La perra de mi Amo III
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo había pasado muy rápido, el enema, el plug anal, el dolor, pero aun sabía que me esperaban nuevas sensaciones jamás sentidas, mi Amo no espero mucho luego de haber acabado en mis nalgas, casi de inmediato se incorporo de nuevo, y ya de pie fue hasta la mesa donde tenia el resto de los juguetes. Me hizo la advertencia que mi culo no seria el mismo, y yo estaba consiente que eso seria de esa forma; saco de una especie de funda un gran consolador de metal que media unos 30 cms de largo, y unos 8 cms de diámetro, mi culo seguía expuesto, mientras mi rostro seguía pegado en el suelo.
Se arrodilló frente a mi culo, y empezó a empalarme con aquella verga de metal, estaba helada, lo que hacia contraer mis nalgas, estaba demasiado seca, así que la saco y la metió primero por mi vagina, la cual estaba húmeda solo de ver todo lo que sucedía con mi cuerpo, yo gemía y el aceleraba el vaivén, sin ningún aviso saco aquel consolador de mi vagina y me embistió por el culo, el grito de dolor no se hizo esperar, era desgarrador el dolor, era pesado y duro, metió como 15 cms de un solo golpe, yo caí al suelo, el, con su otro brazo rodeo mi cintura para tener apoyo y lograr levantar mis nalgas de nuevo, bombeaba fuerte, no importaban los gritos, las lagrimas, la desesperación, no importo nada, busco un poco de lubricante y embadurno los cms que quedaban, el consolador tenia un mango como lo tienen las espadas, asi que lo termino de meter en mi agujero, ya yo estaba a punto del desmayo, pero increíblemente excitada a mas no poder.
Pasaron unos minutos, el dejo dentro de mi la gran verga metálica, se puso encima de mi como cabalgándome, me tomaba de los cabellos, los halaba con una mano y con la otra empezó a darme nalgadas, con su mano totalmente extendida, ya no era solo el dolor del palo en mi culo, sino también el dolor que producían sus palmadas, alternaba con una mano y otra incrementando cada vez la fuerza con la que impartía, gritaba: “ tu eres mi puta, mi esclava, mi perra, una maldita sucia, que vino a sufrir” , “No mereces ninguna compasión, ninguna consideración, te voy a reventar ese culo, que no puedas caminar, que no puedas sentarte” .
Yo deje de sentir mis nalgas, deje de sentir mi culo y mis brazos con los cuales me estaba apoyando , el soltó mi cabeza, y se puso al revés, y empezó a bombear mi culo con el consolador me pidió que acabara, que quería saber que su perrita acabara, que si no lo hacia pronto me las vería con el, aunque yo no sabia que mas podría hacerme, el movimiento que hacia en mi culo, además de el juego con mi clítoris me tenía a punto de acabar, el se bajo de mi espalda y se puso mas cómodo frente a mi culo de nuevo y empezó a meter sus dedos en mi vagina, encontrando resistencia por el palo que atravesaba mis entrañas, podía tocarlo a través de la pequeña piel separa mi ano de mi vagina, esto lo volvió como loco ya yo a punto de acabar, y el con mas frenesí, cuando empezó a sentir las contracciones de mi orgasmo saco lo que tenia en mi culo y metió su puño entero en mi cuca, acabando así en su mano, y sintiendo como nunca un orgasmo, mi corazón iba a estallar, jamás en mi vida había sentido algo tan fuerte, comencé a temblar y llorar sin poder contenerme, el saco su puño de mi vagina me tomo en sus brazos y me llevo a la cama…
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