La probé, me gustó, y ahora no se que hacer 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Volvimos nuevamente al campamento y Juan, ese rudo gaucho que me había convertido en su hembra, les dijo que no había nada.
Mis compañeros empezaron a decir de irnos ya que habíamos ido a cazar y ni siquiera un tiro habíamos tirado, aunque el que mas había disfrutado era yo, ya que los tiros me los tiro Juan con su pija en mi culo.
Pero a su vez, lo que mas me preocupaba es que si nos vamos, quien me iba a seguir cogiendo, ya que Juan me había echo conocer las delicias de ser cogido, había probado la pija con él y me gustó, pero ahora no sabía que hacer, y no iba a venir de Santa Rosa, que es donde vivo, hacerme 80 kilómetros para que Juan me siga cogiendo, una vez la podía engañar a mi mujer, pero y las demás veces, que le decía?, tenía que buscar a alguien que me siga cogiendo, se me había echo como un vicio, sentir como la pija de Juan me cogía el culo, sentir ese rudo hombre de campo, metiendo y sacando su pija de mi culo.
No sabía que hacer.
Hasta que tanto insistieron que no tuve mas remedio que irme con ellos.
Le pagamos a Juan, nos despedimos y nos fuimos.
Yo iba en el viaje en silencio total, extrañaba a ese hombre, "que pasa Oscar que vas tan callado?", me decían mis amigos, que entre ellos hablaban y reían sin cesar, "no, nada, que todo fue un fiasco, no tiramos ni un tiro", les mentía yo, cuando mi mente estaba en el camastro de mi macho.
Llegamos cada uno a su casa, dejamos las cosas y a contar el fracaso de nuestra expedición de caza a nuestras esposas.
Yo me sentía extraño a la noche cuando mi esposa me buscaba para coger, no quería ser yo el que cogiera, quería ser al que iban a coger.
Por donde vivo hay mucho tránsito de camiones, que llevan de un lado a otro a gente que no tienen techo, que buscan una changa que hacer y seguir sus miserables vidas como pueden.
Yo estaba tentado en hacer esos 80 kilómetros que me separaban de mi macho e ir a que me coja, necesitaba que me cojan.
Salgo a caminar a la ciudad para ver si podía refrescar mi cabeza, iba como dormido caminando por el costado de la ruta, y me cruzo con uno de esos caminantes, "buenas", me saluda, yo le respondo el saludo, "no sabe de nadie que necesite una changa amigo", me dice con su voz áspera de gente sufrida, un hombre que se lo notaba muy mal tratado por la vida, que lo mismo tiene 30 años y parece de 50, "no, la verdad que no se amigo, si supiera le diría", le dije, sacando unos pesos del bolsillos y se los di, y seguí caminando, aunque me pico el bichito de comparar a este caminante con Juan, ya que me hacía acordar a mi macho, "he, amigo", le grito, y el caminante se da la vuelta, "mande patrón", me dijo, viniendo a donde estaba, yo no sabía como decirle que me gustaría que me coja, y empecé a darle vueltas al asunto, el caminante me miraba, "sea claro hombre, que no lo entiendo, que quiere?", me dijo con su voz áspera.
"Le doy el doble de plata que le di recién si me coge", le dije, sacando valor de no se donde, y como es un total desconocido, nadie va a saber nada.
El caminante me quedó mirando sin saber que decir, "haber si entendí bien, uste me ofrece el doble de plata para que yo lo coja, es maricón uste?", me dijo, mirándome de una forma, como que no lo podía creer lo que le pedía.
"bueno, acepta o no?", le dije, "voy a buscar el coche y nos vamos a las afueras de la ciudad y ahí me coge, le doy su plata y hasta nunca", le dije nervioso, quería saber si realmente me había vuelto maricón, o era solo la novedad de haber cogido con Juan y eso me hacía dudar.
Le dije que me espere, fui a a casa saque el coche y lo pase a buscar, nos fuimos.
Íbamos en silencio los dos, se notaba cierto nerviosismo, hasta que salimos de la ruta y metí el coche en medio de un descampado, detrás de unas dunas de arena.
Cuando bajamos, yo empecé a acariciar la pija del caminante por sobre la ropa, estaba nervioso, aparte que iba a disimular si le iba a pagar para que me coja.
El caminante saca su pija que era casi igual a la de Juan, solo que un poco mas gruesa, yo con un poco de recelo me arrodille frente a él y se la empecé a chupar, la sentía sucia, olía a sucio, pero me atraía como se iba poniendo cada vez mas dura en mi boca, el caminante me agarró de la cabeza y entre gemidos metía y sacaba su pija de mi boca mientras yo seguía chupando, "bajáte el pantalón marica, que te voy a pegar una buena cogida", me dijo, sacando su pija de mi boca y bajando su pantalón él también.
Yo me puse en pie, me bajé el pantalón, dejando que el caminante me acaricie las nalgas, me de dos o tres palmadas, "que rico culo que tenés maricón", me dijo, haciendo que me agache y me abra las nalgas, yo temblaba de los nervios, "este ojete esta cogido ya", me dijo el caminante, echando saliva sobre su pija y me la empezó a meter, una, dos embestidas y tenía toda la pija del caminante bien adentro de mi culo, haciendo que gima de placer, si me gustaba como me cogía este hombre también, sentía su pija moverse dentro de mi culo, como la metía y la sacaba, yo estaba agachado, sacando mi culo para afuera y abriendo mis nalgas mientras el caminante no paraba de cogerme.
Me hacía gemir de placer cuando la metía toda y sentía mis nalgas aplastadas contra su cuerpo, "te gusta maricón, te gusta como te estoy cogiendo?", me decía metiendo y sacando su pija de mi ojete, haciendo que goce, que disfrute de la cogida que me estaba dando, "si, me encanta como me coges", le dije, abriendo mis nalgas todo lo mas que podía, sintiendo su pija como entraba y salía de mi ojete, de como me hacía gritar de placer a cada embestida fuerte que me daba metiendo su pija bien adentro de mi culo, "haaaaaa, haaaaaaaaaa, como me gusta tu pija", le decía, moviendo mi culo, "si querés me quedo unos días por acá, así te sigo cogiendo y me pagas por cogerte", me decía el caminante metiendo fuerte su pija en mi culo, haciendo que grite, "si, quédate unos días así me seguís cogiendo", le decía con la voz entre cortada de lo caliente que estaba y sentía mi pija bien dura mientras la pija del caminante no dejaba de entrar y salir de mi ojete, "haber maricón, que me voy a acabar, apronta el culo para que te lo llene de leche", me dijo, metiendo la pija tan fuerte dentro de mi culo que di un grito, de dolor y placer al mismo tiempo sintiendo como palpitaba su pija dentro de mi culo, que lo estaba llenando con su leche, y mientras el caminante me llenaba el culo de leche, yo me hacía una paja disfrutando de como ese desconocido me estaba cogiendo, él me tenía agarrado de mi cintura y sentía como movía su pija bien adentro de mi culo, mientras yo me acababa en la tierra, "ha, que rico me cogiste", le dije, esperando a que el caminante saque su pija de mi culo cuando quiera, no tenía apuro, me gustaba sentir esa pija de ese desconocido bien adentro de mi culo.
Sentí cuando la empezó a sacar, despacio, yo disfrutaba hasta el último momento, sentí como cuando sacó su pija de mi culo, empezó a salir su leche de mi ojete, enseguida me subí los pantalones, me quería ir así, con el culo lleno de leche, sentir como salía la leche de ese desconocido de mi culo.
Agarré unos pañuelos desechables que tenía en el coche y le limpie la pija a mi nuevo amante, "entonces mañana nos vemos acá de nuevo y me sigues cogiendo?", le dije, dejando de limpiar su pija, sacando unos pesos mas del bolsillo, se los dí, me subí a mi coche y me fui a casa, sintiendo como la leche de ese caminante me mojaba los calzoncillos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!