Las Mejores Relaciones Sexuales de Mi Vida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó mientras husmeaba en una aplicación de encuentros para tener amistades, pláticas y, por supuesto, también SEXO.
En mi perfil se leía: 1.70 m, 60 kg, 19 años, Rol Activo, y buscando platicar, amistades o algo más.
junto a una foto que mostraba parte de mi cara y torso desnudo, no estoy tan marcado, pero tengo lo mío, esto llamaba la atención de los típicos usuarios que quieren ir al grano, sexo casual rápido y discreto, yo no comparto mucho esa idea, prefiero primero hablar, conversar y ya en su momento tener relaciones con el debido cuidado, así que la mayoría de pláticas no terminaban en sexo, con el tiempo me puse a revisar perfiles de otras personas, y entre varios de esos perfiles, me topé con uno que particularmente llamó mi atención.
Se especificaba en su perfil que su rol era Pasivo, se notaba que era apasionado pero también mencionaba algunos hobbies y gustos, como el arte, música, pintura, etc.
y una foto de un chico con una sonrisa cálida, cabello lacio y piel morena clara, parecía un perfil muy completo así que decidí hablarle, así fue como empezamos una agradable conversación, nos caímos bien así que terminamos pasándonos los whats app.
Casi diario platicábamos de X cosas, intereses, gustos, etc.
así por una semana más o menos, aunque hubo un detalle en esas conversaciones: no tocábamos mucho el tema del sexo, hasta que un día se nos ocurrió sextear.
En ese momento se empezó a construir un ambiente excitante para ambos, platicábamos de qué nos gustaba en el sexo, posiciones para hacerlo, y en una de esas le envíe una foto de mi pene, mi pene es particularmente deseoso por varias personas, es grande, aproximadamente 20 cm y gruesa, con la base un poco más gruesa, así pues, es un reto para algunos chicos meterse eso, en el momento que envíe esa foto él no lo podía creer, decía cosas como -Wooow- -¿Neta eso es tuyo?- -Hola Big- estos cumplidos me elevaban la temperatura, podía sentir que él empezaba a querer un encuentro, más porque nos parecimos atractivos mutuamente, así que un fin de semana nos organizamos para vernos en su casa.
Él compartía casa con 2 roomies, el día que nos citamos para vernos ellos no se encontraban, me di cuenta que él no tenía tanto interés porque nos viéramos ya que él tenía planeado ir al cine con otros amigos en caso de que tardara mucho en llegar, yo tengo la característica de que soy puntual, así que logré llegar antes de que se fuera, fuí justo a la dirección que me proporcionó y toqué a su puerta, -TOc ToC Toc- , Podía escuchar cómo bajaba las escaleras para venir a abrir la puerta, en cuanto la abrió pude sentir una sensación especial que me recorrió el cuerpo al verlo, era algo en su piel morena clara con varios lunares, o su cabello lacio con un corte moderno, su mirada tan encantadora, su sonrisa, su voz, su carisma, o su olor que desprendía debido a loción o desodorante muy característico que nunca olvidaré, no lo sé, pero algo en él me cautivó, él era más bajo que yo (un plus para mí en lo personal), me fue llevando escaleras arriba hasta su habitación, mientras subía podía apreciar cuadros de pintura de una famosa pintora mexicana, era un lugar acogedor, finalmente llegamos a su cuarto, aquí nos quedamos a conversar un rato, vimos un concierto en DVD de una cantante la cual a ambos nos gustaba y nos acostamos en su espaciosa cama, así pasamos un buen rato, yo sentía unas ganas increíbles de empezar a besarlo, pero no hacíamos mucho, sobre todo porque él me notaba tímido, en cierto momento nos abrazamos y ahí fue donde todo comenzó.
Aún recuerdo la sensación de sus labios haciendo contacto con los míos, recuerdo lo suaves que eran, lo rico que besaba y ese intercambió entre lenguas que anunciaba que ya queríamos dar el siguiente paso, así que comenzamos a desvestirnos, primero camisa, luego pantalones, y al final él comenzó a bajar mis boxérs para descubrir aquello que a muchos emociona, mi pene, al verlo inmediatamente comenzó a darle pequeños besitos a todo el largo de mi pene, desde la base hasta la cabeza y también mis huevos, los cuales también son grandes, de un momento a otro empezó a meterla en su boca, lentamente con toda la calma del mundo, yo sentía que me moría de placer (mi actividad sexual favorita es recibir sexo oral), así empuje tras empuje se metía cada vez más en su boca, y aunque no lograba meterla completa, si llegaba muy cerca de la base, además de que era muy hábil con su lengua y labios, recuerdo que hizo algo que nunca había sentido antes, mientras tenía mi pene hundido lo más profundo que podía en su boca, movía algo en la parte de atrás de su garganta que rozar la cabeza de mi pene me generaba sumo placer, y era costumbre que él siempre me hiciera eso en relaciones posteriores porque ya sabía que me volvía loco y que me retorcía casi literalmente de placer.
Poco después llego la hora de la verdad, penetrarlo, el tenía cierto temor, decía que no se había metido metido un pene tan grande, me pidió que eligiera la posición en que lo haríamos, me dijo que no importaba en cuál la hiciéramos, igual le iba a doler, así fue que lo puse en una de mis posiciones favoritas, boca abajo, así me siento totalmente dominante ademas de que en esa posición el interior del recto se estrecha y mi pene hace más fricción contra sus paredes, lo cual me encanta, entonces, él me colocó un condón, mencionaba – A ver si te queda, es que la tienes gruesa -, cuando finalmente me logró poner el condón empecé a penetrarlo lentamente después de saborear ese culo con un beso negro, sentía como su ano comenzaba a expandirse para dar paso a mi pene, primero la cabeza.
pude notar como esto le causaba cierta incomodidad, pero aún así, no se reusaba a que siguiera, fue metiendo cm tras cm, sentía que estaba muy estrecho, tanto que incluso a mí me causaba dolor en el pene, y ni qué decir de él o sus expresiones, notaba como mordía la almohada, como su respiración se aceleraba, como empezaba a jadear, y todo sólo por el esfuerzo de tenerme dentro, hubo un punto en el que al ir tan profundo pude sentir como algo apretaba muy fuerte en la cabeza de mi pene, para esto, él había logrado meter todo ese pedazo de carne dentro de él, y al momento que yo sentí como había una parte muy profundo dentro de él que me apretaba demasiado, pude escuchar como unas palabras salían de su boca que me prendieron a mil: – Nunca había sentido esto -, – ¡Estás muy adentro! ¡Muuuuuy adentro! -, – Creo que contigo estoy volviendo a perder mi virginidad -, Estas simples palabras me hicieron sentir que yo iba a ser una persona que iba a quedar marcada en su vida, así continuamos teniendo sexo hasta que yo no aguantaba el dolor que ejercía su interior sobre la cabeza de mi pene, y le dí la opción de masturbarnos, a lo cual accedió porque el dolor para él también ya era grande, así empezamos a masturbarnos hasta que que nos corrimos sobre nuestros cuerpos, siempre recordaré cómo su cuerpo se quedaba inmóvil, calmado, descansando después de cada orgasmo, nos vestimos, y despedimos.
Seguimos hablando por whats, y comentábamos cosas como lo rico que la habíamos pasado, queríamos repetir y no una, varias veces, el me comentaba que investigando que era sensación que sentimos ambos cuando llegué muy profundo en él, era su colon, me dijo que cuando lograba introducirme ahí la sensación le era indescriptible y lo llenaba de placer, esto me prendía a mil, sentía que había llegado profundo en él como nunca antes nadie lo hizo, sentí que dejé mi huella en él, sentí que había encontrado a la persona perfecta para tener sexo, así fue como nos seguimos citando en su departamento cuando teníamos tiempo, y cada vez fue simplemente espectacular, lo ponía boca abajo, en cuatro, de frente (una posición en la que llegaba aún más profundo por lo cual se convirtió en una de nuestras favoritas), él me la mamaba de rodillas o en la cama, tratando de ir siempre lo más profundo que podía, y siempre moviendo esa parte atrás de su garganta que tanto me encantaba, siempre penetrándolo hasta pasar esa barrera que sólo yo había logrado pasar.
Él me contaba, que solo resistía todo ese dolor porque era yo, que con nadie más lo habría hecho, me dijo que solía masturbarse en sus cobijas donde yo dejaba impregnado mi olor, e imaginaba que estaba yo ahí para penetrarlo, me sentía deseado, sentía que dejé en él memorias inolvidables, las cuales también lo son para mí, cada sesión de sexo era increíble, me decía que era muy dominante en la cama y eso le encantaba, me decía que YO le encantaba, un día me puse demasiado rudo, quise meterle todo mi pene de un tirón sin lubricarlo y sin dilatarlo, de alguna forma esto a él le excitaba, así que cuando el momento llegó solo pude ver como tenía su cara llena de arrepentimiento y dolor, algo que a mi me excitó bastante, yo lo nalgueaba fuertemente y él solo se quedaba ahí, me sorprendió la gran entrega que el tenía hacia a mí, me entregó su cuerpo como nunca lo olvidaré.
Lastimosamente tiempo después terminamos (habíamos decidido llevar una relación de novios), pero como una relación no se sustenta sólo en sexo, probablemente por eso no funcionó, sin embargo de algo los dos estamos seguros: ¡esas experiencias y recuerdos son increíbles e inolvidables!
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