Las vías 4 (final)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Qué acababa de vivir? Eze, el chico que le iba a explicar sus dudas y del que sabía que "Norbi se lo cogía cada vez que tenía ganas" acabada de romperle el culo con una pija de 20 cm, y no cinco minutos sino que se lo había montado como una hora. Era normal?, lo del tamaño no le asombraba, ya en las duchas del club había visto varios tipos con pijas inmensas, pero esa duración?, su primo era demasiado rápido o Eze demasiado lento? Sería verdad lo de Norbi o era al revés? Y, uy! había aprendido a cabalgar una pija, que bueno que era eso!!!, poder tener el control y saborear la pija como él quisiera. Y además, ¿por qué había acabado? , si no se estaba masturbando, ¿por qué?, ¿y por qué tanta leche? Y qué era lo que sentía tanto tiempo en el esfínter que no lo dejaba bajar? La amistad de Ezequiel no le respondía preguntas sino que se las agregaba! Sentía una sensación de bienestar total, sus hombros relajados, sus piernas dóciles y blandas y sobre todo su cadera, su vientre, sus testículos, su anito, era una sensación única, deliciosa, calma y placentera. De a poco su mente se fue poniendo confusa y sin querer ni darse cuenta se quedó dormido.
No sabe cuánto tiempo durmió, pero de a poco, dentro de su modorra, fue sintiendo algo muy rico en la pija, abrió los ojos y se encontró con los de Eze que, acostado entre sus piernas le estaba chupando la pija, que ya estaba casi erecta. Mati comenzó a quejarse de gusto mientras acariciaba la cabeza de Eze que entusiasmado mamaba feliz. Cuando vio que ya casi estaba, empezó la segunda fase de su mamada, ya no mamadas largas de abajo a arriba sino que tomó la pija con una mano y la peló para lamer el glande. Mati gritó y se contrajo de excitación, era muy fuerte la sensación que le provocaba esa lengüita acariciando el borde inferior de su glande que por otra parte tenía la sensibilidad de la virginidad. Luego se concentró en el agujerito, lo que provocó nuevos gritos de Mati. Ya satisfecho con el resultado, la pija estaba durísima, volvió a tragar a fondo, ahora más difícil, pero súper excitante para Mati cuando los labios de Eze oprimían su pubis.
Ahora es mi turno,- dijo al fin Eze, -querés que te cabalgue?
Mati recién cayó en la cuenta que ahora debía cogerlo él, lo había prometido, y con miedo por ser primera vez, pero con mucha confianza en su amigo, le dijo -no, Eze, quiero aprender tu culito que casi ni te lo vi.
Ezequiel entonces se puso boca abajo con las piernas abiertas, en esa misma posición en que Joni le había roto el culo a él allá en las vías y sonriendo esperó a su amigo. Mati recordó el mimo especial de su primo y se metió de cabeza entre las nalguitas de Eze y le empezó a lamer el ojetito, levantando de inmediato los quejidos del putito que en pocos minutos le pidió -ya, metémela Matu, dámela ya, necesito pija Matu.- Matías se ensalivó la verga y apoyando la cabecita en el asterisquito dio su primer empujón, su glande comenzó a sentir la presión del esfínter y el roce no del todo placentero del cañito de Eze. -Si esto es coger, no me gusta-, pensó, y su pija comenzó a perder dureza. Eze, que notaba el desconcierto de su amigo, lo invitó a usar la vaselina. Pija fuera, Eze enseguida se incorporó y volvió a chupársela para ponerla dura, y luego él mismo se metió los dedos envaselinados en el culo y embadurnó la pija de Mati con la crema. Nueva intento, esta vez siiii, la pija se deslizó dentro de Ezequiel como por un tobogán y en lugar del desagrado Mati pudo sentir la tibieza del canalito de Eze y su suave presión agradable esta vez. Mati entonces se recostó sobre la espalda de Ezequiel. -Ya la tenés toda adentro Eze-, -siii, Matu, pudiste, me estás rompiendo el culo nene, dale sacudime!
Matías comenzó el mete y saca primero despacito para sentir y para calcular, no sea que se saliera, pero de a poco fue ganando confianza y se convirtió en un ariete tremendo martillando el culito de Eze. A veces se salía, pero meterla de nuevo era nada, la dilatación de Ezequiel permitía que entrara sin darse cuenta, sin esforzar el glande, su pija era una locomotora que corría embravecida sobre eso rieles que la llevaban a ese túnel oscuro y caliente, ese túnel húmedo ya no sólo de vaselina sino de los jugos de ambos, mejores que la vaselina. Ezequiel con cada pujada gritaba suavecito, con una vocecita aguda, rara, que parecía más de mujer que de hombre, cuando Mati se detenía a descansar sobre su espalda y quedaban casi boca con boca, Eze quejumbrosamente le rogaba -cómo necesitaba tu pija Matu, no me la saques nunca Matu, rompeme el culo Matu-. Matías entonces híper excitado comenzaba con fuerza el mete y saca. De pronto recordó lo que le había pasado en su debut en las vías, se salió del culo de Eze (-nooo, por qué me la sacaste tan prontooo?), fue a buscar la mochila, la envolvió en el toallón mojado y se lo puso a Eze debajo del pubis, con lo que sus pompis quedaron bien elevadas.
La clavada fue total, el quejido de Eze fue maravilloso y la sensación en su pija intensísima. Siguió el mete y saca entre quejidos y lloriqueos de placer de su amiguito por un lindo rato hasta que comenzó a sentir algo extraño, la temperatura del canal de Eze era cada vez mayor, como si quisiera quemarle la pija, y de pronto el esfínter se contrajo apretándole fuertemente la verga, al unísono con un aaaayyy! prolongado de Ezequiel. Luego todo el cuerpo del chico se relajó, cayeron sus hombros, se aflojó el esfínter, se relajaron las piernas y con un largo suspiro Eze apoyó su mejilla contra el piso. Matu no entendía nada, por las dudas le sacó la mochila de abajo el cuerpo y acostándose de nuevo sobre Eze le preguntó -qué te pasa Eze?-, -No sé Mati, no sé, pero fue maravilloso, cogeme amorcito, cogeme suavecito, llename el culito de tu lechita-, Mati, extrañado por lo de "amorcito", reinició su mete y saca despacito, con mucho afecto pero sin convicción erótica. Pero Eze le tenía reservada otra sorpresa: levantó la cadera y comenzó a menear sus nalgas, arriba, un costado, al otro, bailando una salsa fenomenal que con cada movimiento le daba una caricia nueva a la pija de Mati, que bufaba de placer, cuando Mati hundía la pija, Eze levantaba el culo, golpeándose pubis y nalgas con un chasquido y venciendo la tenaz resistencia de los testículos de Mati, que tenían su carga de leche lista para salir al primer descuido del mental Matías. Y el descuido llegó cuando Eze, a la pujada hacia arriba le sumó un movimiento circular de su cadera que rodeó toda la pija de Mati, en diámetro y largo con una sensación imposible de dominar. Sus manos traccionaron a full la cadera de Eze y empellón tras empellón se vació en ese culito especial. Los dos cayeron, Eze agitado, Mati con un raro temblor en todo el cuerpo que fue cediendo lentamente a medida que acariciaba los costados de Ezequiel y que besaba su orejita.
Quedaron en silencio por un buen rato, el graznido de una garza y el uh uh de una paloma montera los devolvió del ensueño. -Me rompiste el culo Mati-, -Y vos me desvirgaste la pija, Eze-, -Yo tengo tu primera leche?, que lindooo!.- si no contás las pajas y la que te dejó la cara enchastrada, si.- Sabés Mati, yo acabé junto con vos, mientras vos me llenabas, yo la sacaba, estoy todo enchastrado. Es la primera vez que me pasa. Mati sonrió y se bajó de Eze. Se acostó boca arriba con las manos debajo de la cabeza, al lado de su amigo, que se quedó boca abajo apoyado sobre los codos para poder ver a su amigo mientras hablaban.
Qué lindo todo lo que pasó, no Eze?, pero decime, cuando me invitaste a venir acá vos ya lo tenías planeado?
Ni loco, Matu, no me imaginaba que eras puto, sólo quería aprovechar que alguien me hiciera pata en una bicicleteada, el boludo de Norbi nunca quiere. Pero cuando jugábamos en el agua y te vi la pija parada, primero me asombré y no lo quise creer, pero luego cuando en los juegos tocábamos más de la cuenta, me convencí que yo te gustaba, y me di cuenta que estabas rebueno, y bueno, acá estamos, los dos con el culo roto y con leche por todos lados.
Había llegado el momento de las preguntas y las confidencias, el motivo original de Mati, así que no lo iba a dejar pasar.
-Contame cómo empezaste Eze-. -A qué?-, no te hagás el boludo, a dejarte coger-
-Jajaaa, bueno, ya hace como un año que Norberto me coge. Empezó medio como en broma, pero después que me la metió la primera vez, ya los dos no pudimos parar de juntarnos a coger.
-Pero.., por qué te dejaste coger?
-Porque Norbi me gustaba
Entonces ya eras puto Eze?
-No se Mati, siempre me llamaron la atención las pijas, en las duchas del club miraba con disimulo las pijas de los otros pibes, como muchos hacen, pero no era para "comparar" sino porque me gustaba verlas, sentía como una atracción, como ganas de tocarlas, no sabía muy bien por qué, pero tenía ganas de agarrarlas con la mano y sentirlas. Y cuando tenía un tipo enfrente, mi mirada siempre caía a la bragueta, no por timidez como muchos pensaban sino porque quería imaginar lo que había debajo. Sabés Matu, con mi tamaño muchos me la miran y se quedan mirando, cuando yo los miro a los ojos, enseguida distingo al puto del comparador, jeje, claro, es un segundo porque después miran para otro lado. Y te puedo asegurar Matu, somos mucho más que dos. Entonces cuando vino la cosa con Norbi, era mi oportunidad para probar eso que tanto deseaba.
Matu aún no lo entendía, -Pero, Eze, no te sentiste mal después que te cogió?, los dos sabemos que un hombre entrega cualquier cosa menos el culo, entonces cómo te animaste?
-Matu, no sé cómo me animé, pero después que la tuve adentro, sentí que no me equivoqué. Tengo bien claro que si los demás se enteran estamos jodidos, pero si nos gusta, y mientras lo mantengamos en secreto, por qué no? Yo quería ya no solo imaginar sino tener una verga, Norbi me gustaba, Era amigo así que nadie se enteraba, por qué no iba a darle en culo?, Además, vos ya te la comiste muchas veces, qué pasa, no te gusta ser puto?
-Yo no soy puto-
Ezequiel, pensó en reír, pero luego entendió la congoja de su amigo.
Matu, a menos que seas un bufarrón…
-un bufa queee?, preguntó Matute
-Un bufarrón es un tipo que coge con mujeres y con hombres-, explicó académicamente Ezequiel.
El término era lo bastante desagradable como para que la palabra "puto" ya no le cayera tan mal.
-Es que Eze, la verdad, yo me hice el langa pero tengo muy poca experiencia. No sé si soy eso porque hasta ahora nunca estuve con una mujer, pero no sé, con hombres apenas.
-Bueno Matu, me engañaste bien, contá vos ahora.
-Yo debuté hace menos de un mes, con mi primo-, comenzó a contar algo balbuceante Matías.
-Con Jonathan?, en serio? Siempre lo vi tan machote!, no la tiene grande pero la tiene buena.
-Qué, también te cogió a vos el muy hijo de puta?, preguntó enojado Matías.
-Epa, celos?, tranquilo Mati, se la vi en el club como a todos los demás, siga contando Señor. En donde te cogió?
-En las vías-, en las vías?, como yo, jajaaa, las vías son el telo de los putos de Avellaneda Matu.
-Pero a mí no me gustaba mi primo, no sentía nada por él. Se lo di de onda-
-¿Cómo es eso?,¿ vos no sos puto porque le das el culo de onda? Andá!
-No te rías Eze, que me da vergüenza y no sigo-
Ok, perdón, seguí.
-Estábamos los dos en las vías y mi primo me pidió el culo, me dijo que estaba muy caliente, que no aguantaba más, que ya estaba podrido de las pajas, que porfa lo ayudara. Y tanto insistió e insistió que al fin me animé y se lo di. No tenía ganas que me cogiera, sólo quería ayudarlo a sacarse la leche y que se tranquilizara.
-Pero vos sabías que eso era de puto, que le estabas entregando lo que los hombres jamás entregan-
-Sí, pero pensé como vos, que nadie se iba a enterar, y además me dije que era por una sola vez, pero ya ves, parece que me gustó y que con una vez no me alcanzó. Después, en su casa, el otro día te acordás? cuando vos ibas a coger con Norberto, yo iba a lo de mi primo con ganas de que me la diera de nuevo. Me echó dos polvos esa tarde. Eso es todo, el único que me ha cogido antes que vos es Joni y sólo me cogió tres veces. El cuarto polvo es el tuyo. además Eze, vos tuviste algo de culpa.
-Y yo que tengo que ver?, -preguntó extrañado.
-Es que yo ya sabía que a vos te cogían duro. Tenemos un mejor amigo en común y me lo contó rogándome que no le dijera a nadie.
-Que hijo de …..!, claro porque el culo no era el de él, por eso lo contaba-, replicó enojado Ezequiel.
-No te pongas así Eze, pensá que si no fuera por eso, no estaríamos juntos ahora-, intentó calmarlo Mati.
-Bueno, dale, que tuve que ver yo en tu debut?
-Y…, que cuando ya estaba casi convencido de darle una mano a la calentura de mi primo, pensé que por ahi se me iba a notar algo y casi le digo que no, entonces me acordé de vos, que a pesar que te la comías no se te notaba nada y que si repetías no debía ser tan feo. Con eso me decidí.
-Ajá, entonces me tenés que dar las gracias, gracias a mi ahora sos puto.
-Y dale, no soy puto.
Mati, -le dijo Ezequiel con voz suave-, no te engañes más, no fue una vez para probar, lo hiciste y lo repetiste con tu primo, después me buscaste a mí para coger, te tragaste mi pedazo a pesar del miedo y gozaste tanto que hasta acabaste sin tocártela. Si no sos puto, ¿qué sos? Yo sé que no es fácil reconocerlo pelotudo!, -dijo Eze como enojándose-, no sabés cuantas almohadas mojé llorando cuando me di cuenta.
Los dos seguían aun acostados, Mati miró a Ezequiel, que moqueba mientras gruesas lágrimas caían de sus mejillas. Se incorporó y lo ayudó a levantarse. Lo abrazó fuerte, mientras Eze entre sollozos seguía hablando.
-En mi casa cuando sale el tema, lo más liviano que dicen de los putos es que son una mierda y que habría que matarlos a todos!. Que hago si se enteran? Porque yo soy lo que soy y no voy a cambiar..
Ya Eze, te entendí, – los ojos de Matías también lagrimeaban-, tus lágrimas están ahorrando las mías, gracias Ezequiel, gracias.- decía mientras tomaba la cara de Eze entre sus manos y besaba sus lágrimas.
-Por qué Matu?, preguntó Ezequiel aún sollozando.
-Mi razón para buscarte y provocar el encuentro no era coger, estaba desesperado por entender qué me pasaba, qué sentía, estaba angustiado con la culpa, por eso quería hablar con vos, eras el único puto que conocía y con el único que podía hablar, quería escucharte a vos para entenderme a mí. Ahora ya lo sé, soy puto, lo asumo, y sé que voy a sufrir cuando escuche de mis viejos, de mis amigos, de mis compañeros esos comentarios sobre los putos de mierda y los maricas que hay que matar. Gracias Eze, ya estoy preparado para no llorar por eso.
Se volvieron a abrazar fuerte, sus pijas caídas apoyadas una contra la otra, sus cuerpos tibios transmitiendo calidez humana.
-Pero che, ya hace como cuatro horas que estamos en pelotas-, dijo Eze con una sonrisa que era como un arco iris naciente luego de la tormenta de sus lágrimas.
Mati bajó de su estado de sentimiento puro, sonriendo también y bajando sus manos a las nalgas de Eze, le respondió:
-Sí, y no sé cómo nos vamos a sacar este olor a pija y leche que tenemos encima.
-Para que tenemos el río boludón? Otra carrera?
Los dos salieron como pudieron de entre el matorral y de nuevo en bolas corrieron por la inmensa y solitaria playa hasta el agua. Se metieron hasta que el agua les llegó a mitad de los muslos y allí planearon los dos hacia adelante, como dos delfines regresando de un salto.
Me hiciste mierda Eze,- comentó Matías- cuando corro siento como si mi agujero fuera un caño, menos mas que cuando me zambullí no hizo glub, glub, glub.
Eze sonriendo, lo agarró por atrás y apoyándole la pija en el culo, le retrucó:
-Si querés te lo lleno, así no te entra agua-
-¿Serás capaz?- sonriendo acotó Mati mientras se inclinaba y se ponía en posición de recibirla
-Abrite y vas a ver ya que te hacés el macho!-
Mati, le siguió el juego y con las dos manos separó sus nalgas, pensando que hasta allí seguía la broma, pero un segundo después el dolor intenso de su culo le dijo que no era joda, Ezequiel lo había ensartado en seco y tomándolo de las caderas intentaba terminar de meterle los 10 cm que le quedaban afuera.
-No seas bruto nene, soy puto pero no desfondado-, se quejó Matías mientras se acomodaba para reducir el dolor que ya era dolorcito y a medida que se iba transformando en sólo ardor, empujaba hacia atrás para clavarse del todo la pijota de Eze.
El sol seguía alto en ese cielo sin nubes, las olitas amigas del río seguían su tranquilo rumbo hacia la costa, a lo lejos las chimeneas del doke humeaban como siempre, y allí, como si fueran los únicos habitantes del planeta, Eze y Matu hacían el amor, medio jugando, medio en serio, sin siquiera pensar que hacían el amor, ni se les hubiera ocurrido esa palabra, como no se les ocurría aun besarse con pasión o decirse cosas tiernas.
Luego de un rato de mete y saca, Eze dejó el culito de su amigo y acotando: mi turno que yo también soy puto-, se dio vuelta y abrió sus nalgas. Matu, más expeditivo, y con un Eze que sabía sacarle la leche, en 10 minutos lo volvió a llenar de semen.
Al fin entre risas y bromas porque venían a sacarse el olor a pija y terminaron aumentándolo, se lavaron y caminando tranquilos volvieron a la playa.
Ya era hora de regresar, así que con desgano se vistieron, previo halagos a sus respectivos culos -con un culo tan lindo, si no fueras puto sería un desperdicio- tomaron lo que quedaba de coca y pedaleando despacito comenzar la vuelta a Avellaneda.
-Cuando volvemos Matu?
-Sería bueno venir con carpa y pasarnos un fin de semana no?
-Mmmm, coger sobre la arena a la luz de la luna, siiii
-Ahhh, pará tengo una idea mejor,- dijo Matías casi gritando de entusiasmo- La casa de mi abuelo en San Clemente, el otro día en la cena mis viejos comentaban que había que ir para cortar el pasto, limpiarla y prepararla para alquilarla en la temporada. El otro fin de semana tiene un feriado, son tres días. Por qué no vamos los dos solos con esa excusa, hacemos el laburo y de noche cogemos a morir?
-Yo me prendo-, dijo Eze con la cara iluminada de entusiasmo.
Matu pensó un poco, – No querés que invitemos a Norbi y a Jonathan?
-Vos le vas a contar lo de hoy?, yo no, -preguntó preocupado Ezequiel
-Yo tampoco, pero cuando me abra los cachetes por ahí se da cuenta-
-Vos cerralo como para evitar que te salga un pedo por las dudas. Por qué queres que vengan?
– Y…, Eze, a los dos nos gusta más estar abajo que arriba, por eso….
– Norbi es un pelotudo y seguro no va a querer, pero si tu primo quiere….
-Bueno, yo le digo lo del plan, pero no le cuento de "nuestros" planes. Allá inventamos algo para que se dé cuenta y empezar la fiesta. Pero che, porque no me decís nada bueno de Norbi?
– Porque la verdad, es un pelotudo, tiene un buen cuerpo y eso me calienta, pero después, que bici no, que estar más tiempo juntos no porque cree que van a pensar mal, que chupármela no porque le va a quedar olor a pija en la boca. Mirá Matu, ni me la toca, se debe imaginar que mi pija muerde.-
Mati pensaba que Joni no era una maravilla tampoco, pero claro, en dos encuentros aún no había lugar para que él fuera tomando en cuenta esas cosas.
-Che, yo tampoco te la chupé hoy-
-Pero Mati, en unas pocas horas no se puede todo, pero seguro que si te lo pido me la chupás.
Mati, que jamás había tenido una pija en la boca, arqueó una ceja y balbuceando le dijo:
-Si.., si, seguro que sí.
Eze paró de golpe la bicicleta.- Me la chupás ahora?-
Para Mati era entonces una cuestión de honor, así que se bajó de la bici y le dijo "dale", lo tomó de la mano y lo llevó hasta un árbol que había al costado del camino, Eze dejaba hacer, le apoyó la espalda contra el árbol, se arrodilló delante de él y le bajó el jogging. Tomó con una mano la pija fláccida de su amigo y se la llevó a la boca. Sus labios se apretaban contra esa carne blanda y tibia, cerró los ojos y comenzó a subir y bajar por ese tronco tratando de imitar lo que Eze le había hecho esa tarde, le peló el inmenso glande y pasó su lengua por el borde, que rico que era!!!, ese sabor a macho que inundaba su boca, esa primera gota de pre-seminal salada, deliciosa que salía del ojito, esa sensación de poder que emanaba, que lo entusiasmaba. De a poco fue tragando un poco más, imposible tragarla toda, pero hacía lo mejor que podía. Eze comenzó a quejarse y suspirando le pidió -Mati porfa meteme los dedos en el culito-, la idea era clara, Matu se chupó los dedos para ensalivarlos y mientras seguía mamándole la verga se ingenió para meterle primero uno y luego dos dedos en el culito. Con mucho arte sincronizó su boca con el mete y saca de los dedos, lo que llevó a Eze a la gloria.
-Soltala que ya acabo-, le dijo Eze al rato, pero Matu no tenía el menor interés de soltarla, por lo que recibió en su boca el largo trallazo de leche de su amigo, un sabor raro, diferente, extraño, pero rico. Lo tragó sin dejar de chupar pero mirando a Eze a los ojos, sacó delicadamente los dedos del culito de su amigo y bajando el ritmo, abandonó su rica pija dándole un besito final en la punta. Se incorporó y besó por primera vez de verdad a su amigo para que él también sintiera el sabor de la leche.
-Ay Mati, con la media cogida que te dí había quedado caliente, necesitaba sacarme la leche. Gracias Matu, sos un amor.
Matías, con la boca un poco dolorida por el esfuerzo, sonrió feliz y le dijo:
-Si, pero ahora estoy de vuelta con olor a pija-
-Todo tiene solución-, acotó Eze, sacando su cantimplora de emergencia y su paquete de Billiken Mentol. -Te enjuagás bien y con dos pastillas de estas solamente van a pensar que estás tapando el olor a cigarrillo berreta, jeje.
Subieron de nuevo a las bicis, Matu feliz porque su primera mamada le había encantado pero más aún porque le había demostrado a Eze que él era mejor compañero de cogida que Norberto, cosa que no había que demostrar porque Eze estaba más feliz que él por todo lo que había vivido esa tarde.
El sol se iba escondiendo cuando llegaron a Mitre, allí apuraron la carrera en el pavimento para llegar antes de la noche al barrio.
En la puerta de la casa de Matías estaba el abuelo en su sillita que los vio venir desde la otra cuadra y con su tono medio cocoliche los saludó
-Medio tarde chico, se divirtierono?
-Si abuelo, mucho- respondieron los dos al unísono sin siquiera mirarse
El lunes hablamos Eze?
El lunes hablamos Matute.
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