La segunda propuesta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En la primera parte les conté como le propuse a David una mentira con la que terminó cayendo, luego debió gustarle tanto que días después volvió a mi casa a pedirme un favor.
Días después de lo sucedido entre David y yo no hubo ningún cambio, hablábamos como si nada hubiera pasado entre nosotros, y eso me alegraba porque típico entre amigos se dejan de hablar y como que ya no es lo mismo y con David no pasó eso, es más, fue mejor lo que pasó.
Recibí un mensaje de David una noche pidiéndome un favor, yo amablemente le dije que no había problema, que ¿cuál era ese favor? a lo que el me responde:
D: Me gustaría volver a perder la virginidad…
Y: Pero como si ya la perdiste?
D: Por… por el otro lado
Me quedé en impactado porque era algo que no imaginé que llegaría a pasar, entonces con mil gustos le dije que sí, que venga al día siguiente con las cosas que ya sabía cuales eran, esta vez era yo el que estaba emocionado pero trataba de disimularlo, llego el día siguiente y David se presenta a la misma hora y lo hago pasar.
D: Estoy muy nervioso, gracias por aceptar la propuesta
Y: Sabes que somos amigos, y que de acá no sale nada
D: Estuve muy inseguro respecto a eso y ahora estoy decidido
Y: Muy bien
Lo agarré y lo empecé a besar lentamente, nuestras lenguas se encontraban y el me agarró también, creo que David se estaba mudando a la otra vereda si no me equivocaba, estuvimos así por un largo tiempo hasta que se separa y me dice que subamos.
Llegamos a la habitación y lo primero que hace es sacar los condones y lubricantes, se saca los zapatos y la camisa mientras yo lo observo desde la puerta, se acuesta y me dice que vaya. Cierro la puerta con llave, nadie estaba en casa pero mejor prevenir, voy hasta la orilla de la cama y voy directo a sus pies, empiezo a chuparlos y a frotarme con ellos, luego voy lentamente a su entrepierna y me entierro en ella, David suelta algunos gemidos y su respiración comienza a tornarse agitada. Le saco el cinturón y le bajo los bóxers hasta las rodillas y me encuentro de nuevo con su polla, la comienzo a lamer y luego a chupar y David me agarra del cabello simulando cogerme la boca.
Después de un rato me dice que ahora yo y me hace lo mismo, lentamente baja y se traga toda mi polla, luego mis huevos así por largo rato, busca los condones y me pone uno directamente y se da la vuelta mostrándome su culo, le agarro las nalgas y comienzo a besarlo por detrás.
Los dos estábamos a mil y yo detrás de él, empuja con una mano mi cara contra su entrada y se comienza a masturbarse, pruebo meter un dedo y el cambia completamente, se queda quieto, luego pruebo con dos y vuelvo a darle un beso negro. Todo esto lo estaba haciendo como lo veía en el porno.
Cuando creo que ya esta listo coloco mi glande sobre su entrada y comienzo a empujar, David se agarra fuerte de las sábanas y ni siquiera entro, empiezo a introducirme y la cara de David es otra.
D: No pares, sigue, por favor
Y: Si… si… si…
Comienzo el mete y saca y es David quién se mueve más que yo, se escucha el sonido de mis pelotas contra sus nalgas y la cama moviéndose, luego cambiamos de lugar y el se recuesta y le subo las piernas a mis hombros, veo su cara de satisfacción y me acerco a besarlo, luego bajo por su cuello lamiendo y chupando hasta sus pezones, el me toca desde la espalda al trasero y me empuja contra él, comienzo de nuevo con el mete y saca y jadeamos
D: Si… si… más
Y: Ahh, que apretado estás
D: Más fuerte… más… más
Sus deseos son ordenes, volvemos a cambiar de posición y quedo yo recostado y el encima mío, David comienza a saltar de una manera impresionante, me vuelve loco, baja para besarme y me chupa el cuello, yo lo subo de las nalgas y comienzo a cogerlo más rápido mientras me besa hasta que me corro y lo penetro fuerte unas cuantas veces más.
Nos besamos, por un largo tiempo hasta que se separa, veo su sudor y me dice jadeando:
D: Muchas gracias… me encantó
Y: A mi me encantó también…
D: Deberíamos repetirlo…
Reímos y nos acostamos juntos, pasamos toda esa tarde desnudos en mi habitación, exhaustos hablando de cualquier cosa, luego David recoge sus cosas y se va.
Más tarde en la noche recibo otro mensaje de texto de él, pero esa, es otra historia.
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