Las revistas Playboy de papa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frannsalazaress.
Eran las 05:30 de la mañana y me levante al baño, hice mis necesidades y camine hasta la cocina, mientras caminaba por el pasillo mire a un lado a la habitación de papa y la puerta estaba abierta, pude ver a papa recostado en su cama cubierto con las sabanas, me tomo un segundo darme cuenta de que se estaba masturbando, me quede realmente sorprendido, papa se dio cuenta de que lo estaba mirando y rápidamente corrió a cerrar la puerta, yo muy avergonzado me encerré en mi cuarto
A la mañana siguiente me quede en mi habitación con miedo a salir, ¿Que iría a decir mi padre? La relación que tengo con el es cercana pero no solemos hablar acerca de sexo, mujeres, masturbación etc.
Finalmente tome las agallas para salir de mi habitación, fui hasta la cocina y ahí estaba papa.
– Hola.
-dijo papa mientras leía el diario.
– Hola pa.
-respondí
Me senté enfrente suyo para tomar mi desayuno, siempre solemos hablar de lo que haremos o de alguna noticia interesante pero esta vez fue diferente, ni siquiera hablamos solo un silencio incomodo entre ambos.
Papa se fue a su trabajo y yo al colegio.
Al volver termine de hacer mis tareas y finalmente me recosté en mi cama con mis auriculares y cerré los ojos por un segundo.
-Hijo, hola, ya llegue.
-dijo mi padre quitándome los audífonos
-Pa ¿como te fue?
-Muy bien, pero hoy me puse a pensar acerca de algo.
-dijo
-¿En que? -pregunte frunciendo el ceño
-En mi padre -dijo suspirando- cuando yo tenia tu edad el nunca estaba presente, el nunca me escucho ni me aconsejo, así que no quiero lo mismo para ti.
-Esta bien pa, tu eres buen padre, no te preocupes.
-Gracias hijo.
Y acerca de lo que viste anoche, lo siento debí haber cerrado la puerta, pero es algo normal entre los hombres, ya debes de saberlo.
Luego de esa frase me puse rojo, pero por otro lado me alegraba de que papa no estuviese enojado con migo.
A la mañana siguiente me levante y tenia una gran erección como muchos hombres por la mañana, tome mi teléfono para buscar algo de porno y comencé a masturbarme.
Estaba a punto de eyacular cuando la luz del pasillo se encendió, trate de cubrirme pero ya era tarde papa había pasado y me había visto, el me miro a los ojos sonrió, tras eso me cubrí con las sabanas.
-No me digas que te corte la inspiración, lo siento puedes seguir.
-dijo papa desde el marco de la puerta.
Minutos mas tarde papa llego a mi habitación con una caja.
-Mira, esto es de cuando tenia tu edad.
-dijo abriendo la caja- así solía animar mis pajas -comento tomando una revista playboy.
Wow, jamas me imagine eso, papa me paso una de las revista mientras el ojeaba otra de ellas y me señalaba cuales eran sus favoritas de joven.
Realmente nose como sucedió pero tanto el como yo teníamos una gran erección.
-Todos mis amigos me consideraban el mejor, estas revistas eran un lujo de joven.
-comento riéndose- teníamos una casa del árbol en donde solíamos ojearlas y de vez en cuando nos hacíamos una que otra paja.
Papa comenzó a frotar su gran bulto por debajo de su pijama y por el agujero del pantalón saco su pene, o buena la mitad de el.
-¿Papa?¿que haces? -pregunte mirándolo.
-Somos amigos, no tiene nada de malo.
-comento.
Ver a papa masturbarse me provocaba algo que jamas había experimentado, su pene era grueso y grande, cubierto por su prepucio, por el agujero del pantalón se asomaban algunos vellos, sus dedos eran muy habilidosos masajeando su glande, era un experto.
Baje mis pantalones y tome mi pene y comencé a masturbarme.
-Wow, veo que estas creciendo bien, la tienes grande como yo a tu edad.
-dijo papa sacando su pene por completo.
Nunca antes me había sentido atraído a un hombre, pero con papa era diferente, me causaba escalofrió.
Papa tenia un olor muy peculiar; masculinidad mezclado con algo de desodorante.
Creo que ya no me fijaba en las mujeres de esas revistas sino en mi padre.
Por un segundo me deje llevar y amague a tomar su pene con mi mano.
-¿Hijo? -pregunto papa mirándome a los ojos.
Lentamente acerque mi mano a su pene y lo recorrí en su totalidad, estaba muy húmedo, al soltarlo un hilo de liquido pre seminal unía su viril miembro con mi mano.
Papa volvió a tomar el control de su verga y con su mano libre tomo la mía.
En ese momento senti algo inexplicable, su mano podía enrollarse en mi pene por completo, el subió y bajo un par de veces y movió su mano hacia mis testículos, el los apretó con fuerza, me dolió un poco pero se sintió bien, trate de hacerle lo mismo y sus huevos parecían ser dos bolas de tenis
-Que grandes.
-dije palpándolas.
-Es por que están llenas de leche, quiero vaciarlas sino me pesaran todo el día.
Papa me miro a los ojos y en ese momento senti una conexión entre ambos, jamas había tenido tantas ganas de besarlo, acerque mis labios a los suyos y pude sentir su barba de un par de días pinchando mi barbilla y mis mejillas, nuestro beso fue bastante corto ya que el se alejo <<¿Estas seguro?>> pregunto a lo que yo asentí con mi cabeza uniéndonos en un beso apasionado y lleno de saliva.
-Tu cuerpo.
-susurro papa en mi oído quitándome la camiseta.
Trate de quitarle la suya pero fue algo difícil ya que su espala es bastante grande, su pecho era muy peludo al igual que su estomago que se unía con su velludo pubis.
Papa recorrió con sus grandes manos todo mi pecho y no se privo de pellizcar suavemente mis pezones.
Mis dedos torpes trataron de juntarse en sus pezones pero estaba muy nervoso, acerque mi mejilla a su pecho y pude sentir el olor de su masculinidad.
-Siempre quise ser peludo como tu.
-confesé tirando de los pelos de su pecho.
-Déjame ver.
-dijo tomándome de los hombros y alejándome para que el pueda acercar su cara a mi pecho- Veo algo de pelo creciendo ,en algunos meses ya tendrás un poco.
-Espero.
-susurre apretando sus bíceps.
-¿Puedo ver los tuyo? -pregunto tomando mis brazos y alzándolos- Tienes vello en las axilas -comento acercando su cara a mis axilas- Me encanta el olor.
-dijo lamiéndolas.
-Papa, te quiero, eres el mejor padre.
-susurre en su oído.
-¿Quieres lamer mis axilas?- pregunto papa a lo que asentí.
Papa se recostó en mi cama y entrelazo sus brazos por detrás de su cabeza, acerque mis labios a su cuello y lo bese, me moví lentamente hasta su axila y me deleite con su olor varonil para luego lamerlas, eso era mi nueva adicción no podía parar.
-Veo que te gusto eso hijo.
-comento riendo- Pero prueba otras cosas.
Papa tomo mi cabeza y la guió hasta su estomago, mi lengua recorría cada centímetro de su expendido cuerpo, al ver su verga se me hizo agua a la boca, necesitaba tenerla en mi boca <<Hazlo>> susurro papa a lo que yo lamí su glande lleno de liquido pre seminal, lentamente pasaba mi lengua por su pene una y otra vez hasta que la introduje en mi boca la, primera vez solo pude meterla hasta la mitad, creí que iba a ser mas fácil pero al comérmela por completo me dieron arcadas.
Seguí lamiendo su verga pero papa me hizo parar con la excusa de que el estaba hambriento también, me hizo recostar en la cama y el comenzó lamiendo mis testículos que se fruncieron al sentir su lengua, luego recorrió mi pene hasta llegar al glande y de una bocanada se trago mi pija, empezaba a sentir un hormigueo, en cualquier momento me correría y quería hacerlo en su cara pero el sonido de su teléfono sonando nos distrajo a los dos.
Papa tomo el teléfono y contesto.
-¿Todo bien? -pregunte.
– No, olvide que debo trabajar.
Tendrás que acabar solo, yo lo guardare para mañana, en verdad me estaba divirtiendo.
-dijo papa colocandose su pijama, me dio un beso y salio de mi habitación.
Realmente se sintió como una apuñalada al corazón, quería acabar junto a el y quedarnos abrazados pero se tuvo que ir, maldición.
CONTINUARA.
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