Le confesé a mi novia, que mantenía, una experiencia gay, y….
Un chico le confiesa a su novia que él mantiene una relación gay, ella lo convence de que traiga a su pareja y ella los chantajea con contarlo todo a menos que tengan una orgia. .
Le confesé a mi novia, que mantenía, una experiencia gay, y….
Contrario a lo que yo esperaba, cuando le dije a la que era mi novia en esos momentos, y ahora mi esposa que yo había tenido una experiencia gay.
Ella se mostró de lo más comprensiva, se emocionó tanto, al escucharme, que pensé al principio, que lo estaba tomando muy a la ligera.
Yo mismo no podía creer, que mi novia fuera de mente tan abierta, ya que, de manera bien tierna, me pidió que tuviera más confianza en ella, y le fuera contando todo lo que me había sucedido.
Yo así lo fui haciendo, pero sin dar detalles, como nombres o lugares, le dije la verdad que, en una ocasión, en que salí con unos conocidos, bebí de más, al punto que perdí el sentido.
Y cuando lo recuperé me encontré con un chico sobre mí, penetrándome una y otra vez, a pesar de que yo pataleé, lloré, y grité, él continuó enterrándome todo su miembro una y otra vez.
Hasta que, en cierto momento, no sé ni cómo ni el porqué, comencé a menear y restregar mis nalgas contra su cuerpo a medida que él seguía penetrándome sin parar, al tiempo que yo fui disfrutando de todo aquello que él me hacía.
Después de eso, me volvió a sodomizar, bajo la amenaza de que se lo contaría a nuestra familia.
Por lo que al principio en más de una ocasión lo dejé que me penetrase en contra de mi voluntad, pero al poco tiempo, me di cuenta de que en ocasiones era yo quien lo buscaba, y propiciaba que me usara como su mujer.
Mi novia me escuchó, y a medida que yo seguí contándole lo sucedido, ella me abrazaba, y me decía que eso no había sido culpa mía.
Ocasionalmente me hacía una que otra pregunta, según ella para aclarar en su mente lo sucedido, preguntas a las que yo le contestaba con toda honestidad.
Preguntas como. “Dime como te sentías al principio.” a lo que yo le respondí, que muy mal, frustrado, indignado, en fin, muy mal.
Pero cuando luego me preguntó cómo me sentía después de estar varias veces, dejando que mi primo me penetrase.
En ese momento no me di cuenta, pero ella hábilmente se descubrió quien era el que se aprovechaba de mí.
Yo le dije nuevamente la verdad, que al principio me sentía mal, al momento en que me penetraba, pero luego como que comencé a disfrutar que así lo hiciera.
Hablando y hablando con ella, también le conté que la mayoría de las veces, yo era el pasivo, pero que ocasionalmente mi primo, que se las da de muy machito, también le encanta que de vez en cuando, que yo lo penetre, y cuando lo hago se comporta como toda una loca.
Finalmente le tuve que reconocer, a mi novia que aun mi primo y yo, manteníamos encuentros por lo menos una vez a la semana.
Y que, aunque yo la amaba a ella entrañablemente, no podía explicarme por qué seguía dejando que mi primo siguiera aprovechándose de mí.
Mi novia me beso, me abrazó, y hasta llegamos a tener sexo, esa tarde en su casa, pero luego me dijo que le gustaría que invitase a mi primo, para que los tres conversáramos.
Yo siguiendo al pie de la letra lo que me dijo mi novia, invité a mi primo a casa de ella, pero sin decirle el motivo.
No bien mi primo, entró a la casa de mi novia, que ella dirigiéndose a nosotros dos, nos dijo. “Chicos, desde ahora en adelante hacen lo que yo les digo, o le voy con el chisme, de que los dos son gais, a todo el mundo que los conozca.”
Mi primo se quedó pálido, al igual que yo, la verdad es que no entendía la manera de actuar de ella, me dejó sorprendido.
Casi llorando le pedí que me explicase que sucedía, mientras que mi primo, en un tono mucho tranquilo, sonriéndose me dijo. “Calma seguramente nos va a explicar que es lo que ella quiere.”
Ella se nos quedó viendo, y acercándose a nosotros dos, lo primero que hizo fue comenzar a quitarse su ropa, al tiempo que sin dejar de vernos nos dijo que también nos desnudásemos.
Yo sin tener la menor idea de lo que ella quería comencé a obedecerle, al igual que lo hizo mi primo.
Así una vez que los tres estuvimos completamente desnudos, mi novia agarrándome por la nuca nos dijo. “Lo que quiero es disfrutar de una orgía entre los tres. Pero sin tonterías de que yo no hago eso, o voy con el chisme a su familia.”
Al principio me sentía algo incomodo, no tan solo por estar completamente desnudo frente a ellos, sino porque ellos dos únicamente se dedicaron acariciar mi cuerpo.
Pero luego al poco rato mi novia comenzó a mamar mi verga, mientras que mi primo, me puso a mí a mamar la suya, y él a su vez se dedicó a mamar el peludo coño de ella.
Durante un largo rato entre los tres estuvimos cambiando de lugar, así que yo también disfrute y mucho que tanto él como ella me mamasen la verga a mí también.
En cierto momento y a medida que las cosas se fueron poniendo mucho más calientes, vi como mi primo, penetró a mi novia, por su coño, mientras que él no dejaba de mamar mi parada verga.
Luego a petición de mi novia, dejé que él me penetrase frente a ella, mientras que yo le mamaba sus tetas.
Y así continuamos, en otro momento yo me encontraba dándole por el culo a mi primo, mientras que él le seguía mamando el coño a mi novia.
En fin, no hubo cosa que entre los tres no hiciéramos, pero al final cuando más agotados nos encontrábamos nosotros dos, ella sacó un par de consoladores, y ordenándonos que nos recostásemos sobre el sillón, y levantásemos nuestras piernas, nos los enterró por el culo a los dos.
La verdad es que me di cuenta de que tanto mi primo como yo lo disfrutamos intensamente, y cuando usando unas correas se los pegó a su cuerpo, pensé que me moría del placer.
Al tiempo que nos fue diciendo que, desde ese momento, haríamos todo lo que ella nos ordenase.
Cosa con la que nosotros dos estuvimos de acuerdo, incluso el mismo día de nuestra boda, ya que mi primo nos acompañó durante gran parte de nuestra la luna de miel.
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