Lo que ha de pasar…pasará
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Así fui creciendo, pero me fui corrigiendo en mi forma de actuar, de manera que nadie se diera cuenta de mis inclinaciones, ya que mi padre era muy machista, violento y bebía mucho…pues yo le tenía miedo, por eso. Mi hermano mayor se casó muy joven y sus hijos, o sea mis sobrinos, yo solo les llevaba varios años de ventaja, excepto al menor, pues yo era 10 años mayor que él. Era yo un chico delgado, pero de un trasero ancho y bien empinado. Muchos decían que heredé el culo de mi madre. Esa era una de las razones, por que siempre tenía, machos deseosos por cogerme. Fui aprendiendo a escoger con quién hacerlo, y hasta me enamoré de uno que otro, sufriendo decepciones, desengaños, etc., experiencias que me endurecieron el corazón al punto de solo limitarme a tener sexo, gozar, pero nada de sentimientos envueltos.
A medida que el tiempo transcurrió, mis sobrinos crecieron a la par conmigo, y el menor a quién llamaré Tony, se convirtió en un joven hermoso en su físico, esbelto de un pelo lacio que hacia juego con su rostro precioso. Todos decían que era el hijo más bello de mi hermano. Yo honestamente lo encontraba guapisímo, pero jamás tuve pensamientos eróticos hacia él, ni lo veía con ojos de deseo sexual. Cuando él tenía como 19 años y yo 29, siempre nos las pasabamos juntos en familia, compartíamos y nos llevábamos muy bien.
En más de una ocasión, sin embargo yo notaba que si me rosaba, al toparnos en algún lugar de la casa, se le paraba y se le notaba una tremenda erección, más yo alejaba eso de mi cabeza, pero me decía a mi mismo, que mi sobrino al parecer la tenía bien grande y se le notaba que era un macho ardiente. De echo eran muchas las chicas, que andaban tras de él y hasta mujeres casadas.
Un día yo me metí a bañar y Tony que había llegado en esos momentos, me dijo que se estaba orinando, que si lo dejaba entrar al baño conmigo, que luego al salir él cerraba, yo le dije que no había problema. Me desvestí delante de él y le dí la espalda para entrar a la bañera. Pero sin querer… queriendo me fijé que se había empalmado y que aquello era un pene bien, bien grande! Me puse nervioso, como tenso y abrí la ducha, no quería pensar, ni cometer un error, que luego por una bellaquera, yo me arrepintiera…eramos familia!
El muy atrevido por la erección, no podía orinar y me pidió bañarse conmigo, por que dizque hacía mucha calor. No se… le dije, mami está en la cocina y ya estamos grandes, para bañarnos juntos. Pero cuando menos lo pensé, ya Tony estaba detrás de mi en la ducha, con aquel animal a reventar. Le pregunté que por que la tenía tan parada, y me dijo que todos los días no se veía un culo, como el mío desnudo! Me salió lo de gay, y le dije que tampoco todos los días se veía un bicho, (verga) como la de él. Automáticamente me bajé y me la metí a la boca, que delicia de guebo! Grande, cabezón y bien duro, Tony me agarraba la cabeza y me la metía y me la sacaba casi ahogándome, pero yo por mi experiencia, lo soportaba, y se lo mamaba bien rico, luego me fui a las bolas y una a una me las disfruté…ya no me importaba nada, él me cucó… como dicen en mi país.
Te lo quiero meter, te quiero clavar tío, me decía, hace mucho que me hago la paja, pensando en que te lo meto y yo se que tú lo has echo ya, dejame cogerte, por favor. Me viré de espaldas a él, este se bajó y comenzó a morderme suavemente las nalgas, y a medida que se excitaba más y más duro me las mordía, dándome chupetones, que me hacían gemir de placer, luego con sus manos abrió mis nalgas, hurgándome con la punta de la lengua, mi hoyo…Que placer sentí! Tony hazme lo que quieras, le dije, pero avanza, que nos pueden sorprender! Yo tenía miedo que mami o alguien tocara a la puerta del baño, pero a la vez estaba deseoso de aquel macho, que yo…ya no lo veía como mi sobrino, sino como el hombre que me estaba llevando al cielo.
Se puso de pie y se lleno de jabón el bicho y me puso a mi en el culo, con un dedo me lo introdujo para lubricarme y de repente sentí, como la cabezota de aquella enorme verga me penetró, gemí y le dije que suave, pero él ya no oía y me la dejó ir, uyyyy que rico es el dolor y el gusto a la vez! Eché mi culo hacía atrás, bien parado y mi sobrino me dió la clavada más rica de vida! Duro, fuerte, no me daba tregua y yo loco que se viniera por el miedo que tenía, es más temblaba de pies a cabeza y aquel nene que tantas veces, yo cuide, bañé y le di de comer, se convirtió en el macho, que más rico me lo estaba metiendo en mi vida!
No se si era, por el gran tamaño de su pene, su grosor o la forma en que Tony me cogía, que yo estaba como loco, lo apretaba con mis manos hacía atrás, para que se pegara más a mi, total él entraba en mi y volvia a salir, repetitivamente. Que delicia fue ese polvazo! Lo sentí estremecerse, se agitó y yo entonces utilizé, mi arma infalible, con la que se enchula a un hombre que te coge: apreté fuerte mi ano y Tony se comenzó a venir adentro de mi, casi gritando, gimiendo y yo luchando para que no, se me saliera la verga, dando para atrás, culeando…culeandole fuerte!
Eres el mejor me dijo cuando, pudo hablar! No hay hembra que me haya, sacado la leche así, quiero repetir y repetir. Le dije que a mi también me fascinó, que me volvi loco con su forma de hacer el amor, pero que salieramos ya, por que podían sospechar. Demás está decir que esa noche lo repetimos, como nos dió la gana y nos hicimos promesa de seguir haciéndolo y que sería nuestro gran secreto…hasta hoy!
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