LA NUEVA FAMILIA DEL PEQUEÑO MARIO PARTE 8 (EL ANIVERSARIO)
Había pasado más de un mes desde la adopción de Mario, la familia se acoplaba muy bien con su nuevo integrante, Abuela, tíos y primos mostraban gran alegría ante la llegada de aquel niño, ambos padres no se quedaban atrás, pues se mostraban felices p.
El niño también se mostraba feliz de haber encontrado una nueva familia que en verdad lo amaba, por eso, el pequeño empezaba a sentir bonitos sentimientos hacia sus nuevos padres y de el nacía ser cariñoso con ellos. Una mañana en la que Natalie se encontraba ordenando la casa, se encontró con unos documentos, entre ellos había varios correos, se puso a revisarlos uno a uno, al destapar uno, ella se sorprendió al encontrar 2 boletos de avión con destino a Francia.
Natalie recordó, que los había pedido con la aerolínea con la que trabaja como sobrecargo, el motivo del viaje, “su aniversario de bodas con su esposo Emmanuel”, pero con la adopción del niño se olvidó por completo de ese viaje, el cual estaba todo reservado y pagado.
Natalie se emocionó mucho, pero al mismo tiempo se entristeció, pues el viaje planeado en ese tiempo era para 2 personas, pero ahora estaba el pequeño Mario con ellos, ella se puso a pensar en todas las opciones que había para llevar también a su hijo al viaje, hizo un par de llamadas a la agencia de viajes, a la aerolínea y por último se quedó esperando la llegada de su esposo.
Emmanuel por fin llego a la casa, después de comer, Natalie le enseño los boletos de avión, Emmanuel sorprendido pregunto de quien eran esos boletos de avión, Natalie le explico detalladamente aquella sorpresa que ella tenía para ambos como regalo de aniversario y también explico que en ese tiempo de las reservaciones el niño no estaba con ellos.
Ella se mostró triste al terminar de explicarle a su esposo, ya que después de realizar las llamadas el hotel donde se hospedarían no pudo darle otra habitación, además ya no había boletos para la misma fecha del viaje, ella sabía que la mejor decisión sería cancelar el viaje y programarla para después con los 3 juntos.
Emmanuel se quedó pensando por un momento, luego se acercó a su esposa tomándola de las manos diciendo: “no te preocupes, vamos a ir al viaje amor, yo lo arreglo” …. Natalie no se esperaba esta respuesta por parte de su esposo….
Dos días después, los 3 fueron a visitar a la abuela magdalena, comieron juntos y después de una larga charla, por fin Emmanuel dijo el motivo de su visita, le pidió favor a su madre para que cuidara al pequeño Mario por una semana, para que ellos pudieran viajar. La abuela magdalena De inmediato acepto, pues le agradaba la compañía de aquel niño que ahora era su nieto.
Una semana después llegó el día del viaje, sábado por la mañana después de desayunar, llego Héctor el hermano menor de Emmanuel, los llevo al aeropuerto, luego los padres del pequeño se despidieron de el mencionado: “que se portara muy bien”, después el pequeño observo como sus padres ingresaban en aquel enorme lugar.
Héctor tomo de la mano al pequeño subiéndolo al automóvil, era notoria la tristeza del pequeño por la partida de sus padres, así que su tío lo consoló de la mejor manera “diciendo que sus padres lo querían mucho y que pronto regresarían”
El pequeño solo sonrió dulcemente, minutos después llegaron a la casa de la abuela, Mario se puso a ver caricaturas en la tv mientras su tío Héctor subía a su cuarto a cambiarse pues aún tenía que ir a trabajar en el gym, el pequeño recordó aquellos hombres musculosos y guapos de todas las edades que ahí asisten, sin pensarlo más, subió al cuarto de su tío para pedirle que lo lleve con él.
La puerta estaba abierta, Héctor hablaba por teléfono al momento que alistaba una pequeña maleta, luego se empezó a desvestir sin percatarse de la presencia del niño, Mario se quedó mudo e inmóvil, con la boca abierta al ver el cuerpo de su tío, le pareció un dios por sus fuertes piernas y brazos, espalda ancha, abdomen marcado, unas enormes nalgas que hacían juego con aquel enorme bulto, ambos marcados por aquella tela del bóxer apretado que tenía puesto.
Cuando Héctor termino de vestirse vio al niño parado en la puerta, Mario volvió a la realidad cuando escucho a su tío llamarlo por su nombre, preguntándole si se le ofrecía algo, el pequeño nervioso y tartamudeando pidió permiso para acompañarlo, Héctor se acercó a él diciendo “claro pequeñín, nada mas no te vayas aburrir” al momento que le alborotaba el cabello.
Cuando llegaron al gym, Héctor dejo al pequeño sentado comiendo unas golosinas mientras el instruía a otros con los ejercicios, Mario no quitaba la vista de su tío después de lo que había visto, el pequeño pene del niño se le ponía duro recordando aquella gran imagen de su tío casi desnudo.
Mario quedaba viendo como su tío Héctor era asechado por todas aquellas mujeres y como no, si Héctor era muy alto, cabello negro corto, grandes cejas, pestañas quebradas, ojos grandes color verde, barba de candado, tés blanca con un buen cuerpo que lo hacía realmente guapo, la envidia de muchos….
Héctor era mujeriego, pero no estaba casado, por eso las mujeres lo asechaban para tratar de conquistarlo; mientras Héctor estaba entretenido con una jovencita, el pequeño Mario se fue de ahí, busco las regaderas de los hombres y los ojos del niño le brillaban cada vez que veía a un hombre salir de la regadera todo mojado con toalla en la cintura. Aquel lugar era el paraíso para el niño, pues no perdía detalle cuando estos se vestían, de vez en cuando lograba ver una que otra verga, además de aquellas grandes nalgas y todo tipo de cuerpos.
Horas más tarde regresaron a casa de la abuela magdalena, La cual estaba en la sala viendo la tv, Mario llego sediento por lo que fue de inmediato a la cocina a tomar agua mientras Héctor se sentaba en el sillón, el pequeño escucho a su tío gritarle que le trajera agua fría, el pequeño muy atento, abrió el refrigerador para servir agua fría en un vaso de cristal.
Después de llevarle el agua a su tío Héctor, el pequeño dijo que iría a bañarse, por lo que subió rápidamente las escaleras entrando al baño, después de descansar un rato, Héctor subió a su cuarto, se desvistió completamente y sin tocar entro al baño, el pequeño se quedó pálido al ver a su tío entrar.
Héctor: disculpa creí que ya habías terminado
Mario: ¡ya terminé tío Héctor!
Diciendo esto el pequeño estiro la mano para tomar su toalla, Héctor escucho cuando se le cayó algo al pequeño, Mario de inmediato se giró a recogerlo, para que su tío no se diera cuenta de lo que era, Héctor sin quitar la vista del pequeño, lo vio agacharse, viéndole el culito rojo del niño y abierto.
Héctor: ¡Apúrate pequeñín, que voy a salir con una noviecita!
Mario: “voy saliendo tío”
El pequeño salió rápidamente del baño viendo cómo se cerraba aquella puerta tras él, Mario después de vestirse fue a hacerle compañía a su abuela, luego de varios minutos le brillaron los ojitos, al ver a su tío muy bien vestido y listo para salir; “no me esperen despiertos, llegare por la mañana” fueron las palabras de Héctor, saliendo de la casa dejando su aroma en el aire de aquel perfume caro.
La abuela llevo a Mario a un cuarto, indicándole que se pusiera la pijama para dormir, después también ella se fue a la cama, Mario Tenía muchos días que no tenía sexo, su colita ya descebaba una buena verga adulta, en especial la de su tío Antonio quien lo tenía un poco abandonado, Mario bajo su pequeño bóxer, humedeció sus dedos con su saliva y empezó a penetrar su cerrado agujerito, poco a poco 3 de sus dedos entraban con facilidad en su culito, pero el pequeño no estaba conforme con eso, él quería algo más que sus dedos.
Recordó lo que se había metido en el baño, cautelosamente salió de su cuarto, vio casi todas las luces apagadas, lentamente bajo a la cocina para buscar zanahorias, rápidamente empezó a buscar entre ellas y casi de inmediato encontró una de buen tamaño, era considerable para realizar su fechoría.
Mario ya en su cuarto, se quitó el bóxer puso mucha saliva en su culito, luego empezó a intentar meterse aquella zanahoria, de a poquito, la punta de aquella zanahoria intentaba entrar en el culito de Mario, pero la falta de lubricación se lo impedía; pero Mario tenía la colita muy caliente, quería meterse más de aquella zanahoria.
Mario fue al cuarto de su tío Héctor, fue buscar alguna crema que le facilitara la penetración de aquella zanahoria, prendió la luz para buscar mejor y entre los perfumes encontró, las cremas además de algunos condones; tomo un condón junto con una crema, pero no regreso a su cuarto y se quedó ahí.
Se quitó nuevamente el bóxer, hizo a un lado las sabanas, destapo aquella crema, coloco una buena cantidad en su culito, después destapo el condón colocándolo en la zanahoria, unto aquella zanahoria con una buena entidad también; luego se acostó en la cama y fue intentando meterse aquella zanahoria en su culito “imaginando que era la gruesa verga de su tío Héctor”
El pequeño relajaba su esfínter, mientras empujaba con sus manos aquella zanahoria, aquel resbaladizo vegetal entro lentamente en el culito del niño quien de inmediato lo retiro al provocarle dolor; pero no desistió y cuando el dolor pasó volvió a intentarlo con más cuidado.
Aquella zanahoria se fue entrando nuevamente en el culito de Mario, poco a poco fue recibiendo la mitad de aquel vegetal dentro de su culito, el pequeño apretaba su culito sintiendo la dureza, lo movía suavemente, aquella sensación en su culito la sentía muy rica y así con aquella zanahoria dentro de su culito, imaginaba que era la verga de su tío Héctor que lo estaba cogiendo.
Aquella zanahoria entraba en su totalidad en el culito de Mario, el pequeño estuvo jugando por largo rato con ese vegetal en su lubricado esfínter, ente aquella rica sensación, Mario dejo la zanahoria dentro de su culito y el sueño lo fue venciendo, quien poco a poco se fue quedando totalmente dormido.
Eran las 12 de la noche cuando Héctor regreso, traía el cuerpo sudado, la ropa manchada de sangre, afortunadamente no era de él, sino de su amigo quien se había peleado en un Bar, al entrar a su casa dejo los zapatos, con calcetines subió directo al baño, Se desvistió totalmente para ducharse, una vez que termino de bañarse, salió totalmente desnudo y camino en dirección a su cuarto secándose el cabello con una toalla, confiado de que nadie lo vería, pues todos ya dormían profundamente.
Al abrir la puerta se sorprendió, vio a Mario acostado en su cama en aquellas condiciones, se tallo los ojos un par de veces al creer que alucinaba, ya que había tomado 2 copas mientras ligaba a una linda señorita, luego de cerrar la puerta camino asombrado hasta acercarse a la cama; Héctor estaba muy sorprendido, al ver a su pequeño sobrino totalmente desnudo de la cintura para abajo, además con una zanahoria en el culo, se tallo los ojos un par de veces más para ver si era real y comprobó que sí lo era.
El mismo se hacía un par de preguntas: ¿pero ¿qué es esto? ¿Por qué tiene una zanahoria con un condón en el culo? ¿Es gay? ¿Mi hermano lo sabrá? ¿Por qué lo hizo? ¿Le dolerá?, Héctor tenía Muchas preguntas más en la cabeza, pero reacciono diciendo: “se lo voy a retirar, mañana voy a platicar muy bien con él” y se subió cautelosamente a la cama para no despertar al pequeño.
Con temor, empezó a jalar del culito del niño la punta de la zanahoria junto con el condón, observando claramente como el esfínter de Mario estaba completamente estirado, amoldado al grosor de aquel vegetal; cuando saco la zanahoria en su totalidad, reviso de inmediato el culito de Mario por si se había hecho daño, pero no fue así, Héctor se quedó admirado viendo aquel culito infantil totalmente abierto y rojo en su interior.
Héctor sentado sobre la cama, vio como ese pequeño agujero empezaba a cerrarse, Intrigado por la duda y sin pensarlo acomodo nuevamente la punta de aquella zanahoria en la entrada del culito de Mario, fue deslizándolo muy despacio hasta detenerse en la marca que ya tenía, aquella zanahoria volvió a entrar sin dificultad alguna; entonces Héctor comprendió algo: “ese culito que tenía frente a él, ya estaba entrenado y por la mañana tenía que saber toda la verdad”
Mario aun dormía, Héctor fue retirando Muy despacio aquella zanahoria, hasta que estuvo completamente fuera, en ese momento aquel hombre se dio cuenta que su verga estaba totalmente dura y escupiendo gran cantidad de líquido pre seminal.
Héctor fue acercando la zanahoria a su miembro para comparar tamaños, la zanahoria era más delgada que aquella verga adulta, “el morbo y la curiosidad” tentaron aquel hombre adulto totalmente desnudo, quien apretando su miembro pensó: ¿será que mi verga puede entrar en ese pequeño culito abierto? (el mismo se respondió) “averigüémoslo”.
Dejo la zanahoria sobre el buro, ahí vio una de su crema que había utilizado Mario como lubricante, tomo una buena cantidad lubricando toda su verga; el pequeño seguía dormido en posición de cucharita, por lo que Héctor se puso de rodillas atrás de él, luego dejo caer saliva en la punta de su verga y apunto directo a aquel culito.
Empujo la pelvis un poco hacia adelante enterrando la cabeza de su verga dentro del pequeño, Mario apretó el culito tratando de estirar las piernas, Héctor se quedó quieto para no despertar a su pequeño sobrino, claramente podía sentir aquellos pequeños apretones de aquel esfínter sobre su verga para intentar cerrarse.
La cabeza de aquella verga entro de una, estirando un poco más aquel culito, cuando Mario se quedó quieto, Héctor estuvo listo para continuar, apoyo las manos sobre la cama, luego empezó a empujar su verga lentamente hacia delante sin retroceder, aquel hombre quedo totalmente sorprendido sintiendo como su gruesa verga iba entrando en el culito del niño.
Héctor gimió cuando la tercera parte de su verga estaba dentro, podía sentir aquel apretado esfínter amoldarse al grosor de su miembro, se detuvo por instante viendo a su sobrino, el seguía profundamente dormido sin darse cuenta de lo que su tío le estaba haciendo o al menos eso le estaba haciendo creer a él.
Héctor creyó que con eso era suficiente, pues no quería lastimar a su pequeño sobrino, sin sacar su verga del culito del menor, se fue acostando detrás de él, ahí empezó a penetrarlo suavemente para no despertarlo; el éxtasis y la adrenalina que sentía era demasiado, aunque lo estaba disfrutando sabía que estaba mal y no quería meterse en problemas con su hermano por eso.
Hector: «oh dios, que rico aprieta este culito» «aaaaahhh, no voy a poder aguantar mucho»
El morbo era demasiado, aquel culito infantil le apretaba rico la verga y aunque Héctor quiso detenerse ya no pudo, mordiéndose los labios para no gemir fuerte, aquella verga lanzo varios chorros de leche en el pequeño recto del niño y Héctor se quedó quieto sintiendo como se descargaba dentro de su pequeño sobrino.
Cuando Héctor logro recuperarse respiro profundamente, con su pie jalo hacia el su celular y antes de que su verga perdiera firmeza tomo un par de fotos de aquel hecho tan placentero, porque tal vez esa sería la primera y última vez.
Hector: «diablos, que rico tiene el culito este nene», «me hizo acabar rápidamente»
Sin sacar su verga del culito de su sobrino, lo abrazo fuerte, pegando su cuerpo al del niño, así pegaditos, Héctor cerró los ojos recordando las imágenes de la zanahoria que encontró metida en culito de niño, pero ya en la mañana hablaría con él niño acerca de eso; mientras tanto estaba disfrutando en ese momento de aquella rica Sensación de aquel culito que se amoldaba perfectamente a su gruesa verga, por lo cual su verga no perdía su firmeza y poco a poco se fue quedando dormido.
Sin sacar su verga del culito de su sobrino, lo abrazo fuerte, pegando su cuerpo al del niño, así pegaditos, Héctor cerró los ojos recordando las imágenes de la zanahoria que encontró metida en culito de niño, pero ya en la mañana hablaría con él niño acerca de eso; mientras tanto estaba disfrutando en ese momento de aquella rica Sensación de aquel culito que se amoldaba perfectamente a su gruesa verga, por lo cual su verga no perdía su firmeza y poco a poco se fue quedando dormido.
Héctor despertó A las 3:30 de la madrugada, seguía abrazado de su pequeño sobrino, su verga semi erecta estaba aun dentro de aquel apretado agujerito, pero de inmediato se puso firme, una vez mas hector empezó a empujar suavemente su verga hasta alojar la mitad en aquel cálido recto infantil…..
Hector: «oh dios, que rico…. haría esto toda la noche, wooooo que rico»
y cuando Hector volvió correrse dentro de él pequeño, sin sacar su verga…. » se quedo profundamente dormido»
CONTINUARA…..
seguimos en contacto por whatsapp, email y telegram su amigo angelblack (s)
Que rico
Creo que si me encontrara en esa situación tampoco habría dudado en meterle mi pito a ese minito