendo fuertemente y estrujado al niño)
Mario: “mmmmmmm” ¡Tiiiiiooooooo! (retorciéndose de placer)
Con dos fuertes y profundas embestidas, ese acto sexual culminó, así que, en ese instante, aquella gruesa verga empezó a palpitar y al mismo tiempo, comenzó a lanzar chorros y chorros de leche dentro de la tripita del niño.
Héctor: “aaaaaaaaahhhhhhhhhhhh” (estrujado al niño) “aaaaaaaahhhhhhhhhhhh”
Mario: “mmmmmmmmm” (gimiendo casi sin aire)
En ese instante, las enormes bolas de Héctor se contrajeron y mientras aquella gruesa disparaba la leche que había en ellas, ese hombre tambaleó por un instante; así que, pego su espalda en el cristal y se apoyó, mientras su grandioso orgasmo finalizaba.
Hector: “aahhh” ¡que rico! ¡que rico! (besando al niño en los labios)
Cuando ambos cuerpos se lograron recuperar de tan maravillosa cogida, los dos respiración profundamente para llenar de aire puro sus pulmones, una vez que ya estuvieron totalmente repuestos, aquel hombre fue bajando a su pequeño sobrino para que ambos terminaran de ducharse.
Héctor: ¡te amo mi niño hermoso! (con un piquito en los labios)
Mario: “woooooo” ¡Tío, tienes la verga más grande y gruesa! (sorprendido)
Héctor: ¡lo se, siempre me queda así cuando termino de cogerte! ¡anda, terminemos de ducharnos!
Mario: ¡esta bien tío!
Esa noche, el pequeño Mario no pudo pegar el ojo durante la noche, pues había algo que le inquietaba y estaba a pocos metros de el.
Fin…
Aquí finaliza la primer temporada de “LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO” pero ¡Muy pronto continuaré con la segunda temporada, así que, se despide su amigo y servidor Angelblacks (nos vemos telegram)
Wooow, por favor sigue escribiendo me encantan tus relatos en vdd que lo haces excelente me dejas siempre con ganas de más
Me encanta este relato, la trama es excelente y siempre me deja con ganas de más, termino muy rico con esta saga.
Uffff que buenos relatos, me hice un montón de pajas leyendo sobre la putita de Mario no puedo esperar a la segunda temporada