La vida Nicolás 28, accidente en la escuela
A Nicolás se le rompe el pantalón y aprovecho para diviérteme un momento.
Después de aquel intercambio de miradas con el entrenador, nos quedamos a ver el entrenamiento, el equipo tenía buen nivel de habilidades en el futbol, todos parecían del mismo rango de edad entre 10 y los 12 años, a lo mucho algunos de 13, pero no hay mucha diferencia entre las edades, durante todo el entrenamiento no moví el interruptor del vibrador para no molestar al entrenador.
Una vez que el entrenamiento termino y bajamos a hablar con el entrenador y ver si era posible inscribir a Nicolás y que es lo que se ocuparía para que empezara a entrenar.
Entrenador: parece que encontró el juguete especial de mi hijo
Jesús: parece que si. – le entrego el control del vibrador y lo activa en el mismo momento.
niño: mmmmmm. – exclamo el niño que estaba aún lado de él.
Jesús: parece que a su hijo le gusta mucho su juguete, mi hijo también tiene un igual.
Entrenador: jajaja que gusto encontrar a más niños con esos gustos, pero entonces ¿Qué los trae por aquí?
Le platique que Nicolás quería practicar futbol, la edad que tenia y menciono que por estar próximo a cumplir los 11 si se podía inscribir, que las practicas eran todos los días de 5 a 7 de la tarde y que se ocupa el equipamiento básico, que ya lo tenia por el regalo de navidad.
Acompañamos al entrenador hasta el carro, donde seguimos platicando me conto que se Manuel, que antes era maestro de educación física en internado para niños, pero que cerro por problemas administrativos, por lo que tuvo que buscar dos trabajos para poder pagar el tratamiento de su otro hijo que estaba internado en un hospital psiquiátrico infantil.
Entrenador: por cierto, mi nombre es Manuel. – dijo mientras abría por qué equipaje para guardar el equipo de deporte.
Niño: yo soy sant… – Manuel lo voltio a ver a su hijo con cara de enojo. – José, mi nombre es José, tengo 12 años– contesto algo nervioso y mirando a su papá.
Jesús: mucho gusto, entonces nos vemos mañana a las 5 para la primera clase.
Manuel: si claro, mañana nos vemos, José cámbiate por favor, para poder irnos.
En ese momento José, se empezó a quitar la ropa que traía del entrenamiento ahí en el estacionamiento sin nada de vergüenza, una vez que se quedo en ropa interior, me gusto ver que todavía algunos siguieran usando trusas sin problema
José: tiii…. Papá si, papá, ¿heche otra trusa en la maleta? – le pregunto mientras ponía sus manos en el elástico de su trusa, para quitársela.
Manuel: deja checo, pero creo que no, pero toma el resto de la ropa, mientras la busco. – le paso una muda de ropa limpia y seca.
José: igual no importa, no me ponga más cómodo. – se bajó de un tirón la trusa, dejando a la vista su gran cuerpo de preadolescente, su pene estaba erecto, se veían de buen tamaño y sin circuncisión.
Cuando se agacho para ponerse el pants, se le pudo ver el cordón del vibrador que tenía dentro todavía vibrando, porque no me acuerdo de que lo haya apagado, al momento se puso la ropa y se subieron al carro, nos despedimos y acordamos vernos mañana, Nicolás estaba sorprendido que el niño no tuviera vergüenza de quitarse la ropa ahí en el estacionamiento sin que lo obligaran.
De camino a casa, estaba pensando en cuanto tardaría en que Nicolás llegara a ese punto de no tener vergüenza y que pudiera andar desnudo en diferentes partes o trusas, pero sabia que iba a tardar, así que por el momento solo iba disfrutar de su hermoso cuerpo infantil, mientras dure.
Al día siguiente antes de salir de la casa, me di cuenta de que el pantalón del uniforme ya le quedaba un poco apretado, por lo que tendría que comprar otro, sus hermosas nalgas de niño se veían más apretadas y redondas con lo apretado que estaba, lo que significaba que en cualquier momento iba a reventar la costura.
En el colegio, antes de empezar las clases todos los niños de los diferentes grupos siempre juegan y corretean antes de empezar actividades y Nicolás no es la excepción, pero de camino a mi salón de clases, lo veo intentando subir un árbol, junto a varios de sus compañeros y niños de otros grupos, estaba llegando cuando escucho un estallido de rizas y burlas en esa dirección.
No le doy importancia, porque podía ser cualquier cosa, pero en eso llega Nicolás, junto con ivan y otros niños de grupo, Nicolás se veía tapando el trasero con las manos.
Jesús: ¿chicos, que paso, te caíste del árbol hijo?
Ivan: no maestro, algo más gracioso jajajaja. – no pudo contener la risa
Nicolás: cállate ivan. – le contesto Nicolás molesto
En eso los demás chicos empezaron a reír, Nicolás se acercó a mi para decirlo algo al oído, resulta que el pantalón se le había roto desde la entre pierna hasta la mitad de las nalgas, le pedí que se diera la vuelta para ver, y efectivamente tenia toda la costura rota dejando ver su trusa de estampados de estrellas, con elásticos y bordes azul rey.
Si bien sus compañeros ya sabían que usa trusas con diseños infantiles, el hecho de que se le rompiera el pantalón era situación de burla cada vez que pasaba, por mi parte no quise desaprovechar esa gran ventana, para volver a tener a Nicolás gimiendo en la escuela y esconder un poco lo ocurrido.
Nicolás intentaba no pararse de su lugar, para que no vieran su pantalón roto, pero había momentos en los que era inevitable, al momento de salir al recreo no quiso salir, le dije que estaba bien, ya que ese día no tenia que cubrir guardia, todos salieron y Nicolás se quedo sentado comiendo su comida.
Jesús: hijo ven, siéntate conmigo. – se levanto y camino hasta mi lugar para poderse sentar en mis piernas.
Ya había terminado de revisar los trabajos pendientes, tenía a Nicolás sentado en mis piernas, dejando total libertad su recién acceso a sus nalgas, mientras platicábamos de algunas cosas, empecé a tocar sus piernas, subiendo lentamente hasta llegara su trasero expuesto, cubierto por la tela de su ropa interior.
La platica paro, cuando sintió como pasaba mis dedos por la delicada piel de sus muslos, separe más mis piernas, para que las de él se abrieran más dejando más abierto el hoyo del pantalón y tener mejor acceso a su culito, poco a poco se podía ver como su penecito iba despertando, porque una pequeña carpa se empezó a ver en la parte de adelante del pantalón.
Nicolás: Papi detente es peligroso hacerlo en la escuela. – me dijo mientras se mordía el labio inferior.
No le conteste, pero empecé a bajar el cierre de su pantalón para poder tener acceso también su pene, ahora con una mano jugando con su pene y la otra masajeando sus nalgas, era imposible que no pasara nada y la excitación de ser descubiertos hacia más fascinante el momento, si quería hacer algo tenia que actuar rápido, porque el recreo no duraba mucho.
Jesús: vamos Nico, levántate un momento, vamos a hacer esto rápido. – lo levante de mi regazo.
Nicolas: que quieres hacer, nos pueden descubrir.
Empecé a desabrochar el botón rápidamente, pues ya tenia el cierre abajo, le baje tanto el pantalón como su trusa de un tirón, le dije que levantara los pies, le quite los zapatos y le saque el pantalón y trusa, dejándolos debajo de la mesa, moví los cuadernos de los niños y a coste a Nicolás con las piernas abiertas a cada lado de mí.
Nicolás: mmm no papá, aquí no.
Me arrodille y empecé a chupar su delicado pene de 11 cm, empecé a jugar con su prepucio, lo subía y lo bajaba con los labios, pasaba la lengua por el glande abriendo el orificio de la cabecita, dejaba el prepucio abajo y pasaba desde arriba hasta sus huevitos que ya estaban creciendo poco a poco, lentamente me lo metía todo a la boca y hacia succión, saboreando todo su pene, le levante aun más las piernas y empecé a darle un gran beso negro.
Nicolás: mmmmmm papi siiiiii. – su lívido había despertado y ahora solo disfrutaba del placer.
Yo: vamos hijo, agárrate las piernas y dejalas abiertas. – le decía mientras combinaba entre mi lengua y mis dedos en su culito.
Nicolas: hooooo si ahí me gusta. – sabía que había pasado por su próstata en desarrollo, porque apretó su esfínter y levanto la cadera.
Me baje el cierre del pantalón y saque mi pene de 20 cm, sentí un poco de presión por el elástico del bóxer y lo estrecho de la apertura de la bragueta, me puse un poco de saliva para terminar de lubricar y combinarla con el precum que ya tenía, acomode a Nicolás al borde del escritorio, me coloque a la altura y coloque la punta de mi pene en su culo.
Nicolas: espera papi, hazlo lento. – me dijo poniendo una mano en mi estomago para que me frenara.
Yo: lo siento hijo, no puedo ya casi no nos queda tiempo. – y de una sola envestida le deje ir la mitad
Nicolás: haaaa. – quito la mano, moviéndolas hacia atrás, mientras ponía los ojos en blanco.
Yo: vamos hijo, esta va a ser rápido y fondo por que no hay mucho tiempo. – lo agarré de la cadera con fuerza y lo empecé a clavar.
Empecé un mete y saca a gran ritmo, el escritorio se movía lentamente de lugar, lo gemidos de Nicolás se hacían cada vez más sonoros, lentamente con cada clavada iba metiéndole más de mi verga en su culito, hasta que sentí que mi pelvis choco con sus lindas nalguitas blancas de niño.
Yo: mmmm si vamos bien, aprieta un poco más. – agarre sus piernas con fuerza.
Nicolás: mmmmm si papi, más rápido mmmmm justo ahí más.
Plas, plas, plas, se escuchaba por todo el salón, los dulces gemidos y bramidos que soltábamos era lo único que me importaba en ese momento, un mete y saca frenético y lleno de lujuria era la escena que acompañaba a tan sonoro ruido vocal.
Yo: vamos hijo, pon tus piernas a mi alrededor, te quiero coger mientras te cargo. – pocas veces lo había cogido de esa manera y era tan placentero.
apretó sus muslos a mi cadera y se levanto colocando sus brazos en mi cuello, con esfuerzo lo levante sin dejar de penetrarlo, estaba tan concentrado en la cogida que se me olvido de que estábamos en la escuela, hasta que a lo lejos escucho que sonó el timbre y ya había niños tocando la puerta para entrar.
Yo: maldición, justo cuando estaba por terminar.
Plop, sonó al momento de sacarle mi pene del culo a Nicolás, con un poco de dolor e incomodidad, me acomode el pene dentro del pantalón, Nicolás, estaba un poco asustado, por estar desnudo en el salón, me moví rápidamente y le pase solo le pantalón y le ayude a ponérselo, lo mande a sentar y que se pusiera lo zapatos, por el susto no se dio que no tenia la trusa puesta, hasta que se sentó y sintió el frio de su asiento, me volteo a ver al momento que le devolví un sonrisa y abría la puerta a sus compañeros.
El resto de la clase fue tranquila, pero Nicolás en ningún momento se levanto de su lugar, yo lo llamaba a cada momento para que pasara a responder al pizarrón, pero se negaba, las clases del día habían terminado y los alumnos se empezaron a ir lentamente, pero hasta que se fue el último fue que Nicolás se levanto de su lugar, agarrándose el pantalón para que no abriera el hoyo.
Se paro a un lado de mi escritorio y le mostré su trusa en un cajón, la iba a agarrar, pero lo cerré en cuanto se movió.
Yo: si la quieres, vamos a terminar lo de hace un momento. – fui a cerrar la puerta y de regreso ya me estaba bajando el cierre y desabrochando el pantalón.
Me senté en mi silla y me baje el pantalón y boxer, dejando mi pene ya erecto a la vista, Nicolás se arrodillo y empecé a darme un oral tan lento pero profundo llenando mi verga de su saliva, una vez que estuvo lo suficiente humedad, se iba a quitar el pantalón, pero no le dejo, agarre los pedazos de tela y la estire más para seguir rompiendo la costura, hasta llegar al cierre.
Yo: vamos hijo, siéntate en tu trono. – le decía mientras meneaba mi pene con la mano.
Coloco sus piernas a mi costado, con su mano coloco mi pene en su ano y fue bajando lentamente hasta estar totalmente clavado, como todo un vaquerito empezó a cabalgar con un rimo lento, llegando hasta un poco antes de la mitad de mi pene y volviendo a bajar, sus mejillas se empezaron a poner rojas y a respirar con dificultad.
Yo: vamos más rápido que tenemos que irnos, pero hasta que deje mi leche en tu lindo culito. – pase mis manos por debajo de sus piernas y le ayude a subir y bajar con más velocidad.
Nicolás: mmmm si papi. – su culito seguí un poco abierto de hace unas horas lo que hacía más fácil penetrarlo a fondo.
Ya me estaba cansando, así que lo levante y lo coloque otra vez en el escritorio con las piernas arriba, el hoyo del pantalón quedaba justo en sus nalgas y por lo estirado de hace momento y la posición que estaba, también podía sacar el penecito de nicolas, una vez en posición le deje ir mi pene hasta el tope.
Yo: prepárate, porque no me voy a salir hasta que eyacule. – le advertí
Nicolas: mmmmm si está bien papi.
Con esta advertencia, me dispuse a envestir su fino cuerpo de niño, lo coloque en la orilla de la mesa, separe sus piernas a mi antojo y para mi gusto visual saque su pene para verlo brincar con cada clavada que le daba, como un toro en brama, empecé con una penetrada brutal.
Plas, plas, auch, mmmm, más cuidado papi, mmmm, era todo lo que se podía escuchar, yo estaba como poseído por su culito, mi gusto era poder llenarlo de semen lo más rápido posible, podía ver como su pene botaba con cada penetrada y su carita se transformaba por el placer de estar estimulando su ano.
Yo: vamos hijo, solo un poco más, eso aprieta mmmmm. – yo estaba a punto de terminar y quería seguir penetrándolo.
Sin sacarle mi pene, le di la vuelta para que quedara en posición fetal sobre el escritorio, con la altura suficiente de no estar agachado para poder coger, a un ritmo más violento lo seguí penetrando, sentía como mi verga topaba con el final de recto, o por lo menos sentía como un tope en lo profundo de su ano, sentir eso me motivo a ser un poco más brusco.
Nicolas: auch papi, más cuido siento que me lastimas.
Yo: ufff siiiiiii.
Por instinto, le di una fuerte nalgada en su pompi derecha, dejando mi mano marcada, de una ultima estocada le clave todo mi pene y le dejé ir todo el semen que traía acumulado por no poder haber podido eyacular hace un momento.
No sabia cuantos disparos de semen le deje adentro, pero sentía que se me vaciaron los huevos, poco a poco fui perdiendo la energía, hasta que me temblaron las piernas y me tuve que sentar, mi pene estaba irritado por la fricción de la cogida y todavía salían algunas gotas de semen de la uretra, por su parte nicolas seguía en la misma posición y se podía ver como su ano estaba totalmente dilatado e irritado y su penecito seguía un poco erecto todavía.
Yo: wow hijo tenia ganas de una cogida como esa, me siento algo cansado.
Nicolás: me duelen las piernas y el culo papi. – se empezó a bajar de la mesa.
Al tocar el suelo, sus piernas temblaron haciendo que se recargara en mis piernas, lo iba a sentar en mis piernas cuando se escucha que alguien abre la puerta, era el señor la limpieza iba a empezar a hacer su trabajo en los salones, cuando nos vio se disculpo y se fue, rápido agarre mis cosas y las de Nicolás y nos fuimos del salón, a Nicolás se le dificultaba agarrar el paso a caminar, caminaba con dificultad y con las piernas un poco abiertas.
Yo: camina bien hijo, recuerda que tienes el pantalón roto y alguien se puede dar cuenta…
En ese momento recordé que había dejado el calzoncillo de Nicolás en el piso, cuando lo saque para limpiar los restos de semen que tenia en el pene, le dije a Nicolás que se fuera al carro que había olvidado algo en el salón, me regrese rápido esperando que todavía no haya empezado a limpiar, cuando voy llegando al salón me doy cuenta de que él iba saliendo del salón de Saul, así que me apuro y voy a mi escritorio recojo la trusa y la guardo en mi bolsillo.
Voy a dirección a firmar de salida y al llegar al carro veo a Nicolás de cuclillas a un lado y con el culo expuesto, me para justo atrás de él y veo la gran cantidad de semen que había salido de su ano, saco su trusa y me agacho sin hacer nada de ruido y se la coloco como tapando una fuga, se asusta y se deja caer hacia adelante.
Nicolas: papá me asustas. – me dijo mientras sostenía su trusa en el trasero.
Yo: ten más cuidado con lo que haces, alguien puso darse cuenta, pero que bueno que limpiaste tu culito, así no manchas el carro.
Nicolas: si no hubieras dejado tanto semen dentro de mí, se me empezó a escurrir por la pierna, así que aproveche que no había nadie y lo saque todo.
Y si cuando se levantó, se podía ver unas líneas húmedas en la parte de atrás del pantalón, nos subimos al carro, Nicolás se quitó el pantalón pues ya no servía y se coloco su trusa, llegamos a la casa, lo mande a bañar y que se alistara porque era su primer día de entrenamiento, se le olvido que le dolían las piernas porque subió corriendo por las escaleras.
La comida ya esta lista, así que yo también me fui a cambiar, recordé que yo tenia el uniforme que le regale de navidad guardado, así que aproveche también para buscar algún juguete para que el primer día de futbol de Nicolás sea especial, me estaba por meter a bañar, cuando Nicolás llega y me dice que no encuentra su uniforme, le dijo que se quede así un momento, que lo tenia guardado y lo tenía que buscar.
Al salir de mi habitación ya cambiado y con el uniforme en la mano, llego a su cuarto y lo veo de cabeza frente al espejo, viéndose el ano mientras se lo toca con una mano, se metía un dedo como sorprendido, poco a poco se fue metiendo más dedos, hasta tener 3 dentro.
Yo: hijo que haces.
Nicolás: haaaaaa papá, que haces ahí parado me asustaste. – se paró quitándose la mano del trasero y dejando a la vista su pene parado.
Yo: parce que disfrutas el tener algo adentro de culito.
Nicolás: no es solo que, yo… – no sabía que decir
Yo: en ese caso, vamos a la sala de juegos, creo que tengo algo que te pudiera gustar.
Bajamos y busqué algo que todavía no pensaba usar en él, pero que yo usaba algunas veces, después de buscar en unos cajones encontré lo que buscaba en la medida correcta.
Yo: siéntate en la silla y levanta las piernas.
Se coloco en la posición que le indique y con un poco de lubricante y le mostré lo que iba a usar esa tarde de entrenamiento, era un masajeador prostático con correas que vibran para el pene, le puse lubricante a la parte que iba dentro de su ano, pero primero le coloque las correas cruzadas en el pene, dejando a los testículos un poco apretados y el pene más expuesto, le metí la parte que a masajear desde adentro y lo mande a que se pusiera un trusa que no fuera blanca porque se podría ver lo que traía puesto porque era negro.
Bajo con una de las trusas color neón que le regale de navidad, le di la ropa para que se terminara de vestir, per al ser blanco se transparentaba un poco dejando un poco a la vista el color naranja neón de su calzoncillo.
Antes de ir al campo de futbol, teníamos que ir comprarle un nuevo pantalón del uniforme ya que no tenía, fuimos a la tienda oficial del colegio, sorprendentemente estaba algo llena, parecía que todos iban a comprar uniformes después de vacaciones, había alumnos principalmente de sexto año y de secundaria, lo suponía por la estatura que poseían.
Fuimos a la sección de primaria a buscar esta vez, la talla correcta, ya que estaba creciendo y no tenia ganas de estar comprando pantalones cada vez que rompiera uno, escogí dos pantalones, uno de su talla y otro un poco más grande como una talla más grande, vamos camino al probador donde nos toca hacer fila.
Le paso el pantalón más grande primero, para que lo pruebe mientras yo me pongo a hablar con algunos padres de familia y exalumnos, cuando pasa Nicolás al probador prendo el masajeador en intensidad media, escucho desde adentro del cubículo como Nicolás suelta un gemido, veo ligeramente como se abre la tela del probador dejando ver como Nicolás ya estaba en calzoncillos únicamente, le pido que salga para ver como le queda, efectivamente le queda largo, pero quería ver si se le veía bien.
Yo: ven hijo, quero ver más de cerca. – sale del probador
Le pido que de vueltas, me agacho y veo el tiro si no le queda muy largo, le queda bien, no había visto que tenía agarrada el pantalón, pero le pido que se levante la camisa para ver si le quedaba suelto o muy grande, pero en cuanto hizo eso el pantalón se le fue hasta los tobillos de lo grande que le quedo.
Jajaja parece que su hijo este feliz maestro. – dijeron unos exalumnos de secundaria, al ver la erección de Nicolás
Yo: hijo por favor, pruébate este entonces, este no te queda. – le saque el pantalón ya que lo tenía a los pies.
Nicolas se tapa la erección con el pantalón, dejando la vista sus nalgas en esa trusa neón camino al probador, sale y este se le ve mucho mejor, le pido que haga lo mismo que hace momento y esta vez no se le cae, así que le pido que se cambie que lo vamos a comparar, cuando vuelve a salir ya con su short deportivo, apago el masajeador y nos vamos después de pajar la ropa.
Yo: ¿oye Nico, tu cumpleaños ya está cerca, que vas a querer hacer? – le pregunto con toda tranquilidad mientras iba conduciendo, rumbo al deportivo.
Nicolas: mmmm no se me ocurre nada, te puedo contestar después. – iba jugando con su pene sobre el short que todavía seguía un poco parado.
Yo: claro que si, pero que no sea muy tarde porque luego no puedo organizar nada.
Llegamos al deportivo y nos dirigimos hacia la cancha, algunos chicos van llegando, el entrenador y su hijo ya estaban ahí, le hablo al entrenador para hacer el pago de la inscripción y lo de la semana.
Yo: uno por uno. – y le hago entrega del controlador del masajeador.
Entrenador: jajaja parece que va a estar entretenido el día de hoy. – mostrando también que traía otro en su bolsa.
Me rio y le doy la mano, me voy a sentar a ver el entrenamiento y ver como los 2 niños van haciendo caras cada vez que el entrenador prendía y apagaba los juguetes.
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Chicos la verdad una disculpa por tardar tanto, pero e tenido problemas de inspiración para escribir, espero que los próximos relatos no tarden tanto, porque queda mucho Nicolás para rato, por el momento quiero ver su creatividad y participación para organizar la fiesta de cumpleaños de Nicolás, la mejor idea será parte del próximo relato.
Acuérdense que es una fiesta infantil, pero con un trasfondo sexual.
Ufff tus relatos de Nicolas son cada vez más buenos, espero algún día podamos hablar
me gusta
Vale la pena la espera
1 Una fiesta con juegos morboso tipo, ponle el consolador o plug al niño (como ponle la cola al burro pero pues con plug o consoladores y niños)
2 Juego de las sillas pero con consoladores en cada silla, con musica y cuando se acabe o pare deben sentarse hasta el fondo en la silla
3 La fiesta puede ser temática y que los niños vayan disfrazados de la temática, tipo de guerreros, o indios, o Dioses griegos o lo que sea que tenga un disfraz con poca tela (aunque seria algo parecido a lo que hiciste en halloween)
4 Ponerle retos o juegos a los niños y que a medida que pierdan se tengan que quitar una prenda asi hasta que se acaben los juegos y asi como queden deben seguir el resto de la fiesta y asi se deben ir a su casa, no se pueden vestir
5 También que al final todos los adultos eyaculen sobre el pastel de Wilmito y ahi si ya se lo dan de comer o lo reparten para todos los niños
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