La ultima vez con el
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Este es el final de algo que empezó hace muchos años, soy un joven apuesto de nombre Luis, estudio en la universidad y tengo 18 años, soy alto, delgado, mis ojos son color café claro, mi pelo oscuro, mi piel es morena clara, mi pene mide unos 16 cm, y mis nalgas son lindas, no muy grandes, pero resaltan.
El: Un apuesto chico de campo, güero, con su pelo amarillo lacio, sus ojos negros, su cuerpo bien formado por el trabajo, sus piernas fuertes muy duras y sus brazos también, su pene ha de medir unos 17 cm algo grueso y bonito, sus nalgas no son muy grandes, pero se ven lindas, él es guapo. Es hetero ante el mundo, pero él me dice que solo es “mayate”. Para mi es gay, pero igual me equivoco porque tiendo a pensar que todo el mundo es gay. XD
La última noche
De visita en el pueblo por mis vacaciones no pude evitar pensar en él, y era inevitable pues me había mandado un mensaje unos días atrás:
– El: Qué onda
– Yo: Que ondas
– El: ¿Andas aquí?
– Yo: No, me iré mañana, apenas…
– El: Ha, ni pedo.
Yo sabía bien lo que pasaría y anduve como ansioso pensando en él, así que le envié un mensaje y el respondió:
Yo: Hey
– El: Que ondas
– Yo: ¿Qué onda que haces?
– El: ¿Aquí acostado y tú?
– Yo: Tan tempano, jajá. Bueno no hay mucho que hacer aquí.
– El: ¿Que, ya andas aquí?
– Yo: Si, estoy aquí.
– El: ¿Que a qué hora sales? Quiero que me mames la verga…
– Yo: ¿Y yo quiero que me la metas por horas, que dices?
– El: Jeje arre ya estas.
– Yo: Pero sería más tarde.
– El: Pero no muy tarde, he.
– Yo: Solo no te duermas, yo te aviso.
– El: A ver qué pedo, porque ando cansado
– El: Como que traes ganas de verga, ¿no?
– Yo: Jajaja, ¿por qué?
– El: “por horas” dices.
– Yo: Jajaja, ¿Qué, no puedes?
– El: Jajá, si claro, te vas a ir adolorido, si o sí.
Yo estaba nervioso y desesperado, pero no podía salir, así como así de mi casa, así que espere a que todos se acostaran, y la espera fue eterna. Ya cerca de las 23:00 parecía ser el momento, pero, si salía por la puerta haría ruido, así que abrí una ventana, puse una almohada bajo mi cobija (por si acaso) y me puse un suéter. Tomé mis tenis y los saques primero, luego Salí con cuidado. Y cerré despacio la ventana. Le mande un mensaje y respondió de inmediato:
– Yo: Hey
– El: ¿Que, ya vienes o no?
– Yo: Si, ya
– El: Me avisas cuando estés cercas…
– Yo: Espera, si yo te aviso
– El: Pero ya
Me puse lo tenis y Salí… me apresure lo más que pude, él vive a dos calles, así que llegue rápido, le envié mensaje antes y dije:
Yo: Ya estoy a media cuadra
– El: Apúrale
– Yo: Sal pues…
Me acerque lo más que pude, pero sin verlo salir no entraría, hasta que salió… Andaba sin camisa y con un short, me emocione mucho, debo decir. Me hizo una Seña para que me apurara y me indico que entrara a su cuarto, sin preguntar lo hice y ni le hablé. el entro detrás luego de unos segundos.
Se acercó a mí y me toco las nalgas, diciendo:
– El: Te voy a coger bien duro
Yo no dije nada, solo reí un poco. Me abraso por atrás, empezó a besarme el cuello unos segundos y sus manos enloquecían en mis nalgas y piernas. Entonces dijo:
– El: Quítate la ropa, quítate todo.
Yo obedecí, me quite la camisa y el suéter juntos, el me beso rápidamente en la espalda, el cuello y empezó a bajar mi pantalón, yo lo baje por completo. El acerco su miembro a mis nalgas, lo sentí tan calientito, aun detrás de la tela de mi bóxer y el suyo, pues se había bajado el pantalón también. Me quite todo, mientras el me inundaba de besos la expanda, me daba pequeñas mordidas también. Me hizo ir a la cama y me senté, me dijo:
– El: Quiero que me la mames, eres muy bueno mamando verga
Me acerco a su pene, estaba muy duro y de una me lo metí en la boca, no hice nada unos segundos, fue como si se detuviera el mundo, sentía solo su sangre correr y su glande palpitar, era una gran erección. Luego empecé a saborear, lo lamia de arriba abajo y lo tragaba todo, luego sus testículos, los chupe uno después de otro, disfrute cada centímetro de su miembro. Luego de unos minutos así, me hizo tragar sus embestidas, así estuvimos otros más hasta que paramos unos instantes.
Me hizo acostarme con él, nos cubrimos con su cobija y el me abrazo y pego su pene a mis nalgas, yo no sabía cómo llegar a su boca, pues es como el fruto prohibido, jamás me ha dejado besarlo, me besaba el cuello y voltee de repente, él se quitó, y dijo:
– El: Ya te he dicho que no me gusta.
Yo: Yo sé que, si te gusta, pero no rogare.
Seguía besando mi cuello y me dijo:
– El: Ponte bocabajo, quiero disfrutar tu cuerpo.
Se incoó conmigo en medio, me toco un poco, y siguió con besos y mordidas en mi espalda, bajo incluso hasta mis nalgas y mordió y beso cada una, el jamás hacia eso y fue tan excitante tenerlo así, que desee que me comiera el culo, pero bueno eso sería demasiado para él. Momentos más tarde me dijo:
– El: Querías vega verdad, te voy a dar.
Y empezó a tallarla sobre mí, la sentía tan calentita y dura que no podía esperar más a que me la metiera, le dije entonces:
– Yo: Hazlo ya, pero despacio, hace tiempo que no lo hago.
Entonces respondió como con gusto:
– El: Entonces estas apretadita, a ver si es cierto.
Y empezó a meterla, le fue difícil, y a mí me dolía la presión que ejercía, me puse saliva y el en su pene, y ahí arriba de mi empezó de nuevo a hacer presión, entro la cabeza y sentí un dolor incomodo, y por instinto me hizo hacia enfrente, creo que también gemí, pues dijo a mi oído:
– El: Tranquilo, no hagas ruido.
Empezó a meterla cada vez más, y yo sentía que no podía estirarse mi ano, pero resistí lo más que puede, y dije:
– Yo: Deja me pongo de lado, me duele.
– El: Tu querías verga, ahora aguanta.
Estuve así unos minutos mientras me penetraba de una forma incómoda para mí, y luego me dejo ponerme de lado. Me dio unas embestidas así, y yo empezaba a sentir placer.
Luego de un rato, me la saco por completo, y me puso las piernas sobre sus hombros, me empezó a meter su pene y le dije:
– Yo: Mételo despacio
Y todo anduvo mejor me la metió poco a poco y conforme avanzaba me daba embestidas sin ir más lejos así hasta que me la encajó toda, y presiono fuerte, yo sentí el placer más intenso entonces, me siguió penetrando una y otra vez, cada vez con más ritmo y yo lo disfrutaba mucho, me sentía tan bien, no se cuánto tiempo paso, estuvimos así disfrutando el uno del otro.
Después decidió penetrarme parados, y al levantarme sentí algo extraño, (y solo en mi mente pensé, sangre). Me la metió con facilidad y me gustó tanto que borre mi mente para disfrutar el momento, yo me incline un poco y puse una mano sobre la pared y la otra en una de sus piernas, la sentía muy firme muy dura, y me encantaba estar así, el me daba muy duro y me gustaba, cada vez más rápido.
Bajo el ritmo y dijo:
– El: Ya voy a terminar para que te vallas.
– Yo: Bueno
Entonces empecé a masturbarme mientras me daba su hermosa verga, me daba rápidas embestidas. Yo logre la erección muy rápido y empecé a disfrutar sobremanera, me encantaba la sensación y pensé eyacular al mismo tiempo, así que me apresure. Sentía como entraba y salía su pene de mí, y yo seguía el ritmo con mi mano, me apresure cada vez más y más, y logre el orgasmo y sé que pronto él lo consiguió, inunde mis dedos de semen y el me deposito su poder en el culo, todo su semen quedo en mi ano y yo como loco de placer sentí escalofríos y muchas cosas indescriptibles. El solo dijo:
Verga… uff, wow.
El saco su pene y sentí como callo semen el piso, no dije nada, estaba cansado, me temblaban un poco las piernas. Le pedí papel, me lo dio y empecé a vestirme luego de limpiarme. Bromeo porque yo traía mucha ropa puesta, luego me apresuro a que me fuera y que no hiciera ruido.
El salió y luego yo, después de ponerme los tenis. Pase a un lado de él, me miraba, lo mire a la cara y dije:
– Yo: ¿Qué?…
– El: Nada
– Yo: Adiós
Y pasé a un lado apresurando el paso, al caminar solo pensé: “Esto ha sido perfecto”. Me apresure a llegar a mi casa, pensando lo genial que la había pasado, era una de mis mejores experiencias.
Al llegar olvide que me había salido por la ventana, y la puerta estaba abierta, me saque de onda, pero no tome importancia. No olvidaba lo bien que había estado así que le envié un mensaje y respondió:
– Yo: Fue muy bueno…
– El: Jajaja mamón
– Yo: Valió la pena estar despierto, ¿no?
– El: Ya déjate de cosas, ya me dormiré.
Me dio risa su respuesta, porque sabía que le había encantado.
Me fui a bañar, comprobé que me había lastimado pues había sangre por ahí, pero no importaba mucho pues había disfrutado tanto, y valía la pena hasta ser descubierto. Me lavé los dientes, luego me fui a acostar.
Me puse a recordar con atención cada cosa sucedida. Luego pensé en escribir sobre ello, y aquí estoy, tecleando en Word lo bien que la pase, antes de dormir, y soñar con él.
Nota 1: Si les gustaría que escribiera de otras aventuras mías, solo díganme. He estado con un par de hombres más, un ex militar de 40 años del pueblo, y un joven muy apuesto de la universidad que conocí en grindr. También podría hablar de mi primera vez con Alberto, pero tenía unos 14 años y recuerdo poco.
Nota 2: Cambie los nombres, por seguridad. Siento que la historia ya no es mía solo por eso, pero pues… no me puedo arriesgar. Saludos desde México. Comenten, y díganme que quieren que les cuente la próxima ocasión. Por cierto, este fue mi primer relato :3.
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