La verga más grande que me he comido en el sauna
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siempre he disfrutado el sexo con desconocidos desde que empece a visitar los lugares de ambiente.
Una tarde noche de lunes andaba muy templado y me fui para el sauna hispalis a buscar una verga, que le diera placer a mi culito sediente.
Después de andar como 1.5 hr en el sauna y sin encontrar nada que me fuera apetecible.
Estaba sentado en el cuarto de proyección cuando apareció un hombre de tal vez unos 40 años sin paño y con una verga de unos 22 cm de tamaño y 7 cm de grueso, depilada, blanca y cabezona, circuncidada, no pude evitar dejar de admirar aquel monumento de verga, que por supuesto era la primera vez que veía una con tantas cualidades.
El tipo empezó a masturbarse como invitándome a que lo hiciera con, yo por supuesto acepte y nos fuimos a un reservado.
Cuando llegamos yo automáticamente me incline a mamar deliciosa verga, claro era tan grande que no me entraba toda en la boca, solo me podía meter la cabeza, y pasar mi lengua por toda su parte venosa y deliciosa.
Después de estar mamando un rato este delicioso manjar, el extraño me pregunta si desea sentarme en su verga, y yo que estaba tan deseoso, por supuesto que acepto.
El se acuesta boca arriba y yo me l siento, empiezo a ponerle el condón y el saca lubricante, y me dice que me coloque porque esta cociente de que es muy grande y que no es facil que entre, efectivamente aunque no era mi primera verga, me dolió un poco y me costo que entrara, toda.
Cuando al fin me había comido su delicioso tronco y sentía su pelvis en mis nalgas, empece a moverme de manera se simular un mete y saca, pero era tan grande su pene que no me daba la flexibilidad para lograr algo tan perfecto.
Entonces cambiamos de posición y me puso de cuatro patas para que hacía pudiera entrar más carne en mi culo, cosa que se logro a satisfacción y que me daba un placer indescriptible.
El señor desconocido me produjo tanto placer como ninguna otra persona me ha dado en mi vida, y yo tan excitado estaba que no aguante mucho y me regué sin necesidad de tocarme, al ver el que ya mi semen estaba afuera, me puso boca arriba y se empezó a masturbar encima mío, dejando sus grandes chorros de leche en mi estomago y pecho.
Después de esa experiencia tan excitante nunca más volví a ver a mi desconocido vergón como le llamo cuando cuento el relato.
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