Las lesbianas II
Continúa la historia..
Han pasado dos noches desde que me acosté con Nati, la mujer me dejó adolorido, sabía que era ruda, pero no pensé que llegaría a dejarme aporreado por tener sexo, dos días de dolor en mis piernas y abdomen bajo que combatí con diclofenaco. Mis músculos volvían a responderme sin problemas y mi vida continuaba con regularidad, después de dedicarle unas horas al trabajo, era hora de darme un baño y dormir, sentado en mi cama miraba a la ventana de las chicas, no las había visto para nada, pensaba en Nati mientras mi pene se llenaba de sangre, a pesar de ser ruda y salvaje en la cama, al final cedió al placer y me dejó hacer.
Su cuerpo no es como el de ninguna hembra con la que me haya acostado, era como un hombre, con caderas, senos, cintura, piernas bien torneadas, pero un hombre en todo lo demás, ya saben, musculo, un corte de cabello corto, actitud ruda y lenguaje vulgar. Fuera de eso, sigue siendo femenina, es decir, es limpia y pese a tener un trabajo rudo, no huele mal, sus manos no tienen rastro de aceite, sus uñas recortadas están limpias, de hecho, sus fuertes manos son hermosas.
Sobaba mi pene suavemente recordando el ajustado interior de su vagina, libre de vello, pero no depilada con rastrillo, era demasiado suave, cera tal vez, recuerdo su sabor el cuál es fuerte, como concentrado, amargo, sería la cerveza seguramente.
Mi sesión de amor propio se vio interrumpida cuando vi actividad en el cuarto de las chicas, Nati y Sandi se besaban con pasión en su cama, Sandi debajo, Nati arriba, se abrazaban con fuerza, besaban sus labios como las amantes que son, ambas vestidas tocaban sus cuerpos. Sandi abrazaba a Nati por la cintura con sus piernas que se trenzaban con la ayuda de sus pies, sus brazos acariciaban la cabeza de su amante, invitándola a seguir besando sus labios con pasión.
Nati arriba sobaba las nalgas y senos de su chica que soportaba el peso de su amante, ninguna de las dos se desvestía, solo se tocaban y besaban, eran una pareja hermosa, Nati con su ropa ruda, bota tipo militar, pantalones tipo cargo, playera de resaque, un cinto grueso. No me había dado cuenta que Nati tenía aretes, siempre los ha tenido, pero ahora caigo en cuenta de eso, dos pequeñas rosas de platino, remataba su actitud con una cadena de plata y una placa militar.
Sandi era toda femineidad, vestido de flores con tonos rojos y naranjas, huaraches café trenzados alto… Joder, conozco mucho de ropa femenina pensé, pero la realidad es de años de conversar con ellas, constantemente converso con Nati sobre la ropa que Sandi se compra y como ella nunca se pondría eso, ¡Claro que no! Nati es vato, machín, uno más del gremio.
En fin, la pareja seguía en lo suyo y yo me masturbaba observando, el vestido de Sandi enrollado en la cintura, pantis colgando en una pierna, Nati pegada a su vagina practicando su mejor Cunnilingus a la fecha. Dada la distancia no escuchaba, pero me imaginaba todo, Sandi con los ojos cerrados arqueaba su espalda, piernas enroscadas en el cuello y espalda de su amante, manos sobre la cabeza invitándola a seguir, su boca abierta, las caderas se movían con ritmo.
Nati sujetaba a su amante de las nalgas, la levantaba recibiendo todo el peso en sus fuertes brazos permitiendo que su mujer se balanceara disfrutando del oral le daban. Mi mano subía y bajaba de mi pene más excitado que nunca. Poco a poco Sandi disminuía sus movimientos, reposaba con una sonrisa sobre su cama aun con los ojos cerrados con Nati pegada a sus genitales, en un momento giro su rostro con los ojos abiertos hacía mi edificio, me quedé paralizado cuando en un punto hicimos contacto visual, ella sonriendo me guiñó un ojo, tragué saliva cuando sus labios se movieron, Nati se separó de la vagina que disfrutaba, giró hacia donde estaba y me saludó sonriendo.
Su rostro estaba empapado, supongo que del manantial de Sandi, un poco de saliva y sudor, le devolví el saludo sentado en mi cama, mi mano sujetaba mi pene, hacía rato que dejé de masturbarme, por surte ellas no veían lo que hacía, pero yo sí, ellas conversaban, de vez en vez giraban hacía mi ventana sonriendo, reían entre ellas, Sandí hacía pucheros, apretaba los ojos y dientes, le lanzaba besos a Nati, quién de pronto se incorporó, extendió su mano a su chica, se fundieron en un beso y salieron de la habitación no sin antes lanzarme un saludo.
Me acosté en mi cama con mi verga parada, tenía miedo de masturbarme, en mi cabeza repetía distintas escenas de lo que presencié, incapaz de dormir por la ansiedad de eyacular me levanté a darme un baño de agua fría.
El agua helada recorría mi cuerpo pero mi calor y erección no desaparecía, evitaba cerrar los ojos, las escenas regresaban a mi causando que mi pene brincara, causándome dolor por lo duro de su estado. No sé cuanto tiempo había pasado, pero me había resignado a masturbarme, con mi verga enjabonada para que resbale y me de mas placer, mi mano subía y bajaba en la búsqueda del preciado orgasmo.
Tocaron la puerta causándome un sobresalto – ¡Puta madre! – grité del susto y de inmediato pensé en Natalia y Sandra, no mames no, eso no puede ser, ese par de viejas, mis amigas, tocando a mi puerta después de que las vi coger y yo con la verga bien parada en el baño.
TOC TOC TOC
Puto escandalo estaban haciendo, escuchaba risas y mi nombre, me llamaban gritándome, son mas de la 1 de la madrugada, quién vergas es y qué le pasa, pensaba para mi mientras me ponía el pants mas holgado que me ayudara a ocultar mi erección.
Encaminado y enfurecido camine a la puerta convencido que no eran ellas si no algún otro pendejo de mis amigos que venía a buscarme ahogado en alcohol.
– ¡SÍ! – Esas fueras mi palabras de enojo cuando abrí la puerta y delante de mí estaban, ahogadas en alcohol Sandra y Natalia con la misma ropa, Natalia aún seguía empapada del rostro, a pesar del olor a alcohol de ambas pude percibir el olor a fluido vaginal, fluido vaginal de Sandi, era consciente que el olor salía de la vagina y boca de ambas chicas, que ahora estaban caminando rumbo a mi habitación riendo y gritando mi nombre, invitándome a seguirlas.
– Mira cabrón, mira, ve no mas que chula esta mi vieja, hermosa la cabrona, en tu puta vida vas a tener una chica así de rica y hermosa en tu cama wey.
– ¡Jajaja! Amooor, ¡Ya basta, lo vas a hacer sentir incómodo!
– No, tú tranquila hija, que este cabrón va a hacerlo bien, es macho calado el cabrón, ya se cogió a una hembra mas macho que él ¡ja ja ja ja!
– ¡Ja ja ja ja! Pobrecito amor, no lo trates así, mejor ya, dile las cosas como son.
– Si, tienes razón, deja me pongo sería – Y con la actitud mas payasa que el alcohol puede producir en una persona, Nati camino hacía mi tambaleándose mientras Sandi moría de risa armando un escándalo en mi pequeño departamento – Mira cabrón, mi vieja, este bombón aquí presente y yo, hablamos sobre tu propuesta, al inicio quería matarte, ¡Por puto!, pero, pos tienes razón, la solución está delante de nosotros, es mas sencillo de lo que parece, pero no la podíamos ver, así que, aquella vez dejé que me cogieras para ver si podrías satisfacer a mi bomboncito, y pos, pa’qué me hago pendeja, si me vine, si me vine –
– Ja ja ja ja, te cogió un hombre y te veniste ¡Machorra fakeeeee! Gritó Sandi que seguía muerta de risa.
– Perate amor, perate, no seas así, la verdad, la verdad este cabrón si coje rico, no la tiene grande, pero tampoco chica, la tiene bien, avienta una buena cantidad de leche, así que, seguro te embaraza sin problemas, si me descuido, hasta a mí ¡Pero eso no va a pasar cabrón! Eso no va a pasar.
– Chicas, están ebrias, están gritando, si quieren se dan un baño, descansen y mañana por la mañana hablamos, no quiero hacer esto ahora, siento que abusaría de su confianza,
– Perate cabrón, tranquilo, tranquilo, ta’bien, ya no vamos a gritar, vete al oxxo, tráete unas aguas minerales y unos Monster, mientras, mi vieja y yo nos bañamos, si cuando vuelvas estamos dormidas, pos ya, hasta mañana, pero si no, entonces ahorita te vas a coger a mi vieja, ¡Pero con cariño! Que ella es una damita,
– Mira amor, la trae parada de cuando nos vio, el wey dice que no se quiere aprovechar, pero la trae bien tiensa.
Ignoré sus comentarios y las invité a darse un baño, con toda la vergüenza del mundo salí al oxxo que está en la entrada de mi edificio, compre agua mineral, 3 latas de Monster y algunos condones, no sabía que estaba haciendo, una parte de mi me pedía respetarlas, pero otra me decía que siguiera adelante, total, ellas quieren que la embarace, qué mas da si lo hago ahorita.
Al regresar al departamento, las dos chicas me esperaban en la sala, bañadas y desnudas, bebían agua y se comían unos plátanos, Nati estiro la mano para recibir la bolsa, saco el agua mineral, lo abrió, lo pasó con Sandi y le dio un trago enorme, Nati tomo la botella de agua mineral y le dio otro trago enorme al tiempo que Sandi abría una lata de Monster que compartió con Nati.
Las chicas bebieron y bebieron hasta que se terminaron 2 latas de Monster y 3 litros de agua mineral, se comieron todos mis plátanos y reposaron unos momentos, por su inactividad pensé que se habían quedado dormidas, pero no, a los 20 minutos reaccionaron visiblemente mas despiertas, Sandi pasó al baño mientras Nati se sentó a mi lado y me dijo – ¿Por qué no estas desnudo? – mientras me bajaba los pants.
Mi miembro brincó como conejo y se paró como suricata, Nati a mi lado me masturbaba suavemente elogiando lo duro y caliente que lo tenía, Sandi llegó a la sala y se sentó a mi lado, ahora fue Nati quien fue al baño dejándonos solos.
– Es bonito – Me dijo al oído mientras tocaba mi miembro -Nunca había tocado uno, esta duro y caliente – Sus manos son tan suaves como el algodón, estoy seguro que podía sentir los latidos de mi corazón a través de mi pene que pulsaba erecto en su mano.
Nati regreso al cuarto y se sentó a mi lado, ambas chicas se besaron conmigo en medio, ambas tocaban mis genitales, Sandi mi pene, Nati mis testículos.
– Le vas a hacer el amor a mi mujer, se delicado, ella es suave – Lo siguiente que supe es que ambas mujeres me comían a besos, era como sentir dos descargas de energía de diferente naturaleza, Mati era electricidad, Sandi fuego.
A la mierda, si quieren sexo, sexo les daré.
-!Ah! Pero una cosa, hoy no es un día fértil, tampoco la vas a embarazar así nada más o con alcohol en la sangre, esto es una prueba, ella quiere probar, estás de suerte, porque quiero repetir.
-Como quieran chicas, será un placer atenderlas.
Besándonos caminamos hasta el cuarto donde Sandra yo caímos en la cama, Nati desapareció de escena y se sentó en un banco que tengo a lado de mi cama, con las piernas abiertas se masturbaba y tocaba sus senos.
Sandi era una flor, delicada, dulce, frágil. A diferencia de Nati, ella se dejó hacer, se dejó guiar. El dulce sabor de sus labios era delicioso, se mezclaba el sabor del monster con plátano y alcohol, su lengua seguía la mía, una de mis manos tocaba sus senos y la otra sus nalgas, imitando a Nati.
-Oh dios, aprendiste bien – susurró Sandi en mi oído – Nati tiene razón, besas delicioso –
Mi verga estaba presionando su vientre encima de su hermoso abdomen que dibujaba una hermosa gota de agua, poco a poco baje por su cuerpo mientras Sandí respondía dando pequeños espasmos y hacia conmigo lo mismo que con Nato cuando llegué a su vagina, sus piernas en mi cuello y espalda, manos sobando mi cabeza, pero yo no soy Nati, no tengo su fuerza mucho menos su resistencia, yo la sujete por su cintura y con suaves tirones la ayudaba a balancearse en mi cama buscando mi boca.
Algo que no esperaba, pero que me sorprendió agradablemente, fue Nato arrodillada detrás con mis huevos en su boca, chupando y jugando con su lengua a la par de sus manos, que me masturban con delicadeza, acompañando su energía con la de Sandí que gemía como quejándose en forma de susurro.
Mis testículos fueron libres, mi pene colgaba balanceandoce con mi sexo oral, Mari besaba y acariciaba mi espalda, recorría mi cuerpo rumbo a mi cabeza, su boca busco mi oído y me besaba, mordía, lamía y susurraba – ¿Escuchas eso? Me vuelve loca, nadie jamás lo había escuchado, solo yo, mi chica está cerca, lo estás haciendo bien –
-Amor, ven a besarme, tengo miedo de venirme con alguien más, ven, te necesito para terminar.
Nati me abandono y fue corriendo al auxilio de su chica, esos besos que veía a la distancia tenían sonido, chasquidos húmedos que resonaban en mis oídos empañados de saliva.
-Aaaaaaaaaaaaaaaah – el suspiro de satisfacción más largo y hermoso que he escuchado en mi vida salió de la boca de Sandi, sus flujos llenaron mi boca y los bebí.
En lugar de bigotes de leche, los míos eran de fluido vaginal, sudor y saliva.
Sandi sonreía recuperando el aliento recostada en Nati que besaba su cuello y orejas.
Sin pedir permiso bese los pezones de Sandí que respondió con un gritillo de sorpresa satisfactorio, sentía dos manos, una en mi espada otra jugando con mi cabello.
-Venga mami, ya debe tener los huevos llenos de leche, se merece probar tu flor ¿Estás lista? –
-Si estás a mi lado estoy lista, por favor, no te vayas.
-Aqui estaré mi amor, disfrútalo – Con un tierno beso Nati sujeto a Sandi de las nalgas y la sentó en medio de sus piernas que separó, ya expuesta su vagina Sandi separó sus labios vaginales, metió sus dedos para ofrecerme de su néctar, repitió la acción, pero está vez se los ofreció a Nati que los chupo como su fueran un helado.
-Estas bien mojada amor, recuestate en mi, quiero ver cuándo entra.
Natalia adoptó una formidable pose, su chica recostada sobre ella con las piernas abiertas, elevada justo a la altura de mi pene, besaba el cuello de Sandi que reposaba su cabeza en su hombro, me dejó el camino libre, con una mano sujetaba una pierna, con la otra expandía los labios vaginales de su chica invitandome a pasar.
-Ven, aprovecha, es tu oportunidad.
De rodillas posicioné mi glande en la entrada, Sandi se extremecio, tomé el lugar de Nati y sostuve la pierna abierta, me dió las gracias y consu mano libre tocaba uno de sus senos. Las chicas se besaban con amor, mi pene jugana en la vulva de Sandi, estimulando y esperando el momento correcto.
-Ya, puedes meterlo, estoy lista – dijo la relajada Sandi que permitió el acceso de mi pene, haciéndome a un lado para permitir que Nati pueda ver cómo entro en la flor de su chica fui entrando poco a poco, con pausas que arrancaban suspiros de ambas mujeres, – siento como entra ¿Lo estás viendo mi amor? – decía excitada Sandi que susurrándole al oído que besaba.
-Si mi amor, veo como entra ¿Lo estás disfrutando?
-Si amor, lo disfruto ¿Está bien si me subo en él?
-Si amor, puedes subirte en él.
-Pero no me dejes, quiero sentir tus senos en mi espada, tu aliento en mi cula, tus manos en mis glúteos, te quiero aquí amor.
-Tranquila, aquí estaré, disfruta sin culpa mi amor, es tu momento.
Sandi me rodeó con sus piernas, me tomó del cuello y con la ayuda de Nati se incorporó sobre mí, dejando caer suavecito su cuerpo ayudada por las manos de Nati en sus hermosas nalgas.
-Oooooooooooh, tan profundo, tan grueso, lo siento mi amor, estoy disfrutando con un hombre.
Natalia detrás de ella seguía el pedido de Sand mientras le repetía, disfruta sin culpa mi amor, escogimos bien a nuestro amante, es bueno, permite que de placer.
-Gracias mi amor – esas fueron las últimas palabras de Sandi antes de fusionarse conmigo en un beso largo que duró todo el coito.
La chica subía y bajaba con dulzura, algo totalmente opuesto al coito salvaje de Natalia.
Su interior era cálido, chorreaba haciendo que la penetración fuera libre y profunda, sus gemidos en mi boca me volvía loco -¿Lo escuchas? Está cerca, lo haces bien, sigue así, quiero que mi chica disfrute- decía Nati animandonos a seguir.
La vulva de Sandi ardía, esa energía similar al fuego me tenía en el límite pero debía soportar un poco más, hasta que Sandi se venga.
Nuestros gemidos eran un coro perfecto y sincronizado – Estoy mi amor, estoy, abrázame, quiero que sientas mi orgasmo.
-Aqui estoy amor, déjalo fluir, liberalo – Con eso último Natalia mordía el cuello de Sandí que gemía con fuerza en un orgasmo intenso que acompañó al mío.
Fuertes descargas de esperma iundaron el útero de Sandi por primera vez en su vida.
-Aaaaaaaaaaaaaah quema, arde, es caliente- gritaba Sandra entre gemidos.
-Si amor, la leche de hombre es caliente, quema, arde, disfrútala.
Sandi me besaba con pasión subiendo y bajando en sus últimos espasmos con su vagina repleta de esperma, poco a poco se detenía mientras Natalia sujetaba sus nalgas, recargaba sus senos en su espalda y respiraba en su nuca como Sandra se lo había pedido.
-Fue delicioso, gracias amor, gracias por regalarme esto, te amo – Decía Sandra abrazada a mi, con su cabeza en mi cuello, no supe si meo decía a mi o a Natalia, pero importaba, pues Natalia y yo nos besábamos co pasión cerca del oído de Sandí que seguía reposando en mi regazo, ensartada hasta el fondo.
Continuará…
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