Las mañanas con mi hijo

Hola buenas. Les contaré algo de la rutina de las mañanas. Algunas mañanas con mi pequeño trapito .
Cómo les decía. Algunas mañanas cuando llego del trabajo. Mi hijo de once años lo encuentro dormido. Algunas veces cuando llego cachondo y me lo preño. Hace dos semanas llegué del trabajo un sábado por la mañana. Cómo a las seis y media de la mañana. Estaba entrando un frente frío con lluvia. Así que. no irá a jugar fútbol Cuando llego a la casa. Miro a mi hijo en su cuarto descobijado y desnudo. Sus enormes nalgas se levantan desafiando la gravedad. Mi hijo es un poco alto. Zancon como decimos acá. Jugaba fútbol con el equipo del fraccionamiento. Mi niño tiene un cuerpo muy chulo. Caderas anchas y gruesas piernas. Pero lo mejor son sus enormes nalgas. Perfectas anchas y redondas. Los manoseos a mi hijo son normales. Llegó en la mañana y lo veo en su camita desnudo. Entro a su cuarto y me desnudo yo también. Me siento a su lado y comienzo a tocar su espalda. Mi niño boca abajo comienza a suspirar. Mis manos recorren su espalda y se topan con una pared de carne. Sus nalgotas invitan a ser masajeadas. Lo cual hago. Masajeo las nalgas de mi hijo como si amasara la masa. La respiración agitada de mi niño se empieza a notar. La dureza y suavides de sus nalgas se siente tan rico. Que mi verga empieza a soltar precun mucho precum. Continuó con esas hermosas piernotas perfectas y gruesas. Sin vellos güeras con tonos rosados. Mis manos recorren el cuerpo de mi niño. Comienzo a lenguetear sus chamorros y subo por sus piernas hasta sus nalgotas. Inmediatamente separo esas montañas que lleva por nalgas y su hoyito me da la bienvenida. Metro mi cara en ellas y mi lengua busca ese rico caramelo de su interior. Mi lengua apenas toca su hoyito y mi niño gime tan rico. Me subo a su cama y mi hijo separa sus piernas. Con una mano separo esas montañas de carne y con la otra mano acomodo mi verga en su hoyito para lubricar. Le paso mi hombría en su hoyito para embarrarle mi pre. Y así cojerlo más fácil. Por un rato le embarro mi verga en su hoyito. Mi niño mueve sus caderas hacia arriba para sentir mi verga. Finalmente empezó a cojerme a mi niño. Poco a poco. Empujón tras empujón. Mi hombría entra en el. Mi hijo se abraza a su almohada yo entro más en el. Toda mi verga dentro de el. No quiero dejar nada afuera. Lo embisto despacio primero. Mientras le beso su boca. Mi hijo tiene unos labios gruesos y muy rojos. Cómo si se los pintara. Mi lengua juega con la lengua de mi niño. Me agarró de sus pechos cuya aureola es gruesa como un par de chupetes. Mis embestidas son más fuertes. La cama empieza a rechinar. Mi niño gime tan rico que lo embisto con más fuerza. Mi hijo se agarra de los barrotes de la cabecera de su cama ante mis cojidas. Quiero meter toda mi verga en su culote no quiero dejar nada afuera. Lo pongo de lado y sigo cojiendomelo mientras mi niño me se abraza de mi nuca. Lo embisto hasta que. Chorros de mi leche salpican la carita de mi niño después el solito toma mi verga y se la mete en su boca. Me la chupa bien rico. Mi pequeño hijo también es un trapito. Cuando vamos al tianguis le compro falditas de niña con sus blusitas y cuando estamos en casa se las pone. Se ve bien rico con esas piernotas perfectas que tiene y ese culote que. A veces me lo cojo en el patio trasero o en la sala. También mi niño está teniendo relaciones con su maestro de educación física y su entrenador de fútbol. Que rico tener un trapito. Ya les contaré más de sus relaciones. Gracias por todo 💋