Lo mas sucio que he hecho
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La historia que estoy a punto de contar, es algo que pensé que jamás le contaría a alguien, no solo por la cuestión de ser un encuentro homosexual, sino que además tiene mucho de ilegal, sin embargo al visitar esta página me doy cuenta de que es un buen espacio para contarla, pues creo que aquí no se me juzgará tan fuertemente como en otros foros.
Si bien es mi vivencia "prohibida" y las más de las veces la recuerdo con vergüenza, he de admitir que en ocasiones me cuesta no masturbarme al recordarla.
Todo paso hace unos años, por aquel entonces yo contaba con 25 años y la verdad que tenía un excelente trabajo.
Se trataba de una asociación que ayudaba a comunidades pobres con distintos proyectos para impulsar sus economías, tenía un buen sueldo y viajaba mucho con mi equipo de trabajo, donde habían varias chicas bastantes atractivas, en resumen me encantaba el empleó.
Un día nos mandaron a cierto pueblito, no tiene sentido dar más detalles del lugar, éramos un equipo de cuatro personas, yo y tres compañeras de las cuales 2 eran muy atractivas.
El calor del lugar más los hermosos cuerpos de mis compañeras, hicieron que esos días yo pasara en un estado de excitación total y la idea de ponerle los cuernos a mi novia era cada vez más fuerte.
Como siempre llegamos y nos contactamos con el líder de la comunidad, que resulto ser don Ramiro.
Don Ramiro era un hombre corpulento de 50 años, casado con varios hijos pero ya solo uno vivía con él.
El hombre nos recibió con gustó y durante el tiempo que estuvimos en el pueblo fue un gran apoyo en el trabajo además de ser muy amable y servicial con todos, pero en especial con mis compañeras.
Todo iba de maravilla, salvo por un detalle, Juanito el hijo de don Ramiro, un niño gordito de 7 años, que al igual que el padre nos trató muy amablemente, el problema es que desde que nos conocimos no se me despegó.
El niño me seguía a todos lados y no paraba de hablar, al principio le tuve paciencia e incluso lo use para ir por encargos y esas cosas, pero después de unos días yo francamente me escondía de él, provocando las burlas de mis compañeras que le decían mi hermanito o hasta mi hijo.
Así pasaron un par de semanas sin nada relevante que contar, hasta que llego el penúltimo día de estancia en el lugar.
Como el proyecto había sido un éxito la comunidad nos hizo una pequeña fiesta en la noche, hubo comida, bebida y baile, todos la pasamos muy bien, tanto que se hizo muy noche.
A esas horas ya no había transporte que nos llevara al hotel así que nos acercamos a Ramiro para pedirle que nos llevara en su auto, pero se negó disculpándose pues no quería manejar en carretera a esas horas y menos tan tomado como estaba, pero nos ofreció dormir en su casa.
La idea no nos gustó mucho, pero no había otra opción, así que una hora después partimos a la casa de Ramiro.
En cuanto llegamos Ramiro saco unas cervezas y nos invitó a seguir la fiesta, por no hacerle una grosería aceptamos y bebimos con Ramiro, su esposa y Juanito que para variar salió de su cuarto y se sentó junto a mí.
Bebimos bastante y la pasamos muy bien, yo secretamente estaba emocionado pues pensé que dormiría en algún cuarto junto a mis compañeras y con suerte más el alcohol algo podría pasar, imaginando un cuarteto con ellas (fantasías tontas) no podía esperar la hora de dormir
Esto hizo que cuando me enterara que no solo no dormiría con ellas sino que compartiría cama con Juanito mi decepción fuera monumental, mis compañeras se burlaron bastante de mí y no solo ellas cuando antes de acostarme le hable a mi novia, ella también se rió de mi situación.
Se burló diciendo que así ya no extrañaría a Juanito y cosas así, pero después me dijo que estaba emocionada pues en un par de días nos veríamos y empezó a decirme lo mucho que quería hacerme el amor.
Tuvimos una plática muy cachonda que me dejo con una muy incómoda erección.
Me sentía mareado por la cerveza y muy acalorado y cachondo, me acosté solo con los boxers puestos y me tape con una sábana para que Juanito no notara mi pene duro.
Pensé que el estaría dormido, pero no, me esperaba despierto y con la luz prendida, apague la luz y me acosté dándole la espalda, esperando que nos durmiéramos pronto.
Pero él no tenía la misma idea.
-¿Hablabas con tu novia? Me pregunto
-Si…oye estoy muy cansado Juanito, vamos a dormir.
-¿La quieres mucho?
Joder, pensé, este niño fastidia mucho y no me va a dejar dormir.
-si Juanito, la quiero mucho, le dije con desesperación, que el lamentablemente no notó.
-Yo no quiero tener novia, ni me gustan las niñas, prefiero estar con niños.
Esto último me dio gracia, le dije que era porque era pequeño, que ya después se daría cuenta de lo lindas que son las mujeres.
– no sé, la verdad es mejor estar con hombres, eso dice mi primo.
"Ya estamos otra vez con el maldito primo" pensé, nunca conocí al primó, pero joder que Juanito se la pasaba contándome de él, así sabía que tenía 20 años y que venía a pasar todos los años las vacaciones al pueblo. Y con el hastío de oír de nuevo de él no repare muy bien en lo que Juanito acababa de decir.
Nos quedamos un momento en silencio, pensé que al fin dormiríamos, pero no Juanito siguió hablando de lo tontas que eran para el las niñas.
Yo me estaba quedando dormido, pues la situación me aburría, hasta que Juanito casi me da un infarto.
-Oye ¿tu novia te lo mama rico?
Tal pregunta me hizo saltar de la cama, no supe que decir así que me quede mudo de la sorpresa.
-Mi primo dice que las mujeres no lo maman rico, que solo los hombres saben cómo hacerlo.
Yo seguía sin reponerme del asombro, valla, pensé así que el primo nos salió puto…. ¿pero por qué le diría esto a Juanito? Un poco por genuina preocupación y un poco por morbo le pregunté que por qué su primo le contaba esas cosas.
Como era de esperarse su respuesta no hizo más que turbarme todavía más de lo que ya estaba.
Juanito me conto que desde hacía ya unos años su primo le había enseñado lo rico que eran las mamadas de un hombre.
Me quede de piedra pues ante mi estaba un caso de abuso sexual a menores y no tenía idea de cómo actuar, le pedí que me contara más sobre las cosas que hacía con su primo, le pregunte si le había echo algo.
Sin inmutarse me dijo que eso era un secreto y que su primo le había ordenado no decirle a nadie, pero tras pensarlo un poco me dijo que si yo no le decía a nadie me contaría.
La situación era muy extraña, Juanito hablaba como si fuera cualquier cosa y la verdad me estaba dando mucho morbo la plática.
Textualmente me dijo que hace unos años su primo le dijo que le iba a enseñar un juego muy rico.
En su inocencia Juanito le había dicho que si quería, así que el primo aprovechando que siempre que llegaba de vacaciones compartía la cama de su primo menor le había enseñado su "vergota rica " cuando le pregunte por qué le decía así me contesto que la verga de su primo estaba riquísima porque estaba " bien dura, gorda y peluda" además de que estaba bien grandota, no como la mía, me dijo destapándose y bajándose los calzoncillos, en la obscuridad no pude ver su pene, pero no me interesaba vérselo francamente.
Juanito siguió su historia, me dijo que desde esa noche su primo le enseño a mamarle la verga bien rico y que a él eso le gustó mucho, que siempre que su primo venia él se la chupaba con mucho gusto hasta sacarle la leche y tomársela, con ilusión me dijo que los dos lo disfrutaban mucho.
Yo no salía del asombro, que cabrón del primo que tiene aquí al putito de Juanito dispuesto a mamársela siempre, pensé que si la historia me la hubiera contado una niña, sería la cosa más morbosa que hubiera escuchado nunca, pero pese a que era un niño el que la contaba yo estaba francamente caliente.
Respiraba con dificultad, mi cuerpo temblaba y mi corazón latía muy rápido, mi erección era enorme, no había forma de que el niño no la notara.
Le pregunte si su primo le había chupado el pene o lo había penetrado, peto Juanito me dijo que no, que eso lo harían cuando fuera más grande.
Yo estaba muy confundido de estar así de excitado por un pequeño de apenas 9 años.
-¿Quieres que te la mame bien rico? Me pregunto seriamente, eres muy guapo, me gustas y se me antoja mamártela, ándale ¿si me dejas? Te prometo que te va a gustar mucho.
Dios mío, nunca me habían echo una propuesta tan morbosa, tenía muchas ganas, pero mi moral no me dejaba hablar…es que estamos hablando de un niño.
Ante mi silencio Juanito se acercó a mí, puso su cabeza en mi pecho desnudo y bajo su manita a mi muy duro miembro.
– mira, se ve que quieres, ya la tienes muy dura, mmm que rica esta tu verga, dijo mientras sus dedos rodeaban mi pene y lo apretaba por sobre la tela.
Por toda respuesta le deje hacer lo que quiso y aunque me avergüenza decirlo he de decir que a partir de ese momento ese niño, ese putito hizo de mi lo que quiso.
Su boquita empezó a besar y lamer mi abdomen y pecho, mientras que su manita se metió en mi bóxer y agarro con firmeza mi verga, Juanito solo dejaba de besarme pata decirme lo guapo que era y lo rica que estaba mi verga.
Su cabecita bajaba besando y lamiendo hasta llegar a mi bóxer, se incorporó y me desnudo, yo solo me dejaba.
Una vez que mi bóxer salió, el me separo las piernas y se acostó boca abajo entre ellas, tomo con una mano la base de mi verga y con la otra mis testículos y empezó a masajearme muy despacio con ambas manos.
El primo le había enseñado muy bien a complacer un pene, sus manitas me trabajaban muy bien, la masturbación que me estaba haciendo era muy rica y enloquecedoramente lenta.
Mientras tanto le daba besos y lamidas a mis muslos, yo tape su cabeza con la sabana, para así negar un poco lo que estaba sucediendo.
Me masturbo por varios minutos en silencio, de pronto la mano en mis testículos dejo de masajear para dar espacio a sus labios, mientras la otra mano subía y bajaba la piel de mi verga, el putito me besaba y lamia despacito los huevos.
Su lengua tan cálida, suave y experta se entretuvo lamiendo en círculos cada centímetro de mi escroto mientras que su mano no dejaba de pajearme, y yo no podía más que retorcerme de placer y apretar los dientes para no gritar.
Después de un poco y dando de nuevo señales de experiencia, dejo de trabajarme la verga y así hizo que no me viniera, tras una pausa de algunos segundos volvió a toar tanto mis testículos y mi verga y de nuevo masajeo, pero esta vez su boca fue a darle besos a la cabeza de mi pene.
Le daba rápidos besos a toda la superficie sin detener sus manitas, después su lengua ataco lamiendo en círculos, dejo de masturbarme para así poder besar y lamer el tronco.
-que dura se te puso, está bien rica, la tienes más larga que mi primo, pero es más delgada, tras decir eso, mordió con los labios un lateral del tronco y sin soltar subió y bajo la cabeza, paseándome con la boca.
Yo estaba en el cielo, recibiendo una mamada increíble, balbuceándole que no se parara que lo estaba haciendo muy bien.
Juanito dejo lo que estaba haciendo y se metió el fin la cabeza de mi verga en la boca, el interior estaba tan caliente que me saco un grito que calle con mi mano, con la cabeza dentro de su boca, la lengua se movía como serpiente de fuego por toda la piel matándome del placer.
Sus manos regresaron a sus lugares masturbándome la verga y los huevos de nuevo mientras su boca me trabajaba sin descanso el glande.
Tras unos minutos, de nuevo se detuvo para evitar mi venida y aprovecho para decir lo rico que sabía mi verga.
Tras un corto descanso su boca volvió a engullir mi verga, pero esta vez hasta la mitad, se detuvo ahí un poco , la saco y la volvió a meter, repitió la operación una y otra vez, muy despacio comiendo mi verga cada vez un poco más, hasta que para mi sorpresa sentí como su nariz chocho con mi pelvis, señal de que tenía mi verga metida hasta el fondo, yo seguía convulsionándome de placer y tapándome la cara con la almohada, de lo rico que sentía la cabeza de mi verga en su garganta.
Y más todavía me sorprendió que el putito, sin ningún problema se quedara por casi un minuto con toda la verga dentro, ni mi novia a sus 23 podía aguantar mi verga hasta el fondo sin que le dieran arcadas.
Pero este niño de nueve no tenía problemas, es más gemía como actriz porno.
Finalmente la saco para tomar aire, pero solo fueron unos segundos y la engullo toda de nuevo.
Y así su cabeza subía y bajaba, metiéndose toda mi verga aguantando varios segundos y sacándola de nuevo.
Mientras tanto ambas manos sostenían mis huevos, Juanito acelero el movimiento cada vez más y ya no pude más, sujete su cabeza con mi mano y con mi verga hasta el fondo de su garganta lo llene de leche.
El sin problemas como buen putito se la bebió toda y no saco mi verga de su boca hasta que yo deje de retorcerme.
Nos quedamos así varios minutos, el seguía dando besos a mi verga y acariciándola con ambas manos, mientras me decía que le había gustado mucho mi leche
Pensé que ahí quedaría todo, pero cuando me estaba empezando a dormir me sobresalto la voz de Juanito preguntándome si estaba listo para seguir.
De nuevo no dije nada y deje que me hiciera lo que él quisiera, así pues Juanito me puso en cuatro, colocando una almohada bajo mi pelvis, quedando así con el culo levantado.
Pensé que trataría de penetrarme, y la verdad que a esas alturas no me habría opuesto, pero no, el putito se arrodillo quedando así su cara a la altura de mi culo, paso una mano entre mis piernas y tomo mi verga, para de nuevo masturbarme, como si ordeñara a una vaca.
Al mismo tiempo su boca se fue de nuevo a mis testículos, pero esta vez no lamio, le dio ligeras mordidas a mis huevos que en combinación con la masturbación de nuevo me llevaron a la gloria.
Abriendo la boca loas que pudo engullo por completo mis testículos mientras seguía masturbándome.
Que delicia era sentir mis huevos cobijados por completo por la boquita de este putito.
Saco mis huevos de su boca y sentía claramente como gotas de saliva escurrían de ellos.
Y entonces hizo algo que jamás nadie me habían echo, su suave lengua se fue directo a mi ano, lamio el contorno y después de un poco se metió de lleno en el.
Yo mordía las cobijas de lo rico que era eso, y sus manos no dejaban ni un segundo descansar mi pene.
El muy experto, sabía que esta vez yo aguantaría más, así que no se detenía, su lengua escarbaba mi culo con delicia y no la saco hasta que él se cansó.
Se separó un momento de mí, para quitar la almohada y meter su cabecita entre mis piernas, abrió la boca a la altura de mi verga y tomando mis caderas con ambas manos hizo descender, enterrando mi verga en su cálida boquita.
El con sus manos controlaba el ritmo de mi movimiento y así, literalmente me lo cogí por la boca.
Dado su habilidad para soportar toda mi verga en su boca, yo se la metía hasta el fondo y la sacaba por completo, poco a poco el placer me domino y sin importarme nada me empecé a mover como loco.
El pobre manoteaba pues le aplastaba la cabeza contra la cama, pero yo no me detuve hasta llenarlo de leche de nuevo.
El placer fue increíble, nunca había recibido una mejor mamada en toda mi vida.
Estaba agotado, no pude más me dormí de inmediato.
Al día siguiente desperté solo, Juanito estaba en la escuela, mi verga escocia y me sentí muy mal por lo que había pasado.
Nos despedimos del pueblo, volví a ver a Juanito un poco antes de irnos, me sonrió y me pregunto que si quería que me la mamara de nuevo.
La verdad me hubiera encantado, pero no había donde hacerlos, nos despedimos ele pidió que regresara pronto.
Nunca volví, ni pienso hacerlo.
No me queda más que ese morboso recuerdo y admito que cuando son vacaciones siempre pienso con envidia que por las noches el primo de Juanito debe estar disfrutando de la boquita de su putito personal y que ahora que han pasado algunos años Juanito la ha de mamar todavía mejor.
Gracias
Y tu nieve? primero dices que tenia 7 años y luego 9, o sea?