Lo que se aprende no se olvida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era un niño de 10 años, mi abuela llegaba los viernes o los sabados a dormir a mi casa y le tocaba a mi primo quedarse a dormir conmigo, el era de 14 años y sus experiencias eran diferentes, cuando nos acostábamos sentía como se pegaba a mi cuerpo y disimulaba que me gustaba sentir ese trozo de carne pegado a mi, una noche empezó a jugar con mi culito, me tocaba al principio me alejaba pero algo me hacia volver a ponerme para que me tocara, y asi lo hacia cada semana hasta que un dia por fin accedí a tocarle la verga y senti delicioso en mis manos esa sensación, algo carnoso diferente, me di la vuelta y empezó a tratar de meterla pero nunca se podía falta de experiencia quiza, pero un sábado por la mañana mi abuela y mi mama salieron antes de que nos levantáramos y no había escape, deje que me metiera el dedo y quería que se la mamara, pero le dije que asco, me puse embrocado en mi cama y empezó a puyar y puyar hasta que por fin, con un poco de dolor senti algo caliente que entraba en mi pequeño culo, era una sensación única, y asi empezó a cogerme hasta que sentí como su leche salia y me quedaba empapado, me pregunto si me gusto y le dije que si, no me sentía sucio ni culpable, solamente recordaba la sensación.
Pero no se si yo evidenciaba algo de feminidad en mi, pero los compañeros de clase me molestaban mucho, me pasaban tocando el culo, y yo hacia como que me enojaba pero en realidad me gustaba. Una noche pedi permiso para salir a jugar como todos los niños a la calle y me encontre con dos de ellos, ya estaban en los quince años y yo en 12 y empezaron a hablar conmigo sentados en una acera y me dijeron, vos sos marica, a vos te gusta la verga, fue tanta la presión que les confesé que solo con mi primo lo habia hecho, ellos me prometieron que no dirían nada si les daba el culo a ellos tambien, me hice el dificil, pero caminamos al campo de fut que habia cerca al fondo pegados a un pequeño cerro, me baje mi pantalóny asi sin lubricación ni nada, empezo el primero de ellos, eso si me dolio no era una verga tan pequeña, mientras me cogia a los despiadado ese, el otro queria que le mamara la verga, pero no quise, luego de que termino vino el otro y siguio el dolor, la verdad si lo disfrutaba pero muy adolorido y asi me fui a mi casa, con ardor de culo, y asi paso una semana sin que sucediera nada, en la escuela nos mirabamos pero nos ignorabamos.
Un domingo salimos de la iglesia y uno de los jovenes le dijo a mi mama que si me daba permiso para ir a jugar pelota con el, a lo cual mi madre accedio, fui a traer mis implementos, pero el siempre me molestaba y me decía que yo era marica, fui a su casa a cambiarme la ropa y ya en su casa sucedio algo inesperado, se quito la ropa se quedo en calzoncillos pero no pensaba nada, menos con gente de la iglesia, se quito el calzoncillo y no pude dejar de ver su verga semi parada, me hice el loco y me segui cambiando y cuando ya estaba en calzoncillos me dijo a vos te gusta coger, me daba miedo que llegaran sus padres, pero me dijo no vienen, despues de titubear un poco al fin me convenció, pero fue el quien me abrio los ojos, mas que el culo. Me dijo vos sos una mujer y debes dejarte como una mujer, se acerco y paso lo primero, me beso la boca, era mi primer beso, me resisti no queria pero metio su lengua en mi boca y eso me provoco una excitación tremenda, entonces aprendí alli a juguetear con su lengua, le mamaba la lengua, ya caliente me dijo que le mamara la verga y eso si que no, pero ya estaba alli, así que abri mi boca y deje que esa cosa gorda entrara en mi boca, me dio nausea, me dio asco, el sabor, el olor, pero no tuve opción, no se que paso pero empeze a sentir placer con eso, no era agradable pero era excitante, luego me dio la vuelta, me escupio el culo y empezo a meter ese trozo de carne grueso, ahora ya no me dolio, ahora empeze a disfrutar, de esa cogida tan deliciosa, yo solo le decia que rico que rico.
Un sábado por la tarde me fui a la casa de mi abuela, lo que menos me interesaba era la pobre vieja, era la verga de mi primo, ya tenia tres años de coger semana a semana con el, eramos como novios, pues nos besabamos y disfrutabamos (esa parte afectiva me gusto mucho, me enamore de mi primo) esa tarde llegaron dos tios ya jovenes adutos y se pusieron a tomar cerveza, mi abuela andaba en una boda con mis papas y me dieron cerveza, con dos cervezas yo estaba pidiendo a gritos una verga, recién acababa de cumplir 16 años y me empezaron a acosar, yo ya estaba medio borracho, y ellos tambien, asi que sin mas meditarlo deje que empezaran, ahora era la mariquita con tres machos, logico cada uno hacia lo suyo, uno me cogia por el culo, el otro por la boca y el otro esperaba su turno, no deje que terminaran en mi boca, alli me senti sucio totalmente sucio y aborrecible, era como una puta y eso desperto algo en mi, yo queria ser trasvesti, nunca me anime, queria salir a la calle a buscar verga y nunca me anime.
Luego fallecio mi primo y se me cayo el mundo, empeze a salir con mujeres, pero anhelaba tener mi verga, un dia me hice amigo de un joven que vivia cerca de mi casa, estudiabamos juntos y nos dimos cuenta que habia quimica y empeze el romance con el, nada obvio, nada declarado, con el aprendi a mamar bien y a tragar leche, me gustaba que terminara en mi boca, me gustaba lamer hasta la ultima gota, no hubo nada que no hicieramos con el hasta que decidimos que nunca nos declararíamos y alli termino el asunto, la ultima vez que disfrute un hombre fue cuando cumplo 20 años y despues me case y tuve hijos.
Siempre leo estas paginas y les cuento como quisiera un dia encontrar de nuevo eso, sacar la mujer que hay dentro de mi, besar, mamar coger todo lo que se pueda. Esa fue mi experiencia, hay mas detalles que quiza los comente en otro relato
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!