La primera vez que se la chupe a un hombre todo cambio para mi
Ese hombre tenia una verga enorme, yo nunca habia visto algo semejante, lo que sentí fue indescriptible, al punto de empezar a soñar con el y hacerme ilusiones..
Cuando yo tenía como 12, conocí un señor que podría ser mi abuelo que me decía que yo era muy lindo, que le hubiera gustado que fuera su hijo y descaradamente me pedía las nalgas. Yo a esa edad pues ni idea tenia de lo que era eso y pues mucho menos me daban ganas de andar con un hombre, mucho menos con alguien tan mayor, ya que ni novia tenía en ese entonces. Yo era muy chico.
El problema empezó una vez que estábamos platicando en el parque, cuando saca una carpeta y me empieza a mostrar fotos de su verga. Yo quede impactado, nunca había visto un hombre totalmente desnudo, ni a mi papa, y mucho menos con una verga como la de ese hombre. En ese momento solo eso fue lo que me impresiono, ver a un hombre desnudo, eso fue todo.
A partir de esa noche, incomprensiblemente para mí, empecé a tener sueños eróticos con él. Soñaba que me tenía desnudo sentado sobre sus piernas y yo se la agarraba. Cosas así. Siempre soñaba que se la agarraba. Era como una fijación.
Cuando soñé por primera vez que se la chupaba, me desperté empapado de sudor, jadeando y por primera vez en mi vida, sentí algo parecido a una tremenda excitación. Tenía el pene bien parado y al parecer había eyaculado debido a lo erótico de mi sueño.
A partir de esa noche empecé a ver a ese hombre con otros ojos, se me había metido en la mente de una manera incomprensible. La siguiente vez que nos encontramos y nos pusimos a platicar, en un momento dado el tomo mi pierna y seguía platicando como si nada. Pero para mi sorpresa, note como se me paraba mi pene, había logrado excitarme de una manera que…
El colmo fue un día que me invito a tomar un helado. Luego de decirme lo mucho que le gustaba y platicarme cosas de lo más hot, no dejaba de manosearme la pierna. Me enseño fotos de niños chupando verga y cogiendo con hombres mayores. Me di cuenta que el hombre estaba excitado. Me pidió que lo acompañara al baño, ya que tenía muchas ganas de orinar, según me dijo. Entramos al baño y como estábamos juntitos, le pude ver su enorme verga. Yo ya no me pude resistir más, era demasiado para mí. Mi pene estaba a punto de estallar. Yo no podía apartar la vista de su enorme verga. El hombre se dio cuenta y sonriendo, me tomo la mano y me la dio para que se la agarrara.
Por primera vez en mi vida sentí ese enorme placer que se siente al agarrar una verga, las mujeres lo saben con certeza y me entienden, de seguro muchos hombres también saben de lo que hablo.
Yo le estaba agarrando la verga a un hombre en un baño público, no lo podía creer, como fue que llegamos a esa situación. Hombres entraban y salían y nos veían riendo morbosos, y yo hipnotizado no se la dejaba de agarrar.
De pronto, el hombre me mete a un privado y cierra la puerta con seguro. Me dejo que se la siguiera agarrando, se bajó los pantalones y tomándome de la cabeza, sin decir palabra, poco a poco me la fue acercando a su maravilloso pene. Yo ardía de excitación, de nervios de….
Ya no aguante más, me agache y se la empecé a chupar, no mames, que momento. Esa fue una increíble experiencia, la primera de muchísimas más para mí. Es algo inexplicable y muy difícil de describir el enorme placer que se siente al chupar una verga, especialmente de ese tamaño.
Se con certeza que hubiéramos llegado a más si no es porque el hombre se vino tremendo dentro de mi boca y me ordeno que me tragara su leche. Eso fue algo que a la fecha le sigo agradecido eternamente. Que delicia tragar leche de hombre, no tiene comparación con nada. Eso fue algo maravilloso.
Seguimos viéndonos con frecuencia y con frecuencia yo se la chupaba y me tragaba su leche hasta que, por fin, un día…
Me imagino que el hombre pensó que yo ya estaba listo para dar el siguiente paso, así que, un buen día, sin decir nada, nos metimos a un motel.
Yo estaba súper excitadísimo, aunque no tenía experiencia alguna, sí que me podía imaginar a que íbamos a ese lugar y yo estaba muy emocionado, súper caliente, se podría decir.
El hombre me empezó a acariciar y a besar, increíblemente yo no solo me dejaba hacer, sino que también le correspondía con la misma pasión que el mostraba.
No dejaba de decirme lo lindo que era yo y que no sabía cuánto le gustaba. Pero me lo demostraba con sus besos y sus manoseos.
Al rato, ya me tenía todito encuerado, él también se desnudó y me regalo con la maravillosa vista de su enorme verga bien parada.
Aunque yo ya se la había mamado varias veces, nunca habíamos estado desnudos frente a frente, esa situación era algo especial, muy diferente a todo lo demás, yo estaba excitadísimo, me emocionaba pensar que esa sería mi primera vez.
Así que me dispuse a chupársela, esta vez fue muy diferente, en mi interior sabía que en esta ocasión algo nuevo y muy diferente iba a pasar y eso me tenía súper caliente y expectante.
Finalmente, paso lo que tenía que pasar. El hombre me metió todita su verga por el culo y me hizo sentirme como si fuera la chica más feliz del mundo.
Esa primera vez fue algo maravilloso. Increíblemente yo me sentía como su chica, es decir, como su putita, porque eso era en verdad. Una real y verdadera puta en brazos de un hombre.
Ese hombre fue el primero de muchos que me hizo sentirme mujer. Desde entonces le encontré el gusto a la verga de macho, especialmente de macho maduro, que deleite ufff.
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