La verdad, no sé cómo no soy gay, parte 2
Está es la segunda parte de muchos relatos de tono morboso y sexual sobre mis experiencias..
Hola comunidad, soy «José» y paso a contarles más de mis experiencias sexuales ahora un poco más morbosas, éstas con el paso del tiempo me fuí dando cuenta que son cosas que pasan en todas las casas, cosas que pasan en los rincones oscuros dónde el morbo sale sin miedo para dar paso al placer.
Esta historia (real) pasó dos años después de lo acontecido con mi papá, el nunca más me volvió a tocar ni a decir nada más que tuviera que ver con el sexo, seguramente tuvo algún ataque de remordimientos o algo así, yo en mi niñez no lo entendí ya que desde los 6 años hasta los 8 años había empezado a experimentar mucho con mi verguita que ya estaba fuera de control jajaja, no sé si esto pasa siempre a todos los niños pero yo a mis 8 añitos tenía la habilidad de masturbarme hasta 6 veces al día y ya empezaba a sacar semen, para mí era incómodo ya que dificultaba el poder masturbarme en cualquier lugar, en fin, ésto pasa cuando yo tenía 8 años, en ese entonces mi abuelita tenía una empleada doméstica que a su vez tenía un hijo llamado Gustavo, este para ese entonces tenía 14 años, era alto, delgado con un cuerpo muy tonificado ya que jugaba fútbol todos los días, yo estaba que era un volcán con la hormonas alborotadas todo el día que literalmente aprovechaba cada segundo solo para sacarme la verga y hacerme una paja para tener placer.
Una tarde lluviosa en esas estaba cuando de pronto alguien entró al cuarto, era Gustavo, el muchacho no dijo nada, solo se me quedó viendo mientras yo tenía la verga en la mano que para esas fechas ya me medía unos 7 u 8 cm, el sin decir nada se sentó a mi lado y con una voz suave me dijo «que bonito tu banano» yo sin saber que era eso le pregunté a lo que el riéndose me dice, «tu polla (refiriéndose a mi verguita muy erecta de que me estuvieran mirando) » en eso el extiende una mano para tocarme, yo felíz por la situación ya que había alucinado con eso desde mucho tiempo, pero está vez las sensaciones eran distintas, al yo ser un poco más grande y estar muy caliente mi cuerpo sentía más, y Gustavo sabía donde tocar, ele acariciaba los huevos haciendo un poco de presión para luego con las flemas de los dedos tocarme la entrada de mi culito aún virgen, esto me ponía muy caliente, (es la fecha y aun me exita, literal, estoy con la verga dura y chorreando mientras escribo esto) con su otra mano empezaba una suave movida en mi verga, para este entonces ya mi prepucio se separaba totalmente ya que de tantas pajas este de desprendió y Gustavo pelaba toda mi verguita dejando la cabeza roja e inflamada de exitacion de fuera, esto se repitió todas las tardes, ahora mis sesiones de pajas ya no eran estando yo solo, ahora tenía un compañero muy experto.
Una de las tantas tardes la exitacion le ganó a Gustavo que no dejaba de sobar su paquete por sobre su pantalón y yo muy caliente le dije que me la enseñara, este al principio se negó pero luego de un poco más de insistir se puso de pie y se abrió el pantalón dejándome ver una gra cola morena con una gran cabeza roja y brillante en la punta (chorreaba líquido por montón de ten caliente que estaba) y con un gran par de bolas morenas en la base, este tenía una muy pequeña mata de pelos en su abdomen pero la verga y los huevos sin pelos facilitando mi visión, yo estaba extasiado, respiraba rápido, la sangre me hervía y mi verguita mucho más pequeña, estaba a tope y otra vez, esa sensación en mi culo, mi hoyo estaba palpitando otra vez, pero ésta vez era con más fuerza al tener a tremendo macho en frente.
Gustavo al ver lo caliente que me puse (como buena zorra que fuí en su momento) no la pensó mucho y me tomó de las manos y nos metimos en un baño que estaba afuera en el patio interno, era muy oscuro y a mí de niño me daba miedo, pero ese día estaba lleno de morbo al querer saber que me iban a hacer, mi culo seguía palpitando, Gustavo me dió vuelta dejándome frente a la pared y este sin decir palabras me embarró saliva en el culo que al sentir sus dedos por reflejo apreté, a el le gustó por qué lo escuché suspirar profundamente, luego sentí como agitaba su mano detrás de mi, me giré un poco por sobre mi hombro y Vi su tremenda cola más gorda aún siendo sobada mientras el estaba con los ojos cerrados, en ese momento me dije a mi mismo(quiero ser una mujer) debo de admitir que me gusta mucho dar morbo, esto me llevó a tener muchas más experiencias más morbosas con mucha penetración, hoy en día no tengo sexo con hombres, estoy casado pero me he percatado que a muchas jovencitas se les acelera el pulso cuando estoy cerca de ellas, siguiendo con el relato, Gustavo apoyó su cabezota en la entrada de mi culo con mucha habilidad y puntería ya que sentí que al primer intento encontró mi hoyo, yo por reflejo volví a apretar y ahí lo escuché por primera vez después de mucho tiempo, «no hagas fuerza, afloja o sino te va a doler» sus palabras me dieron paz y como buena putita afloje el culo y recuerdo que de manera muy natural hasta levanté mi colita quedando con la espada arqueada como buena hembra en celo, yo estaba como loco experimentado nuevas sensaciones, sentía esa gran cola resbalarse entre mis nalguitas blancas ya calientes por tanto manoseo, en eso siento como con morbo me dice » ábrete las nalgas» yo muy obediente con ambas manos me abro los cachetes no sin antes darme un par de nalgadas, eso lo calentó más y llenandome con sus jugos me empujó la cabeza de la verga dentro de mi culito, porfin, perdí mi virginidad, debo de admitir que me dolía un poco pero el morbo era tanto que yo solo empujé mi culo contra el metiendo más esa gran verga morena, ahora era yo quien controlaba el juego sexual, lo empujé tanto que el quedó recostado sobre la pared a sus espaldas, y yo movía mi culo con su verga ensartada hasta los huevos de arriba a abajo y haciendo círculos hasta que con firmesa me tomo de las nalgas y con empujones más fuertes se vino dentro de mí, por primera vez sentí lo caliente que podía ser la leche de un macho, luego de eso mi hice una paja y como buena zorra me vestí y estuve con su semen en mi culo toda la tarde, luego llegó la noche, después de una sesión de pajas, me limpié un poco el culo y me fui a dormir feliz con semen dentro de mí.
Esto se repitió todas las tardes por 5 meses, todos los días íbamos al baño de afuera para desechar a mi macho viril y lujurioso, terminaba mis días bien cogido, con semen en el culo y muy feliz, hasta que una tarde la calentura nos ganó y lo hicimos en el baño dentro del cuarto de mi abuela, yo estaba ensartado en esa vergota gorda, estaba tan exitado que cerré los ojos por un largo rato, Gustavo también tenía los ojos cerrados, de pronto escuché pasos, intentamos cubrirnos pero fue difícil, yo prácticamente estaba desnudo, (aún recuerdo la imagen de mi cuerpo desnudo en el espejo, era muy femenino entonces, y con razón ya que me daban. Verga todos los días jajaja) Gustavo solo tenía la verga de fuera pero aún así su mamá nos descubrió cogiendo, Gustavo desenchufo su verga de mi culo, yo me puse muy nervioso y Gustavo se tapó la verga con las manos pero de nada serviría ocultarla, esa fué la última vez que ví a Gustavo, luego de eso la empleada doméstica renunció y mi historia con Gustavo termino ahí, en ese baño, por mucho tiempo me masturbe recordando esas sensaciones de placer que tuve, me puse muy triste por lo que había pasado ya que por mi morbo perdí un polvo muy rico, pero luego de eso vinieron muchas cosas aún más morbosas y más placenteras.
Muchas gracias por éste espacio, por mucho tiempo pedí un lugar así para poder sacar todos estos relatos y compartirlos con ustedes, espero les haya gustado y no se desconecten, aún faltan más 🥵
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