Las aventuras de Nicolas y su Papa (4)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frannsalazaress.
Esperaba con ansias volver a la casa de mi padre para estar con el, después de sus declaraciones en Instagram pensaba que tenia mas posibilidades con el.
Todo este mes me la pase pensando en como hacer para que papa se interese en mi, sin duda tenia un plan.
Estaba en mi cuarto preparando mi maleta para volver a casa de papa, de la nada se me ocurrió no llevar mis boxers o mis calzoncillos así el tendría que prestarme de los suyos, eso quiere decir que compartiremos nuestra ropa interior.
En cuanto cerré mi maleta mi madre me llamo, era hora; por fin vería a papa.
En el camino me la pase pensando en nuestras experiencias, en como toco mis pezones, en su cuerpo peludo o en sus erecciones.
Era viernes, papa trabajaba, el trabaja en una empresa.
Llegaría a las 12 o un poco mas tarde, tome la llave de mi bolsillo y abrí la puerta de su casa tras saludar a mama.
Papa es un tipo o muy ordenado o muy desordenado, todo depende de si tiene mucho trabajo o no.
Al abrir la puerta pude notar de que si, tenia mucho trabajo la casa era un desorden; Sobre el sillón había ropa sucia, sus camisas y algunos pantalones, en la cocina aun habían platos sin lavar etc.
Pasaron las horas y papa aun no llegaba, me desilusiono mucho ya que el me había prometido que íbamos a salir a cenar y tal vez pasábamos por el cine, ambos somos fanáticos.
Lo único que hice fue entrar a mi cuarto, no había entrado en dos meses y todo estaba tal cual lo deje, al ver que no tenia que hacer mi cama, fui a la sala y tome toda esa pila de ropa sucia, encontré algunas camisetas de deporte, al parecer papa se estaba ejercitando.
Obviamente las olí pero ya casi no tenían olor.
Pase al rededor de tres horas viendo televisión, me hubiese pajeado pero realmente no estaba de animo, esperaba ver a papa.
Luego de deducir por mi mismo que llegaría muy tarde me fui a mi cama, me puse mis auriculares y me dormí.
A la mañana siguiente el sol me despertó, esta habitación tenia muchas ventanas, parpadee un par de veces para que mi vista se adaptara.
Como todo hombre me levante con una erección, espere que se bajara por si sola y balancee mis pies a un lado de la cama para ponerme mis pantuflas y levantarme.
Sali de mi habitación con mi pantalón, debajo no llevaba nada, y mi camiseta de tirantes color blanca.
Camine por el pasillo hasta llegar a la puerta del baño, al abrirla me choque con papa, el estaba con una remera negra, bastante ajustada y unos boxers, me lo tope mientras se afeitaba, todo su rostro estaba lleno de espuma de afeitar.
– Papa, hola -salude amagando a darle un beso en la mejilla pero solo chocamos los puños ya que su rostro estaba con espuma.
– Nico, hola ¿como andas? anoche estabas dormido y no te iba a despertar.
– aclaro secando su rasuradora con la toalla.
– Llegaste tarde.
– comente esquivándolo para ir a orinar, esa era parte de mi plan, trataría de perder todo el pudor que teníamos aun que signifique violar su privacidad.
Saque mi pene y de reojo miraba su paquete apoyado en el mármol del lava manos.
– Si, ahora salgo.
-dijo papa saliendo, dejándome solo, al parecer me costaría un poco mas de lo que pensé.
Luego de que terminara de orinar, me peinara, y cepillara mis dientes fui a la cocina, papa se estaba preparando un café y me ofreció una leche con chocolate, le dije que si y la hizo al instante.
Luego de que se disculpara una y otra vez por llegar tarde y de que yo le expresara lo enfadado que estaba me tomo de la cabeza y me jalo el cabello jugando.
– El mes pasado empece el gimnasio -comento dándole un sorbo a su café- voy los sábados y domingos -añadió
– ¿Sábados? ¿Hoy? ¡Papa! no me digas que me vas a dejar acá solo -dije mostrándome enfadado
-No, te iba a decir que hoy vayamos al club en donde voy al gimnasia, podemos ir a nadar y de paso te matriculas ahí y me acompañas al gimnasio ¿queres? -propuso entusiasmado.
Luego de que aceptara le dije a papa que iba a tomar una ducha, lo deje solo en la cocina y fui al baño a ducharme, luego de que me duchara tome una toalla y me la puse al rededor de mi cintura y camine hasta la cocina.
– ¿Que paso? -pregunto papa, al verme dejo su taza de café en la mesa.
– Eh.
soy un tarado, no me traje calzoncillos.
-dije riendo para que sonara mas convincente- me los olvide en el tendedero -aclare luego de que se ocurriera.
Papa dijo "Bueno", le dio un ultimo sorbo a su café y salio de la cocina, luego de unos minutos volvió con un calzoncillo en sus manos, era color verde oscuro y estaba algo roto.
– Toma, solo tengo tres.
-dijo dándomelo.
Me llamo la atención que solo tenga tres calzoncillos y me sonó excitante, ahí mismo me quite la toalla de la cintura y metí me puse el calzoncillo, papa al verme volteo como si le hubiese dado vergüenza o algo así.
Tras ponerme el resto de mi ropa y esperar que papa se cambiara salimos en el auto al club.
En el camino hablamos de que había hecho el mes pasado pero nada fuera de lo común.
Cuando llegamos me matricule y fuimos directo a los vestuarios para ponerme mi traje de baño, los vestuarios siempre me encantaron, para un adolescente de 15 años como yo ese lugar es el paraiso; hombres de todas las edades paseando sus vergas y sus pelotas.
Un catalogo de penes, unos mas velludos, otros no tanto, mas chicos, mas grandes, mas venosos etc.
Tetillas gordas y velludas, algunas mas discretas.
Pechos lampiños y otros frondoso, y lo mejor de todo es el olor.
Me senté en una banca, a un lado había un hombre, tal vez 35 años, era musculoso y lampiño, procedí a desvestirme en frente de el pero no me lleve ninguna de sus miradas.
Algo que me encanta de este lugar es que todos se desvisten en frente del resto, obviamente hay algunos mas pudorosos, entre esos mi padre, el fue hasta un cubículo para ponerse su traje de baño.
En la espera me quede sentado observando a todos estos machos, un juego que siempre me gusta jugar en estos lugares es adivinar el vinculo que hay entre estos hombres.
A lo lejos cerca de las duchas un hombre de 60-70 canoso y velludo esta junto a un chico, mucho mas joven que el: Padre e hijo, obviamente.
En las bancas habían tres hombres, ellos hablaban y reían sin parar, al parecer no les molestaba mucho estar desnudos: Amigos de la infancia, obviamente.
– Vamos.
-dijo papa detrás de mi pero no lo escuche ya que estaba ocupado viendo a un hombre con su pene parado, me daba gracia como trataba de esconder su erección pero era muy evidente- ¡Nico! -exclamo papa, esta vez si lo escuche y espero que no haya notado mi interés, sali de los vestuarios junto a el.
El traje de baño de papa era bastante corto, sus piernas fibrosas y velludas se llevaban las miradas de las mujeres, tanto su torso como su pecho están dotados por una mota de pelo bastante frondoso que se extiende hasta su pubis y de vez en cuando se afeita.
Los dos nos metimos en la piscina, cuando esta mojado pareciera mas velludo, eso me excita demasiado.
Por mas de una hora papa y yo jugamos, nadamos, nos ahogamos en forma de juego, me hizo recordar al la laguna aquel día que raspe mi pierna.
Cuando la piscina ya estaba casi vacía decidimos irnos, en el camino a los vestuarios papa me dijo si había visto a una chica, que su traje de baño estaba muy apretado y estaba muy sexy, ese era un comentario típico de papa.
Por alguna razón siempre que decía esas cosas me ponía nervios y solo me limitaba a asentír con la cabeza.
Una vez en los vestuarios papa me dijo que se iba a bañar, pensé que nos íbamos a duchar en casa, mas bien no tenia planeado ducharme.
Los vestuarios estaban casi vacíos, solo habían ancianos que para mi gusto no eran nada atractivo, el único macho atractivo aquí era papa.
Papa se alejo de mi y encendió una ducha, rápido lo seguí y me puse en la ducha que estaba a la izquierda, estas lamentablemente estaban separadas por una pequeña pared del piso al techo.
Mi padre estaba completamente desnudo, se había deshecho de su traje de baño, le eche un rápido vistazo y me dispuse a comparar nuestros cuerpos.
A pesar de que soy su primogénito y su único hijo nuestros cuerpos no se parecen demasiado.
Yo soy delgado, y pálido.
La zonas en donde tengo vello son mis axilas, mi pubis, arriba de este y debajo de mi ombligo y finalmente mis piernas.
Papa no es ni delgado ni muy gordo, es mas bien fibroso, sus abdominales no están marcados.
Su piel es mas bien bronceada y contrastan de maravilla con sus vellos que a diferencia de mi estos cubren todo su cuerpo.
Luego de esa analogía me sumergí en el agua tibia.
Escuchaba los movimientos de papa del otro lado de la pared, escuchaba el jabón deslizarse por sus vellos.
No me pude resistir y trate de observar un poco, al igual que yo papa tenia una erección, su cuerpo estaba cubierto de blanco, espuma.
Me arme de valor y trate de ser fiel al plan que había hecho en casa; Papa debía verme con erecciones.
Sali de la ducha pasando por su lado, obviamente el se dio cuenta de que mi pene estaba erecto, me puse una toalla al rededor de mi cintura y seque mi cuerpo, al ponerme sus calzoncillos mi pene salia por un costado, me puse mis pantalones y luego mi remera.
Papa salio de la ducha luego de unos minutos y lo note algo tímido, el de inmediato se puso su toalla y no me miraba en ninguno momento.
Papa me dio dinero para que vaya a comprar algo al bufete, realmente no quería irme pero no tenia excusa para quedarme así que fui a comprar unas donas y fui directo al auto tal cual el me ordeno, luego de que comiéramos esa donas volvimos a casa.
Hablamos de temas varios y ya casi era hora de la cena, papa me dijo que iba a descansar un rato y luego prepararíamos algo de comer.
Me metí a mi cuarto y me dispuse a seguir mi plan; debía verme cuando me masturbaba o al menos escucharme.
Deje la puerta abierta y comencé a rozar mi paquete, una erección se dibujo debajo de esos calzoncillos que me producían tanto morbo.
Saque mi pene del calzoncillo y note algunas manchas de liquido pre seminal en el verde de esos calzoncillos, lo manche, pensé algo preocupado.
Pero seria mejor, el vería mis fluidos en sus calzoncillos.
Mi pene estaba húmedo y eso provocaba mas ruido aun, nuestras habitaciones estaban casi pegadas así, no había manera de que no escuchara, lance un gemido del cual luego me arrepentí, muy obvio.
Tras unos minutos me corrí, evite limpiar el semen de mi glande para que los calzoncillos quedaran impregnados con el.
Camine hasta la cocina y papa estaba ahí, eso quería decir qeu en algún momento salio de su habitación y con un poco de suerte me había visto.
– ¿Te ayudo con eso? -le pregunte mientras el cortaba unas zanahorias.
– Si, dale.
-respondió dándome el cuchillo- pero lávate las mano, no quiero semen en mis zanahorias.
Luego de eso quede atónito, me reí y me senti feliz, mi plan estaba funcionando.
Lave mis manos y corte las zanahoria, papa y yo preparamos carne con algunas verduras.
En la cena hablamos de muchos temas entre ellos de nuestras vacaciones en la montaña, trate de llevar el tema a nuestro momento intimo pero el lo evitaba a toda costa.
Papa se fue a acostar y lo salude dándole un beso en su mejilla pinchuda por su barba.
– ¿Pa?
– ¿Si?
– ¿Queres que veamos una película? -pregunte a lo que el se mostró entusiasmado.
El sofá de casa de papa es en forma de "L", normalmente nos sentamos separados pero esta vez me senté a su lado.
La película comenzó y a papa le estaba gustando pero a mi no tanto, no comente nada y sutilmente apoye mi cabeza en su hombro.
Pasaron los minutos y simule estar dormido, papa se había dado cuenta ya que le bajo un poco el volumen a la televisión, deslice mi cabeza un poco, quedando en su axilas, el olor a macho que salia de ella me volvía loco.
Estar tanto tiempo inmóvil y simulando estar dormido había hecho que se juntara mucha saliva en mi boca, la cual no trague por miedo a que se diera cuenta de que no estaba dormido, involuntariamente de mi boca un hilo de saliva salio, se deposito en la musculosa beige de papa.
El se dio cuenta y corrió mi cabeza, la puso en su muslo.
El llevaba unos pantalones cortos y podía sentir sus vellos en mi mejilla.
Estar tan cerca de su pene me había provocado una erección.
moví mi cabeza un poco y a los segundo papa apago la televisión, me asusto un poco que me descubriera.
Se levanto del sillón, yo estaba a punto de voltear la cabeza para ver a donde había ido pero regreso y me volví a hacer el dormido, el se sentó a mi lado y apoyo su gran mano en mi cabeza.
el permanecía ahí, inmóvil y al cabo de unos minutos no podía creer lo que el hacia<; se estaba masturbando, pude deducirlo por los movimientos y por el sonido, pero no podía verlo ya que mi cabeza apuntaba en otra dirección.
Unos gemidos muy tenues salieron de su boca y quito la mano de mi cabeza, al parecer había eyaculado.
se volvió a levantar y esta vez me tomo en sus brazos y me llevo a su cuarto, yo en ese momento tenia una erección enorme y me dio un poco de vergüenza.
El me dejo en mi cama y yo con los ojos entrecerrados pude ver como fijo sus ojos en mi erección.
Papa tomo el elástico de mi pantalón y me lo quito, lo doblo y lo puso en una silla, estaba a punto de irse pero regreso y tomo una sabana, antes de taparme con sus manos rozo mi pene, senti un cosquilleo en mi, el levanto el elástico de mis boxers y se quedo mirando mi pene.
Con su dedo toco mi glande completamente lleno de liquido pre seminal, un hilo conectaba su dedo con mi glande y finalmente se corto cayendo en mi remera.
Papa me tapo con la sabana y beso mi frente y luego se fue cerrando mi puerta, estaba que explotaba, no podía creer que tocara mi pene.
Esa noche me masturbe y eyacule como un semental.
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