LA PRIMERA VEZ DE FRED

Como un cabro chico de campo inocente descubrió sensaciones en sus nalgas .
Mi primera vez

Era un día de verano en una época en donde no existía el celular como lo conocemos hoy y lo único que teníamos era nuestra creatividad e inocencia, ese día fuimos con mi hermano mayor a jugar donde nuestro primo, sus padres estaban a cargo de un fundo y prácticamente los dueños no iban.  jugamos por toda la casa, era maravillosa llena de lujos de esa época.

yo en ese tiempo tenía alrededor de 12 años, de tez blanca y más o menos delgado, era lampiño y vale destacar que gracias al campo tenía buenas piernas y poto (culo/nalgas). Ese día de tanto jugar paramos un rato para ver televisión con mi primo y mi hermano en una de las piezas de la casa, literal teníamos la casa para nosotros tres. En una de las piezas habían dos camas y una tele enorme, mi hermano se sentó en la cama de la derecha mirando hacia la tele y yo con mi primo en la cama de la izquierda, mi hermano estaba hipnotizado con  la televisión, tanto que a veces le hablábamos y ni nos pescaba, por lo que nos pusimos a jugar mi primo y yo, quiero aclarar que mi primo tenía unos 19 años y mi hermano unos 17, como es típico de varones, nuestros juegos eran de peleas, luchando para ver quien era más fuerte, obviamente mi primo siempre ganaba, el era alto, de pelo rizado, con barba de puberto, de grandes brazos, de piernas fuertes, todo un macho de campo. Después de un rato de que el me apretujara con la cama él me dice: “ya me canse de las peleas, descansemos un rato” y yo con esa energía de niño chicho me pongo a saltar en la cama por unos segundos cayendo en las piernas de mi primo, es entonces donde el me empieza a tocar las nalgas y yo inocente pensé que era parte del cariño de primos o del juego como tal, pero después de unos minutos entendí que me gusto y despertó algo en mí, un sentimiento de placer que nunca había experimentado y todo esto mientras mi hermano miraba la tele delante de nosotros. Sin mucha malicia y solo dejando que siguiera haciendo eso que me gustaba comencé a ver a mi primo de otra forma, me calenté mientras sentía ese placer, tenía la tula dura sin saber porque, con sus grandes manos apretujando mis nalgas me jalo hacia el acomodándome en su paquete y se acercó a mi como si fuera a besarme pero viro su cara para rozar su cara con la mía, su boca quedo a la altura de mi oreja y con voz baja, cual secreto me dijo “muévete para mí”, yo tímido y nervioso a que mi hermano nos viera  le hice caso sin oposición, haciendo movimientos de mi cadera contra el, sintiendo su bulto en mi culito que se levantaba cada vez más, todo esto en cosas de minutos. Yo no sabía lo que estaba sintiendo solamente era el placer y el nerviosismo que recorrían mi cuerpo como rio, que helaban mis manos y mis pies, pero hacia también sentir fuego en mi potito, mi verga y mis mejillas. En ese momento sentimos que nos llamaban y yo rápidamente me baje de sus piernas y veo a mí hermano que me dice ya vámonos, acto seguido mi hermano sale de la pieza, yo me siento al borde de la cama, cual niño inocente, mi primo se levanta de la cama y fue ahí donde pude ver todo lo que minutos atrás sentía mi culito, en su pantalón se le marcaba la verga doblada porque estaba atrapada entre telas, esta vez fui yo el que quedo hipnotizado, mi primo me hablo y ni le entendí, solo le veía su paquete, estaba confundido, no sé porque se me hacía agua la boca, no entendía que me pasaba, el solo se rio, se acercó a mí, me tomo de la cabeza y me restregó toda su verga por la cara, usaba jeans y aun así pude sentir lo dura y grande que estaba, me dice este va hacer nuestro pequeño secreto y yo no pude hilar palabra, solo subí mi mirada y viéndolo a la cara, con su bulto a milímetros de mi boca, tanto que podía sentir su calor, asentí con la cabeza feliz y salí de la pieza con una sonrisa, recordando lo que había pasado. Sabia que esto solo era el inicio de una relación cómplice, de un secreto, de algo que sentí que quería seguir experimentando.