Llueve y él me moja
De regreso a casa en medio de una lluvia torrencial.
Yo estudiaba fuera de mi ciudad, eran dos horas de trayecto y en ese trayecto la pasaba normalmente dormido, llegué a la central de autobuses para tomar el siguiente camión a mi ciudad, era un trayecto corto, pero hacia varias paradas para bajar y subir más gente, cuando compré mi boleto había una fila enorme fácil más de 100 personas, pues resulta que por las lluvias había un puente por el que no se podía pasar, no había inundación ni nada de eso, pero debajo el río tenía un caudal bastante alto y peligroso y todo vehículo pesado estaba restringido, solo autos pequeños, no había forma de volver, no existía Uber aun y los taxistas me iban a cobrar fácil lo de una semana de gastos de la escuela, había muchas personas conocidas, porque siendo un pueblo pequeño, pues total, llamé a casa y me dijeron que esperara, que seguía lloviendo ahí y quizás más tarde se iba a poder viajar normalmente.
Me salí de la zona de andenes y fui a la salida para fumar un cigarro, caminé por ahí, viendo gente correr de un lado a otro para mojarse lo menos posible, cuando me terminé mi cigarro entré al baño de una de las salas de espera, de donde salen los autobuses hacia el norte del país, yo sabía que en ese baño había acción, pero no esperaba que hubiera nada por la lluvia, pero, nunca se debe subestimar la puteria.
Entro y todo solo, aparentemente, estaba orinando y escucho un movimiento, como un zapato arrastrando, volteo y veo unos tenis por debajo de la puerta del cubículo, eran unos tenis muy limpios, blancos, demasiado limpios para el clima pensé… quizás llegó en auto o venía de viaje y acababa de bajar.
Hizo el típico movimiento de tocar su pene, lo veía en el reflejo del mosaico, de pie pasando su mano por la longitud de su pene. Yo me desabroché el pantalón y mientras permanecía frente al mingitorio le mostraba las nalgas igual en el reflejo del mosaico, hizo el sonido de «tssss» que demostraba que se le antojaba. Di dos pasos hacia atras y él abrió la puerta, ni voltee a verlo, no quería arrepentirme si era demasiado incompatible… tengo la mala suerte que los mejor armados en el cruising casi siempre son poco atractivos a mi gusto.
Sentí que ya tenía puesto un condon, era de sabor pues olía a fresa, mojó con su saliva mi entrada y su pene, en situaciones así normalmente no me resulta difícil dejar entrar un pene… es cuando todo es en privado, en la seguridad que me es mas complicado dilatar.
Entró todo al cabo de un minuto, era realmente largo, no muy grueso, pero si largo, ya dentro ahora si voltee a verlo, y wow, era guapo, blanco con cara de angelito, pero alto y fornido, con cero barba, parecía esos que no han dejado la adolescencia, pero ya tienen el cuerpo de un adulto, muy guapo la verdad, me estuvo empujando así hasta que emitió un sonido que indicó su venida, se quedó un poquito más dentro, su pene ya empezaba a empequeñecer y el condón a quedarle flojo, entonces escuchamos pasos, él entró de nuevo al cubículo y yo me acerqué al mingitorio para subirme el pantalón y hacer como si recién terminara y me acomodara la ropa para salir, justo terminando de acomodarme entró un señor, anciano, se me quedó viendo y se sacó el pene sin mayor reparo, era enorme… pero no me dieron muchas ganas al ver su avanzada edad, el bordón que usaba al caminar y las canas que salían junto a su miembro (las canas ahí me dan mucho asquito).
Salí y me lavé las manos, volví a la fila y era ahora más corta, por comentarios que escuché me enteré que estaban mandando los camiones por otra ruta, 30 minutos más, pero si podían pasar por allá.
Vi al chico guapo comprando un boleto y después preguntando a un trabajador de la central de autobuses que le señalaba la fila en la que me encontraba, llegó y se formó justo detrás de mi, voltee a verlo y me sonrió, empezamos a platicar como si nunca nos hubiéramos visto, me contaba que iba de visita a mi ciudad, que ahí vive su abuela y el venía desde EUA, tomó un autobús en el norte y después de 15 hrs había llegado a aquí, tuvimos que esperar, salieron 3 autobuses llenos (ya había más gente de la primera vez que había visto) en el cuarto nos tocó a notros, en la fila detrás había solo otras 15 personas que se repartieron por todo el bus, nosotros nos fuimos juntos hasta la parte de atrás, el se sentó del lado de la ventanilla y antes de sentarme le dije.
-Algo me incomoda desde hace rato…
-¿Qué pasa?
Me bajé el pantalón, el respaldo del asiento del frente me cubría, se sorprendió de mi osadía, pero notó lo que me incomodaba, lo tomó con una mano y lo retiro, por el susto del viejito me subí los calzones y me dejé el condón dentro, como su pene ya estaba más pequeño… no salieron juntos.
-Jajajajaja, ¿no lo habías sentido?
-Claro que si, pero ¿Cómo me lo sacaba?
-Oye, el señor ¿te dijo algo?
-Pues me enseñó su pito… pero ya estaba muy viejito, no es mi tipo, aunque si tenía un pene bastaaaante grande
-Jajajaja si lo vi, me sentí muy pequeño cuando lo vi…
-No te preocupes, tu también tienes un lindo pene.
El trayecto de una hora, se convirtieron en hora y media… al principio platicábamos, pero cuando el sol se metió y estábamos a oscuras, comenzamos a besarnos, aproveché y me subí encima de él, de frente nos besábamos y acariciábamos a más no poder, el autobús no haría ninguna parada, al ser una ruta diferente no subiría o bajaría personas hasta llegar al destino, bajó su pantalón hasta los tobillos y yo me quité el mío; de su mochila sacó otro condon, igual de fresa, ya dilatado solo mojó un poco ambas zonas que entrarían en contacto y empezó a empujar, yo dejaba mi peso caer y su pene de nuevo me abría las paredes.
De frente y en silencio acabó de nuevo en mi, de nuevo se salió de mi después de que su pene perdiera un poco de tamaño, pero ahora si sujetó el condón que de igual manera goteó en su asiento, lo metió en una bolsita de ziploc que le dieron al comprar un sandwich y junto al que habíamos acabado de sacar de mi, quedaron sellados, jajajaja, no tiene ventanillas que se puedan abrir para deshacernos de ellos.
Seguimos platicando y llegamos a nuestro destino, en la central de autobuses me pidió que lo acompañara a casa de su familia, porque iba de sorpresa, nadie sabía que venía, él medio recordaba llegar, pero no muy bien, porque se lo llevaron del país a los 3 años, cuando su papá pudo arreglar que toda la familia se fuera al volverse ciudadano.
Me dio la dirección y yo así de… ¿tu abuelita se llama Francisca?
-Si… ¿la conoces?
-Eres hijo de Carlos…
-Si… creo que algo me vas a decir que no te gusta por la cara que pones.
-Mi culpa, debí preguntarte antes… sí, tu papá y yo somos primos, tu abuela y mi mamá son hermanas.
-Ooooh… bueno… tío… jajajajaja, no te preocupes, igual no somos familia taaaan cercana.
-Bueno… eso si, te acompaño, me queda de camino a casa.
Caminábamos y reíamos de lo acontecido, era ya de noche, seguía una llovizna leve, el camino más corto a casa de mi tía era por una calle que es algo oscura, no peligrosa, solo oscura, le indiqué que a unos 50 metros era su casa y dicho esto se acercó a mi y me volvió a besar, ya no podíamos hacer nada, pero intercambiamos números y durante el mes que estuvo aquí nos vimos muchas veces. No volvió hasta el momento, sé por una hermana que vive allá y tiene más contacto con mi primo, que se casó, con un gringo, que siempre dice que vendrá y que siempre le pregunta por mi cuando se ven.
Como sigue??
Sigue allá, sin noticias nuevas
Gran relato… Como sigue??