La partida de dominó
Me pongo a jugar con otros 5 viejos y termino apostando algo mas que dinero (y pierdo)..
Esta historia ocurre en diciembre del año pasado, mi familia y yo decidimos hacer un viaje por las festividades y pasamos unos cuantos días en donde una tía. Mi tía vive en un pueblo algo alejado de la ciudad donde vivimos, y decirle pueblo la verdad es agrandarlo demasiado, en realidad son unas 3 o 4 calles en donde hay varias casas pequeñas y la habitan gente que viven del campo, mi tía por otro lado es pensionada, su casa no es para nada una casa de granja, en su lugar mi tia la adecuo para las visitas, tiene muchos cuartos grandes, una piscina y muchas comodidades como si de una casa de ciudad se tratara.
Si bien los primeros días estuve en la piscina y salimos a dar vueltas por el pueblo, ya al segundo o tercer día se habían acabado las cosas que hacer, al menos para alguien como yo… se me olvido presentarme: Mi nombre es Daniel, en este momento de la historia tenia 20 años, siempre e sido algo bajo de estatura, de unos 1.60 bastante delgado aunque gracias al gym me e tonificado un poco, de mi mismo destaco mis abdominales marcados así como un culo que resalta al ser grande y tonificado, mi verga es bastante grande, 21cm y algo gruesa, yo soy de tez clara, cabello rizado por las orejas de color rojo, y ojos cafés.
La población de este lugar es muy vieja, todos sus habitantes son señores de edad, todos de aproximadamente 50 años para arriba, pues son los que se quedan a vivir del campo, los mas jóvenes usualmente se van para la ciudad ya sea por estudio o trabajo, varios de estos señores se juntan en el centro del pueblo, en una plaza que tiene un pequeño escenario y un gran espacio que la mayoría del tiempo esta sin usar, a un lado tiene la iglesia del pueblo y al lado contrario tiene una pequeña choza en la cual suelen reunirse varios señores a jugar dominó; ese día yo estaba súper aburrido, mi familia había salido a otro de los pueblos cercanos en la mañana y como me quedé dormido no los acompañé, a eso de las 4 de la tarde ya me había aburrido de dar vueltas por la casa así que me fui a caminar el pueblo, llegando finalmente a esta plaza.
Al principio no había visto la choza, solo estaba caminando metido en mis propios pensamientos hasta que di a parar con la choza atraído por el ruido de los jugadores y las fichas de dominó golpeando la mesa; al acercarme pude ver como habían alrededor de 15 o mas personas rodeando una mesa, varios estaban sentados jugando mientras otros simplemente veían la partida y hablaban entre ellos de varias cosas. Siempre e pensado que la forma en la que llegas a un lugar define mucho de tu actitud, al llegar al quiosco todos voltearon a verme, sentí las miradas de ese gran número de personas, un poco amenazante, sus caras de intriga al no saber quien era yo, o a lo mejor estaban algo enojados con mi presencia al interrumpir su juego; yo por otro lado nunca e sufrido de pánico escénico, al contrario, tener tantas miradas sobre mi me encantaba mucho
“Buenas tardes” dije mientras me acercaba a la mesa para también ver el juego, sentadas habían alrededor de unas ocho personas, quienes luego de mi leve interrupción simplemente se voltearon y siguieron el juego, en el centro de la mesa y de todas las fichas habían varios billetes y monedas, claramente estos señores se pasaban su día apostando y jugando; conforme pasaba el tiempo todos jugaban mientras uno que otro contaba alguna historia, con el pasar de las horas la gente se iba yendo a sus casas ya bien sea porque se quedaron sin que apostar o porque ya les era tarde para regresar.
Yo estuve todo este tiempo al margen, sin jugar pero conversando con uno que otro, hablando del pueblo o de cosas sin importancia, eventualmente solo quedaron unas cuantas personas que seguían jugando y apostando; ya eran eso de las 6 de la tarde cuando solo quedaron 5 jugadores, todos señores de edad, por ahí redondeando los 60 años o quizás mas, un montón de viejos de barriga cervecera y mas canas que cabellos, al quedar mas espacio en el lugar y yo siendo el único que no estaba jugando, uno de ellos voltea a donde estoy yo y me invita a la mesa.
“Por qué tan alejado? Siéntate y juega” me dice el señor que estaba sentado en el lado opuesto de la mesa, de ojos café y sin nada de pelo en la cabeza, únicamente en su cara pues tenia una barba tipo perilla bastante larga, con los cabellos totalmente blancos y que le llegaban a la altura del pecho, fisicamente era algo gordo, de brazos peludos y con una camisa de botones color caqui. “Pues no es que sea yo un experto jugando, pero esta bien” digo mientras me siento en una de las sillas en lo que otro está revolviendo las fichas.
“Ojo, pero nosotros jugamos apostando” me dice uno de los que esta sentados a mi izquierda, un señor de tez oscura también de unos 70 años aproximadamente, con una barba blanca y bien cuidada, con un sombrero en su cabeza que no dejaba ver el resto de su cabello, de ojos negros y cejas gruesas, de cuerpo estaba algo fornido, pero al igual que todos ya se le notaba una gran barriga ya sea por vejez o por beber mucha cerveza, vistiendo una camiseta negra. “Esta bien, de cuanto estan apostando?” Les pregunte metiendo la mamo en mi bolsillo para sacar mi cartera “Lo que quieras, pero tampoco aceptamos 2 moneditas y ya” me responde el que estaba sentado a mi lado derecho, mas cercano a mi; bastante gordo, de hecho el mas gordo de los 5, con cabello largo y peinado hacia atrás, igual de blanco que su barba muy cuidada y de un tamaño medio, sus ojos eran negros y al estar cerca de mi si pude verle su ropa completa, vestía una camisilla blanca y unos jeans que apenas y le cerraban, pues como dije antes era bastante gordo, abarcando toda la silla en la que estaba, a juzgar por sus brazos y lo que podia ver en su pecho, no parecía tener nada de vello corporal.
Saqué de mi cartera un billete de 5 mil (pesos colombianos, aprox 2 dolares) y lo puse sobre la mesa. “Así esta bien?” Dije “Si” dijeron varios, a mi izquierda estaba sentado otro señor de unos 80 o quizás mas, fácilmente el mas viejo de todos, con el cabello muy corto y una barba corta también, de color gris, unos ojos negros que voltearon a mirar mi cartera en cuanto la saqué del bolsillo, vestía un overol y una camisa de cuadros color azul, fisicamente también estaba gordo, sus brazos eran muy peludos y solo podía imaginar que tanto vello tenia abajo de su camisa. “Bueno pues, recojan” dice el que estaba revolviendo las fichas, era el que estaba sentado a mi lado derecho, alejado de mi, un viejo de unos 60 también, sin nada de cabellera ni barba, con ojos azul celeste que parecían desnudarme con la mirada, de tez muy clara, con partes de su cuerpo rosado por el sol y de muchas pecas por todo su cuerpo, vestía una camiseta de color verde, con un diseño de lo que parecía algún candidato político.
La verdad es que de dominó solo sabia lo básico y con eso podia jugar una que otra, pero para nada estaba al mismo nivel que el resto, los cuales probablemente se juntaban todos los días desde la mañana hasta la noche a jugar y ganarse los unos a los otros. La primera partida estuve a punto de quedar de primero, pero ganó el de barba perilla sentado al frente mío, llevándose todo el dinero que había en la mesa, aposté otros cinco mil para la siguiente partida en la cual no estaba para nada ganando, al final nos ganó el mas gordo de todos, sentado a mi lado derecho cerca de mi.
A decir verdad jugamos unas 3 o 4 y yo ya no tenia con que apostar. “Bueno, no creo jugar mas, me han dejado limpio” les dije entre risas “Yo también ando limpio” dijo el de tez oscura que estaba sentado a mi izquierda “Vamos, pero si todavía es témpano” dice el mas gordo de todos. “Bueno, juguemos apostando algo más” interrumpe el de ojos azules, quien al decir esto no paraba de mirarme y sonreír, creo que todos estaban haciéndose señas desde hace rato sin yo darme cuenta, me hace pensar que a lo mejor hicieron trampa para hacerme perder, pero quien sabe. “Bueno, juguemos hasta el final entonces” dice el mas viejo de todos “Y que vamos a apostar?” Pregunté “Bueno, que te parece si el que pierde le tiene que hacer una paja al que gane?” Dice el de ojos azules, con una sonrisa de oreja a oreja a lo cual todos respondieron también sonriendo y riendo.
“Como así? Y ustedes cogen entre ustedes?” Les dije suponiendo que era un chiste y siguiendo la corriente, creo que estábamos en un momento decisivo, en el que esperaban una respuesta clara de mi parte, así como yo esperaba aclarar si hablaban enserio o no “jeje que te pasa hijo, te asustaste? Aquí todos somos varones de verdad” me dice el de barba perilla “Bueno entonces, que vamos a apostar?” Volví a preguntar “Mira, aquí en el pueblo solemos intercambiar favores, si yo gano y el pierde entonces el me debe un favor, sabra luego que favor necesite” me dice el mas gordo de todos “Bueno pues, recojan” dice el de tez oscura, que acababa de revolver todas las piezas.
En esta partida nuestra conversación se volvió un poco mas intima, supongo que la idea de que uno de nosotros le hiciera algo sexual a otro paso por la mente de todos, o quizás todos me imaginaban a mi dándoles una ayuda. El mas viejo de todos inició diciendo algo así como “Yo si e dejado que algún marica me brinde culo” a lo que todos reímos y poco a poco fueron añadiendo “Se los juro, la mejor chupada que me han dado me lo dio el sobrino de doña Carmen” dice el de tez oscura “Como, y ese muchacho golpea con la otra?” Pregunta el de barba perilla “Pues claro, eso se nota desde lejos” responde el de ojos azules “No lo has visto como camina?” Añade “Y tu, has tenido algún encuentro con un hombre?” Me pregunta el mas gordo de todos, atrayendo la atención hacia mi, cosa que como mencioné antes, me gustaba mucho.
“Bueno, uno tiene que comer de todo” les dije “Culo es culo” añadí mientras soltaba una risa muy pícara “Uno aveces no esta para elegir” dice el de ojos azules. Para este momento todos estábamos jugando lo mejor posible, todos querían ganar, y claro, nadie quería perder; un par de minutos jugando y ya se podia ver como unos tenían mas fichas que otros, seguían hablando de como en su juventud tenían algún ligue que otro y de como eran con sus amantes en la cama; el primero en ganar fue el de barba perilla, su cara de alegría fue tan grande que hizo que el resto fruncieran el ceño. “Tengo que decirles que, yo estoy de paseo, así que en caso de perder no pueden tardar mas de 2 días en pedirme el favor” les dije a todos en lo que alguien mas ponía una ficha en la mesa “y que sabes hacer?” Me dijo el de barba perilla “Pues no se para que me necesiten, del campo no se nada, pero se de inglés e informática” le respondí.
El siguiente en ganar era aquel mas viejo, seguido de el de tez oscura y al final quedábamos el mas gordo, el de ojos azules y yo; de un extremo de las fichas se había quedado en el número 4, pues ya todas las fichas con este numero estaban en la mesa, y del otro lado íbamos pasando dependiendo de que ficha habían puesto o no. “Que pasa si pierde mas de uno?” Pregunté “Pues mas de uno me debe un favor” responde el de barba perilla; luego de varias fichas, el mas gordo gana y sale del juego y quedamos solo el de ojos azules y yo; en un momento ambos nos quedamos sin fichas para jugar, como resultado ambos perdimos el juego. “Bien, que vas a pedir?” Le dice el de ojos azules, con una sonrisa al preguntarle eso; el ganador de la partida se quedó pensativo, sin responder inmediatamente y yo solo podia mirarlo a los ojos, esperando respuesta.
El viejo de barba perilla se levanta de su silla, finalmente pude ver sus pantalones, eran unos pantalones color caqui que iban a juego con su camisa, pero lo que mas llamó la atención era la gran erección que se le marcaba en el pantalón “Todos estamos así no?” Dice mientras agarra su bulto dandole mas forma de verga a este; el de tez oscura se levanta al mismo tiempo que el de ojos azules, ambos mostrando una erección también “Como no, si estuvieron hablando por mucho tiempo de culos” responde el negro “Bueno, creo que ya sabes lo que quiero” le dice el de perilla al de ojos azules, el cual responde con una risa diciéndole “Bueno, si quieres verga yo te la doy” mientras agarraba su bulto por arriba de su pantalón; todos soltaron una leve risa, hasta que las miradas se tornaron hacia mi.
“Bueno, si quieren yo se las chupo” dije atrayendo la atención de todo aquel que no me estaba mirando antes; ya era hora de dejar de ocultar las ganas que les tenia a todos, desde que llegué fue fantaseando con como me podría ir con alguno de ellos a algún lugar y hacer que me enseñara su verga, pero no podia decidirme con cual de todos, y por lo visto había la oportunidad de no tener que escoger y en cambio, tenerlos a todos “A todos?” Dice el mas viejo, el cual ya se había quitado los tirantes del overol y había quedado en calzoncillos frente a todos, sacando su verga erecta de estos. “Pues solo uno de ustedes ganó” respondí haciéndome de rogar “Ven pues, enséñame que sabes hacer” me dice el de perilla, acercándose a mi lado, colocándose entre el mas viejo y yo, ni siquiera tuvo la molestia de bajarse el pantalón, sus manos simplemente se apartaron y me hizo un gesto en dirección a su entrepierna.
Inmediatamente me puse de rodillas frente a él, mis manos desabrocharon su pantalón y gracias a su gordura estos no se bajaron enseguida y quedaron a la altura de sus piernas un poco mas arriba de su rodilla, sus calzoncillos eran negros y hacían todo lo posible por guardar la gran erección del maduro, no pude evitar acercarme y darle una fuerte inhalación, su verga olía muy fuerte, quien sabe cuanto tiempo llevaba ahi sentado, con el calor del día tuvo que estar sudorosa por mucho tiempo “Te gusta?” Dijo el maduro segundos antes de agarrar mi cabeza por la parte de atrás con una de sus manos, acercándome a su miembro y restregando toda mi cara en su verga, yo no pude evitar aspirar fuertemente para llenar toda mi nariz con su fuerte olor; finalmente mis manos subieron por sus piernas llegando al elástico de sus calzoncillos, con un solo movimiento baje la parte de adelante liberando la gran bestia en su interior.
Una verga gruesa y de aproximadamente 15 centímetros salió disparada, por poco y me golpea en la cara dándome una bofetada, involuntariamente alejé mi cabeza, lo cual me dio algo de tiempo para mirar a mi alrededor, los otros cuatro viejos estaban acercándose a mirar, así como lo habrían hecho al jugar dominó, cerca de mi estaba el mas viejo a mi lado derecho, con los pantalones alrededor de sus tobillos y agarrando su verga por arriba de su trusa, a mi izquierda estaba el mas gordo, quien seguía sentado en su silla simplemente mirando, a su lado estaba el de ojos azules, y el de tez negra seguía mirando desde arriba de la mesa; con ambas manos sujeté la verga frente a mi, mi mano derecha sacaba las bolas gordas de su ropa interior mientras la izquierda guiaba la verga a mi boca, mis labios besaban la punta de su miembro, abriendo un poco para introducir la cabeza dentro de mi boca, mi lengua giraba alrededor de esta y con mis ojos miré hacia arriba con sumisión, el viejo de la barba de perilla me miraba fijamente a mis ojos, sentía como sus ojos café me penetraban mucho mas que su verga en mi boca.
Una vez que ya tenia media verga dentro de mi boca, mis ojos miraban a los lados para ver quien estaba cerca, de reojo pude ver a mi lado izquierdo al mas gordo, quien finalmente se había levantado de la silla, supongo que para ver mas de cerca lo que yo hacia, al lado derecho tenia al de tez oscura, quien también había decidido acercarse, ya había desabrochado su pantalón y estaba a punto de bajar sus boxers también; mis manos se extendieron a los lados acercándose a sus entrepiernas, mi mano izquierda agarraba el bulto gordo del maduro mientras mi mano derecha entraba en los boxers del otro viejo agarrando su verga para masturbarlo.
“No que solo ibas a atender al ganador?” Dijo el de ojos azules, con un tono enojado y celoso “Bueno, ellos también ganaron, quienes perdimos fuimos tu y yo” dije mientras sacaba la verga de mi boca por un momento, y la introduje nuevamente a la boca, la mano del maduro frente a mi sujetaba mi cabeza para ayudarme un poco, mi mano derecha masturbaba la verga negra y mi mano izquierda fue sujetada por una mano gorda, moviendo mi mano a una verga muy gorda aunque pequeña, mi mano cubría casi toda la verga, lo único que no cubría era la cabeza, mis manos trabajaban ambas vergas y en un momento las sujeté algo fuerte para acercarlas a mi cara.
Una vez tenia 3 vergas cerca de mi, mis manos separaron al maduro que sujetaba mi cabeza, liberándome de su agarre dándome la libertad de cambiar de una verga a otra, inicialmente mi boca comenzó a mamar la verga gorda de mi izquierda, y mis manos masturbaban las otras dos, la verga del mas gordo acaparaba mi boca completamente a pesar de ser algo corta, si tuviera que adivinar diría que media unos 10 centímetros de largo y unos 15 alrededor, mi boca daba lo mejor de si disfrutando de una verga a otra, nuevamente cambiando de la verga gorda a la verga negra de mi derecha, la cual al verla me sorprendió, estamos hablando de un BBC por completo, su largo era mucho, de unos 25 centímetros, de los cuales solo podia llegar a la mitad con mi boca, pues no tenia ningún tipo de ayuda o tiempo para acostumbrarme al tamaño, llegaba lo mas lejos que podia y luego me alejé de las 3 nuevamente.
“Ustedes dos se van a quedar mirando o van a venir también?” Dije indicándole a los dos maduros faltantes que se acercaran “Sabia que eras toda una perra desde que te vi” dijo uno de los maduros “Con razón se quedó hasta tarde con nosotros” añadió otro “en vez de jugar nos hubieras dicho desde un principio y nos poníamos todos a darte verga” dice otro, este ultimo si supe quien era, el mas viejo de todos, ya que era a quien estaba chupando en ese momento; una verga muy peluda y venosa, de unos 13 cm aproximadamente y muy cabezona, si bien el cuerpo de su verga era algo delgado, su cabeza era casi tan gruesa como la de el mas gordo de todos. Así estuve por un tiempo, rotando de una verga a otra con mis manos y mi boca, intentando no dejar ninguna verga desatendida por mucho tiempo.
Ya me estaba cansando un poco, y realmente no quería quedarme solo usando mis manos con lo caliente que estaba en ese momento; me separé de la verga del negro en ese momento y comencé a ponerme de pie, mis ojos miraban a los ojos de todos los maduros uno por uno, mientras mis manos removían mi camiseta, al ver esto todos lo tomaron como invitación, me rodearon completamente y podia sentir muchas manos por todo mi cuerpo, sujetando mis nalgas, mis piernas, mi verga, manos acariciando mi abdomen, mi pecho y jugando con mis pezones; todas las manos se movieron por todo mi cuerpo, acariciando todas mis partes, en momentos sentía dedos rozando el interior de mis nalgas por arriba de mis shorts, de un momento a otro siento como mis shorts caen al piso junto con mis boxers, luego quien parecía ser el mas fuerte de todos, el maduro de la barba perilla, me agarra de los lados y me sube a la mesa de dominó, sentándome arriba de ella mientras otras manos rozan el interior de mis piernas y otras agarran mis nalgas; simultáneamente, todos los maduros comienzan a chuparme todo el cuerpo, dos de ellos estaban detrás de mi chupando uno el lado izquierdo y otro el lado derecho de mi cuello, otros dos estaban en cada uno de mis pezones, chupándolos con vigor, al único que reconocía era a quien estaba frente a mi, el mas gordo de todos quien al ver que no había suficiente espacio para él, comenzó a besarme muy fuerte, sus gordos labios chupaban los míos con tanta fuerza como si me los quisiera arrancar, introducía su lengua en mi boca taladrando mi boca, yo correspondía sus besos lo mejor que podia, chupando también sus labios e introducía mi lengua, la cual también era chupada con la misma fuerza en la que chupaba mis labios.
Las manos de todos seguían acariciando mi cuerpo, sentía la punta de los dedos de varios maduros clavándose en mis nalgas, en el interior de mis piernas, y sujetando mis brazos; en el momento en que me separé del mas gordo, las manos de todos empujaron mi torso sobre la mesa, uno de los que estaba detrás mío era el de ojos azules, lo se porque al momento de estar acostado boca arriba introdujo su verga en mi boca, de todas las vergas esta era la que mas bonita se veía, de unos 17 centímetros y bastante gorda, con una mata de pelos arriba de esta como si de un moño se tratara, al estar en esa posición le era fácil introducir su verga, llegando hasta el fondo de mi garganta cogiendosela con mucha intensidad; el resto de mi cuerpo seguía disfrutando, los viejos seguían lamiendo, chupando y mordiendo todo lo que querían, podia sentir sus bocas lamiendo mis axilas, mis pezones, chupando y mordiendo mis piernas, mi abdomen y uno de ellos comenzó a chupar mi verga.
En todo este tiempo mis gemidos no eran tan ruidosos, pues siempre eran cubiertos por una verga o boca, pero mi cuerpo se retorcía por completo; para hacerlos imaginar un poco mejor toda la escena, yo estaba sobre la mesa, con mis nalgas en el borde de esta y mis piernas hacia arriba, mis sandalias estaban en el piso mientras mis pies se agarraban del borde de la mesa, mis brazos estaban hacia los lados o en diagonal, pues tenia a alguien lamiendo mis axilas, mis piernas y alguien mas mamando mi verga, mi cara estaba ocupada por la verga del de ojos azules, mi barbilla estaba sumergida en la parte gorda arriba de su verga, y mi nariz y ojos estaban cubiertos por las inmensas bolas del viejo.
De un momento a otro siento como quien me estaba mamando la verga comienza a lamer por toda la parte de abajo, pasando por mis bolas y finalmente terminando en mi ano, sus manos levantaron la parte baja de mi cuerpo, sujetando mis piernas llevándolas a cada lado de mi, mi culo estaba despegado de la mesa pero pegado completamente a los labios de un maduro, que no para a de meter y sacar su lengua, introduciéndola por completo para luego dar movimientos de arriba a abajo dentro de esta, sin embargo mi verga no estuvo desatendida mucho tiempo, pues segundos después de que alguien pasara de mi verga a mi culo, otra boca se hacia cargo de mi verga; yo no hacia mas que gemir y retorcerme, aunque esto ultimo casi no lo podia hacer muy bien, pues todos me sujetaban de todos lados de manera que no podía moverme a voluntad.
Sentía como embestían mi boca con fuerza, ahogándome cada vez que sus bolas golpeaban mi nariz; como pude les hice saber que quería que me soltaran, ellos inmediatamente comenzaron a soltarme, no por seguir mis ordenes, mas bien intrigados en lo que yo estaría por hacer, luego de que todos me soltaron volví a sentarme en la mesa, le indiqué al de perilla que se sentara en una de las sillas “Usted, siéntese ahí, al ser el ganador va a ser el primero en meterla” Al maduro le brillaron los ojos y sin peros agarró la silla y se sentó, de piernas abiertas y con la espalda hacia atrás; yo me bajé de la mesa viéndolo a los ojos, al acercarme a él noté como todos seguían vestidos en la parte de arriba, pero sin pantalones ni ropa interior abajo; me subí arriba de él, al principio sentado en sus piernas mientras nos besábamos pasionalmente, podía sentir su verga entre mis nalgas, jugando con mi raja; luego de tanto tiempo con una lengua en mi interior estaba mas que lubricado y listo, así que sin despegar mis labios de los suyos, agarré su verga y la guíe hasta mi orificio, introduciendo su cabeza lentamente.
Conforme esta iba entrando no pude evitar despegarme un poco de su cara, de mi boca salían gemidos que chocaban contra sus labios, mi respiración fuerte golpeaba su cara mientras poco a poco introduje toda su verga en mi culo, sentí una corriente desde la base de mi columna hasta la parte mas alta de mi nuca, mi cabeza se inclinó hacia atrás y solté un fuerte gemido “Ahh” dijimos los dos “gimes muy bonito” dijo el mas viejo, quien estaba a mi lado izquierdo guiando mi mano a su verga para masturbarla, por el otro lado la verga del negro estaba igual de trabajada “Brinca” me dijo el viejo con la barba de perilla, dando una orden la cual no dude en completar, mis nalgas saltaban conforme mi cuerpo lo hacia, yo mismo me daba embestidas fuertes en mi culo con cada salto, y mis manos masturbaban al resto, los otros dos faltantes se pusieron a los lados también, por lo que cada una de mis manos cambiaba de una verga a otra.
Mi cara estaba descubierta por lo que yo no paraba de gemir muy fuerte, sin importar que estuviéramos en medio de la plaza, en todo el centro del pueblo, quien fuera podría pasar en estos momentos y el ruido los haría acercarse a ver quienes estaban cogiendo, aunque a mi no me importaba que me vieran cogiendo a estos cinco maduros. “Tenemos que callar a esta puta, nos van a descubrir” dice uno de ellos “Cambiemos de posición” dice otro “vengan y yo me acuesto en el piso” responde el maduro negro “No” interrumpo “Tu eres el mas grande, déjame pensar” miraba las vergas de todos para decidir cual sería la siguiente “No todos nos podemos agachar mijo” responde el mas viejo “Esta bien, vengan para acá” respondo mientras me retiro la verga del culo, me levanto nuevamente y regreso a la mesa, esta vez puse mis manos en la mesa, dándoles la espalda a todos y poniendo mi culo en pompa para ellos “Sigues tú” le digo señalando al anciano mas viejo “Tu ganaste de segundo, no?” El viejo solo asintió y se acercó a mi, al llegar puso ambas manos en mis nalgas y comenzó a pasar su verga por medio de estas “Quiero que tu te pongas alfrente” le digo al mas gordo, el hecho de que fuera tan grande me generaba un morbo tremendo y quería tenerlo en mi boca; inmediatamente todos me rodearon, al ser tan solo una pequeña mesa, mi cabeza llegaba al otro extremo fácilmente, dejándome embestir por el gordo en mi boca.
En la parte de atrás pude sentir la gran cabeza del viejo intentando abrirse paso entre mi agujero, al principio no podia meterla, pues era muy gruesa como pa entrar así como así, por un momento sentí unas manos abriendo mis nalgas, seguidas de una lengua entrando y saliendo de mi ano, me escupían dentro un par de veces hasta que otra vez sentí la gran cabeza, esta segunda vez si entró pero me ocasionó algo de dolor, haciendo que mis manos sujetaran la mesa, retirándome de abajo del gordo para poder subir mi cuerpo, mi cabeza se echaba para atrás en reacción a la gran verga en mi culo, solté un quejido y estuvimos así por unos segundos.
“Me dolió” le dije al mas viejo, antes de empezar a moverme de atrás hacia adelante, dándole señas de que podía empezar, frente a mi estaban el mas gordo en el centro y a sus lados estaba el negro a mi derecha y el de ojos azules a mi izquierda, mi boca pasaba de una verga a otra mientras atrás de mi tenia al mas viejo dándome empujones mas fuertes, mis manos estaban ocupadas sujetándome a la mesa por lo que el de perilla solo podia manosearme y masturbarse él mismo “Déjame a mi” dijo el de perilla, retirando al viejo en mi culo para reemplazarlo él; asi duramos un tiempo, con mi culo cambiando de una verga a otra mientras mi boca atendía al mas gordo y ocasionalmente pasaba a la verga negra o la otra verga a mi izquierda.
“Que buen culo tienes” me dijo el viejo, quien cada que era su turno aprovechaba para darme nalgadas muy fuertes “Cuando me toca a mi” dijo el negro, dándome cachetadas con su verga para llamar mi atención “Bueno, acuéstate ahí” señalando una de las sillas que estaban por ahi cerca, ya que estas eran un poco mas bajitas que la mesa, podía sentarme en su verga mientras me hacia cargo del resto; el viejo negro se acostó en dos sillas y yo rápidamente me puse entre sus piernas, quería asegurarme de que podia con todo eso así que le di una mamada, mientras mi culo en el aire sentía nuevamente como una lengua pasaba por su interior.
Minutos después me puse arriba del negro, con esfuerzo por mi parte pude introducir ese gran miembro en mi interior, sentía como me llenaba completamente y penetraba mis entrañas, tuve que tomar unos minutos para acostumbrarme a ella y poder cabalgarla, el resto de maduros siguieron disfrutando del resto de mi cuerpo, tenia la verga de uno de ellos en cada mano y dos de ellas entraban en mi boca cambiando de una a otra; así estuvimos durante mucho tiempo, y nadie parecía acabar primero, todos gemían mucho pero ninguno daba indicios de querer acabar, yo me estaba cansando un poco, quien sabe cuanto tiempo llevaba usando mis manos y mi boca, sin contar que ellos eran 5 y yo solamente uno.
En un momento siento como la verga de mi mano derecha se separa un poco, dando un pequeño salto hacia atrás para separarse de mi mano y luego de unos segundos quiso volver a ella, con lo que yo finalmente supe que estaba al borde de eyacular, me separé de todos y volteo a mirar quien era, era el maduro de ojos azules “Ya te vas a venir?” Le pregunté “N-No” me respondió como con algo de vergüenza “Quiero que me llenen de leche, tu serás el primero” le respondí, sacando la verga negra de mi culo y volviendo a ponerme en cuatro sobre la mesa de dominó “Ven, préñame” le digo mientras una de mis manos agarra mi nalga echándola para un lado “Anda maricon, que no tenemos toda la noche” le dice el mas gordo “Bueno” responde el de ojos azules, quien luego de ponerse detrás, introduce toda su verga por completo.
Con una sola embestida introduce todo el miembro chocando su pelvis con mis nalgas “Ahh, sigue papi” le digo entre gemidos “Dame duro” añado; El maduro siguió mis ordenes al pie de la letra, entrando y saliendo con todas sus fuerzas, su verga disfrutaba de mi interior mientras yo solo podía gemir y gemir “Se van a quedar viendo?” Les dije al resto, quienes rápidamente se movieron frente a mi, uno al lado del otro, por lo que yo nuevamente cambiaba de chupar una verga y masturbar dos, cambiando de una a otra para atenderlas a todas, estuvimos así un par de minutos hasta que escucho un gemido detrás de mi, las manos del maduro apretaron mis nalgas y pegó su cuerpo completamente al mío, todo su cuerpo se tensó y pude sentir su caliente leche llenando mi interior, su cuerpo se abalanzó sobre el mío y sus gemidos llegaban directamente a mi oreja, su respiración se agitaba y estuvo quieto un par de segundos, hasta que finalmente se retiró, sacando su verga de mi culo.
Escurriendo semen por mis piernas que salían de mi culo, yo sólo quería más “Bien, quien sigue?” Les pregunté a lo que el mas viejo me respondió “Yo casi me vengo” y procede a reemplazar al otro maduro detrás de mi, nuevamente otra verga llenaba mi culo, esta vez la verga cabezona del mas mayor de todos, las embestidas del viejo eran mas lentas, pero con mucha fuerza, cada que metía toda su verga, me empujaba hacia la verga que tenia en mi boca en ese momento “Esta posición no me gusta, mis piernas se cansan mas rápido” me dice el viejo que trataba todo lo posible por venirse en mi culo “Y cual prefieres” le respondo, el viejo se sienta en una de las sillas y abre sus piernas dejando su verga al aire “Ven, siéntate” claro, el viejo me iba a dejar todo el trabajo; me bajé nuevamente de la mesa y me senté sobre el viejo, mirándolo de frente de la misma manera en que lo había hecho antes con el maduro ganador del juego, comencé a saltar en su verga sujetándome de sus hombros, no fue sino un par de minutos hasta que el viejo comenzó a gemir también, sus brazos me abrazaban con fuerza mientras tensaba todo su cuerpo, su verga disparaba su esperma caliente y espesa en mi interior sentía como me llenaban cada vez mas, y todavía faltaban otros 3 maduros por satisfacer.
Me levanté de la silla y no estaba seguro de quien debía seguir, tenia una verga muy gruesa, otra muy grande y otra haciendo un balance entre las dos, no tuve que pensar mucho, el de tez oscura se acostó en la mesa boca arriba “Ahora siéntate aquí” me dice, yo di un par de pasos hacia la mesa cuando me detuvo el viejo de barba perilla “Yo creo que ya estas listo” me dice, yo sin entender muy bien solo pude ver como me levanta usando sus brazos, demostrando que a pesar de su gordura podia cargar conmigo fácilmente; me coloca arriba de el negro boca arriba, el negro introdujo su verga hasta el fondo haciendo que yo suelte un fuerte grito.
Para entenderme mejor, el negro estaba sobre la mesa boca arriba, yo estaba sobre él también boca arriba y con su verga dentro de mi, el maduro de barba perilla comienza a jugar un poco con mi verga y comienza a rozar la tuya entre mis bolas, gracias a esta posición, el mas gordo de todos pudo introducir su verga en mi boca otra vez, cogiendo mi garganta mientras el negro cogia mi culo; en un momento pude sentir como dejaban de jugar con mis bolas, no entendía porque hasta que siento una nueva verga queriendo entrar en mi culo, pocas veces había estado tan caliente para intentar una doble penetración, y gracias a tanta estimulación y a las cantidades de semen que estaban en mi culo, esta vez fue algo mas fácil que otras veces, el maduro introdujo su verga completamente después de unos minutos, yo solo podia gemir y gritar aunque todo era acaparado por la gordura sobre mi cara y la verga dentro de mi garganta.
Los 3 maduros embestían con todas sus fuerzas, sentía placer en cada centímetro de mi cuerpo y poco a poco los gemidos ahogados que salían de mi cuerpo eran mas frecuentes conforme pasaba el tiempo, los dos maduros de mi culo se retorcían, no podían bajar el ritmo por ningún motivo, estoy seguro de que si alguien se hubiera acercado al sitio en este momento, nos habría pillado y ninguno de los tres se hubiera detenido yo sólo sentía ambas vergas en mi culo moverse y la verga dentro de mi boca, y como en mi pecho chocaba la gran barriga del gordo con la barriga del otro maduro sobre mi verga, yo estaba en el paraíso; minutos después uno de los maduros comenzó a eyacular, el maduro negro apretaba su cuerpo junto al mío, llenándome con cada gota de semen que tenía, minutos después el otro maduro en mi culo comenzó a gemir también, llenándome con su caliente esperma en mi interior, preñando mi interior por cuarta vez consecutiva.
Al sacar su verga de mi culo grandes cantidades de semen salían, ambos dejaron mi culo descansar un momento, mientras el gordo seguía embistiendo mi cara con fuerza, yo también estaba a punto de eyacular y sabiendo que faltaba uno no quise esperar más, la verga mas gruesa de las cinco pasó de mi boca a mi verga, pues luego de sacarla de mi boca me puse sobre la mesa, boca arriba y las piernas arriba de mi cuerpo, de mi culo salía mas y mas esperma muy caliente y espesa, el ultimo maduro solo se detuvo unos segundos para admirar la vista y luego introdujo su gruesa verga en mi culo, su cuerpo estaba sobre el mío y su barriga rozaba con mi verga, yo no podia aguantar mucho y estaba seguro de que el maduro tampoco; sus embestidas fueron rápidas y energéticas, ambos gemíamos demasiado por todo este tiempo hasta que finalmente estaba al limite, mi verga comenzó a soltar lechazos por todo mi cuerpo mientras mi cuerpo se tensaba y mis manos se agarraban de los lados de la mesa; al estar haciendo fuerza con mi cuerpo, mi culo apretaba la verga del gordo, quien a último momento aceleró sus movimientos hasta eyacular dentro de mi.
Ahi estaba yo, boca arriba en una mesa de dominó, con mi culo lleno de 5 espermas diferentes y completamente satisfecho, todos en el quiosco solo podían respirar hasta recuperarse y todos se habían quedado para ver el gran final; mi culo estaba al borde de la mesa, y escurriendo todo el semen, el maduro de ojos azules toma un vaso que estaba antes lleno de cerveza y comienza a recolectar todo el semen que salía de mi agujero, cuando ya dejé de expulsar semen del culo pude ver como el maduro nos muestra como tenia casi todo el vaso lleno de semen. “Bien, porque no te lo bebes en frente nuestro” me dice el maduro entregándome el vaso, haciendo que todos se acerquen a ver “Vengan primero ustedes, déjenme limpiar sus vergas con mi boca” respondí, mientras me agachaba y comenzaba a limpiar una verga tras otra, chupando hasta la ultima gota que les quedaba y lustrando todas sus vergas, una vez todas estaban limpias, procedo a tomarme el vaso de semen frente a todos ellos, toda esa mezcla caliente y espesa de esos cinco viejos estaba llenando mi estomago ahora, y no paraba hasta no dejar el vaso completamente vacío también.
Mire el reloj y ya eran casi las 9, todos nos vestimos y al final me dieron todo el dinero del ultimo juego, “una paga por mi buen trabajo” me dijeron, justo después me invitaron a comer, así que termine la noche en un puesto de comida rápida comiendo con esos 5 maduros, con mi culo adolorido y mi estomago lleno de semen, una vez terminada la comida me llevaron hasta la casa de mi tía, afortunadamente me dio tiempo de bañarme sin que nadie se diera cuenta de que olía a verga, sudor y semen de abuelo. Dias después me devolví a mi casa y desde ese día no volví a ver a ninguno de los maduros, con suerte este año pueda ir otra vez y visitarlos otra vez…
Hasta aquí este relato, espero les guste, igual que en todos los finales les dejo mi twitter o x: @LDGhost28 por si gustan seguirme, me gusta darles RT a muchos osos, maduros y gordos, si ustedes entran en esta categoría bien pueden escribirme y mandarme fotos 😛 hasta la próxima!
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