Leche paterna VI
Soy el esclavo de papa.
Cuando desperté ya era domingo, mi mama y hermana regresarían en la noche, desperté en calzoncillo en mi cuarto, por la luz de la ventana se veía que era muy temprano, afuera solo se escuchaban los pájaros cantando, trate de recordar en que momento me dormí la noche anterior y recordé que fue muy temprano. Apenas anocheciendo, mi papa me había llevado cargado a su cuarto y me había metido un dedo en el culito, yo veía su cara la cual era de deseo pero con tono serio, me puso en la cama boca arriba, con mis piernas en alto, metiendo y sacando su dedo, luego intento con un segundo, a mí me dolía y me quejaba, el bajo metiéndome la lengua pero cuando intentaba meterme más de un dedo me quejaba del dolor, yo lo veía a la cara y hacia mi mayor esfuerzo, entonces el metía un segundo dedo pero las lágrimas se me salieron, el me vio directamente ordenándome aguantar. Metió de dos dedos de golpe.
Yo: ahhhhhhh papi me duele ahhh
Mis lágrimas salieron desbordadas y me retorcí de dolor, el no dejo de verme, analizándome, y vi una mirada que no me gusto, como de hartazgo, de rencor y se paró bajándose la ropa quedando desnudo de la cintura para abajo, yo grite sollozando mientras vi su verga enorme, firme babeando acercarse a mi. Trate de levantarme y el puso un brazo sobre mi pecho impidiéndolo y con la otra mano tomo su verga apuntándola a mi culo.
Yo: no papi no, me duele mucho, papi.
El no paro, bufo mientras fue metiendo su verga a mi culito, el de su hijo de 4 años, sentí su mástil ardiendo mientras abría paso en mi interior, y el peso de mi papa sobre mi cuerpo, sentía mi culo al rojo vivo, mi vista se nublo mientras ahogue un grito. Se escuchaba un timbre de fondo, pensé que me había vuelto loco, el dolor me había sobrepasado, el timbre sonaba más frecuente y más cercano, sentí el peso de mi papa liberarme y luego mi culito desocupado, yo aún gritaba de dolor, no entendía que estaba pasando.
Vi que la puerta del cuarto se abrió y mi papa salió de él, luego lo escuche hablar, debía ser mi mama, haciendo su llamada como cada noche, yo lloraba mucho, me dolía demasiado, luego de un rato mi papa volvió, yo me asuste cuando sentí que levanto mis piernas pero el me volvió a impedir moverme con su brazo. Luego sentí que algo frio tocaba mi culito, yo sollozaba pero el dolor fue disminuyendo y de repente me quede dormido.
Ahora de mañana recordaba todo desde mi cuarto, y me toque el culito, el cual se sentía húmedo, abierto pero sin dolor, acerque mi mano a mi nariz y olía a un ungüento, el cual mi papa me puso antes de que durmiera, repase todo lo que había pasado, no sabía como alguien podía aguantar ese dolor, como Tino disfrutaba que su papa le metiera su verga, o mi padrino la de mi abuelo.
Luego de un buen rato baje de la cama, tenía mucha hambre, camine hacia la cocina sin saber que hacer y luego hacia el cuarto de mi papa, no sabía si buscarlo, le tenia miedo, había sido muy brusco conmigo, quizá estaba enojado, pero entre aun así entre a su cuarto.
Su recamara estaba en penumbras, mi papa roncaba boca arriba desnudo, yo avance hacia la cabecera, donde estaba su cabeza y le hable.
Yo: papi, papi.
El roncaba sin parar, voltee a verlo, el moreno, grande, muy peludo, sus brazos musculosos y su verga, la cual me volvía loco también era peluda, negra, con prepucio, ahorita en reposo seguía gruesa. Me subí a la cama y lo abrace, poniente mi cara bajo su axila peluda, oliéndola, olía bien, a macho, a loción. Lo acaricie del pecho, jugando con el pelo que tenía, acerque mi boca a su pezón izquierdo y me puse a chuparlo, estaba enamorado de mi papa, amaba su cuerpo, su aroma, su presencia y amaba su verga. Baje la mano que acariciaba su pecho y tome su verga, apretándola, se sentía suave, agradadable. Deje de chupar su pezón y me moví en la cama para quedar boca abajo entre las piernas de mi papa.
Vi su verga, brillante, morena y peluda, y bajo ella unos testículos gordos y muy morenos también, saque mi lengua chupándolos, me gustaba como se sentían en mi boca, me embriagaba su olor a macho, a mi papa, los succione y lami un rato sin prisa. Luego moví mi cabeza y metí su verga a mi boca, chupe su prepucio suavemente, metiendo mi lengua bajo este, lamí su cabeza la cual sabia un poco agria pero me encantaba, y después me metí lo que pude en ella, succionándola.
Con la verga de mi papa en la boca lo veía dormir, el seguía roncando, se veía tan guapo como siempre, tenía ya más barba en esa cara morena, chupe un buen rato apreciándolo.
Su verga fue incrementando su tamaño en mi boca, yo aprovechaba para chupar con mas gusto, lamia los huevos pasando por el tronco hacia la cabeza y de regreso, ponía mucha saliva en su prepucio y metía mi lengua en su uretra, me la metía a la boca y trataba de tragarla hasta donde podía. Mi papa dejo de roncar y se paso saliva despertando poco a poco, yo seguía tragando su verga sin parar, ya llevaba un muy buen rato, el se estiro abriendo por fin los ojos viéndome directamente, su verga se empezó a engruesar y comenzó a soltar leche ardiente de ella, los cuales yo atrape uno tras otro sin dejar de verlo a los ojos, absorbía lo que podía para no dejar caer nada, su verga punzaba disparando sin parar, pero luego se detuvo.
Hice un ruido fuerte mientras absorbía todo, saliva y leche. Cuando voltee a ver a mi papa el se había acostado nuevamente, cerrando los ojos. Yo extrañado seguí chupando su verga, la cual volvía a ser flácida. Jugaba con ella con mi boca, la pasaba de lado a lado, mi papa empezó a roncar de nuevo, yo no sabía qué hacer, aún tenía hambre, ahora menos, pero aun así quería desayunar. Seguí saboreando esa verga que me había dado la leche paterna, acomode mi cabeza en su pierna y chupando suavemente me quede dormido.
Desperté con la boca aun llena, tarde en entender que pasaba, la sensación de tener un biberón que mamar me había dado una paz que me ayudo a dormir, me sentía muy cómodo, tranquilo, y así continuaba.
Papa: asi que ya despertaste hijo.
Yo vi a mi papa recargado en almohadas boca arriba, el leía un libro que había visto junto a la cama.
Papa: ya estas grande para andar durmiendo con biberón no crees?
Yo lo vi temeroso sin dejar de chupar, pero después que el sonriera suavemente me tranquilizo. Yo asentí en un movimiento lento.
Papa: ya era hora que despertaras porque quiero ir al baño a orinar.
Yo gruñí protestando haciendo más peso para que no intentara levantarse.
Papa: ya hijo, suéltame la verga o quieres que te de mis miados en la boquita?
Yo lo pensé un momento y sonriendo asentí.
Papa: cabroncito, no pues qué más puedo hacer, a ver ahí te va pero no quiero que mojes la cama que al rato llega tu mama, trágate todo.
Yo asentí y me prepare, levantando mi cabeza un poco, y sentí el chorro de mi papa llenar mi boca, era mucha, trague rápido, el paraba ayudándome a pasarme su orina y luego continuaba, el cuarto ya tenía más luz, y en la calle se escuchaban vecinos platicando. El chorro continuaba y yo tragaba, luego acabo y me pase lo último y sonreí viéndolo, el solo asintió luego volvió a su lectura.
Yo continúe chupando, pero mi estómago gruño, saque su verga de mi boca sonando como un corcho y por fin hable.
Yo: Papi tengo hambre.
Papa: y yo que pensaba que ya estabas lleno. Ya lo pensé y todo el fin de semana yo te cuide y alimente, así que hoy tú me tienes que atender a mí. Hoy serás mi esclavo.
Yo: esclavo? Como es eso? –dije asustado aun recordando el dolor del culo.
Papa: si, yo no me levantare hoy de la cama para nada, y tu tendrás que hacer todo. –Yo lo pensé y asentí.
Papa: bueno para empezar, trae el resto de la pizza que no nos comimos, eso será el almuerzo, trae la caja completa y una botella de refresco que está en el refrigerador.
Yo sonreí y brinque de la cama, y buscando la pizza la encontré aun en la mesa de centro de la sala, corri al cuarto y se la di a mi papa en las manos, luego corri al refrigerador y cargando con cuidado una botella grande camine de nuevo al cuarto.
Ya sentados en la cama, empezamos a comer la pizza fría, el recargado en la pared del cuarto que daba a la calle, y yo frente a el, comíamos en silencio pero animados. Vi su verga brillante por mi saliva reposar entre sus piernas y la tome con mi mano izquierda mientras que con la derecha sostenia mi rebanada de pizza.
Papa: no llenas carbón.
Yo reí rápido.
Papa: cuál te gusta más? La pizza o mi verga?
Yo voltee a ver la pizza y después la verga de papa y apreté su verga sonriendo como respuesta.
Papa: me saliste bien goloso, come anda y no tires migajas que tu mama se va a enojar conmigo.
Comimos un rato más en silencio y luego de tomar refresco eructe satisfecho.
Papa sonrió, con mama me hubiera tenido que haber disculpado pero a papa no le importaba, el tomo otra rebanada de pizza y se recostó mordiéndola. Yo aún seguía teniendo su verga en mi mano, entonces me acerque a el y me metí su cabeza en mi boca chupando.
Mi papa puso su mano izquierda sobre mi espalda acariciándome, yo chupaba y escuchaba como el masticaba su pizza, la cual tenía en su mano derecha, y estuvimos así un buen rato.
De rato se escuchó un grito que se escuchaba los fines de semana, era el señor del periódico. Mi papa abrió la ventana del cuarto y chiflo. Luego de un momento llego el vendedor.
Papa: deme uno, me lo apuntas para fin de mes.
Vendedor: claro, aquí tiene don Ramon.
Mi papa se estiro sacando el brazo porque los separaba el porche, y al hacerlo, levanto las piernas mostrándome su trasero y culo, yo voltee a ver a mi papa y por un momento vi al vendedor, el cual me vio de regreso, papa le agradeció y cerro la ventana y cortina. Yo vi la silueta del vendedor al fondo aun viendo hacia nosotros.
Mi papa abrió su periódico sin percatarse de nada y dio otra mordida a la pizza. Yo baje metiéndome la verga a la boca succione de nuevo. Mi papa leí un buen rato una hoja y daba vuelta, luego leía otra, a veces refunfuñaba, a veces reía. Yo chupaba sin prisa, suave.
Baje mi lengua hasta sus testículos chupándolos, uno después del otro, luego baje un poco más buscando camino, mi papa entendió y se recostó un poco mas separando las piernas, yo pase mi lengua por todos lados y al llegar a su culo, la metí suavemente.
Me gustaba mucho la sensación de mi lengua dentro, se sentía caliente, suave, empecé a chupar rápido, metia todo lo que podía la lengua, daba círculos con ella. Luego saque la lengua y sin despegarla de mi papa subí chupando los huevos y avanzando a su verga hasta llegar a la punta de la cabeza y luego de regreso. Al llegar a su culo metía la lengua y la movía en círculos para luego repetir. Podía hacer eso todo el día, mi papa no decía nada pero sentía su piel erizándose con mi juego. Cuando llegaba su culo sentía que apretaba mi lengua, entonces empecé a puntearla rápido, sin parar, el dejo a un lado el periódico viendo a su hijo comiéndole el culo, cogiéndoselo con la lengua, y sin tocarse empezó a arrojar los mecos por la verga erecta y brillante. Uno luego otro y otro, iban para todos lados, aquello era un géiser, soltó un quejido fuerte y luego paro. Yo segui chupándole el culo pero el me tomo del cuello y me llevo hacia el, cargándome en un solo movimiento y tomándome del cuello me dio un beso apasionado, metió su lengua dentro de mi casi ahogándome, sentí su barba rasparme pero yo estaba en éxtasis, su mano izquierda empezó a acariciar mis nalguitas mientras continuaba besándome, yo me dejaba, era rudo pero cálido a la vez. Me levanto poniéndome a la altura de su cabeza y se metió mi verguita en su boca con todo y mis huevitos succionándolos, yo perdí el equilibrio recargándome de frente en la ventana, soltando un gemido. Y entonces lo vi, el vendedor seguía ahí parado frente a la ventana, y lo veía muy claramente pegado a la cortina como me encontraba y el me veía a mí, fijamente a los ojos.
Yo trate de advertirle a mi papa pero el metió un dedo a mi culito, haciendo que mis palabras se convirtieran en un gemido. Apoye mis manos en la ventana y mientras mi papa me violaba con el dedo y chupaba mi verguita y huevos sin parar en una succión deliciosa, grite soltando un orgasmo impresionante mientras el vendedor del periódico me veía a los ojos desde la calle. Bufe un par de veces más y me deje caer.
Mi papa me tomo en sus brazos y me sonrió.
Yo: papi te amo.
Papa: yo también hijo.
Esas palabras sonaron tan dulces para mi, y fueron capaz de olvidar todo en ese momento.
Telegram: Rojito03
Como sigue?
uno de los mejores que leído en este sitio
como siempre un 10
Esperando con ganas la siguiente parte .
Sie.pre termino lubricando con esta historia. Esta escena final uff…que rico se comió el culo del papá, me encantó!!