Las Escondidas
Los niñitos de el barrio querían jugar a las escondidas, pero no sabía que uno de ellos sería un pequeño travieso .
Soy Rafael en aquel tiempo tenía 20 años y acababa de terminar un partido de futbol en mi colegio y aún con mi ropa deportiva caminé hacia mi Casa, que estaba un poco retirada de mi colegio era un Chico atleta con buen fisico gracias al deporte que ejercía.
Al llegar al barrio me detubé a pocas cuadras de mi casa para descansar un poco y allí estaban el grupo de niños del barrio jugando a las escondidas.
Jaimito el lider del grupo me preguntó si había ganado el partido yo le respondí que si, tambien me preguntó que si quería jugar con ellos, fue entonces que sin darme cuenta Fermín el mas pequeño del grupo me abrazó por la espalda y me dijo –si Rafa juega con nosotros!!! Yo me lo quité de encima y le dije que no.
Los niños estubieron incistiendo mucho para que jugara con ellos hasta que les dije – esta bien solo dos rondas porque tengo que llegar a mi casa, Jaimito se pusó contra la pared y empezó a contar, todos los niños buscaban un escondíte y yo me fuí hacia una casa abandonada que estaba en construction que nunca terminaron, los niños no se atrevían a entrar por miedo.
Sin darme cuenta Fermín entró junto conmigo la casa tenía una ventana que daba hacia la calle y yo me escondí debajo de esa ventana para poder asomarme y espíar si Jaimito se alejaba de la base al asomarme veo que Jaimito esta muy cerca de la base aún, así que rapidamente me agacho para evitar que me descubra fue entonces que siento que Fermín toca mi «bulto» con su manito, yo al darme cuenta retiro su mano de mi bulto y le digo – que estas haciendo Fermín? El unicamente me responde con una risa nerviosa – jijijiji al poco rato cuando Jaimito se alejó lo suficiente de la base corro para salvarme y Fermín corré detras de mi, mientras Jaimito buscaba a los demas Fermín se sienta a mi lado y yo no podía evitar verlo de reojo pensando en lo que ese niño había hecho, pero no me atreví a decirle nada.
En la segunda ronda vuelvo a esconderme en la casa abandonada para repetír la misma tecnica y Fermín se vuelve a esconder junto conmigo y el niño volvió a aplicar su misma tecnica ,al agacharme nuevamente para que no me vieran Fermín me agarra mi bulto de nuevo pero esta vez algo dentro de mí me impidió que retirara su mano, en el fondo quería ver hasta donde llegaba ese niño, yo veía como el niño manoseaba y apretaba mi paquete sin quitarle la vista de encima, el niño estaba completamente entretenido con mi bulto y no pude evitar que pasara lo que tenía que pasar.
Por el lado izquierdo de mi bulto brotó un tronco largo, grueso y duro que Fermín inmediatamente tocó con su otra mano.
En ese momento yo estaba inmovil, ya mi mente estaba viajando en otra dimension, permitía que las manitos del niño hicieran su trabajo sin necesidad de que yo hiciera nada, pero ese momento de Gloria fue interrumpido por un grito – ya los vííííí!!! Era Mayito otro de los niños que estaba buscando a sus compañeros en esta segunda ronda.
Mayito sale de la casa apresurado mientras yo me levanto muy nervioso pensando si Mayito alcanzó a ver lo que Fermín me estaba haciendo, mientras salgo de la casa me acomodo la ereccion que se notaba descaradamente de entre mis delgados shorts de futbol, pero por suerte Mayito no se había dado cuenta de nada, al poco rato algunas madres de los niños salieron a llamar a los niños para que entraran a cenar y poco a poco el grupo se fue haciendo mas pequeño hasta quedar Fermín y yo solos.
Fue allí cuando le pregunté a Fermín — Porque me tocabas cuando estabamos escondidos Fermín? El respondió — Es que cada ves que te agachabas se te ve una «pelotota» muy grande allí en tu «pipi» el niño había usado un lenguaje muy infantil para describir el bulto que se marcaba en la entrepierna y la verdad eso me enorgulleció y me calentó muchisimo, pero el niño quería matar su curiosidad y me preguntó — porque la pipi se te pusó muy dura cuando te estaba tocando?
Yo opté por utilizar su mismo lenguaje — Lo que pasa es que a los hombres cuando nos tocan allí la pipi se despierta y se enoja mucho porque la despertaron —Jajajajaja eso no es cierto Rafa la pipi no se enoja.
— Claro que es verdad es mas se enoja tanto que hasta te escúpe.
Ante esa respuesta el niño abrió los ojos mostrandose incredulo — No te creo — quieres ver como si es verdad lo que te digo? Me pare y le dije que me acompañara a la casa abandonada y mientras entrabamos miro para todos lados para asegurarme que nadie nos mire, ya adentro de la casa, tomo a Fermín de la mano y lo pongo frente a mi, su cabecita quedaba justo frente a la carpa que mi verga erecta había hecho en mi short, de un solo me bajo el short probocando que mi verga se balanceara en frente de su carita, la cara del niño era de sorpresa — tienes la pipi muy grandota y muy peluda!!!! — y vez como ya esta enojada contigo porque la despertaste ahora tienes que hacerla enojar aún mas para que veas como te escúpe.
— y Como? Preguntó Fermín, fue entonces cuando empeze a pajearme la verga — Mira como estoy jalandome la pipi eso tienes que hacer tú con tu mano
Fermín inmediatamente empezó ha pajearme tal y como yo le había dicho mientras yo giro mi cabeza hacia arriba disfrutando del calor y del forte de su manito en mi verga, al poco rato el niño paró de pajearme — ya me cansé.
Yo le respondí con la voz entrecortada y con la respiracion aselerada — hazlo con las dos manos.
Fermín me obedeció y seguia jalandome la verga con las dos manitos y podía sentir que aún así sus manitos eran muy pequeñas para abarcar el largo y grosor de mi tronco que cada vez estaba mas hinchado, Fermín insistía en que sus brazos estaban cansados, baje mi mirada y le dije — usa tu boca chupala como si fuera una paleta.
Fermín se negó dijo que por allí haciamos pipi —quieres verla escupir o no? Haz lo que te digo si no, no va a pasar nada, Fermín acepto no muy convencido pero cuando sentí la humedad de su boquita entrar por la cabeza de mi verga, sentí la Gloria de nuevo, obviamente el niño era muy torpe para mamar pero mientras lo hacía yo le explicaba en voz baja como hacerlo poco a poco el niño era cada vez menos torpe mientras yo disfrutaba de ese placer que El Niño me daba, mis ojos estaban en blanco mientras el niño me mamaba la verga ayudado con sus manitos —mmjjmmjjjjmmmjjjj podía escucharle los pequeños gemidos ensalivados que Fermín hacía, fue entonces que sentí un cosquilleo nacer dentro de mí sin previo aviso retire la boca de Fermín de mi verga y fue allí cuando mi verga enfurecida escupió sin compacion el parpado y mejillas de Fermín.
— Aaaaggghhhh,aaaaaaaggghhhhh, uuuuuuffff.
No pude evitar gemir de placer, Fermín seguía con la boca abierta, no daba credito a lo que acababa de precenciar, lo que yo le había dicho era cierto, mi verga le había escupido la cara.
El niño había terminado con su trabajo justo a tiempo, pues en la calle se escucho el llamado de su madre — Feeeerrrmíííín en donde estas?
Yo rapidamente me quite la camisa y le limpíe el semen en su carita en voz baja le díje a Fermín que no dijera nada de lo que había pasado, el niño acento con su cabecita y le dije que saliera, cuando el niño se reunió con su mama, Ella le preguntó que que hacía adentro de esa casa, Fermín astutamente le dijo que jugaba a las escondidas pero que los demas niños ya se habían ido para su casa, la mama no dudo en el niño pues su mama estaba un poco perturbada ya que años atras su marido la abandonó y eso la trastornó ahora vivía con los abuelos de Fermín que ya estaban muy mayores, mientras Fermín y su mama se alejaban yo salí cuidadosamente de la casa abandonada para que nadie me viera llegue a mi Casa y me metí a baño para bañarme, mientras me bañaba y enjabonaba mi cuerpo pensaba en lo sucedido, pense que allí había terminado todo, pense que en ese momento Fermín había enfríado mi calentura y que de allí no pasaría.
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