Lolito, el colegial 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por daniel-boy.
Era temprano por la mañana.
Fernando había pedido permiso para salir ese día ya que no tenía obligaciones.
El entrenador fue a su cuarto.
Le preguntó si ya estaba listo.
Salieron juntos en el carro de este y fueron en dirección a su casa.
El entrenador tenía una casa a unos kilometros del colegio.
Al llegar, vieron a Jorge que ya estaba en la puerta esperandolos.
Al salir, este se quedó algo sonrojado mirandolos: estaban con camisetas de tirantes que les marcaban sus fibrados y bien trabajados cuerpos.
Pasaron a la casa, se sentaron en la sofa de la sala y se sirvieron unos bocadillos.
-¿Cómo van las cosas en el colegio?- Preguntó Jorge.
-Todo bien, Jorgito, la verdad, está algo aburrido a diferencia de las clases.
No hay mucho que hacer.
-¿Tú sí la estarás pasando bien, Jorge?- Preguntó el entrenador.
-Mas o menos.
Extrañaba ver a algunos profes.
-¿A qué se debe eso?
-Bueno, era agradable verlos siempre.
-¿Vernos por qué? jaja.
nosotros somos quienes los mandoneamos siempre.
-Eso me gusta, jajaja.
– En eso el entrenador mira con complicidad a Fernando.
-Uff hace mucho calor aquí.
– Dijo el entrenador y se quitó la camiseta dejando ver sus muscado y fibrado cuerpo.
Fernando hizo lo mismo.
-¿Qué tal nos vemos?- Preguntó Fernando.
-Mu-muy, bien.
– Jorge se había sonrojado.
-¿Cual de los dos te gusta más?- Dijo el entrenador.
-Ambos.
-Escoge a uno, que tenemos un regalo para ti.
– Jorge se quedó en silencio.
– Está bien, creo que tendremos que concursar para que nos elijas.
– El entrenador se puso de frente a Jorge y empezó a mover la cadera y cinturas con un brazo agarrando su propia nuca.
Estaba haciendole un baile erótico.
Fernando también se excitó, y veía a Jorge que estaba totalmente caliente, con el rostro algo sonrojado agarrandose la polla.
El entrenador se desabrochó el pantalón y dejó ver parte de su boxer.
Entonces, Jorge acercó su mano a él y empezó a frotarle el vientre.
Fernando se acercó y lo levantó para luego ponerse tras él mientras el entrenador seguía haciendo lo suyo.
Fernando agarró por la cintura a Jorge y empezó a pegar su paquete en su culo.
Jorge estaba excitandose mucho.
Al rato, el entrenador le quita la camiseta y se baja sus pantalones para quedarse solo en boxer mostrando un paquete inmenso.
Fernando se bajó también el suyo e hizo lo mismo con Jorge.
Ahí estaban los tres en ropa interior, frotando sus cuerpos uno con otro, hasta que Jorge se arrodilló y los dos entendieron qué significaba.
Se quitaron los boxers y pusieron sus enormes y erectas vergas en la cara de Jorge, quien no se demoró en agarrarlas y llevarse una a una a la boca.
Se turnaba para chuparlas y ambos profesores le agarraban la cabeza o lo acariciaban.
Fue tan rica su mamada que no demoraron en botar liquido preseminal.
Se alejó un momento, Fernando y se puso detras de Jorge.
Acomodó sus piernas y su respingado culo y empezó a darle el mejor beso negro de su vida.
Jorge daba pequeños gritos de placer.
El entrendor le dijo con señas que ya era hora de follar.
Fernando entendió y empezó a meter su enorme verga en el agujero de Jorge.
Este dejó de mamarsela al entrenador y guardó silencio.
Empezó a sentir cada centímetro de verga dentro suyo y empezó a retorcerse y sonrojarse.
Gemía mucho y solo pedía más y más.
El entrenador le levantó la cara y volvió a meterle su verga en la boca.
Fernando embestía lentamente mientras acariciaba todo su cuerpo.
Por momentos, Jorge agitaba sus caderas haciendo que se meta más la verga.
Fernando estaba en el cielo.
Despues de un rato, cambiaron la posición y el entrenador levantó a Jorge para ponerlo piernas al hombro y metersela, mientras Fernando veía y se daba una buena paja.
Jorge no paraba de gemir y gritar que le dieran más.
No paso mucho, hasta que los tres sintieron ganas de correrse.
El entrenador se corrió dentro de Jorge, este en su propio vientre y Fernando apuntó a su cara para dejarle el rostro manchado de semen.
Luego, el entrenador lo levantó y empezó a limpiar su cara llena de semen con su lengua.
De paso, aprovechó en darle unos besos para luego hacerlo Fernando.
El entrenador fue a traer toallas para que se limpien, y Fernando se quedó con Jorge abrazados en el sofá.
-Nunca creí que llegaríamos a esto, profe.
-Ni yo, Jorgito.
¿Te ha gustado como te tratamos?
-Me ha encantado.
Pero es la primera vez que hago como pasivo.
¿Les ha gustado?
-Nos encantó.
– Y le plantó un tierno beso.
– mas bien, Santiago ya no te molesta, ¿No es así?
-La verdad que ya no.
Era horrible follar con él.
Me sentía oprimido.
-Ya pasó, Jorgito.
Nosotros nos encargaremos de darle su merecido.
-¿Cómo así?
-Ya te contaremos, pero a su tiempo.
El resto del día la pasaron conversando, jugando unos videojuegos y viendo películas.
Jorge mostró bastante apego por ambos y al terminar la tarde, ambos se despidieron con un caluroso abrazo.
De regreso al colegio, el entrenador le dijo que no era mala idea volver a frecuentar al chico antes de empezar clases.
Fernando le pareció bien.
Al llegar, vieron que todo estaba en silencio.
Solo estaban prendidas las luces de los pasillos, las areas comunes como el patio pero todo en silencio.
Fernando fue a su cuarto, y cuando se metió a la ducha, escuchó que alguien estaba en su cuarto.
Salió desnudo y vió que era Santiago, quien estaba revisando su celular.
Fernando lo agarró antes de que escapara pero esta forcejeaba.
Fernando logró reducirlo y le preguntó que qué hacía ahí.
Santiago no respondió.
Fernando lo agarró y lo tumbó con fuerza en la cama para ponerse encima de él y exigirle que le de una respuesta.
Santiago le gritó y le dijo que no.
Forcejearon otra vez, pero esta vez Fernando le insistió de tal forma en la que Santiago sintió algo de miedo.
Este solo le dijo: Tú solo eres mio, de nadie más.
– Fernando se molestó mucho por ese comentario, pero, viendo la situación en la que estaba le dijo: ok, entonces te complaceré.
Lo agarró del cabello y le hizo mamarle la polla.
Santiago no opuso resistencia.
Su mamada estaba super buena, y Fernando sintió como rápidamente le salía liquido preseminal como con Jorge.
Antes de sentir que quería correrse, Fernando le cambió de posición, le terminó de quitar la ropa y le metió de una sentada su polla mientras el mordía la almohada.
Le dió varias nalgadas y pasó su lengua por su espalda.
Santiago gritaba que le diera más duro, y este obedeció.
El sonido de las nalgas chocar con la cadera se escuchaba en todo el cuarto.
Cuando Santiago sintió que se iba a correr, le dijo a Fernando que quería su semen en su boca.
Fernando no opuso resistencia, y cuando movió a Santiago, este se corrió y recibió la leche caliente de Fer.
Ambos llegaron a un éxtasis descomunal.
Fernando se tumbó en la cama y se quedó dormido.
Cuando se despertó, era de madrugada, y los primeros rayos de sol se asomaban a la ventana.
Fernando vio que Santiago seguía ahí, totalmente desnudo al igual que él.
Estaba profundamente dormido, y el culazo que tenía le dio ganas de volver a penetrarlo, pero recordó que los profesores podían llamarlo y encontrarlos en cualquier momento.
Se vistió rápidamente y lo despertó.
Le ordenó que hiciera lo mismo, pero Santiago dijo que quería hacerlo otra vez.
Fernando le dijo que si era así, este corría el riesgo de que lo botaran, pero si quería seguir follando, tenía que volver a su habitación.
Santiago, medio molesto, entendió.
Se vistió y se marchó, no sin antes darle un beso y decirle al oído: eres mio.
Al rato, Fernando recibe una llamada, era el director y dijo que quería hablar con él.
Le dijo que estaba bien, pero este se quedó asustado al oír lo que le dijo al final: ¿Has estado con Santiago?
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