Las escondidillas (El tambo 2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Gracias a todos por sus comentarios y como prometí aquí está la segunda parte de la historia.
Recapitulemos. En el capítulo anterior les conté como mi mejor amigo y yo, ambos de 14 años, le propusimos, a Julián de 9 que nos hiciera una mamada, esto lo inició mi amigó un poco como juego al principio, pero cada vez era más real y si bien el nenito se negó, bastó con que Jorge nos dejara a solas, para que yo por medio de engaños y juegos logrará que Juliancito me hiciera acabar con sus manos y boca en mi verga.
Ahora bien no hice ninguna descripción de personajes, así que quiero hacerlo ahora.
Primero Julián, como ya mencione era un nene de nueve años, moreno claro, delgado, debía haber medido unos 1.45 cm, la verdad es que era un niño muy "mono" pues era bastante bonito de la cara, con ojos grandes y cafés y una sonrisa constante en la cara.
Julián era un niño mimado e inocente, fingía la voz, por lo que hablaba como si tuviera 5 años y se comportaba con frecuencia como bebe estúpido. Eso me desesperaba de él, pero ahora creo que gracias a eso logramos que hiciera lo que le decíamos.
Por otro lado Jorge, mi mejor amigo desde los seis años, su familia venía de la costa, por lo que su piel era moreno oscuro, rayando en lo negro, era muy corpulento y alto para la edad, pues tenía casi 1.70 cm de altura. Haciendo honor a su raza y tamaño Jorge tenía una verga que podía pasar sin problemas por la de un adulto, le medía como 16 cm y era bastante gruesa, sin problemas una mujer u hombre adulto habría quedado satisfecha/o con esa verga bien clavada…y eso que recordemos hablamos de un chico de 14, seguramente hoy por hoy, que rayamos los 30 la verga de Jorge debe tener disensiones considerables
Finalmente yo, en aquél entonces era un chico menudo y algo bajo, debía medir algo así como 1.55 por lo que apenas le llegaba al hombro a Jorge, mi verga también era más normal para la edad, algo así como. 13 cm, el color de mi piel era y es blanco.
Como mencione en el capítulo anterior tanto Jorge como yo fuimos, desdé pequeños un par de calenturientos y precoces lo cual fue empeorando conformé llego la adolescencia, las hormonas y la impulsividad marcaron esa etapa de nuestra vida, lo que nos llevó a cometer varios actos moralmente reprobables con tal de conseguir alguna satisfacción sexual.
Llegando a tener sexo homosexual, primero entre nosotros, ya para los 14 varias veces habíamos tenido la verga del otro en la boca y manos, incluso habíamos probado nuestro semen.
Julián fue el primer caso en el que dirigimos nuestras intenciones a otros niños, pero no fue el único, más adelante otros nenes y nenas nos ayudaron.
Basta de introducciones, vamos pues a lo que importa.
Deje el relato anterior cuándo le platicaba al pobre Jorge, cómo pocos minutos antes mediante engaños Juliancito me había hecho venir con su rica boquita.
Le contaba a detalle lo bien que se había sentido, mientras que el pobre me veía con mucha envidia, lucia hasta triste, para molestarlo incluso le dije riendo, que había sido sorprendentemente fácil lograr que Julián me la mamará, se lo dije por que sospechaba que Jorge llevaba ya un tiempo intentándolo sin resultados.
Finalmente me contó que efectivamente desde hacía unos meses tenía ganas de que Julián le dejara follar su boca.
Todo empezó una tardé cualquiera, la madre de Jorge tenía un trabajo nocturno por lo que desdé las seis de la tarde dejaba solos a sus hijos.
Estando en su cuarto Jorge, estaba haciendo la actividad más típica de un adolescente solo en su cuarto…tremenda paja pensando en una vecina.
El tío estaba llegando al umbral del orgasmo, gracias al subir y bajar de su mano sobre su enorme verga.
Cuándo se vio abruptamente se vio interrumpido por su hermano menor acompañado por Julián, ambos de nueve años.
Los dos niños eran muy buenos amigos.
Jorge apenas tuvo tiempo de cubrirse con las cobijas de su cama, mientras los niños se disponían a jugar algún juego de mesa.
Por la sorpresa Jorge no atinó a decir nada, solo se quedó sentado en su cama, con la verga todavía dura en su mano, bajo las sabanas.
En algún momento, los niños empezaron a jugar a las luchas y terminaron luchando sobre Jorge.
Él les empezó a gritar que se largaran y hasta soltó un par de golpes, pero se quedó mudo y quietecito pues en un momento Julián quedo perfectamente sentado sobré la dura verga de Jorge.
El culito del nene tallándose contra su verga fue tan rico que Jorge no solo dejó de protestar, sino que tomo a Julián de las caderas y lo hundió mas en su verga, Jorge dice que sentía riquísimos como las nalguitas del nene se la apretaban, lo cual unido a la paja que se había estado haciendo, lo hizo terminar como loco, aguantando los gemidos para que los niños no se dieran cuenta.
Aunque de alguna manera Jorge sospecha que Julián había notado su verga en las nalgas e incluso parecía que el niño se había tallado a propósito contra él.
La experiencia dejo a Jorge sumamente turbado y por las noches empezó a tener sueños húmedos donde Juliancito mamaba y mamaba su verga bebiéndose todo el semen, así pues Jorge decidió que quería que ese nene se la mamara.
Lo primero que hizo fue irse acercando poco a poco a Julián, el cual respondió bien y pronto ya eran muy "amigos"
Después comenzó a buscar estar a solas con el nene, invitándolo con frecuencia a jugar a su casa, de nuevo Julián sin sospechar nada aceptaba las invitaciones.
Un día Jorge decidió que ya era el momento así que llevo a Julián a su casa para jugar a las cartas.
Como ya había contado años atrás Jorge y yo jugamos a las cartas, pero la regla era que el perdedor debía mamarle la verga al otro por 40 segundos, esa fue la primera vez que lo hicimos, ahora Jorge planeaba hacer lo mismo con Juanito.
Jugaron varias partidas, el perdedor siempre tenía que hacer algún castigo, al principio eran cosas tontas, pero Jorge después de un tiempo y tomando valor, decidió que era hora de ir por todas, así que le dijo a Julián, que ahora el castigó para el perdedor sería chuparle el pene al otro.
Soltó la frase con nervios y esperó a ver la reacción de Juliancito.
Por suerte para Jorge, Julián no reaccionó mal, es decir, ni se enojó, ni se asustó, lejos de eso el niño lo encontró muy divertido.
Se echó a reír, de forma tonta y nerviosa y finalmente sin parar de reír le dijo a Jorge que eso no, porque le daba asco.
Jorge trató de convencerlo diciéndole que iba a ver que le gustaría, es más yo te enseño primero que se siente y luego jugamos.
Toda la situación tenia a Jorge muy prendido así que sin pedir permiso se lanzó hacía el niño y lo agarró del cinturón jalando para quitar el pantalón
El nene, rindo histéricamente trato de aferrar su pantalón, sin embargo sus fuerzas no eran nada comparadas con las de Jorge, así que rápidamente sus zapatos, pantalón y calzones salieron volando, el nene quedo totalmente desnudo de la cintura para abajo, pero no paraba de reír.
Jorge lo tomo con ambas manos de los talones y flexiono sus piernas, hasta que las rodillas quedaron a la altura de los hombros y abriéndolas lo más que pudo, dejo expuesto totalmente a su merced la zona íntima del nene.
Julián seguía riendo, quien sabe si de nervios o mido, pero no peleo, todo lo que hizo fue cubrir su rostro con ambas manos.
-Los huevos de Julián eran redondos y gorditos, se veían suaves y su vergita, estaba parada, era muy chiquita no más de 4 cm, me describió Jorge, con cara de salido, la verdad se me antojo mucho, se veía tan tierna y sin ni un pelo.
Así pues Jorge sin pensar en nada, movido por el puro impulso y deseo sexual metió la cara entre los delgados muslos del nene y le paso la lengua por la bolsa escrotal, jugando con los cálidos huevos de Julián por un rato, la risa del nene no se detuvo, pero cambio, ya no era histérica, era más bien como gemidos y cosquillas mesclados.
Loco de deseo Jorge, abrió la boca lo más que pudo y metió la pequeña verga de Julián con todo y huevos, que como eran pequeños le cupieron sin problemas en la boca, con todo el sexo de Julián dentro, jugo con su lengua por dentro, pasándola por todos lados, sintiendo la suavidad y calidez de su piel, el sabor era delicioso me dijo.
Y la verdad debo admitir que mientras me contaba esto, no solo los dos estábamos excitados, sino que a mí se me hizo agua la boca, dese tener en mi boca la verga y huevos de Julián (fueron épocas confusas en las que a beses pensé que yo era bisexual, pues ahora ya no s eme antojaría algo así) y Lo mismo podía pensar Jorge, pues disfruto como loco jugando con la verga y huevos de Julián en su boca.
Mamo, por varios minutos, el nene ya no reía, solo se retorcía y respiraba profundamente, cuando al fin creyó que el nene ya no se negaría a continuar se detuvo, Julián lo vio con cara de pedirle que continuara, pero Jorge se limitó a decirle que si quería mas debían jugar y se le ganaba continuaría, pero si perdía, también debía chupárselo a Jorge, el nene acepto, así que iniciaron el juego de cartas.
Por supuesto que Jorge, más hábil y experimentado gano la primer mano, así que se dispuso a al fin disfrutar de una mamada de Julián.
El nene parecía resignado a cumplir su castigo, así que se arrodillo frente a Jorge, tal como se le indicaba, sin embargo una vez que vio la gran, negra y dura verga de Jorge, se espantó, tanto que se negó rotundamente a continuar.
Por más que Jorge insistió, no hubo manera, finalmente para mala suerte de Jorge, llego su hermano y se tuvo que interrumpir el juego, así pasaron un par de meses, en lo que cada vez que se quedaban a solas, Jorge le recordaba a Julián que le debía una mamada y muchas veces intento que se la hicieran, pero nunca le funciono, parecía que el nene no iba a aceptar nunca, hasta justamente es día, en el que Julián no se opuso a mamar mi verga, anqué hubiera sido poco tiempo.
Le dije a Jorge que la diferencia había sido, que yo no era tan violento y aventado como el, y que me había aprovechado de la inocencia de Julián para lógralo.
Estuvimos platicando mucho tiempo, ingeniando un plan, esperando que Julián ahora ya no se negara.
Volví a ver a Jorge un par de días después, en cuanto llegue a donde estaba el grupo de amigos, El me separo del resto.
-Te tengo que contar algo, me dijo emocionado.
Fuimos a la tienda por un par de refrescos y nos dirigimos al baldío, nos sentamos junto al tambo, que ya se había convertido en algo así como un tótem, cargado del recuerdo sexual de lo que ahí había pasado y de todo lo que se desencadeno después y me conto la siguiente historia.
El mismo viernes que por la tarde conseguí los favores sexuales de Julián en ese mismo lugar donde estábamos, unas horas después en la tarde noche, Jorge se encontraba solo en su habitación, meditabundo aun por mi historia con Julián, planeando algo para también ser atendido por la boquita del nene, cuando alguien toco a la puerta, para su sorpresa era el mismo Juliancito.
-¿está tu hermano? Le pregunto el nene, ignorante de toda la turbación que su presencia le producía al pobre Jorge, que no podía dejar de imaginarlo chupándomela unas horas antes.
-Fue a la tienda, pero regresa en un momento, pasa le dijo Jorge conduciéndolo al sillón de la sala, el inocente nene entro sin sospechar nada.
Jorge estaba muy nervioso, sabía que no debía actuar apresuradamente, pero la erección que el nene le producía no lo dejaba pensar con claridad, mientras que Julián se había sentado en el sillón y veía a Jorge con expectación.
Finalmente Jorge no se pudo controlar más y actuó de nuevo de forma impulsiva.
-Mi amigo (yo el autor del relato) me dijo lo que hoy hicieron cuando me fui, le soltó sin miramientos. Julián se mostró nervioso y avergonzado, solo bajo la cabeza y quedo en silencio.
-¿Le has contado a alguien lo que le hiciste?
-Noooo, si le digo a mi mama me va a regañar y los niños se burlarían de mí, me dirían que soy puto
Jorge sonrió, en su inocencia el nene se había convertido en cómplice silencioso de lo que había ocurrido, al menos podíamos estar seguros de que Juliancito no nos delataría si le hacíamos más cosas.
-Está muy bien Julián, te conviene no decirle a nadie lo que paso, pero conmigo puedes platicar, dime la verdad ¿Te gusto hacérselo? De nuevo Julián se quedó mudo, pero hizo una mueca que le hizo pensar a Jorge que si le había gustado.
-¿te gusto la verga de mi amigo verdad?
Si bien Julián al principio siguió mudo, tras la insistencia de Jorge, finalmente admitió que si, asintiendo tímidamente con la cabeza.
El interrogatorio se extendió un par de minutos, pero en resumen Juliancito admitió que le gusto tocar mi verga, que olía rico e incluso que le gusto sentirla en su boca porque estaba calientita.
Tras saber todo eso, Jorge lanzo la pregunta definitiva.
-¿Y por qué a él se lo hiciste y a mí no quieres?
-Es que la tuya esta más grandota y morada, me da miedo, la suya era rosa y estaba bonita, semejante respuesta dejo a Jorge mudo, así que al nene no le gustaban las vergas negras.
-Pues es cierto, tuvo que admitir, los penes son distintos, pero todos se sienten igual de ricos, es mas ya aprenderás que la mía, al ser más grande está más rica, mira como esta, le dijo el niño mientras sin contenerse se bajó los pantalones, se sentó frente a él y separo las piernas, dejando su verga negra de 14 años a la vista y no solo eso sus huevos, cubiertos de lago de vello púbico y llenos de leche colgaban pesadamente frente a Julián.
El nene abrió los ojos como platos al ver la verga de Jorge en todo su esplendor, a Jorge le pareció ver una efímera mueca de relamerse los labios en la cara de Juliancito, esto le dio más confianza y decidió darle un espectáculo al nene, así que tomo su vergota con una mano y comenzó una lenta paja ante la atónita mirada del ya no tan inocente Juliancito.
Jorge mantuvo la paja durante unos minutos, la mirada de deseo que Julián tenia al verle la verga, lo tenía a mil, por lo que su verga se puso más grande y dura que de costumbre, comenzó a decirle a Julián guarradas.
– mira nada mas como me la pones Julián, ven y chúpala, yo sé que se te antoja, ya verás que rica esta, caliente como a ti te gusta, ven nenito mámame la verga. El nenito solo veía la vega como hipnotizado, al igual que había pasado cuando vio la mía unas horas antes, pero no atinaba ni a moverse ni a decir nada.
Finalmente Jorge se puso de pie y camino hasta quedar la cabeza de su vergota a poco cm de la cara del niño, el cual seguía en trance viéndola.
Tomo su manita y la puso en su verga, Julián que seguramente estaba igual de caliente que Jorge, inicio una lenta paja, tal como yo le había enseñado unas horas antes, Jorge disfruto al igual que yo de la poco experimentada pero cálida y suave mano de Julián paseándose por su tronco.
Después de un poco, decidió que era hora de al fin sentir la boca del nene en su verga, así que tomando su carita con las manos acerco el glande a los labios de Julián, esperando al fin cumplir su fantasía.
Si bien Julián no dejo de pajearle la verga, apretó fuertemente los labios e incluso intento sacar su cara de entre las manos de Jorge, pero este, desesperado y caliente no lo dejo escapar y empujo su verga contra la boca de Julián, pero el nenito no cedió nunca.
Jorge estaba desesperado, no entendía por que el nene se negaba, ¡que pasa Juliancito? ¿Por qué no me la quieres chupar?
-Es que me da miedo dijo el nene con los ojos llorosos, pero pese a todo su manita subía y bajaba por el tronco de Jorge dándole mucho placer.
Jorge no podía más ante la negativa del nene, estaba a punto de cometer violación, cuando la puerta se abrió, apenas y tuvo tiempo de salir disparado a su cuarto para que su hermano no lo viera con la verga de fuera frente a Julián.
20 minutos después seguía en su cuarto a obscuras viendo el techo, con ganas de llorar por la rabia, mientras escuchaba como el grupo de amigos de su hermano menor, entre los que estaba Julián, jugaban en la sala a quien sabe qué cosa.
De pronto abruptamente un niño entro corriendo al cuarto y sin pedir permiso se metió bajo la cama de Jorge, el cual de inmediato imagino que debían estar jugando a las escondidas y entonces al fin se le ocurrió una idea.
Unos segundo después Julián (que era el que estaba buscando a los demás) entro a su cuarto, le sonrió a Jorge, como si nada hubiera pasado entre ellos, Jorge le señalo bajo la cama, por lo que Julián encontró al niño, pro antes de que Julián saliera del cuarto, Jorge le dijo –Ahorita te vienes a esconder aquí, Julián con una risa cómplice salió del cuarto.
Jorge rápidamente se desnudó de cintura para abajo y se metió bajo las cobijas de su cama, su verga por la expectativa ya estaba dura de nuevo.
Tras una corta espera la puerta se abrió, el cuarto tenía la luz apagada, así que cuando Julián entro y cerró la puerta, ambos quedaron a obscuras.
-Ven Julián Escóndete debajo de las cobijas, van a tardar mucho en encontrarte.
Al nenito le pareció muy buena idea pues, rápidamente se metió bajo las cobijas, sin imaginar todo lo que estaba por pasar ahí abajo.
Ambos se quedaron quietos y en silencio, pero Jorge fue acomodando el cuerpecito de Julián y el suyo mismo, hasta que la cabeza del nene, quedo en su abdomen, Jorge tenia las piernas abiertas y flexionadas, entre ellas se acomodó el cuerpo del nene boca abajo, la verga de Jorge quedo a su alcance, Jorge pensaba buscar la forma de que su verga quedara en la cara del nene, pero l pequeño putito para sorpresa de Jorge, ya había aprendido que debía hacer cuando tuviera una buena verga dura cerca, así que tomo con sus manitas la verga y la pajeo.
La grata sorpresa hizo que Jorge ya no pensara en nada, ambos metidos en la cama en silencio y quitecitos, lo único que se movía era la mano que subía y bajaba la piel de la verga.
Tardaron en descubrirlos y esos minutos fueron la gloria para Jorge que estuvo a punto de venirse por la suave paja que el nene le daba. Finalmente un niño se asomó por la puerta y vio un pie que Juliancito descuidadamente había dejado sin cubrir por la cobija.
Así que el nene salió corriendo y dejo a Jorge a medias, si bien la no se la había mamado, la forma tan dulce en que lo había pajeado lo había llevado al cielo y más fue su sorpresa cuando unos minutos después Juliancito volvió a “esconderse” con él y sin decir nada volvió a meterse bajo las cobijas y a pajear a Jorge.
El nenito al fin estaba dejando el miedo y los nervios de lada, para disfrutar abiertamente de la verga de Jorge.
Cuando el vaivén de la mano de Julián estaba por hacerlo terminar, de un rápido movimiento se montó sobre la cara del nene, el cual ya sea por sorpresa o por excitación, no cerro la boca, así que de un solo envión Jorge le dejo ir el capullo y un par de CM, al menos tuvo la decencia de no meterle toda la verga, porque francamente lo hubiera matado.
Jorge bombeo con velocidad su verga que entraba y salía de la caliente boquita del putito de Julián, todo era tan maravilloso que apenas y aguanto unos segundos y se vino, a diferencia de mí, se vino en la boca del nenito, Julián casi se ahoga con toda la espesa leche que salió de la verga negra de Jorge, pero no le quedó más que bebérsela toda, probando por vez primera el semen.
Jorge se desplomo junto a Julián, pues el orgasmo había sido colosal, por su lado el nene todavía tosiendo salió de debajo de las cobijas, el ruido hizo que descubrieran a Julián el cual salió del cuarto sin decir nada, dejando a Jorge viendo estrellas.
Un rato después, cuando el juego hubo terminado, Julián entro de nuevo en el cuarto de Jorge, y para sorpresa entro muy sonriente.
-Resulta que al nene le gusto chupármela y tomarse mi leche, me dijo Jorge terminando así su historia.
-No cabe duda que le hemos enseñado muy bien a ser un putito, le dije y ambos reímos.
Pero tras la risa nos quedamos viendo, era obvio que ambos estábamos muy, muy calientes y necesitábamos, de una buena mamada, estaba a punto de proponerle que nos la diéramos mutuamente, cuando como sabiendo que lo necesitábamos, Julián apareció, saludándonos con una sonrisa, Jorge y yo, viéndolo con placer caminamos hacia él, era hora de que ese putito complaciera nuestras vergas de nuevo y esta vez al mismo tiempo…Continuara.
Pues ahí la segunda parte, espero de nuevo sus comentarios que es lo que me hace tener ganas de escribir, si ustedes quieren puedo hacer una o tal vez dos partes más, contando como en los siguientes dos años Juliancito se volvió un putito complaciente y lo hicimos adicto a nuestra vergas.
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