Leche Paterna V
El hoyo en la pared..
Cuando llegamos a la casa, mi papa se recostó en el sillón y prendió la televisión, yo me senté en el piso junto a el viéndolo, esperando que me quitara el bozal de castigo, pero no paso. El ni siquiera me volteo a ver, se quito los zapatos y rascándose los huevos empezó a cambiar los canales.
Aun no anochecía, el calor de verano era muy intenso, yo sentía la espalda sudada por el viaje, entonces me quite la playera mojada y al pensarlo un momento también me quite el short, quedando en calzoncillos, los cuales eran celestes con avioncitos. Mi papa me vio de reojo y se quito los pantalones y camisa quedando el calzoncillos cortos color blanco solamente.
Papa: que pinche calor de mierda hace. Es mas, tráeme una cerveza del refrigerador.
Yo camine hacia la cocina y tome una botella de cerveza, la cual se sentia muy fria en mi mano, camine hacia la sala y se la di a mi papa.
Papa: mira namas que fría esta, se antoja.
Y después mi papa puso la botella en mi pecho y abdomen, lo cual me hizo brincar al sentirla.
Papa: jaja date la vuelta.
Y me tomo de un hombro obligándome a dar la vuelta pegándome la botella en todo momento, sintiendo el frio de ella por el costado y espalda. Luego se dirigió a mi trasero y lo pego a mi nalguitas, metiéndome un poco el calzoncillo, yo sentia una corriente correr por mi cuerpo.
De pronto sonó una conocida canción infantil, era el camión de los helados, el cual pasaba todas las tardes de verano, yo gire la cabeza viendo a mi papa abriendo los ojos, olvidaba que estaba castigado, quería un helado.
Papa: como si te lo merecieras, te portaste mal hoy, recuerdas?
Yo baje la mirada.
Papa: pero bueno anda, que yo también quiero uno, hace mucho calor.
Yo brinque de felicidad, el camión paro justo frente a nuestra casa, yo voltee a ver a mi papa apurado, el me dio un billete y yo sali corriendo, olvidando que estaba en calzoncillo y que tenia un bozal.
La calle estaba desierta, el sol de verano ahuyentaba a cualquiera, el camioncito de helados era blanco con rosa y tenia conos de helado pintados a cada lado, corrí descalzo y el pavimento estaba caliente pero no me importo, corrí con el billete en la mano. De la ventana del camión se asomaba un señor moreno gordo y calvo, el cual atendía a mi vecino Don Cornelio, por eso había parado ahí.
Don Cornelio vestía su atuendo habitual de vaquero, llevaba un jeans azul, botas café y camisa verde claro, la cual mostraba pecho y panza pues tenia los botones de arriba desabrochados.
Al verme el señor del camión de helados me vio con cara de sorpresa y tomo el billete que le daba.
Señor del camión de helados: que te doy?
Yo levante dos dedos con la mano.
Don Cornelio: quiere dos conos de helado, de que sabor Ramoncito?
Yo apunte un dibujo que se veía una imagen de un helado de vainilla. Entonces el señor del camión de helado entendió y después de servirlos y tomar mi billete, me dio el cambio. Yo camine a mi casa junto a Don Cornelio.
Don Cornelio: que lo disfrutes bebe.
Entre a mi casa y mi papa tomaba su cerveza, le di el helado y después me quede parado.
Papa: ah si, ven acá.
Me desamarro el bozal. Yo me senté en el suelo y me puse a comer mi helado.
Luego aprovechando que estaba libre del bozal de castigo me pare caminado por la casa feliz, salí de la casa hacia el porche escuchando la canción del camión de helados. El sol se estaba poniendo, dejando una luz claroscuro. Poca gente pasaba a esa hora, a lo lejos se escuchaba música de una reunión y nada mas.
Me quede parado viendo la poca gente pasar lamiendo mi helado tarareando la canción, voltee hacia la pared que dividía la casa de nosotros con la de don Cornelio, en esa parte mi mama tenia macetas con plantas las cuales cuidaba mucho y de una parte vi un hueco, el cual no me había percatado que estaba ahí y de ahí saliendo una verga gruesa con el prepucio corrido, tenia la cabeza húmeda, se veía apetitosa apuntándome.
Yo tarde en entender que pasaba, pero camine hacia ella tomándola con la mano, era morena muy oscura, gruesa, con la cabeza morada, tenia la cabeza mas gruesa que el resto. La apreté moviéndola de arriba hacia abajo aun terminándome mi helado, luego me agache metiéndola a mi boca.
Sabia salada, a sudor, chupe suave probándola, luego me metí todo lo que pude y empecé a mamar con gusto esa verga desconocida, la cual salía de un hoyo junto a mi casa.
Chupe metiéndome lo que podía de esa cabeza gruesa, saque la lengua y la lamí toda, me encantaba su sabor, la verga brinco erectandose mas, yo chupe con gusto, no me importo que aun había algo de claridad, la cual poco a poco se fue perdiendo.
La verga entro mas por el hoyo, entrando los testículos, los cuales se veían grandes, peludos en color negro, se veían hinchados, los lamí con gusto, para luego volver a la verga, lamiendo la base ensalivándola hasta llegar a la cabeza, la cual soltaba mucho líquido lubricante el cual me tome. Se escuchó un gemido gutural del otro lado de la pared. Eso me alentó a chupar más rápido, sacando la lengua y chupando toda la cabeza.
La verga saco más liquido de la uretra, la verdad lubricaba mucho, me encantaba, solo se escuchaba mi boquita chupando esa verga que salía de ese hoyo en la pared.
De pronto, sentí una presencia tras de mí, me gire y vi a mi papa, el cual tenía una cerveza en la mano, me veía serio, yo me asuste y quise hablar pero el tomo mi cuello y cabeza obligándome a agacharme dirigiéndome a la verga del vecino para que me la metiera de nuevo en la boca. Yo lo hice obedeciéndolo.
Chupe con ganas de arriba abajo, no podría meterme mucho de esa verga cabezona pero hacia mi mejor esfuerzo, de pronto sentí un calor en mi culito, mi papa agachado tras de mi metió su lengua en mi culito, yo brinque de placer con la sensación.
Sentía su lengua invadiendo mi esfínter, era rudo, punteaba sin piedad mi culito, yo gemia con la boca llena de verga, chupaba como podía. Mi papa lamia muy rápido, con sus manos sobre cada uno de mis costados levantándome para meter más la lengua, mis pies ya no tocaban el suelo, apretaba mi boca sobre esa verga gruesa.
Mi papa engruesaba su lengua y yo la sentía invadiéndome, me dolía un poco, pero el placer era mayor, sentía su barba raspando mis nalguitas, estaba en extasis total, chupaba esa verga vecina con rapidez. sentía que mi culito se abría mas dejando entrar la lengua de mi papa, el cual se encontraba hincado perforando con la lengua el culito de su hijo de 4 años en el porche de su casa.
Yo gemía, no podía mas, la lengua de mi papa se movía sin piedad, de adentro hacia afuera moviéndome con cada movimiento, mi cuerpo estaba tenso, la verga que chupaba se sentía tensa, lista, entonces metí mi lengua en su uretra haciendo que dispare. Lanzo varios disparos de semen, los cuales atrape con la boca tragando y tragando.
La leche salía sin parar, yo la pasaba por mi garganta con gusto, sentía mi culo abierto de par en par por la lengua de mi papa, el no paraba un solo momento. Me retorcí de gusto sintiendo las paredes de mi culo apretar la lengua de mi papa, el que me había dado vida hacia cuatro años atrás. La leche paro pero mi papa no, solte la verga que mamaba y baje la cabeza pegándola al suelo, gritando de placer mientras que mi papa penetraba mi culito con su verga sin piedad. Sentia su lengua invadiéndome, punteándome, estaba en éxtasis absoluto, grite…. “papiiiiiii”, mi culito se tensó apretando su lengua, me retorcí y tuve el orgasmo mas intenso que había tenido a mis cuatro años.
Mi culito invadido se sintió liberado luego de que mi papa sacara su lengua. Yo caí en el suelo del porche, desmayado. Luego sentí que mi papa me cargo poniéndome en mi cama. Luego sentí una invasión en mi culito, mi papa metía su dedo índice y acotándose junto a mi me beso en la frente sonriéndome, yo le sonrie de regreso y el me guiño un ojo.
Papa: ya estas listo para la verga de papi bebe.
Continuara…
Telegram: Rojito03
Ohhh como sigue?
Necesito saber más
Waaaaaaaooooo!!!! ¡Es EL MEJOR capítulo de la saga!
Qué rica experiencia sería algo así. Vas subiendo la intensidad con cada entrega, sin duda.
Me encanta Ramoncito, que envidia de tener un papá y unos vecinos así de calientes. Esta historia me lmapone dura en cuanto empiezo a leerla.