La triste despedida de Rafita (corregido)
Versión corregida del relato, ya que había olvidado el nombre que le dí a la mamá de Rafita y olvidé corregirlo antes de envíar. Una disculpa a mis lectores..
Iba ya ligeramente retrasado rumbo a la casa de Rafita, caminaba apresurado para no llegar más de cinco minutos tarde y quedar mal con su mamá, pues hasta la fecha siempre había llegado muy puntual, me había auto impuesto a no usar el auto a menos que fuera estrictamente necesario y además eran unas pocas calles de distancia a la casa de Rafita, apretar el paso un poco no me haría ningún daño y me gustaba la idea de hacer algo de actividad física (además del sexo con el pequeño caliente).
– Hey, hola- Mayra, la mamá de Tavito, me saludó desde enfrente en su casa cuando yo apresurado iba llegando a la casa de Rafita,
– Hola- Le respondí, agitando su mano ella sonrió,
– A ver cuándo vienes a darle una clase a Tavito, que te extraña –
– Dile que un día lo invito a jugar a mis videojuegos – Le respondí, Mayra abría notado que volteaba repetidamente hacia el interior de la casa de Rafa,
– Yo le digo- Me respondió, y después se perdió de vista en el interior de su hogar. Me llenaba de gusto ese pequeño intercambio de palabras, así que una sonrisa grande se me dibujó en la cara cuando comencé a tocar la puerta de la casa de Rafita, esperé unos segundos y volví a tocar,
– Voy!- Escuché a Rafita gritar al otro lado de la puerta y entonces me abrió,
– Hola- Le dije, él automáticamente sonrió,
– Hola- Dijo, y me abrió la puerta cerrando atrás cuando pasé,
– Tu mamá?- Le pregunté, estaba preparado para articular una disculpa por el ligero retraso cuando Martincito comenzó a hablar,
– No está, se fué a un mandado y me dejó con mi primo, él está arriba- Me dijo,
– Oh… Ok, entonces hay que comenzar – Le dije, nos dirigimos a la cocina para tomar sitio en el comedor como de costumbre, pronto teníamos listas las libretas y libros para comenzar con las tareas, durante ese tiempo no dejaba de notar extraño a Rafita, parecía ansioso y no dejaba de moverse en su lugar, – Tienes algo?- Le pregunté mirándolo como apartaba la mirada, – O quieres que te coja?- Le dije susurrando en su oído, entonces volteó a verme y rápido alejó de nuevo la mirada,
– No, es que… Voy arriba- Me dijo, y salió disparado subiendo las escaleras. Estrañado por su reacción, escuchaba como sus pasos rápidos se veían interrumpidos cuando llegaba arriba, así que Martincito no había ido ni al baño ni a su habitación, entonces afinando un poco más el oído escuché como empezaba a murmurar algo, sigilosamente caminé hasta acercarme a la escalera cuidando que no fuera visible para ellos arriba, entonces escuché,
– Ve y pregúntale – Decía Bryan,
– No, pero y si se enoja- Rafita fingía muy mal su intento de susurro,
– Dile a ver qué – Le dijo Bryan y entonces los ligeros pasos de Rafita se volvían a escuchar pero ahora mucho más lento, entonces me escabullí de regreso a mi asiento, Rafita llegó de vuelta y no me miraba a la cara,
– Ya?- Le pregunté, él dijo que si con la cabeza baja, me llenaba de intriga lo que sea que Bryan le había pedido que me preguntara, – Bueno… Entonces vamos a empe…-
– Dice mi primo que si subes tantito – Me interrumpió Rafita aún sin animarse a verme a los ojos,
– Bryan? Qué quiere?-
– Te quiere preguntar algo- Dijo Rafita, tanto misterio me hacía incomodar y empezaba a darme un poco de miedo,
– Ok… Pues vamos- Le respondí, y me puse en pie, caminaba con mi mente llena de intriga mientras paso a paso lento subía y me dirigía a la habitación de Rafita, cuando llegamos a su cuarto él fué quien abrió la puerta y entonces al fondo en su cama Bryan esperaba, desvío un poco la mirada en cuanto me vió y se le notaba el nerviosismo,
– Qué pasó?- Le pregunté sin entrar a la habitación,
– Pasa- Me dijo, tomé aire y entré, mi mente estaba hecha un zumbido y tenía mucho miedo, algo me decía que Rafita había hablado o de alguna manera Bryan había juntado los puntos y sabía que también me cogía a su primito, – Cierra la puerta- Me dijo, así que sin más remedio lo obedecí nuevamente,
– Qué pasó?- Le repetí, trataba de sonar convincente aunque estaba que temblaba de lao nervios,
– Ya sé que te estás culeando a Rafita – Esas palabras me cayeron como balde de agua fría y sentí un escalofrío subiendo por mi espalda,
– Qué? No!- Le dije fingiendo mi mejor voz de indignación,
– Sí, él me lo dijo, que desde hace rato tú le estás haciendo cosas- Me decía, yo no sabía como actuar, estaba atrapado, quizás Bryan también tenía sexo con su primito pero él era su familiar y Rafita podría encubrirlo, en cambio yo estaba en desventaja. Pensaba en qué decir en lo que parecía ser minutos cuando seguramente no habrían pasado más de tres segundos,
– No te preocupes, yo… Yo también me lo cojo- Exclamó, y entonces el miedo se aligeró,
– Qué?- Ya no sabía qué tipo de defensa usar ante esa confesión,
– Sí, eh… A él le gusta, casi todos los días me lo cojo antes de que llegues, y ya sé que también te lo culeas, verdad?- Le preguntó a Rafita, el niño solo dijo que si con la cabeza apartando la mirada, yo permanecía en silencio esperando un hueco en la conversación con la que poder salir, aunque la tensión tan grande me mantenía rígido en mi sitio,
– Bueno… Yo no tengo problema en que te cojas a Rafita si no dices que yo también me lo cojo, ya sé que es bien putito y le encanta que se la metan- Me dijo, mientras le metía la mano a Rafita en su pantalón y le tocaba el culo, Rafita solo dijo que si de nuevo con la cabeza. La escena era excitante, pero también muy peligrosa, así que traté de sacarme,
– Yo no sé de qué estás hablando y… Mira, yo no voy a decir nada porque parece que no lastimas a Rafita, pero mejor me voy, no quiero problemas con su mamá ni que me vayan a echar la culpa de nada…-
– Si te vas así le vamos a decir a mi tía lo que le hiciste a Rafita – Me dijo Bryan amenazante, – No te hagas pendejo, Rafita ya me contó todo, que tú fuiste el primero que se lo cogió, que le enseñaste a mamar y que hasta Tavito se lo ha cogido- Rafita si había contado todo, – Me dijo que le enseñaste a como hacer para que se le metiera la verga más fácil y que por eso me lo pude coger yo, y que tú también te lo estás cogiendo en las tardes cuando me voy, – Cada palabra nueva que decía me hacía caer aún más en pánico, – Así que no te hagas- Bryan ya había sacado la mano de entre la ropa de Rafita y guardó un largo silencio,
– Y qué es lo que quieres?- Le pregunté con resignación, preparándome para ser extorsionado o algo por el estilo,
– Ya te dije que no voy a decir nada si tampoco dices, los dos nos lo podemos seguir culeando-
– Bueno… No voy a decir nada, pero tienes que prometerme que tú tampoco vas a decirlo- Le respondí,
– No voy a decir nada, y tú, Rafita? Tu tampoco tienes que contarle a nadie que te estamos cogiendo, porque entonces si, vamos a valer verga todos-
– No voy a decirle a nadie que me cogen- Rafita permanecia viendo al piso,
– Bueno, ya me puedo ir a mi casa?- Quería huir cuánto antes y meditar de alguna manera como alejarme de esa casa para siempre sin resultar acusado de abuso,
– No, Rafita quiere pedirte algo, verdad Rafita- Me dijo Bryan, ya su mirada no era de vergüenza ni nervios, ahora parecía bastante seguro de sí mismo. Rafita dijo que si con la cabeza nuevamente, – Ándale, dile- Y le dió una nalgada,
– Es que…-
– Dile- Lo presionaba Bryan,
– Es que…- Rafita estaba súper rojo de la cara y bailaba nervioso en su sitio,
– Ya dile!- Lo volvió a reprender Bryan
– Te acuerdas que el otro día me la metieron tú y Tavito al mismo tiempo?- Soltó Rafita hablando súper rápido, por mi parte primero le di un vistazo a Bryan que me observaba y después regresé a ver a Rafita,
– Sí – Le dije sin más
– Bueno…- Rafita se movía aún más rápido que antes cuando entonces comprendí a dónde iba,
– Ah… No. No, no, no, no- Miraba de Rafita a Bryan con incredulidad, Bryan permanecía callado, – No podemos, lo vamos a lastimar- Le dije con firmeza,
– Pero él quiere, verdad Rafita?- Entonces otra vez metió su mano dentro de la ropa del niño y evidentemente le estaba tocando el ano, – Ándale, Rafita, dile- Rafita abrió la boca y levantó la mirada,
– Quiero que me la metan los dos por la cola como el otro día que me lo hicieron tú y Tavito – Dijo Rafita dejando atrás la voz temblorosa,
– Rafita, no podemos metértela los dos, te lastimaríamos la cola, con Tavito si pudimos porque la tiene chiquita, pero nosotros dos la tenemos grande y te dolería mucho- Trataba de sentar un poco de cordura en la plática bisarra que se estaba llevando en esa habitación,
– Yo creo que si le caben, yo se la meto como si nada- Dijo Bryan y me le quedé viendo con mirada acusadora esperando que cambiara sus palabras pero no lo hizo,
– Si no quieres no- Dijo Rafita con voz triste
– No es eso, Rafita, es que no quiero lastimarte- Parecía que ninguno de los dos dimensionaba lo delicado de su propuesta
– Si le duele se la sacamos y que se lo coja uno y al otro se la mama- Dijo Bryan, Rafita dijo que si con la cabeza y por primera vez en esa tarde sonrió,
No sabía que hacer, sabía yo que Rafita no podría aguantar nuestras dos vergas a la vez, pero dentro de mi también quería intentarlo o aunque fuera hacer la otra cosa que había dicho Bryan de turnarnos para cogerlo y nos las mamara,
– Entonces?- Me preguntó el primo de Rafita,
– Ok, pero con cuidado, se lo vamos a hacer despacio – Le dije, Rafita y Bryan se vieron a la cara y sonrieron, – Pero… Y si viene la señora?- Hasta esas alturas ni me acordaba de la mamá de Rafa y era un tema demasiado importante, quizás Bryan se cogía a Rafita con la puerta sin asegurar, pero yo ni loco iba a arriesgarme a tanto,
– Mi tía no va venir hasta la noche, nos lo podemos coger toda la tarde si quieremos, verdad Rafita?- Rafita dijo que si moviendo la cabeza con una leve sonrisita en los labios,
– Oh… Ok, y que vamos a hacer primero?- Les pregunté,
– Que nos las chupe, no?- Le preguntó Bryan a Rafita,
– Si!- Dijo el niño, emocionado y sonriente,
– Ya sabes que hacer- Le dijo Bryan a Rafita poniéndose de pie, entonces Rafita se arrodilló ante él y empezó a desabrocharle el pantalón, – Ven- Me dijo Bryan, haciéndome un gesto con la mano, me acerqué y me puse al lado de él, Rafita ya estaba luchando con el boxer de su primo y entonces logró sacarle el pene, inmediatamente Bryan se sonrojó y apartó la mirada avergonzado, su pene tenía el mismo tono con el que lo recordaba de la última vez en que los caché cogiendo en ese mismo cuarto cuando habían dejado la puerta sin cerrar, la cabeza de su pene era rosa intenso y el resto muy blanco, Rafita se la acariciaba mientras se le terminaba de parar, probablemente la pena le dificultaba tener una erección más apresurada, para cuando parecía que se le había terminado de parar tenía un diámetro unos centímetros más corto que el mío pero en el ancho era dónde se notaba más la diferencia, – Ahora a él – Le dijo viendo a Rafita a la cara, él simplemente se giró y empezó a hacer lo mismo conmigo abriendo la cremallera de mis jeans y desabrochando el botón, miré a Bryan y él estaba atento a mi entrepierna, Rafita tomó el borde de mi ropa interior y con un poco de esfuerzo sacó mi ya bien parado pene, Bryan abrió grande los ojos cuando mi pene salió, Rafita empuñó mi verga y me dió unas cuantas jaladas, – Me la vas a chupar un ratito a mí y un ratito a él, un ratito a mí y otro a él, sale?-
– Sí!- Le respondió Rafita con energía y lejos de lo que creía, se abalanzó contra mi verga para ser la primera en empezar a chupar, Rafita había puesto sus manos en mis piernas, así que Bryan tomó del brazo más cercano a Rafita y le acercó la mano a su verga, Rafita se la agarró al momento y comenzó a masturbarlo, Rafita no dejaba de mamarmela y con su mano atendía a su primo,
– Sigo yo- Le dijo, Rafita se sacó mi pene de la boca y se giró para seguir ahora chupándosela a su primo, yo no necesité manipularlo para nada, él solito me empezó a masturbar mientras se la mamaba ahora a su primo. Me gustaba ver cómo Rafita le chupaba la verga a su primo, me prendía mucho y hacia que me latiera fuerte el corazón, llebaba un par de minutos con su primo cuando le puse la mano en la nuca, él comprendió y de nueva cuenta cambió para volver a mamarmela a mí, Bryan ponia atención al tratamiento que su primito le daba a mi verga y como Rafita no había vuelto a masturbarlo él mismo se tocaba viéndonos, entonces de pronto se agachó y tomó la ropa de Rafita bajándole el shorts y los calzones al mismo tiempo, – Le voy a ir abriendo el culo- Me dijo viéndome a los ojos,
– Sí – Atiné a decirle, Rafita seguía con mi verga en la boca mientras su primo se ensalibaba los dedos, Rafita dió un brinquito y entendí que era porque Bryan ya le había clavado los dedos en el ano,
– Ya quieres verga, verdad? Se te fueron bien fácil los dedos – Dijo Bryan, atento al trasero de su primito mientras le metía y sabaca la mano entre las nalgas,
– Uh-hum – Le respondió el niño sin separarse de mi pene,
– Tsss… Ay, que rico tienes el culo… Me imagino que culearse a Tavito también está bien rico, verdad? Se le ven las nalguitas bien buenas- Dijo de nuevo dirigiéndose a mí,
– S… Sí, Tavito tiene el culo más rico- Lo dije sin pensar, se me salió de manera totalmente natural y con la misma espontaneidad Rafita volteó a verme, no supe si con tristeza o enojo,
– Que rico… A ver cuándo nos lo cogemos también entre los dos, o cuando venga le voy a decir que si me deja que se la meta- A eso no le respondí, no me gustaba la idea, quizás el caliente de Rafita quería estar con los dos, pero a mí no me agradaba compartir a Tavito, él era mío, ese culito precioso me pertenecía, sin embargo no dije nada, pues en mis adentros me gustaba creer que Tavito no se dejaría meter otra verga que no fuera la mía.
Rafita ya no me la mamaba ni me masturbaba, probablemente el comentario sobre el culo de Tavo le había dolido más de lo que creía, permanecía en silencio mientras su primo aún lo dedeaba,
– Ya está listo, quieres que te cojamos?- Le preguntó a Rafita desde atrás de su oreja, el niño solo dijo que si con la cabeza, – Tú primero, quiero ver- Me dijo poniéndose en pie y meneandose el pene, se comenzó a sacar la ropa y yo lo comencé a imitar hasta que él quedó completamente desnudo y lo pude ver a detalle, no tenía mal cuerpo, acorde a su edad, delgado y con la piel de torso muy clara, un poquito de bello café claro en el pecho y abdomen y bajando más su verga parada con esos huevos rosas que ya había visto antes me hacía pensar que seguramente Rafita tendría la misma complexión de grande.
Bryan le pidió a Rafita que se parara frente a él mientras él estaba sentado en la camita, comenzó a manosearlo por la parte alta y después de unos momentos le sacó la camiseta y comenzó aparentemente a lamerle los pezones Rafita quién reía,
– Me da cosquillas – Decía, Bryan había bajado las manos a las nalgas de Rafita que seguían al descubierto y se las amasaba, me gustaba tanto la escena que empecé a masturbarme, miraba las manos de Bryan apretando y separando las nalgas de Rafita y eso me encantaba,
– Ve nomás el culito que nos vamos a coger…- Dijo Bryan mientras apretaba las nalgas de Rafita y a la vez se las abría pudiendo verle el ano al niño, ese culito que tantas veces me había cogido siendo tocado por alguien más me agradaba. Terminé de sacarme la ropa y como en piloto automático me acerqué, no dije nada, solo me uní al manosea y ahí de pie teníamos a Rafita en medio mientras ambos lo tocabamos, le tocaba los muslos, la verga, los huevos, pasaba suevemente la punta de mis dedos por sus pezones y el niño suspiraba mientras los dos pares de manos de su primo y mías lo tocaban lascibamente, hubo un momento dónde le acerqué los dedos de la mano derecha a la boca y Rafita los chupó, entonces bajé la mano y se los metí por el culo, Bryan tenía razón, Rafita tenía el culo en su punto y listo para que alguien le metiera la verga, así que me dejé llevar, tomé al niño en mis brazos y lo arrojé a la cama, lo sujeté de las piernas y las hice levantar, solté saliva cayendo en el borde de sus nalgas y deslizándose hacia su agujero, le pasé un poco mi pene acariciando la cabecita en su hoyito y empujé atravesandolo,
– Ay…- Dijo Rafita echando la cabeza para atrás, entonces me acomodé un poco mejor y volví a empujar hasta meterle la mitad, era rica la sensación de metértela a Rafita con su primo viendo a centímetros, volteé a verlo y Bryan me vio a los ojos para después regresar la vista a la unión de mi verga con el culo de su primito y me empecé a mover, Bryan entonces empezó a masturbarse mientras nos veía, Rafita había comenzado a gemir y yo iba avanzando cada vez más dentro hasta que la penetración se completó, con toda la verga adentro mis huevos chocaban en sus nalgas, aparentemente Bryan no pudo soportar más ser solo espectador, así se acomodó en la cama y acercándole la verga a la boca se la dió a chupar a Rafita, el pequeño no tardó en prenderse del miembro de su primo dándole unas mamadas fuertes, ahora éramos Bryan y yo quienes gemíamos mientras que los gemidos de Rafita eran suprimidos por la verga que tenía en la boca pero no por eso dejaba de dejar patente que le gustaba lo que le estábamos haciendo, me daba unos de sus clásicos apretones con el culo y a su primo le acariciaba los huevos mientras se la mamaba, estuvimos así unos minutos hasta que llegó la hora de cambiar,
– Sigo yo- Me dijo Bryan, yo solo le dije que si con la cabeza y le di sitio para que tomara ahora el culito de su primito, en el cambio de lugares accidentalmente le pasé la verga por las nalgas lo que lo hizo sonrojar, entonces finalmente se colocó entre las piernas de Rafita y con sus dedos le separó las nalgas, – Me lo dejaste bien abierto- Comentó mientras se ponía saliba en el pene y devtirón se lo metió, su verga clarita desapareció dentro del rosado ano de Rafita,
– Ay…- Volvió a decir el niño cerrando los ojos justo cuando yo le ponía el pene en los labios y así sin abrir los ojos se lo metió a la boca y empezó a chuparlo,
– Ah… Con razón a veces se sentía bien abierto- Dijo Bryan al aire mientras apretaba los ojos cogiéndose a Rafita,
– Para que veas lo que se siente – Le dije, él río, – Siempre ando batiendo tu leche – Agregué y nuevamente río ahora abriendo los ojos y viéndome, incluso parecía una plática de amigos normal y corriente cuando en realidad el tema era su primito caliente,
– La culpa es de este putito que no puede estar sin una verga en el culo- Dijo, Rafita ni se inmutaba y solo se dejaba coger mientras por mi parte le quitaba la verga de la boca y le ponía los huevos para que los chupara, – Ve nomás, le encanta la verga- Agregó Bryan mientras Rafita que seguía prendido de uno de mis huevos chupándolo,
– Es cierto, Rafita, que te encanta la verga?- Le pregunté al niño,
– Sí – Respondió separándose un segundo de mis huevos y de nuevo buscó mi pene para volverselo al llevar a la boca,
– Ya ves, ni se la piensa, nunca se llena de verga- Dijo Bryan y se empezó a mover con más fuerza la cadera, su blanquesino pene salía y volvía a entrar en Rafita con extrema fluidez,
– Ya me la van a meter los dos?- Preguntó Rafita de pronto sorprendiendome, se había sacado mi pene de la boca y volteaba abajo en dirección a su primo, Bryan se la sacó y con sus manos le abrió las nalgas,
– Yo creo que ya le entran las dos- Me acerqué a su lado a verle el culo a su primito, estaba abierto pero aún así no creía yo que pidiera con ambas vergas,
– No creo, le va a doler mucho el culo y no le van a entrar – Le dije, de nueva cuenta me asustaba la idea de penetrar ambos a la vez a Rafita,
– Y si se ponen aceitito?- Preguntó Rafita,
– Es cierto- Respondió Bryan,
– Cuál aceitito?- Pregunté,
– Mis tíos tienen un lubricante en su cuarto escondido, una vez me lo encontré y a veces lo usamos Rafita y yo, como que se le abre más el culo y le entra bien fácil – Decía, yo seguía sin tener intención alguna en doblemente penetrar a Rafita, pero ni siquiera me dejó dar nueva réplica cuando salió disparado de la habitación. Aún alucinaba con la situación que estaba viviendo, acababa de presenciar a Bryan saliendo de la habitación de Rafita desnudo y con la verga parada, llendo a buscar lubricante para tratar de metérsela ambos a la vez al pequeñín, y así de la misma manera regresó sosteniendo en su mano una botella morada,
– Aquí está – Bryan parecía feliz, realmente debía querer que los dos usáramos a la vez el culo de su primito pero al voltear me di cuenta que no era el único contento, Rafita tenía una sonrisa de oreja a oreja viendo la botella que su primo llevaba en la mano,
– Déjame ver- Le dije, y tomé el lubricante arrebatándoselo de la mano, «relaja y facilita la penetración, analgésico», decía en la botella. Volteé a ver nuevamente a Bryan y Rafita, ambos mantenían la amplia sonrisa,
– Con ese si me la pueden meter los dos?- Preguntó Rafita,
– Yo creo que sí – Respondió Bryan, yo me quedé callado, – Se la meto yo y luego tú, o como le hacemos?-
– Yo creo que mejor los dos al mismo tiempo – Le respondí, mi pene era cabezón y mantenía el mismo ancho en el resto, sin embargo el de Bryan era delgado en la punta y se iba ensanchando hacia la base, yo jamás había hecho una doble penetración anal y mucho menos a un niño (la que le hicimos Tavito y yo a Rafa no contaba por ser solo un pene adulto y no dos), pero me aparecía más sencillo tratar de ir directamente los dos a la vez aprovechando la diferencia de anchos,
– Ok, bueno, entonces ya sabes cómo ponerte, Rafita – Le dijo Bryan,
– Sí – Respondió Rafita al instante y se volvió a acostar en su cama llevándose las piernas al pecho levantando el culo, lógicamente habían hecho eso ya muchas veces, Bryan acercó la botella de lubricante al dilatado ano de Rafita y dejó caer un hilo dentro del culo del niñito, embarró un poco más alrededor del ano y después se comenzó a aplicar en su pene, tan pronto terminó de empaparse su miembro me dió el lubricante a mi e hice lo mismo, esto me traía recuerdos de cuando compré un lubricante para coger con Tavito y lo hicimos como conejos en el bosque. Finalmente y ya los tres con nuestras partes embadurnadas en lubricante estábamos listos para comenzar el momento más caliente de nuestras vidas, nuestras dos vergas brillaban en lubricante igual que el ano de Rafita que seguía con el culo en nuestra dirección esperando,
– Quieres abajo o arriba?- Me preguntó Bryan,
– Arriba- Le respondí, quería ser yo quien llevará el control y detenernos tan pronto el niño diera señal de dolor,
– Vamos, – Bryan le pidió a Rafita hacerse a un lado y se recostó en la cama,
– Cómo me pongo?- Dijo Rafita, ese niño no dimensionaba lo que estábamos por intentar hacer,
– Ponte como Tavito el otro día – Le dije, no fué necesaria más explicación, Rafita se subió en Bryan y se acomodó su pene entre las nalgas, entonces entré yo en juego y me posicioné también sobre la cama, tomé a Rafita de los tobillos y lo hice levantar las piernas, meterle una verga y después intentar meter la otra no resultaría así que mi solución fué tratar de meterlas ambas a la vez, como el pene de Bryan era más delgado de la punta sería más sencillo según yo, así que después de dudarlo otro momento más puse mi pene sobre el de Bryan alineando las cabezas posicioné ambos glandes en el ano del pequeño, Rafita mantenía la vista atenta a nuestros penes entre sus nalgas, tomé el frasco de lubricante y solté de nuevo un chorro en las cabezas de nuestras vergas, parte del lubricante me corrió por el tallo del pene y bajó hasta mis huevos, el morbo que me provocaba tener mi pene rosando el de alguien más enfilandonos por penetrar al mismo niño era indescriptible,
– Ya?- Preguntó Bryan,
– Ya- Dije, y ambos empezamos a empujar, – Despacio – Le dije, Rafita seguía con la vista abajo, yo ya sentia en la cabeza de mi pene que estaba entrando y milímetro a milímetro comenzaron ambos penes a atravesar la abertura anal de Rafita hasta que llegó el momento dónde comenzó a sentirse más fuerte lo apretado, le habíamos metido apenas media cabeza,
– Te duele?- Pregunté, Rafita dijo que no con la cabeza, – Vete bajando tú solo, si te duele paras-
– Sí – Respondió Rafita, y empezó despacito a bajar el culo empalandose él solo, cuando llevaba dos tercios de nuestras cabezas dentro se hizo evidente su dolor,
– Si te duele ya no hay que hacerlo, seguimos cogiendo como ahorita –
– No, quiero con los dos – Dijo. Ese niño me sorprendía, cerró de nuevo los ojos y con determinación dió un empujón y logro comerse la puntas de ambas vergas, – Ay …- Dijo apretando los ojos más fuerte y yo por mi parte miraba impresionado como el hoyito de Rafa se había tragado nuestros dos glandes juntos,
– Ya, hay que dejarlo, le está doliendo – Le dije a Bryan que me miraba desde abajo de Rafita,
– Ni modo, Rafita, después lo hacemos- Dijo,
– No… No me duele mucho-
– Si te duele, te estoy viendo- Respondí,
– Y si le pones más lubricante en el culo?- Propuso Bryan,
– Sí, ponme más aceitito en la cola- Dijo Rafita, se veía decidido, miré de nuevo a Bryan y él me regresó la mirada, parecía también creer que el culo de su primito si nos aguantaría, así que tomó el lubricante que tenía a un lado y me lo pasó, yo de nuevo dudé, pero ya estaba ahí con la cabeza de mi verga clavada en el culo de Rafita, así que mínimo había que intentarlo, dejé caer un nuevo hilo de lubricante en mi pene y este bajó llegando al pene de Bryan que estaba pegado al mío, después llevé el flujo del lubricante al ano de Rafita, aplicándole dónde nuestras vergas ambas lo atravesaban, también le puse un poco a Rafita en su entrepierna, huevos y verguita y empecé a acariciarcelos, debía hacer que se relajara y metérsela lento,
– Ya, hay que metérsela despacio- Le dije a Bryan,
– Sale- Dijo él,
Me incliné al frente llegando hasta el oído de Rafita y le besé el cuello,
– Afloja el culo- Le dije, entonces le di otro beso al cuello, – Deja que se te metan las vergas-, un beso más, – Que rico aprietas con la cola,- nuevamente lo besé, – Así, comete mi verga- Rafita suspiraba mientras yo lo besaba en el cuello y lento se la iba metiendo, ya estaba cerca de la mitad cuando nuevamente se quejó,
– Ay… Me Duele- Dijo, entonces inevitablemente de nuevo me separé de él para ver su rostro, era obvio que le estaba doliendo,
– Ahora si hay que parar, le duele- Dije, y empecé a dar marcha atrás sacándosela,
– No!- Gritó despacio Rafita, -No me la saques-
– Pero dijiste que te duele, yo no quiero lastimarte-
– Si me duele poquito pero también siento bien rico en la cola-
– Ya hay que culiarnoslo así con lo que tiene adentro- Dijo Bryan con un tono de hartazgo en su voz, lo miré a los ojos y le dije que si con la cabeza,
– Te vamos a coger despacito, si te duele me dices, eh?- Le dije, casi como si no le estuviera diciendo a un niño de 9 que nos lo hibamos a coger entre dos. Rafita dijo que si con la cabeza y yo le sonreí tratando de parecer comprensivo con él,
– Ya?- Dijo Bryan,
– Si, pero despacio- Le dije,
– Sí, ya sé – Respondió, y entonces me comencé a mover, prácticamente no se la sacaba nada a Rafita del culo, pero aún así me provocaba mucho placer, lógicamente se sentía más apretado de lo normal dentro de Rafita e inevitablemente sentía mi pene rosandose con el de Bryan y me llenaba de morbo, incluso me parecía sentir mis huevos deslizándose sobre los de él, Bryan por su parte se movía un poco menos, lógico siendo al que le tocaba estar abajo pero a su vez también lo estaba disfrutando, soltaba el aire por la boca y se movía con suavidad, al menos tenía tacto con su primito,
– Ah, que rico estás apretando, me vas a sacar la leche bien rápido – Dijo Bryan, y era muy cierto, se sentía muy rico cogerse a Rafita de esa manera, todo en conjunto de hacerlo en trío sumaba mucho a la sensación. Me detuve un momento a ver a Rafita, tenía los ojos apretados, así que acerqué de nuevo mi cara a su oído,
– Te duele?- Le susurré sin dejar de cogerlo, dijo que si con la cabeza, – Te la saco?- Dijo que no,
– Ya me duele más poquito – Dijo sin abrir los ojos, entonces subí ligeramente la intensidad, ya mi pene estaba soltando líquido y se hacía un poquito más sencilla la penetración, o eso me parecía,
– Te gusta así?-
– …Sí- Rafita parecía querer gemir pero no alcanzaba a hacerlo, su boquita se abría y cerraba conteniendose,
– Como le encanta la verga a tu culito, verdad que si?- Le seguía susurrando al oído,
– Ajá…- Dejó salir,
– Te la meto más?- Le pregunté, Rafita guardó silencio un momento,
– Sí, métela más – Respondió,
Apoyé mi peso en mis manos quedando en posición de lagartijas, mirando a la cara de Rafita, él ya tenía los ojos abiertos así que podía ver su reacción directamente y empecé de nueva cuenta a empujar bien despacito, sentía mi pene deslizándose en su interior y no dejé de empujar hasta que le tuve una buena parte adentro,
– Ya te metí la mitad- Le dije, Rafita tenía lamboca abierta y dijo que si con la cabeza, – Te duele?-
– No, me gusta- Dijo y medio sonrió. No dejaba de sorprenderme el aguante de Rafita, para entonces ya estaba empezando a creer que tal vez si podía con ambas vergas siempre y cuando lo hiciéramos con cuidado,
– Levántale las piernas, yo también se la quiero meter más, nomás le he metido la pura cabeza- Dijo Bryan. Tomé de los tobillos a Rafita y alcé hasta donde pude sus piernas, Bryan le puso las manos en los muslos y empecé a sentir como empujaba su pene deslizándose contra el mío,
– Auh…- Se quejó Rafita,
– Despacio- Le reprendí,
– Ya, ya le metí la mitad – Dijo Bryan,
– La mitad?- Rafita parecía sorprendido y como si el dolor ya se le hubiera olvidado, – A ver- Dijo, y sentí como me sujetaba del pene con su mano izquierda, – Es cierto, ya tengo la mitad en la cola- Su cara era de pura felicidad,
– Ya vez? Nomás quiere que se le metamos y tú preocupándote- Me dijo Bryan
– Ya no te duele, Rafita?- Le pregunté,
– Poquito, pero me gusta como se siente, quiero que la metan toda- Dijo,
– Bueno, entonces pásame otra vez el lubricante- Le pedí a Bryan, si ya todos habíamos perdido la cabeza entonces lo haríamos bien, Bryan me dió de nuevo el frasco y vertí otro chorro en el fragmento restante de verga que quedaba afuera de Rafita, de nueva cuenta sentí el exceso de lubricante, – Se la metemos toda de una vez?- Pregunté,
– Sale- Respondió Bryan,
– Ok, entonces a las tres. Una, dos, tres- Empecé a empujar lentamente y Bryan también, – Despacito- Le dije,
– Sí, ya sé- Dijo,
Poco a poquito mi pene fué metiéndose en el culo de Rafa, se sentía muy apretado, a Rafita le estaba doliendo porque tenía los ojos muy abiertos cristalinos, además de que me tenía sujetado muy fuertemente del brazo, pero nunca pidió que nos detuvieramos,
– Ya se la metí toda- Exclamó Bryan, a mi aún me quedaban uno para de centímetros por avanzar pero era suficiente ya para empezar a cogernos a Rafita como él quería,
– Te duele?- Pregunté, él respondió afirmativamente con la cabeza, entonces de nuevo me acerqué a su oído,
– Ya te la metimos los dos, lo hiciste muy bien – Le dije, entonces sonrió con una mini lagrimita acumulada en el borde de sus párpados,
– Ajá…-
– Te voy a coger bien rico, vas a ver qué te va a gustar mucho en tu colita- Le decía, él seguía respondiendo con gemidos, – Quieres mi verga? O te la saco ya?-
– No!- Respondió al instante,
– Entonces relaja bien el culito, ya te vamos a culiar, ok?- Rafita respondió de nuevo con la cabeza un si y ese fué el pistolazo de salida para iniciar, me empecé a mover y acto seguido Bryan lo hizo igual,
– Relaja el culo, relaja el culo- Le decía mientras me lo cogía, Rafita se quejaba y apretaba los dientes así que lo hice verme y le planté un beso, chupaba sus labios y trataba de meterle la lengua, al principio costó pero finalmente Rafita me siguió y torpemente me respondía el beso, sentía como se iba relajando y debajo sentía que ya su recto estaba mucho más calmado además que mis líquidos y los de Bryan sumaban a que fuera más sencilla la penetración, de pronto los quejidos de Rafita cambiaron a gemidos y las clavadas de verga que le dábamos se intensificaron en velocidad, separé mi boca de la de Rafa y lo ví a la cara, estaba colorado y ya no tenía el miedo y sufrimiento en su mirar, le sonreí y él me respondió igual,
– Te gusta?-
– Sí – Respondió, ya no había más porque preocuparse, así que adopté mi postura folladora y le empecé a dar más fuerte, la camita de Rafa rechinaba mucho y los tres gemíamos,
– Ah… Que rico…- Bramó Bryan haciéndome preguntar si yo me escuchaba igual, era sin dudas lo más excitante que había vivido jamás, lo único que no me agrada del todo es que no había tanto olor a verga y sexo como de costumbre sino que olía más al fresa artificial del lubricante, pero también era gracias a ese mismo lubricante que podía estar viviendo ese momento tan caliente.
La escena sexual que se estaba viviendo en el cuarto de Rafita debía ser impresionante, ambos Bryan y yo gemíamos fuertemente y Rafita no se quedaba muy atrás, el pequeño suspiraba y cerraba los ojos, su pequeño culito debía estar extasiado de placer mientras nuestras dos vergas seguían su mete y saca a través de él, sentía en mi pene el largo del de Bryan y en mis huevos también el tacto de los suyos y las nalgas de rafa al azotar contra ellas, era deliciosa la sensación,
– Te cambio, ya me cansé de estar abajo- Dijo Bryan de repente sacándome de mi trance,
– …ok- Le respondí, y le saqué el pene a su primito,
– Levántate – Le dijo a Rafita, al niño le tomó un momento recuperar la lucidez y finalmente se sacó el pene de su primo y bajó de arriba de él momento en el que me percaté de que tenía una pequeña mancha de sangre en mi pene,
– Hey, espera, mira- Le dije a Bryan, él para entonces ya se había levantado de la cama y miró a dónde le apuntaba con mi dedo a la mancha de sangre en mi pene, me miró a los ojos y después regresó la vista a su primito quien recostado al desnudo nos esperaba,
– Rafita, te duele la cola?- Le preguntó,
– Poquito, porqué?-
– Es que…-
– Te salió sangre de la cola, mira- Le dije yo enseñándole mi pene, Rafita lo vió,
– Entonces ya no me van coger los dos?- Preguntó con tristeza
– No, no quiero que te duela- Le respondí
– Pero casi no me duele, siento bien rico en la cola- Respondió,
– No es mucho- Me dijo Bryan, – A ver Rafita, déjanos verte la cola- Le dijo a Rafa, el niño tomó posición al borde de la cama y abrió las piernas, ambos nos acercamos a examinarle el ano, lo tenía rojo y más abierto que de costumbre pero no era visible una erida, – No se le ve nada lastimado – Dijo Bryan,
– Seguro que no te duele mucho, Rafa? –
– No, casi no me duele nada- Volvió a asegurar
– Ya ves, hay que seguirnoslo culeando- Dijo Bryan,
– Ok, pero no hay que darle tan duro- Le dije, él solo respondió que si moviendo la cabeza,
– Bueno, vas abajo ahora- Me dijo, y yo fuí ahora quien le dijo que si, me coloqué en la cama boca arriba, Rafita iba a tomar la misma posición que tenía antes pero Bryan lo interrumpió pidiéndole que se montará en mí boca abajo, – Te quiero ver las nalgas – Le dijo, Rafita hizo caso a sus palabras y tomando mi pene se lo metió él mismo, – Sss… Ay que rico- Dijo Bryan y le empezó a tocar las nalgas a Rafita, – Que rico culo, nunca pensé que fueras tan puto, Rafita, se te van como si nada las vergas- Decía y sentía yo en mi pene como apretaba las nalgas de Rafita, incluso en un momento me acarició los huevos a mí, – Quieres que te la meta yo también?-
– Sí – Respondió, yo veía a Rafita a la cara como cerraba los ojos mientras su primo le manoseaba el culo,
– Que si quieres que te meta la vergas- Preguntó otra vez,
– Si, quiero que me la metas- Rafita estaba parando más el trasero esperando por su primo,
– Vamos a ver este culito en acción – Dijo Bryan, y entonces sentí como ponía su pene encima del mío y empujaba, dió paso atrás y de nuevo empujó sin embargo seguía sin poderla meter, – Abre el culo, no te la estoy pudiendo meter – Dijo dando un nuevo empujón,
– Ay …- Exclamó Rafita apretando los ojos,
– Espérate, mejor otra vez se las metemos juntos – Le dije,
– A ver pues, sácasela- Me dijo, yo hice eso exactamente y tirando un poco la cadera abajo mi pene salió, – Pasa el lubricante- Me dijo, volteé a un lado y ahí yacía la botella, la tomé y se la entregué, Bryan se puso un poco en su pene y luego me puso en el mío, – Deja acomodarme, tú la tienes más grande- Dijo, y se hizo un poco más adelante, tomó nuestros dos penes juntos, luego con una mano atrajo a Rafita y sentí como centraba nuestros penes en su ano, – Listo? Uno, dos… Tres- Dijo, y ambos empujamos, está vez ambos penes entraron a la vez y de nuevo se sintió el hoyo de Rafita estirándose, me fué inevitable soltar un gemido fuerte,
– Ah… Que rico se sintió eso- Dije en automático,
– Sí… Ya sé, se siente bien apretadito- Dijo Bryan, entonces enfoqué de nuevo la mirada en Rafita, quién de nuevo apretaba los ojos,
– Te dolió, Rafita?- Le dije,
– Sí… Pero también se sintió rico- Rafita trató de convencerme con una sonrisa falsa pero yo sabía que le dolía,
– Seguro?- Le dije,
– Sí, metanla más, es que se siente más rico cuando me la meten toda – Dijo, entonces desvío la mirada, Rafita estaba tan caliente que no le importaba tener el culo desgarrado con tal de que se las metieran enteras,
– Afloja el culo entonces – Dijo Bryan y sentí como comenzaba a empujar más,
– Hey! Espérate- Le dije, pero no sé detuvo, Rafita por su parte se quedó con la boca abierta, yo sentía en mi pene como el de Bryan avanzaba, Rafita no se quejó ni volvió a cerrar los ojos, parecía estar disfrutando que su primo lo terminara de penetrar,
– Ya está toda- Dijo Bryan, justo cuando sentí que dejaba de empujar, tomé de la mejilla a Rafita y lo hice voltear a verme,
– Te duele?- Pregunté, él dijo que no con la cabeza, – Te la meto toda yo también?- Dijo que sí. Ese fué el punto sin retorno, tomé a Rafita de la cintura y fui subiendo mi cadera lentamente, sentía milímetro a milímetro del recto de Rafita expandiéndose y apretándome la verga, era una sensación muy placentera pero nada se comparó con el momento en el que sentí que se la había metido toda, los tres nos quedamos callados un momento, ninguno de los tres lo podía creer, no se comparaba en nada a la doble penetración que le hicimos Tavito y yo, esto estaba a otro nivel.
– Te dije que sí podía – Dijo de pronto Bryan y fué el primero que comenzó a moverse, la sola sensación de su miembro deslizándose por el mío era muy rico, pero yo no me quedaría atrás, comencé a también el mete y saca y en unos cuantos minutos ya era una señora cogida la que le estábamos dando a Rafita, la pequeña cama se movía rechinante mientras su pequeño dueño era culeado por dos vergas tamaño adulto. Cuántas veces habrian sido ya testigos sus muñecos de acción de las cogidas que ese niño recibía por su joven culito, ese ano rosita y delicado comiendo carne en barra, a su corta edad Rafita probablemente estaba más cogido que varios adultos y con más experiencia, no tenía reparo alguno al gemir mientras mientras nuestras vergas salían y entraban entre sus nalgas, los huevos de Bryan acariciaban los míos y yo le besaba el cuello al niño,
– Esto era lo que querías?- Le pregunté al oído,
– Sí…- Respondió,
– Eres bien putito, Rafita, dos vergas por el culo a la vez, qué vas a hacer cuando estés más grande?- Le pregunté,
– Se lo van a coger entre tres – Respondió Bryan,
– Se pueden tres?- Preguntó Rafita abriendo grande los ojos,
– No empieces, puto, con trabajo te la metimos dos y ya estás pensando en tres- Al igual que a Bryan a mi no dejaba de impresionarme la putería de Rafa, – Mejor ábrete el culo como me gusta y déjate coger- Le dijo, entonces Rafita pasó sus manos atrás y se separó las nalgas, Bryan subió la intensidad y yo detrás de él, el rechinido de la cama se intensificó y de pronto Rafita se empezó a correr,
– Ay!… Ay!…- Decía y su culo palpitaba apretándonos las vergas,
– Ahh… Que rico- Decía Bryan y es que si se sentía muy bien lo apretado del culo de Rafita envolviendo nuestras vergas, los tres gemíamos mucho pero fué Bryan el segundo en correrse, – Agg…- Soltó por la boca con fuerza y comencé a sentir la viscosidad de su semen en mi pene mientras me seguía moviendo más despacio y sentía las palpitaciones de pene de Bryan, – Voy al baño, ahorita regreso- Dijo y se levantó, tan pronto dejó la habitación llevé mis dedos al culo de Rafita, como era obvio se sentía bien abierto y mojado en semen,
– Bájate- Le pedí, ya me sentía medio entumecido de estar abajo,
– Me vas a seguir cogiendo?- Preguntó Rafita,
– Sí, acuéstate y abre las piernas – Le dije, él al instante me dió sitio entre sus piernas y me le eché encima no sin antes echarle una ojeada a su hoyo abierto, estaba rojo y parecia ya no tener más manchas de sangre así que sin dejar más el tiempo pasar lo penetré, como no podía ser de otra mi pene se le fué como si nada, – Tienes la cola bien abierta – Le dije con una sonrisa y él respondió igual con una sonrisa traviesa, me acomodé cómodamente y me acerqué a su cara para hablarle viéndolo a los ojos y me empecé a mover,
– Cuál verga te gusta más?-
– Mmm…- Dijo desviando la mirada, entonces lo tomé de la mejilla para que regresará a verme,
– Cuál te gusta más – Le repetí
– Pues… La tuya- Dijo poniéndose rojo,
– Yo te la metí primero, te acuerdas?- Le dije, él respondió que si con la cabeza, durante esta pequeña plática no dejaba de cogermelo haciendo sus nalgas sonar contra mi cuerpo, – Te acuerdas que te dolía si te la metía toda? Ahora quieres hasta de dos vergas- Rafita no dejaba de sonreír con picardía apartando la mirada, rojo como tomate, – Acuérdate, Rafita, cuando te cojan acuérdate que esta verga fué la primera que te comiste- Martincito parecía querer hablar pero no sé animaba, – Qué?- Le pregunté de nuevo haciendo que me viera,
– Es que…- Volvió a voltear a la otra dirección,
– Es que qué? Dime- Me estaba cogiendo a Rafita con todo,
– Es que siempre que mi primo me la mete me acuerdo de tí- Escuchar a Rafita diciendo eso mientras me lo cogía me hizo calentar más, me sentía orgulloso de que fuera mi verga la que él más disfrutaba, después de todo había sido yo quién lo inició, era mi verga la que le abrió el culo por primera vez y la que lo había hecho conocer el placer anal, también era yo el culpable de que estuviera él ahí recién cogido por dos vergas a la vez, quizás Rafita no era el culito que más me gustaba, pero no dejaba de ser rico que me prefiriera a mí, que prefiriera mi verga en su culo y que fuera su favorito a la hora de culear,
– Quieres la leche en el culo o en la cara?- Le pregunté, pues ya estaba que me venía,
– En… En la cara- Dijo, entonces de nueva cuenta se sonrojó y evitó mi mirada, yo me levanté rápido acercándole mi pene a la cara, lo hice verme de nuevo y meneandomela un poco le empecé a regar el semen en el rostro justo cuando su primo regresaba de su ida al baño y observaba como se los echaba en la cara a su primito, era excitante la cara de Bryan concentrado en ver cómo su primito recibía mi corrida mientras de masturbaba, mucho semen fué el que le tire a Rafita en el rostro mientras que él se dejaba usar y tan pronto terminé de venirme y me hice a un lado, Bryan tomó en sitio entre las piernas de Rafita y se lo empezó a coger, esas fantasías que había tenido tantas veces pensando o como eran los días en que Bryan se quedaba en casa de su tía, ahora lo veía y vivía en carne propia, cuántas cogidas así le habría ya dado a su pequeño primito? Rafita era bueno pretendiendo ser inocente, pero su culo no podía disimular sus ansias de verga, en su fachada de niño bueno, el pequeño y tímido Rafita ocultaba su calentura y ganas de que se la metieran a toda hora, y seguramente Bryan no perdía oportunidad alguna de darle lo que el pequeño tanto quería.
Estuve parado viéndolos coger como por cinco minutos, tiempo suficiente para haber desarrollado una nueva erección y me meneaba la verga mientras observaba a ese par dándose a su placer pero mi calentura me pedía más que ver, así que me acerqué y ambos voltearon a verme como si se hubieran olvidado de mi presencia,
– Nos lo cogemos parados?- Le pregunté a Bryan,
– Sí!- Dijo él con cierta emoción, entonces se levantó dejando a Rafita patas abiertas en la cama, – Pero no sé cómo, nunca me lo he cogido así- Dijo,
– Yo lo agarro y tú lo detienes por atrás- Le explicaba, Rafita entonces se sentó en su cama,
– Cómo me pongo?- Dijo Rafita, quién claramente haría lo que le dijeramos, entonces de manera breve se los expliqué y me eché a Rafita en brazos alzándolo, Bryan fué el que se encargó de juntar nuestras vergas y en ubicarlas en el ano del niño y entonces empecé a bajarlo sin embargo fué necesario otros tres intentos pues la diferencia de estatura hacia algo complicado la doble penetración pero cuando ambos glandes entraron fué puro placer, empezamos a cogernos como locos a Rafita, ya su hoyo estaba bien abierto y a punto de mantequilla y él también lo gozaba demasiado porque no dejaba de apretarme la espalda con sus manos y arañarme,
– Y tú decías que no iba a poder- Dijo de pronto Bryan con tono burlesco,
– Pues es que no pensaba que aguantara, pero míralo, cómo le encanta – Le respondí con el mismo tono,
– Ya! Dejen de reírse de mí!- Dijo Rafita dándome un manotazo en el hombro y viéndome con supuesto enojo,
– No te enojes, chiquito, o ya no quieres que te cojamos?- Le pregunté dándole una sonora nalgada,
– Auch! Si quiero, pero nomás se rien de mi porque si me cupieron sus dos pájaros por la cola- Me excitaba y a la vez me hacía reír su tono de voz de niño molesto,
– Ohhh, pues si no quieres entonces ya, se acabó – Dijo Bryan guiñándome el ojo y se la sacó a Rafita,
– No! Si quiero, métemela, ándale!- Decía Rafita buscando con la mano la verga de Bryan,
– A ver, entonces para las nalgas para metértela – Le dijo,
– Sí, métela- Respondió Rafita parando las nalgas para que Bryan se la metiera,
– A mí se me hace que ya no quiere – Le dije a Bryan continuando la broma,
– Sí quiero!- Reclamó Rafita viéndome enojado,
– Sí, verdad? Yo creo que no quiere, anda bien resongón-
– Si quiero! Ya ves! Ya no me lo quiere meter por tu culpa- Dijo Rafita dándome un manotazo en el hombro,
– Ah! Me pegas! Ya mejor no te cogemos- Le dije a Rafita y lo bajé, Bryan se ría en silencio ante el berrinche de su primito,
– Nooo! Ya! Cojanme!- Rafita estaba muy intenso,
– No, pídenos por favor que te cojamos y a lo mejor te hacemos caso-
– No! Ya Bryan, cógeme o le voy a decir a mi mamá que me pegaste!- Rafita pasó a modo chantaje,
– Ah sí? Entonces no te voy a culear ya-
– Ni yo- Le dije, Rafita ahora se veía estresado ante nuestra negativa,
– Ya pues, perdón – Dijo Rafita bajando la mirada,
– No, ya sabes cómo me debes pedir perdón- Le dijo Bryan, Rafita entonces dió un vistazo a mí y después regresó a la vista a su primo, Rafita dudó un momento pero al final pareció resignarse, entonces se arrodilló ante a nosotros,
– Perdón- Dijo, entonces le dió un beso en la cabeza del pene a Bryan,
– Y a Joel también – Le dijo, Rafita soltó un resoplido y se giró hacia mí,
– Perdón – Dijo, y de la misma forma me besó el glande,
– Ahora pídenos por favor que te metamos la verga y te cojamos- Le dije yo, aprovechando el momento de sumisión,
– Por favor, metanme la verga y cojanme- Dijo tal cual Rafita, entonces volteé a ver a Bryan, ambos reímos en complicidad,
– Te toca abajo- Le dije,
– Ya que- Respondió, y como si nada ambos nos tendimos en la cama, Bryan tomó posición, Rafita lo montó y yo me puse en la posición más alta, era impresionante que el hoyito de Rafita se los tragara a ambos, en estado normal ese anito no aparentaba para nada ser un tragón de vergas, pero teniéndolo ahí de frente listo para recibir era la prueba de que ese culo se hizo para que se la metieran y eso mismo sucedió, un empujoncito con ambas vergas fué suficiente para doblemente penetrarlo otra vez, Rafita se meneaba atrás y adelante con cada clavada que le dábamos y gemía más fuerte que nunca mientras por nuestra parte, Bryan y yo soltabamos bufidos de placer, la camita rechinante se unía en coro a la cogida que le dábamos a su dueño y pronto el interior de Rafita se volvió a estremecer,
– Ay… Ay… Ay…- Decía Rafita mientras su culo nos estragulaba las vergas en su interior, entonces fué que me dejé llevar por la excitación y el placer y me monté en el culo de Rafita cogiéndomelo duro,
– Ay, que rico- Dije Bryan y fué el segundo empezar a correrse mientras yo seguía azotando a Rafita, ahora podía sentir las palpitaciones del pene de Bryan y seguido de esto la lubricación que su semen agregaba, mis huevos chocaban estrepitosamente en las nalgas de Rafita sonando en aplausos hasta que yo también no pude más y me empecé a venir.
Todo se volvió borroso, ya no sentía el calor y humedad del ano de Rafita, sentía que estaba flotando, algo estaba mal, la escena se empezó a tornar blanca y de pronto se desvaneció completamente.
Abrí los ojos de forma pesada, la luz del día entraba potente por la ventana, tenía medio cuerpo fuera de las sábanas y el pene erecto, sentía húmeda la punta haciendo contrato con mi ropa interior y entonces todo cobró sentido. Era sábado por la mañana, tenía ya varios días de no haber tenido sexo, ni con Rafita, ni dolorosamente con Tavito, para consuelo ya tenía una vida sexual temprana con mi novia Flor, pero eso a penas llegaba a breves sesiones de sexo oral y casualmente ese día la vería.
Todo lo que había «vivido» haciendo un trío con Rafita había sido solo un sueño, las falta de sexo y mi mente me hicieron vivir esa fantasía, «claro, por eso se la pudimos meter los dos tan fácil» pensé, y aunque hubiera sido solo un sueño me había servido de material a la hora de masturbarme, eso hasta que llegara el lunes y con suerte podría al fin cogerme a Rafita, me mantenía un poco a ralla sexualmente y esperaba a que llegara el lunes y quizás lograr mi cometido, pero no tenía yo idea de lo que habría de ocurrir.
El lunes llegó, tuve mi mañana en la escuela con normalidad y llegada la hora me preparé para ir a con Rafita, me había puesto un boxer que me dejaba sacar el pene con facilidad y un short suelto, estaba preparado sicológicamente pero tan pronto llegué a la casa noté que algo estaba mal. Toqué tres veces la puerta pero nadie abría, había gente dentro, lo sabía porque escuchaba ruido y lo que parecía ser una discusión, me alejé de la puerta y volteé hacia arriba a ver si miraba algo por la ventana y entonces justo alcance a ver a la mamá de Rafita de espaldas. Volví a tocar, esta vez más fuerte y entonces cuando ya me había rendido y me disponía a dar vuelta atrás escuché pasos y la puerta se abrió, la mamá de Rafita se veía molesta, tenía mechones de cabello fuera de su sitio y la cara roja,
– Ah, eres tú- Dijo tajante,
– Si…-
– Rafita ya no va a poder tener sus clases contigo, Joel, discúlpame, pasó algo que no te puedo contar. Te pago por los días- Dijo, no me dió tiempo de responder cuando se dió la vuelta rápido y fué dentro de la casa, en unos segundos regresó y me entregó unos billetes, ni siquiera los conté, estaba impresionado de la situación,
– Le puedo ayudar con algo?- Le pregunté,
– No! No, no tiene nada que ver contigo, disculpa – Se apresuró a decir
– Pero, y Rafita? Está bien?- Trataba de ver dentro en busca de Rafita o lo que fuera que tenía a su mamá tan atareada,
– Este…. Sí, él está bien, pero ya no te puedo decir más. Gracias por todo, pero ya no vamos a poder recibirte, gracias – Concluyó cerrando la puerta. Me quedé unos segundos ahí pensando, habría descubierto lo mío con Rafita? No, eso no podía ser posible, no hubiera sido tan, dentro de lo que cabe, atenta conmigo, así que no me quedó más por hacer, me dí la vuelta y empecé el camino de regreso a casa, unos metros más adelante volteé de regreso a la ventana que daba a la habitación de Rafita y entonces alcancé a verlo, él me miraba con lágrimas en sus ojos, extendió su mano y me dijo adiós, yo hice lo mismo esbozando una sonrisa, «Adiós» le dije moviendo mis labios y me fuí sintiendo aún su mirada siguiéndome hasta que me alejé lo suficiente para perderlo de vista.
Los siguientes días fueron difíciles, no solo por lo sexual, sino que también me dolía despedirme así del pequeño, grande fué mi sorpresa cuando un día ya en la noche mi mamá me contó algo fuerte,
– Oye, si supiste lo que pasó con el niño de Lucía?- Me preguntó,
– No, qué pasó?- Me llenaba de intriga lo que tenía por decirme,
– Resulta que Lucía tiene un sobrino grande que ella recogía de la escuela todos los dias y se quedaba un rato todos los días antes de llevarlo a su casa-
– Ajá – El temor me empezaba a invadir,
– Pues el lunes cuando fef iba al baño le pareció escuchar algo raro en el cuarto de Rafita- Mi garganta pasó a ser un desierto en unos segundos mientras escuchaba a mi mamá, – Dice que puso una oreja en la puerta y que esta se abrió y cuando vió adentro del cuarto estaba su sobrino violando a Rafita- El miedo me invadió por completo y sentía el aire frío, – Lucía le pegó a su sobrino y le preguntó a Rafita que desde cuándo le hacía eso pero el niño no le dijo nada, dice que lo llevó al sicólogo y ahí supieron que tenía meses de estar abusando de Rafita, dice que habían días que el sobrino se quedaba todo el fin de semana para estar violando al niño y que Rafita no decía nada porque le empezó a gustar y porque era su primo, cómo ves? Tu no viste nada cuando estabas ahí?- Preguntó mi mamá,
– No, yo no ví nada- Le dije muriéndome de miedo,
– Ah, pues que bueno que no te embarraron a tí con eso, si no imagínate, ay no- Dijo mi mamá,
– Y que hicieron después que supieron eso?- Le pregunté,
– Pues se pelearon con las familias, Lucía denunció al sobrino y el papá de Rafita le quería pegar, se hizo un escándalo- Me contó mi mamá.
Los días y semanas siguientes me la pasé muy asustado, iba solo de mi casa a la escuela y dejé de visitar a mi novia, siempre con el miedo que Rafita fuera a decir algo y me metieran preso pero afortunadamente no sucedió.
El chisme siguió a medida que avanzaban los días y semanas hasta que pasados unos meses lo último que se supo es que la familia entera de Rafita se había mudado a otra ciudad para dejar atrás todo y comenzar de nuevo lejos.
Cuando los años pasaron y las redes sociales se empezaron a popularizar un día me encontré el perfil de la mamá de Rafita y chismeando un poco entré una foto que publicó, entre los comentarios estaba uno de un tal «Rafi» que me resultó familiar, entré a su perfil, era Rafita, ya grande y abrazado de un hombre que claramente era su novio. «Todavía te acuerdas de mí, Rafita?» Pensé.
Como sigue? necesito mas…
Uff… ya echaba de menos este relato… y como siempre lo he disfrutado a tope.
Que delicia de verdad… me encanta esta historia.
Felicidades como siempre por la forma que tienes de escribir, me encanta como te expresas. Ya que consigues excitarme bastante.
Como sigue? esta historia me pone demasiado cachondo… 💦💦
Cuánta que te dijo cuando le escribiste ya grande cuando supiste de el
Uff… esa parte final me dejo muy loco, aunque me encanto toda la escena de la doble penetración….
Me encanta que hagas los relatos largos, ya que los disfruto y puedo hacerme una paja mientras los leo.
Esa es la idea, jeje
Es una pena que no puedas seguir disfrutando de Rafita, ya que el pequeño era toda una putita. Aunque no pasa nada ya que aun esta Tavito.
No habia leido esta parte del relato, menos mal el nn no te menciono y su primo no sabia nada de lo vuestro, que sino hubiera hablado sin duda alguna.