La vida de Nicolás 23: problemas nocturnos
Después de la violación de Nicolás, empezó a tener incidentes mientras dormía, por lo que se busco una solución..
Si no han leído los capítulos anteriores les recomiendo que los lean para que puedan entender que esta pasando, gracias y disfruten de este capitulo
El pobre de Nicolás se movió toda la noche, lloraba en sueño, entonces en cada momento que sentía que se movía lo abrazaba para consolarlo, fue una noche muy delicada para él, al despertar el domingo tenia sangre seca saliendo de su ano, fue por una toallita húmeda para limpiarlo.
Lo desperté cerca de las 11 de la mañana para que comiera algo, se le notaba en su carita que estaba sufriendo, tenia sus ojos rojos, cuando se intento sentar en la cama, se quejo del dolor que tenia en el trasero, cuando bajo las escaleras empezó a sollozar y las lágrimas salían de sus ojos del intenso dolor que sentía.
Ese día fue un día gris, no le decía gran cosa solo lo consolaba en mis brazos y nos quedamos en cama, esa noche empezó una situación incomoda para los dos, cerca de la hora de despertar para ir a la escuela, siento que el colchón esta mojado, me asusto ya que yo dormí desnudo y Nicolás se quiso poner una trusa ya que se sentía incomodo.
Hijo, despierta. – le tallaba la cara para que despertara.
Mmmm papi. – se movía estirando sus piernas y brazos.
Nico, hijo paso un accidente en la noche.
Pone cara de sorpresa y observa cómo había una gran mancha de humedad en su calzón y en gran parte de la cama, me voltea ver y empieza a llorar, lo dijo que no se preocupe, que todo se puede lavar, lo mande a bañarse para ir a la escuela, yo quite las sabanas y las lleve a lavar, Nicolás salió tapado con toalla y paso a su cuarto ponerse ropa, yo bañe y baje hacer el desayuno, seguía triste por haber mojado la cama, pero yo supongo que es por el trauma que paso.
Hijo, te aconsejo que no corras mucho en el descanso y sobre eso … – no sabia como decirle que no le dijera a nadie sobre su violación.
Si papi lo se y no decirle a nadie sobre lo que me paso. – su voz estaba triste.
Si hijo, ya sabes que cualquier cosa me puedes decir.
Al llegar a no quería hacer nada, ni platicar con Saul, porque sabía que me iba a ganar la ira de lo que le hicieron al pobre de nicolás, ivan no le preguntaba nada al respecto, nicolás le dijo que se había caído el sábado en la feria por eso caminaba de esa manera, todo iba tranquilo en la escuela, lo niños en sus cosas y pensando en como encontrar al maldito bastardo que lastimo a mi hijo.
A la hora de salida, me encontré a Saul y le comento lo que paso con Tadeo el sábado en la feria, se molesto mucho por no poder hacer nada por él la semana pasada, me comenta que hoy iba a hacer todo lo posible por ir a verlo y pasar un rato con él.
Durante el día, Nicolás estaba tratando de hacer su vida lo más normal posible, sin que eso lo molestara, pero algo en él cambio, ya no andaba desnudo o en calzoncillos en la casa, se empezaba a incomodar al verme desnudo y se cuidaba más de que no se le notara de más cuando usaba ropa holgada o muy corta, desde el lunes quiso dormir en su cuarto y lo respete, pero al igual que en la madruga, volvió a tener un accidente mientras dormía, ya tenía 3 días en los que empezó a mojar la cama.
Hijo, tenemos que hacer algo con esta situación, se que es doloroso para ti, pero tienes que hablar de como te sientes. – ese tiempo en el carro camino a la escuela o de regreso a la casa la usábamos para hablar sobre cosas.
No papi, estoy bien, te prometo que esta noche no me voy a hacer pipi, me voy a levantar en la noche a ir y voy a ir antes de acostarme, pero no le digas a nadie, por favor. – me dolía ver como sufría en silencio.
Como lo esperaba en la mañana del jueves que fui a despertarlo para que se alistara, descubro que otra vez se había hecho pipi en la noche, esto le empezaba a afectar porque no se sentía seguro, con todo el amor que le tenía, le comento que al salir íbamos a ir comprar algo para sus pequeños accidentes nocturnos, el solo me miro con su carita triste y me dice que si.
Ya en la escuela, empezamos el día como cualquier otro, niños por aquí, niños por haya, voy a la sala de maestros y me encuentro a Saul con otra cara.
Oye amigo, que alegre, ¿cómo te fue ayer? – me preparo una taza de café y me siento con el mirando a los niños jugar.
Muy bien, pude pasar la tarde junto con Tadeo, esta muy cambiado, su padre no le presta atención, y el poco dinero que llegan a tener se lo gasta en alcohol o apostando. – me dice muy feliz y molesto a la vez.
Pero lo bueno que lo pudiste ver, ¿Cuándo regresa a clases?, ya se acercan los exámenes.
No estoy seguro, la directora me informo que le cancelaron la beca, por sus faltas en el equipo de futbol, yo no se la puedo pagar, creo lo mas prudente es conseguir a alguien que lo quiera y pueda apadrinar.
La verdad que esa opción no era mala idea, hay muchas familias adineradas que no ya no tiene hijos chicos o que no pudieron tener hijos, que les gusta hacer ese tipo de trabajos de Beneficencia, le comento que yo le puedo ayudar a buscar un padrino si gusta, se alegra por el apoyo que le brindo. Seguimos platicando, veo como Nicolás está jugando con ivan, cuando unos chicos de sexto grado, los empieza a molestar, la situación se acalora y Nicolás termina en el piso y todos se empiezan a reír, salgo corriendo junto con Saul, para ver qué estaba pasando.
¡niños!, que esta pasando. – les llamó la atención, pero salen corriendo.
¿Qué paso? – le pregunta Saul a ivan
Nos explica que se enteraron de un rumor que por culpa de Nicolás habían corrido a Tadeo, entonces le empezaron a decir cosas y Nicolás empezó a llorar y lo empujaron, pero cuando cayó al piso, Nicolás se había hecho en los pantalones.
Le pido a Saul que se haga cargo de mi grupo, en lo que le pido permiso a la directora de salir a dejar a Nicolás a la casa y me regreso rápido, me dice que si, que no me preocupe que me asegure que este bien y regrese lo más pronto posible.
Vamos hijo, te voy a ir a dejar a la casa. – lo tomo de la mano y caminamos al carro.
Perdón papi. – estaba muy mal emocionalmente, no podía controlar sus emociones.
No te preocupes, pero antes de subirte te tienes que quitar la ropa mojada, para no manchar el carro. – le decía mientras me bajaba a su altura para empezar a quitarle el pantalón y su trusa.
Noooooo, por favor, papá, me van a ver desnudo. – me sostiene las manos para que no le quitara la ropa.
Hijo, por favor, no te puedes subir así al carro. – le quite las manos y le baje el pantalón.
No me esperaba esta reacción, justo cuando le iba a bajar el calzoncillo otro chorro de orina empieza a bajar por sus muslos, al sentir ese liquido bajar por sus piernas empieza a llorar desconsoladamente.
Vamos hijo, no pasa nada. – sabia que tenia que hacer algo rápido o se podía poner peor.
Le quito todo de la cintura para abajo, rápido lo subo al carro y nos vamos a la casa, me estaciono afuera y lo bajo en brazos, le indico que se meta a bañar que regreso en unas horas, le doy un beso en la frente y me regreso a la escuela, al llegar mis alumnos estaban en clases de inglés así que aprovecho para platicar con Saul que también estaba desocupado, le cuanto lo que le paso a Nicolás en la fiera, y entiendo porque le paso ese accidente.
Al terminar las horas de clases, me dirijo al otro lado de la ciudad, aun supermercado donde nadie me pueda distinguir.
Hola, buenas tardes. – saludo a la encargada de la sección de farmacia.
Hola, en que le puedo ayudar. – me dice una joven dama
Si, vera, lo que pasa es que mi hijo a estado teniendo problemas en las noches. – me sentía raro platicando de la vida priva con otras personas.
No puede dormir, le puedo recomendar estas pastillas pediátricas. – me muestra una caja de medicamento.
No, no es eso, él mmmm, tiene accidentes mientras duerme. – no entendía el porqué de mi vergüenza si podía hablar de sexo con otros, pero me sentía mal hablar ese tema.
Haaaaaa, ya entiendo, entonces lo que busca son pañales ¿verdad? – me dice muy tranquila, como si no fuera el único que compra pañales para sus hijos.
Si, exactamente eso.
Ok, ¿Cuántos años tiene su hijo?
Tiene 10 años
Me explica que los pañales de adulto no le van a quedar, que lo más probable fuera que los de bebe talla grande le pudiera quedar si no esta muy grande o gordo, le contesto que no, que es un niño bajito no mas de 150 cm y muy esbelto, me recomendó una marca muy buena y que también comprar talco y toallas humectantes, le agradezco sus indicaciones y me dirijo a la sección de bebes, agarro un paquete y los otros productos y me dirijo a pagarlos.
Ya en la casa, voy al cuarto de nicolás, lo saludo y me pregunta por que me tarde, le recordé que iba a ir comprar algo, bajamos a hacer la comida, le ayudo a hacer la tarea y vemos una película antes de ir a dormir, le pido que antes de que se ponga su pijama me acompañe a mi habitación.
Mira hijo, se que estas pasando por un mal momento, pero no es algo de lo que te puedas avergonzar, al contrario, eres todo un campeón. – lo abrazo y lo siento en mis piernas.
Gracias, papi. – me responde el abrazo.
Bueno, lo que te quiero decir, es que para que no te pasen más accidentes y mojes la cama fui a comprar algo. – me levanto y me dirijo a mi armario y saco el paquete pañales.
No papi, eso no, ya estoy grande para usar pañal. – se ve triste cuando le enseño los pañales.
Si hijo lo sé, pero si te sigues orinando en las noches, el colchón, tu ropa y otras cosas, se van a dañar y no van a servir.
*snif, snif* pero, pero… – empieza a llorar de tristeza.
No va a pasar nada hijo, nadie se va a enterar y solo va a hacer hasta que eso yo no te pase. – le explique.
Le pedí que fuera por su pijama y que se fuera quitando el short que traía y su trusa también, en lo que iba por algo que había olvidado en el carro, cuando regrese ya estaba desnudo y se tapaba su pene, como las primeras veces que lo veía desnudo.
Muy bien, te vas a recostar y vas a sostener tus piernas en lo que yo te limpio. – saque unas tollas de su empaque.
Pero estoy limpio, me acabo de bañar. – todavía estaba inseguro por usar pañal.
No importa hijo, por favor has caso.
Se acuesta y levanta sus piernas, volver a ver su pequeño pene, junto con esas pequeñas bolitas, me volvía loco, empecé a limpiar la zona genital con cuidado, su pene se erecta al sentir la estimulación de la zona, Nicolás se pone rojo de vergüenza, prosigo a ponerle talco y por ultimo el pañal, que sorpresivamente le quedaba muy bien.
Listo hijo, ¿Cómo lo sientes? – hora si parecía un lindo bebe con su pañal puesto, pero no era el momento para pensar en eso.
No me gusta, se siente raro, por favor no me obligues a usarlo. – me hacia pucheros como todo un niño chiquito.
Lo siento hijo, pero hasta que superes esta etapa, no va a haber otra solución, ahora a su cuarto que ya es noche.
Se levanta y se trata de poder el pantalón de su pijama, pero por el pañal no sube, le comento que tal vez con su cachoron de oso, le pueda quedar mejor, pero se ve molesto por el comentario, así que sale de mi cuarto vistiendo una camisa y su pañal, se que esta pasando por un mal momento, pero eso no evita que me genere una gran erección verlo vestido de esa manera.
Me aseguro de que ya este dormido y voy a su cuarto, se había quedado dormido vistiendo la camisa y el pañal, mi verga esta dura y goteando precum a mas no poder, con cuidado lo pongo boca arriba, le paso mi pene por sus labios, saca la lengua como si fuera un reflejo, me emocione tanto que le trate de meter el pene completo, pero me contuve porque sabía que lo podía despertar, me conforme con eso y me empecé a masturbar.
Mmmm si bebé, aquí esta tu lechita. – me encantaba esa escena
Mmmmm si pásale tu lengua.
No dure mucho, tenía tantas ganas, que le acomode mi glande justo en sus labios y empecé a eyacular dentro de su boca, se le salía algunas gotas por los lados, pero la recogia con el dedo y se lo daba para que lo chupara dormido, termine de vaciarme y le di un beso y me fui a dormir.
A la mañana siguiente, cuando fui a despertarlo, estaba como un bebé, acomodado en forma de bolita y sosteniendo un peluche que tenia desde el orfanato, aproveche y le tome una foto, se veía tan lindo.
Hijo, despierta ya es hora. – le di un beso en la boca, ya que quería regresar a nuestra antigua rutina.
Buenos días papi. – me voltea a ver mientras se estira para despertar.
¿Cómo durmió mi bebé? .- no le gusto el comentario ya que puso cara de molestia.
No me esta gustando que me digas de esa manera. – se dio la vuelta para darme la espalda.
Después unas bromas más sobre eso, le dijo que abra las piernas que le voy a quitar el pañal, para que se vaya a bañar, con molestia y resignación se acomoda en posición, le quito los seguros y efectivamente se había vuelto a orinar, eso fue algo que entristeció a Nicolás, porque él pensó que no iba a pasar.
Mi intención no era avergonzarlo con los pañales, sino cuidar de él, para que volviera a tener la confianza que ya tenía, se va a bañar y yo preparo todo para el día, antes de irnos le comento que voy a dejar un par de pañales en el carro, por si llegara a pasar un accidente como el día de ayer, obviamente se molestó, pero aun así los guarde.
Por fortuna no paso nada fuera de lo normal, las clases tranquilas, sin problemas en la hora de la comida, y como era viernes, nos dispusimos a descansar en casa.
Los días pasaron y Nicolás con mucha resignación Nicolás acepto a seguir usando los pañales en las noches, porque una vez salimos a una fiesta de cumpleaños de un niño y cuando llegamos se me olvido ponérselo y al día siguiente amaneció todo mojado porque se había orinado, le explique cómo ponérselo para que no me esperara si tenía sueño.
Ya habían pasado dos semanas desde que empezó a usar los pañales para dormir, y cada vez pasaba menos, pero por seguridad los seguía usando, como vi que su confianza y seguridad estaban regresando, decidí regresar a mis viejas tradiciones, de exhibirlo o hacerle pasar vergüenza en público.
Un viernes en la noche me marca mi hermano, diciendo que tiene una noticia importante que, si podíamos ir, me preocupo y subo rápido para decirle a Nicolás que su tío nos tiene que decir algo, al entrar veo que se esta terminando de poner el pañal y ponerse el cachoron.
Hijo, me marco tu tío, que vayamos ahorita. – estaba exaltado por la llamada
Esta bien, entonces me cambio. – empezaba a quitarse las bandas de seguridad.
No hijo, así vente, solo ponte el cachoron. – me metí al cuarto, lo agarré del abrazo y con la otra mano el cachoron.
No papa, espera me cambio rápido.
Lo subí al carro y nos dirigimos a la casa de mateo, mientras nicolás se terminaba de poner el cachoron, al bajar se podía ver que tenia algo abultado en el trasero, cuando llegamos santiago ya nos esperaba con la puerta abierta, para que pasáramos.
Mateo, ¿qué paso?, ¿todos están bien? – me apresure a abrazarlo
Si hermano, no te preocupes, todos estamos bien, son buenas noticias. – me decía calmado.
Nos sentamos en su sala y empezamos a hablar, pero evitaba el tema de la noticia, como esperando algo para decirnos que pasaba, Nicolás y santiago se pusieron a jugar videojuegos, ya había pasado como media hora, cuando se escucha que llega mi cuñada.
Ya llego, muy bien santiago, prepárate, como lo planeamos. – le dice mateo a Santiago
Santiago se levanta y se va al baño de visitas, mi hermano se levanta y le abre la puerta a su esposa, entran los dos muy juntos y felices.
¿Entonces cual es la notica que no me has querido decir? – le decía con ansiedad.
Hermano, tu sabes que somos felices y que siempre hemos querido más hijos para mayor diversión. – se escucha su voz con mucho orgullo.
Resulta que desde hace 3 meses e tenido problemas con mi periodo y por no saber fuimos al medico y nos dio la noticia. – mi cuñada casi llora al decir esas palabras.
Se escucha un ruido y sale santiago totalmente desnudo, usando solo un babero que decía hermano mayor, voltie a verlos y me confirman diciendo que si con la cabeza, corrí para abrazarlos y darles mis mejores deseos para el próximo integrante de la familia, nos sentamos a comer un tentempié para festejar la noticia.
Primo, ven mira el juguete que consiguió mi papa. – le habla santiago a Nicolás para que salgan al patio trasero.
Nosotros también salimos, ya que la noche estaba agradable, al salir veo a Santiago saltando una especie de pelota grande con unas agarraderas, pero lo que mas me llama la atención fue una protuberancia justo a la altura del trasero.
Oye hermano, esa pelota tiene un… – no alcance a terminar la frase cuando me interrumpe.
Si tiene un dildo de 15 cm. – me dice muy tranquilo.
Wow, donde la compraste. – le dije sorprendido.
La encontré en una sexshop a las afuera de la ciudad, de hecho, son dos, porque no usas la otra Nicolás. – le decía mirándolo
No tío, gracias así estoy bien. – se pode ver un poco de tristeza en voz.
Si nico, usa la otra y hagamos una carrera. – santiago se le veía muy feliz y su pene ya empezaba a soltar precum.
Nicolas me volteo a ver, mientras apretaba su entrepierna con sus manos, entendí que tenía una fuerte erección que le molestaba, así que le dijo que se acerque a mí, al llegar lo siento en mis piernas, le comento que no tenga vergüenza, que sus tíos iban a entender, no muy convencido pero con la cara rojo de la excitación que tenía, le empiezo a bajar el cierre del cachoron, conocía los lugares de placer de Nicolás, así que mientras bajaba el cierre, lo iba estimulando, pero al sentir que llegaba a su cadera, me detiene.
No papi, así estoy bien. – pero su excitación fue más que su fuerza.
No pasa nada, nadie se va a reír. – que error, le baje todo el cachoron y se escucha la risa de santiago atrás de nosotros.
Jajajajajaja. – su risa burlona hizo llorar a Nicolás.
Santiago, por favor cállate. – le dice su mama muy molesta.
¿Qué paso, porque usa pañal?
Nicolas se acurruco en mis brazos con lagrimas en ojos y yo con el dolor de mi almo procedo a contarles lo que le paso y por qué usaba pañal, santiago se disculpó por haberse reído y entendió por lo que pasaba, dentro de nuestra familia se tiene la regla de no forzar a nadie a tener relaciones si no quieren, así que estábamos en contra de ese tipo de actitudes.
Nicolas ya un poco calmado, le pido que se baje para que vaya a jugar con su primo, pero no quería, no atendía el motivo, entonces le pregunto si paso algo y con cara rojo, me dice en voz baja que se había orinado, me dio un poco de risa, pero me contuve, le pido a mi cuñada que no tiene unas toallas húmedas que me preste.
Si clara, para que las ocupas. – me contesto, mientras se levanta
Lo que pasa es que Nicolás se acaba de orinar y hay que cambiarlo, Santi si puedes ir a mi carro ahí hay otro pañal, por favor. – le dijo muy tranquilo a ambos.
No papá, aquí no, vámonos a la casa. – me dice llorando otra vez.
Si hijo ya nos vamos, pero primero te voy a cambiar, para que no se te irrite la piel. – lo cargo y lo acuesto en una especie banca de concreto.
Aquí está el pañal tío. – me lo entrega y veo que tiene el pene parado.
Mi cuñada me entrega las tollas y le pido a Nicolás que suba las piernas como ya sabía, con un poco de lagrimas y la cara roja, procede a sostener sus piernas y yo le empiezo a quitar las bandas de seguridad, al quitarlo se puede ver como tiene el pene duro y húmedo por haberse orinado encima, procedo a limpiarlo y a estimularlo un poco, ya que por seguridad de él no habíamos tenido ningún tipo de acercamiento, Nicolás empezó a gemir por lo que le hacía, entes de que tuviera su orgasmo, le pongo el pañal y le dijo que aliste que ya nos vamos.
Oye nico, ¿Qué se siente? – le pregunta santiago a Nicolás mientras se masturba eufóricamente.
Que cosa primo? – le contesta preguntado.
Hacer pipi en un pañal.
La verdad, las primeras veces era incomodo y vergonzoso, pero te acostumbras y es como.
Nos vamos de la casa de mi hermano no sin volver a felicitarlo por su nuevo hijo, durante el camino, Nicolás seguía apretando sus genitales, sabia que tenia ganas de tener sexo, pero no lo quería forzar, una vez que llegamos a la casa, me pregunto si podía dormir conmigo, a lo que le dijo que sí.
En la mañana siento que Nicolás se mueve mucho, y siento algo húmedo en mi pene, abro los ojos, sabía que sus ganas de tener sexo iban hacer que el solo buscara su momento para volver a su rutina sexual regular, lo deje que disfrutar de mi pene, mientras yo gozaba de una mamada mañanera, su talento era genial, nose cuanto tiempo llevaba, pero mi orgasmo estaba por llegar.
Mmmm si hijo haaaaaa.- me estaba corriendo a gran cantidad.
2 semanas sin sexo, tenia una gran cantidad, Nicolás intento tragar todo mi semen, pero era una gran cantidad para él, eso y que todavía no tenia un gusto natural por el sabor del semen, deje que escupiera todo el semen sobre mí.
*cof, cof* papi, este yo. – no sabía que hacer
No pasa nada hijo, solo déjame ir a limpiarme. – me levanto a dirección del baño.
Al regresar lo encuentro acostado tranquilamente, empezamos a platicar y me dice que tiene días con ganas de tener sexo, pero que todavía le daba miedo, le comento que no se preocupe, que yo lo voy a esperar y que poco a poco el mismo se va a dar cuenta cuando se sienta listo.
Los días, se convirtieron en semanas y el mes de diciembre llego, Nicolás ya tenía días que no usaba el pañal para dormir, pero sigue sin volverse a andar desnudo o en ropa interior en casa, pero sus impulsos sexuales empezaron a llegar de manera progresiva, había días donde el mismo me buscaba para dejarlo mamarme el pene, o acostarnos desnudos, regresamos a bañarnos desnudos juntos, incluso ya dejaba que lo tocara más, le metía los dedos o empecé a chuparle su pene.
En la ultima semana de clases, teníamos varios eventos, entonces desde antes empecé con penetrar a Nicolás, pero todavía se sentía incomodo, por lo que empezamos usar los juguetes que estaban en el cuarto, así que empezamos a trabajar con la dilatación y penetración por dildo y uno que otro plug anal, pero solo lo quería hacer en el cuarto, no en la sala o en otro lugar de la casa, entonces sabía que su vergüenza al exhibirlo en público era una opción.
Y la primera posada del club llego, Nicolás estaba listo para asistir, pero su vergüenza y pudor era mayor que cuando lo conocí, y me iba aprovechar de eso.
Uuufffff ya quiero la otra parte 😌
Ufff que rico
Ya quiero la siguiente parte