Lo que no fue, no será y lo que debe ser, será… By Kenwoodf.

Su pene rosaba mi interior con fuerza y a una velocidad impresionante, sus huevos hacían rebote en mi carne, su pelvis se incrustaba en mí una y otra vez, produciendo el sonido de un aplauso al contacto..
Quiero comentar que siempre es un gusto leer sus comentarios y que gente como alexpinwi12, Lutarygay07, Lanenafolladora2 y Shotaboy me motivan a seguir escribiendo y hacerlo mejor cada vez, saludos chicXs.

Después de la interrupción de mi tío en mi entrega anal, el resto de la tarde la pase con cara de pocos amigos, molesto con él por interrumpir mi desvirgación, de cuando en cuando me asomaba a ver si ya había terminado, en una de esas vueltas mi tío estaba bajo la SUV usaba pantalón de mezclilla, se le bajo un poco más de lo normal dejando ver un pubis lleno de vellos y una barriga pronunciada también cubierta de vellocidad.

Me volví a excitar y me quedé a ver que más podía fisgonear, pero no pude ver más que lo mismo en reiteradas ocasiones, mi tío me dijo que, si ya se me había bajado el coraje, yo aludí que me ponía de malas la tarea, pero que ya había terminado, a los minutos llego mi papa con el resto de la familia.

Debo mencionar que mi tío tenía poco que había comprado la casa contigua a la nuestra, ahora éramos vecinos yo, mi tío y mi proveedor de leche en ese orden. De derecha a izquierda.

Pasaron varias semanas desde el suceso y mi vecino desapareció como si se lo hubiera comido el piso, salía por las tardes a buscarlo y ni sus luces de él. Una de las tardes-noches que estaba en la calle sin encontrar a ningunos de mis conocidos, vi llegar la camioneta de mi tío entrar a su cochera, aburrido corrí, pero no me dio tiempo de entrar; cerraron la puerta.

Toqué, pero no me abrieron, creí que no me habían escuchado, entre por la puerta que teníamos en medio del jardín para pasar de una casa a otra.

Al cruzar por la ventana de la sala la cortina estaba corrida y se podía observar claramente al interior, la imagen que vi me dejo mi mandíbula en el piso, mí pariente estaba encima de su esposa, dándole tremenda cogida en la alfombra de la sala.

Espere a que terminaran escondido detrás del muro, al finalizar mi tío rodó sobre la alfombra agitado, dejando ver una verga gruesa, cabezona más larga que la de mi vecino, con unos huevos velludos, ya no espere más, me fui de ahí antes de ser descubierto.

Días después su mujer se marchó de la casa y mi tío se quedó solo, mi papa una de las noches que supongo quería ponerse “romántico” con mi madre me mando a casa de mi tío a cuidar a que no tomara demasiado y se fuera salir a la calle, ¡demasiado tarde! cuando entré al recibidor lo encontré en un bóxer aguado, descalzo y más alcoholizado que una cuba libre.

• ¿Qué pasó sobrino a que se debe tu visita?
• Mi papá me pidió que viniera a ver cómo estaba
• Pues como voy a estar, bien contento
• Si, ya vi ¿Qué estaba haciendo?
• Viendo la T.V. Pero no hay nada bueno, quieres platicar un rato o ¿te vas a regresar?
• No, me puedo quedar un rato.

Nos sentamos en la sala y nadie decía nada, solo veíamos una vieja película mexicana que estaba en la pantalla, se podía cortar el aire con cuchillo de la tensión que existía. Después de unos cuantos si y no, por fin mi tío decidió abrirse.

• ¿Ya sabes porque se fue mi vieja?
• No, tío mis papas no me contaron solo que se fue a casa de su hermana
• Es que solo sabe tu papa.
• ¡Ah ya! ¿se pelearon muy fuerte?
• No sé qué tan grave sea, depende de cómo lo haya tomado.

Su verborrea no me dejaba claro nada, me daba cuenta de que estaba dando vueltas al punto y no se animaba a decirme lo que sucedió.

• Te voy a contar, pero será uno de los muchos secretos que tenemos entre nosotros ¿Sí? Se enojo porque le hice lo que el moreno del otro día te estaba haciendo
• No entiendo (conteste nervioso)
• Como que ¡no! Si tú crees que no sé lo que estabas haciendo, si los vi por una ventana y me regresé a hacer ruido con la puerta.
• No le vaya a decir a mi papá que me mata.
• Si fuera a contarle ya lo hubiera hecho ¿No crees?
• Bueno ¡eso sí!
• A demás yo te vi y me viste coger, con eso estamos en paz ¿No?

¡Dam! No sabía que me había visto el día que lo vi coger, no me quedo de otra que aceptar el pacto de silencio.

• Bueno y ya que estamos de confidentes ¡cuéntame! ¿Te ha cogido muchas veces?
• ¡No! Hiba a ser la primera vez, pero nos interrumpió
• O sea ¿que todavía estas virgen?
• Pues se puede decir que sí.
• ¿No te gustaría terminar lo que empezaron ese día?
• Pero ya no lo veo
• Si tú quieres yo me puedo “sacrificar” y terminar el trabajo
• ¡Como cree es mi tío y además está bien tomado!
• Pues borracho y todo cojo rico, ya lo viste
• ¿Está loco? ¿cómo voy a dejar que me lo meta?

No espero más se puso de pie y saco su gordo pene de su bóxer, dirigiéndose a mí, lo puso delante de mi rostro, podía ver su miembro sin circuncidar, curvo hacia arriba, más grande y grueso que el de Carlos, con una enorme bola formada por sus testículos con algunos vellos negros casi imperceptibles.

• Si lo quieres solo tienes que tomarlo

Vacile por un segundo… mi calentura pudo más que mi moral, sujete ese tronco de carne por en medio baje su prepucio dejando salir su cabeza roja, la cubrí para repetir la acción, estaba hipnotizado por ese vergajo; cuando escuche un gemido de placer seguido por un susurro.

• Chúpamelo

Lo guíe a mi boca dejándolo entrar poco a poco hasta topar su glande con mi garganta, lo extraje y volví a chupar hasta el fondo, sentí sus vellos en mi nariz y sus manos tomar mi nuca mientras con su cadera metía y sacaba su falo de mis labios en reiteradas ocasiones, lo saco en su totalidad apretando su tronco con la mano, acción que aproveche para lamer sus huevos generando un brinco de su parte seguido de una carcajada. Le había causado cosquillas.

• Vamos a terminar de estrenar ese culito, antes de que me venga.

Me giro hacia el sillón me bajo el pantalón, con los pies saque mis zapatos y restos de ropa, me presiono de la espalda dejándome de rodillas sobre el mueble, colocándose entre mis piernas puso saliva en su pene un poco más en mi ano, coloco la punta en mi entrada posterior, presionando con fuerza y no logro entrar, estaba muy grande o grueso para mí, se agacho y escupió en mi ano dos veces, puso más saliva en su tolete, presiono de nueva cuenta y su glande entro causándome un dolor terrible, me quise quitar.

No me dejo hacerlo, me rodeo de la cintura con su brazo, posando su otra mano en mi hombro izquierdo, dio un pequeño brinco ajustando la posición, afianzo mi cadera y de un solo empujón introdujo un poco más de la mitad de su grueso pene, de mis ojos salieron dos lágrimas de dolor, no podía hablar, al querer jalar aire gemí, cosa que tomo como que ya me estaba gustando y de un último empuje termino de entrar en mi cuerpo apenas adolescente.

• Ahora si sobrinito ya conoces hombre y a lo que sabe

No me dio más respiro, inicio un mete y saca continuo, no fuerte, pero si contundente, deslizaba su carne dura dentro y fuera de mi ano, podía notar su dureza y forma dentro de mí, no sentía el tan “presumido placer” que decían que se sentía con una verga dentro, todo era dolor, presión estomacal, más el lacerante roce de su pubis y piernas contra mi cuerpo prisionero de los bajos instintos de mi tío cincuentón y peludo.

• Ah que rico coger un culo así, virgen y pequeño, todo apretadito ¡como quema mi verga!
• ¡Ah, me duele!
• Ahorita se te pasa, vas a ver qué vas a querer mas
• Deja pongo más saliva para que resbale rico.

Saco un trozo de su poronga escupió en ella, introduciéndola nuevamente en mí, el dolor aminoro bastante, pare el culo para sentirlo entrar y salir de mi cuerpo todavía aniñado, acelero la embestida iba y venía casi en su totalidad, su dureza se incrementó dada la furia que ponía en su penetración, su verga salió de mi rebotando entre mis nalgas, lo tomo con una de sus manos y lo guió de regreso. Entro doblada por su curvatura, generándome un dolor inmenso que me aferre al respaldo del sillón gritando del dolor.

• ¡No grites! Nos pueden oír
• ¡Es que me dolió!
• Es normal es tu primera verga de verdad que te está abriendo
• La de Carlos no me dolió
• ¡Claro! esa no era verga, la tenía más chica y delgadita ¡¡esta si es de hombre!!

Dicho esto, me tomo de los hombros haciendo tracción, iniciando una penetración dura, constante y frenética. Mi cuerpo se sacudía como como una hoja en el viento, ya no tenía voluntad, contrario a lo que se podría pensar ¡me gustaba sentirme usado! perder la voluntad y entregarme completamente a su cuerpo.

Su pene rosaba mi interior con fuerza y a una velocidad impresionante, sus huevos hacían rebote en mi carne, su pelvis se incrustaba en mí una y otra vez, produciendo el sonido de un aplauso al contacto. Saco la totalidad de su verga dejando su glande dentro, sacudiéndolo como si terminara de orinar, lo volvió a dejar ir hasta el fondo, volvió a repetir la acción; sentía mi ano vibrar con su sacudida y como me llenaba hasta el fondo con carne de la familia.

• Ya no aguanto ¿los quieres dentro o te los tomas?
• ¡Adentrooo!
• ¡Te los voy a dejar hasta el fondo!

Cambio sus manos de mis hombros a mi cintura, clavándome duro y profundo casi sin sacarla, sentía que solo la agitaba dentro de mí, sus vellos se tallaban en mis carnes y su bolsa del escroto pegarse más, para finalizar con un estremecimiento de su cuerpo, al tiempo que empujaba y empujaba queriendo entrar más ¡como si esto fuera posible!

Nuestra respiración era agitada, él todavía dentro de mí, dio un paso atrás retirando su miembro de mí, dejándose caer en el sillón de enfrente. Voltee para encontrarme la escena más maravillosa de mis 13 años, un hombre maduro, alto (1.81), velludo, robusto (90K), abierto de piernas mostrando una verga velluda de 17 cm y gruesa. Que me había quitado la virginidad y de pilón ¡hermano de mi papá!

Recuerden que pueden leer el próximo relato los jueves en mi Blog.  https://kenwoodf.blogspot.com/

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