La venganza de mis tíos
Por hacer cosas con mi primito, mis tíos deciden darme un serio correctivo, me someterán y usarán hasta el final..
La venganza de mis tíos
Era verano y como cada año, en Julio nos íbamos a pasarlo al pueblo con mis tíos y mis primos, con los que me llevaba muy bien, a decir verdad me llevaba genial.
Tenia dos tíos, por un lado estaba mi tío Jose, de unos 38 años, y por el otro lado estaba mi tío Nicolás, de unos 45 años, ambos eran hermanos de mi padre el cual falleció cuando era pequeño antes de nacer yo, por tanto ellos me cuidaron desde muy pequeño junto a mi madre, hasta que ella por fin pudo emanciparse
Por eso me llevo tan bien con mis primos, escomo si fueran mis mejores amigos o incluso como hermanos para mí.
El caso es que justo el verano pasado, le quite la virginidad a uno de mis primitos, eso fue mi primera relación homosexual.
El año pasado, cuando jugábamos en el río le pedí un regalo especial a mi primito, un regalo por mi cumple, estábamos entonces a solas en el río de la casa de campo y él accedió.
¿A qué accedió? A una mamada, sí, le pedí una mamada en broma como regalo de cumpleaños y me la concedió ante mi asombro, pero estaba tan caliente que no pude aguantar y lo acabé penetrando, al principio se negaba y resistía un poco, porque según el prefería cogerme él a mi, pero ni de broma le dejé, y lo llené con mi lechita.
Eso fue hace un año, el caso es que tenía pensado este verano intentar de nuevo cogerme a mi primito, pero…, que equivocado estaba…
¿Por qué? Vamos al tema.
Mis tíos tenían una casa de campo en el pueblo, a la cual íbamos yo, mi madre y mi abuela, al llegar estaba uno de mis primitos, mis dos tíos y una de mis tías.
Me decepcionó saber que el primo con el que lo hice no estaba, no vino este año, no se porque, según su padre, mi tío, le quedaron varias asignaturas pendientes y se quedó con su madre en casa.
El caso es que los primeros días fueron pasando bien hasta que llego el día de la excursión que hacíamos mis tíos, yo y mis primos para coger almendras en el campo, estaba lejos, así que tardaríamos.
Les esperé al principio del camino pero solo vinieron mis dos tíos, según ellos, mi primito Marcos estaba malo del estómago y prefirió quedarse, entonces hice ademán de quedarme también pero se molestaron diciendo que les dejaba solos, así que al final accedí y fui solo con ellos.
El día era muy caluroso, el sol pegaba con fuerza y mis tíos decidieron descansar cerca de un arroyo con una gran piedra del tamaño de un coche, justamente el arroyo donde me follé a mi primito el año pasado.
Aun lo recuerdo, cuando nos quedamos a solas y me lo folle dentro del río, por eso no hizo falta lubricar ni nada, con el agua pudimos hacerlo más fácil, aunque mi primo sufrió un poco de dolor, pero se acostumbró a mi pollita, la cual lo atravesaba una y otra vez, la verdad es que yo me calenté mucho y casi lo violo, pero como al final él se dejo hacer, fue fácil follármelo y bien que él lo disfruto, aunque mentiría si dijera que a mi no, fue una de mis mejores cogidas, y aunque me lo follé en el río, me corrí dentro de él, me quedé pleno de satisfacción.
Entonces me di cuenta que uno de mis tíos me empezó a mirar muy extraño, no le di importancia y al rato seguimos caminando, yo seguía recordando el día que me folle a mi primo que ni me di cuenta de que mis tíos hablaban sobre algo cuchicheando a mis espaldas.
-¿De que habláis? -dije curioso.
-No…, de nada jejeje. -mi tío sonrió de una manera extraña, algo escondía.
Me fijé que uno de ellos me miró el culo, pero quito rápidamente la mirada, yo no estaba seguro, pero creo que estaban como observándome, observando mi culo al caminar, escudriñaban mi cuerpo adolescente.
Entonces yo iba vestido con un pantalón corto negro, que mostraba mis piernas y rodillas sin vello y mi piel blanca, de torso, iba con una camiseta sin mangas de color verde oscura.
-¿Oye, por qué no vamos al río? -mi tío Marcos me miro guiñándome un ojo.
-¿Al río? -pregunté desconcertado.
-¡Si!, Así nos pegamos un baño fresquito. -mi tío Jose se puso del lado de su hermano.
-No…, es que no me apetece. -mentí, sí que me apetecía mojarme, pero notaba cierta tensión sexual en el ambiente.
Pude ver a mi tío Marcos, que por cierto, es un tío muy alto, de 1,87 y pelo rubio oscuro corto, se quitó la camiseta mostrando su cuerpo, con bastante vello en el pecho, del mismo color que su cabello, era adornado desde su pubis hasta el pecho.
Jose, de cabello corto y castaño, era lo contrario a su hermano, tenía la piel más oscura tostada por el sol y sin vello, al quitarse la camiseta pude ver su cuerpo más marcado que el de mi tío Marcos.
-Bueno pues a nosotros si. -dijo mi tío Marcos lanzándose al río tras tirar la camiseta al suelo, mi tío Jose hizo lo mismo y tras quitarse la camiseta acompañó a su hermano al agua.
Yo, por mi parte, me quedé observando como nadaban en el agua y me pedían que entrase con ellos, pero algo dentro de mí me impedía hacerlo, así que me negué y continué caminando hasta el almendro.
Tardé varios minutos hasta que llegué, me senté a descansar un poco encima de una roca que hacía se silla, descansé y luego empecé a coger unas cuantas almendras y a comérmelas, estaban muy ricas.
Entonces lo noté, una extraña sensación, como si alguien me espiara, al principio me asusté un poco, pero luego me imaginé que seria uno de mis tíos, no se porque me empalme enseguida, tal vez tenia algo que ver lo que recordé, y es que hace tiempo tuve un sueño muy raro, en ese sueño me gustaba que me vieran masturbarme a escondidas, me quedé pensativo durante un momento y en mi cara se dibujó una sonrisa.
Este era mi gran momento, termine de comerme unas cuantas almendras y solté la bolsa que había llenado de ellas con el resto en el suelo.
Creo que el que me espiaba no se dio cuenta que yo sabia que estaba espiándome, como no sabia muy bien donde estaba, me baje el pantalón corto y mis bóxer hasta las rodillas, salto mi pollita muy dura como un resorte hacia arriba, la agarré con mis dedos y empecé a subir y bajar, no tardé en soltar unos gemidos cortos de placer.
Me estuve pajeando un rato muy rápido, la verdad estaba a mil por la situación, deseaba aguantar, pero no podía, estaba en éxtasis y me corrí enseguida, no duré ni dos minutos.
Me limpié como pude con las manos y con unas hojas que había cerca de un árbol limpié mis manos, después sujeté la bolsa de almendras para marchame.
Por el camino me imaginé como habría visto el espectáculo uno de mis tíos, la sorpresa fue mayor cuando llegué al río y los vi aun allí bañándose, mi corazón empezó a latir con fuerza, si no era uno de ellos.., ¿Quién me espió?
-¿Al fin llegas?, ¿Por qué tardaste tanto? -me preguntó mi tío Marcos.
-Ya, es que me demoré un poco para descansar, ¿Nos vamos ya? -pregunté nervioso, solo pensaba en quién pudo espiarme…
-Sí, vamos. -dijo mi tío Jose, que salió del agua y pude ver su cuerpo mojado, se puso la camiseta y me giré todo sonrojado, me calentó ver su cuerpo marcadito mojado.
Tras ponerse ambos las camisetas, nos pusimos en marcha para volver.
Yo, aún dándole vueltas, por el camino no dejaba de pensar en quien pudo haber visto como me pajeaba, mis tíos no fueron, lo se porque cuando llegué al río sus ropas estaban secas y al ponérselas ahora estaban mojadas, y cuando llegué no vi marcas de sus pisadas mojadas cerca del río, por lo que no salieron del agua hasta que llegué, además, por el camino hubiese visto agua o algo…, pero no vi nada de eso, que yo recuerde al menos…
-¿Te pasa algo? -mi tío Jose, el más joven, me detuvo con su mano en mi hombro en seco.
-No nada…, es que creí que cuando cogía almendras… -me quedé callado.
-¿Qué? -preguntó mi tío Marcos, que con sus manos sujetó la bolsa de almendras arrebatándomela-. Deja, ya la llevo yo.
-Nada, simplemente pensé que uno de vosotros me seguisteis… -dije con cierto temor.
-No puede ser, nosotros no nos movimos del río hasta que volviste. -respondió Marcos mirándome con el ceño fruncido.
-Ya…, ¿Quién seria entonces? -mientras preguntaba, llevé mi mano a la nuca rascándome con fuerza el cabello, la situación y el no saber quién fue me estaba poniendo cada vez más nervioso.
¿Y si me grabaron?, Sería horrible volver a casa y descubrir que algún idiota me grabó pajeándome y lo colgó en Internet.
-Serán imaginaciones tuyas. -mi tío Jose, ahora con tono más serio, prosiguió su camino.
-Si puede ser… -mascullé.
Continuamos caminando hasta cerca del granero que tenía la casa de campo, a lo lejos podía ver la casa, el sol hacía brillar el campo que rodeaba la casa hasta el granero, y muy cerca, un tractor que usaban para trabajar el campo de maíz que estaba frente la casa.
-Vamos a descansar aquí un momento. -dijo mi tío Jose, ambos se acercaron al tractor y yo les seguí.
-Uff, ¡Qué calor hace!, no lo soporto más. -mi tío Marcos se quito la camiseta dejando de nuevo ver su torso desnudo y con bastante vello, su piel brillaba con el sol, dejó la bolsa de almendras cerca de la rueda del tractor.
Me quede mirando embobado y creo que ambos se dieron cuenta, y aunque noté sus miradas observándome, lo seguí mirando, no podía evitarlo, mis ojos miraron su paquete, me di cuenta que estaba un poco empalmado y creo que se dio cuenta que me fijé en eso.
-¿Te gusta lo que ves? -preguntó mi tío Marcos sobándose con su mano lo que parecía un gran paquete.
-Perdona…, es que estas muy…, musculoso, ojala estuviera como tu. -mentí intentando desviar la mirada y obviando como con su mano seguía apretando su polla por fuera del pantalón.
-Cuando crezcas lo estarás, no te preocupes, mira, quítate la camiseta, deja que veamos si vas por buen camino. -sugirió mi tío Marcos, que dejó ya de sobarse el paquete para mi alivio.
-¿Cómo? -pregunté con cierto temor y también excitación.
-¿Qué pasa?, ¿Te da vergüenza? -mi tío Jose me lanzó una mirada con sorna, estaba claro que me retaba.
Respiré hondo y con vergüenza saqué fuerzas y me la quite ante ellos, deje mostrar mi cuerpo aun sin nada de vello, totalmente lampiño y nada marcado, estaba muy delgado.
-Bueno, tu padre siempre fue lampiño como yo, y aun te falta crecer, es normal que tu seas así. -dijo mi tío Jose.
-Un verdadero macho tiene vello, como yo, ¿Quieres sentir a un macho de verdad? -dijo mi tío Marcos sonriendo lascivamente.
-Jajaja no digas esas cosas, que lo asustas. -mi tío Jose le dio un empujón con su mano en el pecho y ambos soltaron una carcajada.
Ahí estaba yo, mirando estupefacto como mis tíos reían y hacían bromas sexuales, sujeté mi camiseta con fuerza y me dispuse a ponérmela cuando mi tío Marcos se acercó en un suspiro y me la quitó.
-Oye, ¡Devuélvemela! -dije enojado.
-¡Cógela! -me retó.
Me tiré a él pero la levantó y no llegaba, era muy alto, con mis manos sin querer rocé su piel y sentí sus vellos, entonces me detuve, él, se dio cuenta.
-¿No la querías? -dijo con tono juguetón.
Me sobresalté al sentir de repente las manos de mi tío Jose por detrás, me sujetó con fuerza por las axilas rodeando mi cuerpo, tocando mi piel.
-Tomi, no sabes cuanto nos pones, hemos deseado follarte desde que mi hijo me contó que lo violaste. -mi tío Jose me susurraba al oído de una manera entre excitante y amenazadora.
-¿Qué? Yo, no…, verás… -no me salían las palabras, mi voz era ahogada.
-No te preocupes, tu padre de pequeño me hizo cosas, ¿Sabes? Y creo que ahora es turno de cobrarme en tu piel tanto lo que me hizo en su día tu padre, como lo que le has hecho tú a mi hijo.
-¿De que estas hablando? Suéltame. -me intenté revolver y soltarme pero con sus rodillas golpeó detrás de mis rodillas y me hizo arrodillar.
Mi tío Marcos se agachó y me cogió del mentón besando mi boca, pude notar su barba de tres días, me dejé llevar y su mano entro en mi pantalón hasta agarrar mi pito. Yo estaba un poco fuera de situación y opte por no resistirme.
-Lo mejor será que me valla… -mascullé.
-Tu no vas a ninguna parte. -dijo mi tío Jose desde detrás de mi, me soltó y se quitó la camiseta.
Mi tío Marcos con sus manos en mis hombros me tiro al suelo y tumbándose conmigo me empezó a lamer el cuello y a besar la cara, se bajó el pantalón y pude ver que llevaba bóxer, y debajo de ellos ya se marcaba una polla considerable.
-Cómeme la polla sobrinito. -mi tío Jose, que se arrodilló a mi lado, me sujeto de la cabeza y me acerco a su entrepierna, se había sacado la polla, circuncidada, a su vez, mi tío Marcos no dejaba de tocar mi cuerpo y lamerlo.
Estaba cachondo a más no poder, me quedé parado un momento, pensando bien en lo que estaba a punto de hacer, cuando mi tío Jose al ver que no hacía nada me cogió de la cabeza con su mano por mi nuca y me obligó a meter su polla en mi boca, a pesar de que mi tío Jose era lampiño, su polla, de unos 19 centímetros era adornada por bastante vello en la base.
Me la metió casi entera y sujetando mi cabeza me empezó a follar la boca sin parar, podía sentir en mi nariz el roce del vello de su pubis cada vez que su polla entraba más en mi boca.
Mientras mi tío Marcos me bajó el pantalón y el bóxer, noté su gran mano tocar mi pito, que estaba muy duro, después llevó su gruesa mano a mis huevitos, notaba su áspera mano manosear mis pequeños huevos.
-¿Con esta cosa tan pequeña follaste a tu primito? -dijo mi tío Marcos son sorna-. Algo tan pequeño no sirve para dar placer, ahora verás lo que es una buena polla de macho.
Y es que entonces mi pollita no era muy grande, de unos 11 centímetros dura, sin circuncidar.
Mi tío Marcos con dificultad me sujetó dándome la vuelta y posicionándome a cuatro patas, al hacerlo, la polla de mi tío Jose salió de mi boca, aunque fue de manera temporal, porque enseguida se puso de rodillas frente a mí y volvió a introducirme su polla en mi boca.
Hay estaba yo, a cuatro patas, chupándole la polla a mi tío Jose por follarme a su hijo y preparado para ser follado por mi tío Marcos.
Mi culo tembló al sentir una mano en mi culito, mi tío Marcos comenzó a masajear mis nalgas, las apretaba y varias veces las golpeó con bastante fuerza, yo emitía gemidos de algo de dolor.
-Ahí, dale fuerte, por follarse a mi hijo, ahora vas a saber lo que es ser una buena hembra, sobrino. -mi tío Jose, mientras me decía esto, me hacía mirarlo a los ojos, le gustaba verme comiéndome su polla.
Mi tío Jose me estaba follando la boca bien follada, con la lengua me concentraba en su punta mientras iba recorriendo con los labios el tronco, ayudándome con la mano para que tuviese la sensación de que me la comía hasta el final.
A su vez, mi tío Marcos ya me había metido dos dedos suyos, recordaba como era su mano, bastante grande y gruesa, no mentiré, me dolía como usaba sus dedos en mi culo, eran demasiado grandes.
Mi pito perdió toda su erección, lo noté, pero no podía evitar lo que se venía.
-Prepárate, voy a follarte. -las palabras de mi tío Marcos me aterraron, realmente temía que me hiciese mucho daño.
Sacó sus dedos y sentí un gran alivio, aunque no por mucho tiempo, me levantó el culo y me inclinó el cuerpo hacia delante.
Entonces sentí como forzaba por entrar esa polla dentro de mi, más tarde descubriría que su polla, de 22 centímetros y con poco vello, sin circuncidar, iba a desvirgarme con bastante dolor.
Comenzó a penetrarme y no pude evitar sentir gran dolor, una gran punzada, me intenté revolver y mi tío Marcos me sujetó con fuerza y le hizo un gesto a su hermano para que también me sujetase.
La situación estaba en el limite, al aire libre, dentro del granero, donde estaba el tractor aparcado, medio desnudos los tres y teniendo sexo, mi tío Marcos siguió metiendo su polla dentro de mi culo y no pude seguir chupando la polla de mi tío Jose, la saqué de mi boca y supliqué.
-¡¡Para, me duele demasiado!! -mis gritos alertaron a mis tíos, que con miedo, me taparon la boca, mi tío Jose, enfadado sujetó con su mano mi cara y con la otra me tapó la boca mirándome.
-¡¡Cállate joder!!, ¿Quieres que nos pillen? -dijo con temor y mirando a la casa, que aunque lejos, podrían escucharnos si volvía a gritar-. Intenta hacerlo con más cuidado, Marcos.
-Lo intento, pero está muy estrecho. -contestó mi tío Marcos a su hermano.
Mi tío Marcos siguió introduciendo su polla en mi culo y comencé a gimotear, el dolor era bastante intenso, lágrimas caían por mis mejillas, sí, estaba llorando.
Mi tío Jose me miró y por un momento vi en su mirada arrepentimiento, suspiró con temor y me quitó la mirada, no quería ver como lloraba, aunque me mantuvo sujeto.
Siguió así hasta que el tronco de la polla de mi tío Marcos consiguió atravesar mi esfínter del todo y metérmela hasta el fondo, sentí su vello púbico en mi culo y sus huevos pegados a los míos, entonces se detuvo, yo, sudando, intenté reponerme un poco, pero mis piernas me fallaban, no me caía al suelo del todo porque mi tío me sujetaba de la cintura.
-¿Ves? Ya pasó lo peor. -dijo mi tío Marcos cínicamente.
-Marcos, no sé si esto es buena idea… -masculló mi tío Jose.
-¿Qué?, ¡Ahora no me jodas!, ¡Fue idea tuya, así que cállate y sigamos! -las palabras de mi tío Marcos sonaban ahora en un tono más amenazador e intimidante, imponiéndose sobre su hermano.
La polla de mi tío Marcos comenzó a salir de mi culo poco a poco, sentí algo de alivio a cada centímetro que sacaba, entonces, de repente, volvió a meterla con rapidez.
Mi grito ahogado de dolor no se hizo esperar, pero mi tío Marcos, ignorándome, continuó y repitió el proceso, sacó el tronco de su polla de mi ano hasta la mitad y volvió a meterlo, el dolor, remitía, y ahora comencé a sentir una extraña sensación dentro de mí.
Marcos, sujetándome con fuerza, comenzó a follarme de manera más constante, y mis gemidos de dolor cambiaron a gemidos de placer, ambos se dieron cuenta y rieron, en parte, aliviados, ya no me quejaba tanto, aunque es cierto que aún sentía algo de dolor y mi culo estaba como dormido, no sé, tenía una sensación de hormigueo.
Mi tío José destapó mi boca y acercó su polla, que estaba ahora flácida a mi boca, la metió y yo comencé a chuparla, notaba como se iba endureciendo en mi boca, una sensación única.
Mi tío Marcos me follaba el culo y mi tío Jose la boca, en una de sus acometidas en mi boca me la clavó hasta el fondo, mi nariz estaba completamente pegada a su vello púbico y sus huevos a mi barbilla. Me miró victorioso al ver que me la tragué toda hasta sentirla casi en la garganta, más de una vez sentí arcadas, me salía saliva por las comisuras y mis ojos se pusieron rojos, la sacó y comencé a toser.
-Joder, le vas a ahogar. -dijo mi tío Marcos burlonamente.
-Calla, tiene buena boca, menudo putito que nos estábamos perdiendo, hermano.
Mi tío Jose seguía follándome la boca cuando sentí como mi otro tío empezó a follarme a un rito más frenético, como si le fuera la vida en ello, yo estaba en el cielo, sentía un placer extremo, noté como mi pollita comenzó a correrse, sí, sin tocarme sentí como de mi pito comenzó a salir algo de leche, porque aunque ya me corría, lo hacía poco.
Sentí como mi tío Jose estaba a punto de correrse por como gemía y me preparé para recibir su leche mientras él iba tensando todo su cuerpo. Me sujetó del cabello marcándome un ritmo más y más rápido, su polla empezó a hincharse y de repente volvió a empujar mi cabeza hasta la base de su polla mientras descargaba una buena cantidad de semen prácticamente en mi garganta, yo podía sentir su vello y respiraba su aroma, embriagador.
Cuando terminó de correrse sacó su polla de mi boca y yo empecé a toser, tenia una fragancia a semen mareante, estaba como mareado, mi boca tenía un regusto amargo, y ahora me dolía la mandíbula, estuve mucho rato comiéndome su polla, y los labios los sentía con un ligero dolor quemado, tras sacar su polla de mi boca se levantó y subiéndose la ropa se sentó a ver como mi otro tío, Marcos, me daba por el culo, a la vez que vigilaba.
Mi tío Marcos me daba una y otra vez, me atravesaba sin pensar en mí, solo en su placer, estaba siendo usado por dos tíos para ellos sentir placer, y yo encantado de ser follado por mis tíos, al menos ahora, el principio sí que fue doloroso.
-Ahhh…, que culo tienes sobrinito, me encanta. -mi tío Marcos seguía follándome y con su mano me daba azotes con fuerza, me estaba dejando una gran marca roja, ya me picaba demasiado.
Por mi parte, solo pude inclinarme más apoyado en mis brazos tapando mi cara y dejando mi culo en pompa, para su uso y disfrute personal.
Aceleró sus embestidas y sujetándome de la cintura con fuerza se pego a mi espalda besando mi nuca, podía sentir su cuerpo sudado tocando mi piel, que también estaba sudada, y mientras se corría dentro de mi, sentí el roce de su vello corporal en mi espalda, su polla, ahora, muy dentro de mí, disparaba chorros de semen, los sentía salir de su polla, estaba acabando dentro de mi interior, uno, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis disparos de semen inundaron mis entrañas.
-Ahhh…, estuvo genial sobrino… -mi tío Marcos estaba extasiado, y yo, me corrí ya dos veces, hasta mi pito me dolía.
Mi tío Marcos se levantó y se puso bien la ropa, subiéndose el pantalón y colocándose de nuevo la camiseta.
-Bueno, nosotros volvemos con las almendras, será mejor que entres por detrás y te des una ducha, hueles a macho, y no eres tú. -dijo mi tío Marcos con sorna.
-Sí, mejor que no te vean así. -mi tío Jose me miró mientras me levantaba con dolor en mi culo, me subí la ropa y cogí la camiseta del suelo, poniéndomela mientras se alejaban y los escuchaba reírse.
Conforme se alejaban me di cuenta de que hice algo que no debía, eran mis tíos y ahora me tenían bien cogido, (nunca mejor dicho) y podrían hacer conmigo lo que quisieran…
Esperaba de todo viniendo de ellos…, aunque, lo que aun no entendía era…, ¿Quién fue entonces el que me espió mientras me pajeaba? ¿Mi otro primito?, no puede ser…
Caminé a la casa rodeándola con dificultad por el dolor de mi culo, que sentía que me ardía el ano. Por el camino me inundaban muchas dudas, y tenía miedo de ser ahora el juguete de mis tío…
Aunque jamás imaginé que me subastarían con sus amigos…
Pero eso, ya es otra historia…
(Final)
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Creado, revisado y editado (2022) por @TeenBoy
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como sigue
wow sigue contando y espero participen lo demas primos saludos… 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
Excelente me encantaría poder seguir leyendo mas