Los 5 amantes de mi adolescencia CAPITULO 2 (Oscar)
Recuerden que mi historia no es realmente lo típico en esta página, así que les pido sean pacientes y si tienen un poquito de interés en conocer mi historia, seguiré con el mismo formato. Mi historia con Óscar comienza 1 año antes de que Dhario apareciera en mi vida. .
Las hormigas se abrían camino en aquella pecera en mi habitación, eran unas 30 y no hacían falta más. Ellas solas podían crear una comunidad entera, una vez más metí hojas y migajas de pan para que hicieran lo suyo. Eran las 6 de la mañana y ya estaba listo para mi primer día en la secundaria, me sentía feliz de haber guardado el dinero que gané en las vacaciones limpiando albercas en un balneario cercano. Ese dinero era destinado para mi guitarra eléctrica, bajé a desayunar pero de la emoción por el primer día de clases solo le di una mordida a la tostada, luego salí de mi casa y sintiéndome un adulto me dirigí a la escuela. Ya había hablado con mis padres, la secundaria estaba a tan solo 5 cuadras de mi casa así que no habría problema para trasladarme solo. Después de haber vivido mi primera experiencia sexual en el balneario con Bryan sentia que me podía comer el mundo. En el salón de clases decidí hacer nuevos amigos, ya había pasado el tiempo pero añoraba los años vividos con Dhario. De pronto frente a mi lo vi sentado, un chico inigualable, no era güero, era blanco con un cabello negro bien peinado de niño rico, su perfil era fino, con la cara libre de cualquier imperfección, y unas grandes y pobladas sejas que adornaban su hermoso rostro, sus labios rosas y carnosos, y eso que no había visto aún su trasero, enorme como si lo tuviera hinchado. Estaba realmente cautivado creo con la baba de fuera que no me di cuenta que alguien me veía, a mi lado se encontraba Óscar, me tocó el hombro y apenas pude reaccionar.
— ya te vi mirar a esa niña — me dijo apuntando a una niña detrás del niño hermoso.
Titubie y luego asentí con la cabeza, me dijo que era linda pero no era su tipo y luego de eso hizo un chiste sobre como la maestra se retocaba el cabello y termino diciendo que la niña terminaría como la docente, que le importaría más su imagen que darnos clases. Me reí y me presenté, a partir de ahí el era quien iniciaba las conversaciones, tan solo lanzaba unas cuantas palabras al aire y yo me moría de risa. Era un chico muy simpático, lleno de positivismo y además inteligente. Su cabello era algo alborotado pero no parecía despeinado, moreno claro y ojos verdes. Era delgado y más alto que yo el era el mejor de la clase y eso que yo casi sacaba puras notas perfectas. El tiempo pasaba y ya éramos muy unidos, yo ya sabía sobre mi sexualidad gracias a Bryan pero no me había animado a decírselo a alguien abiertamente. Aún así habían pasado unas 50 ocaciones en que quería decírselo pero no porque me atrajera el si no porque me moría de ganas de conocer a Ángel. Aquel chico que me cautivó desde el primer día. Con el tiempo no solo yo, si no todo el grupo se daba cuenta de los modos que tenía Ángel, era muy delicado, educado y no se metía con nadie, tenía a su al rededor solo amigas y su tono de voz y forma de expresarse lo catalogaban como afeminado. Los demás se burlaban a sus espaldas, yo escuchaba y me llenaba de rabia, toda esa situación me recordaba mi infancia y quería golpearlos, pero ya había estado en terapia y sabía que la violencia no solucionaba nada así que me contenía. Por lo menos hasta ese momento no habían cruzado la línea de hacerle un bullyng que lo dañara. Óscar por su parte me seguía interrumpiendo cada que mi mirada se perdía en el, su cara era la de un Ángel como su nombre indicaba. No había duda de que estaba enamorado, solo había un problema….no me animaba a hablarle.
Pasaron algunas semanas en que aprendí algunas canciones de rock, me fascinaba usar mi guitarra y sentirme led zepelin. Todo el día pasaba con las manos practicando y hasta simulaba tocar la batería.
Me sumergía en mi mundo y todo desaparecía mientras tocaba música. Una tarde después de clases llegamos Oscar y yo a mi casa a hacer una tarea, entramos a mi habitación y Óscar comenzó a examinarla, tenía legos de videojuegos y películas, libros de ciencia ficción y de música pero lo que más llamó su atención a parte de mi pecera de hormigas fue el teclado que estaba en un rincón, lleno de polvo y con trikes encima. Lo descubrió y le pasó un trapo para luego encenderlo. Le conté que nunca me interesó el teclado pero si tenía intención de aprender a tocarlo se lo podía prestar. Titubeo y luego me dijo que le encantaría pero que su mamá nunca dejaría que tuviese algo ajeno en su casa y menos con sus hermanos que según el, eran un desastre. Hicimos la tarea y jugamos videojuegos durante un rato, cuando se iba les pregunté a mis padres si podría regalarle el teclado a Óscar…lo dudaron un momento porque lo conocían muy poco pero luego aceptaron y lo llevaron a su casa. De ahí, el convivir se convirtió en una rutina diaria de ensayos, pero a pesar de que Óscar no sabía nada de música, aprendía muy rápido algunas canciones gracias a su memoria muscular. Vivíamos sumergidos en el rock y nos imaginábamos tocando conciertos en la televisión. Vivíamos para hacer música. Óscar se convirtió en mi mejor amigo a lo largo de un año y para cuando me di cuenta, teníamos una relación igual de estable que la que tuve con Dhario. Óscar fue la tercera persona a la que le conté sobre mi sexualidad y sin pensarlo me dio un abrazo y me dijo que siempre me apoyaría en todo. Inclusive me confesó que ya sabía que a quien miraba en clases era a Ángel. Me propuso intentar hacer que fuera nuestro amigo, pero yo no estaba seguro de eso. Aún así dejé que hiciera lo que estaba en sus manos y de pronto Ángel terminó evitandome….
Comenzó un lunes por la mañana, estábamos en fechas de salida de curso y la celebración anual estaba a la vuelta de la esquina. Oscar usaba cualquier oportunidad para acercarse a Ángel y poco a poco se ganó su confianza. Cuando estábamos los 3 reunidos se me iba la voz y Ángel tenía cero interés en mi. Pero de a poco, comenzamos con conversaciones cortas y sin algun tipo de relevancia. Cualquier cosa que deciamos terminaba en silencios prolongados e incómodos, así que me di por vencido y desidi alejarme de Ángel, pues nunca mostró un interés en mi, al grado de ni siquiera mirarme a los ojos. Pasaron unos cuantos días y Óscar llegó ante mí un tanto triste. Le pregunté que pasaba y me pidió disculpas;
— deveras lo intenté, pero todo salió mal. — me dijo decepcionado de si mismo
— no te entiendo, explícame.— le contesté intrigado.
Resulta que Ángel en realidad estaba enamorado de él. Cuando Óscar le dijo que había una persona que lo quería para luego decir que era yo, Ángel lo interrumpió y le dijo que a él también le gustaba e incluso intentó besarlo. Obviamente Óscar no era gay y se retiró, lo que hizo que Ángel sintiera una decepción enorme y terminó diciéndole;
— Ni tu, ni tu amigo vuelvan a acercarse— luego se fue enojado y Óscar había arruinado todo.
Puse mi mano en su hombro y le dije que Ángel era guapísimo, pero su personalidad dejaba mucho que desear. No podía enojarme con Óscar aunque quisiera, sus intenciones eran buenas y eso bastaba. Entonces el fin del primer año se presentó rápidamente y con el la celebración de fin de curso en donde todos pusieron entusiasmo. Había sido un buen año y yo planeaba que siguiera así siempre. Algunos chicos rebeldes llevaron bebidas escondidas en sus mochilas y les daban a las niñas y ellos se repartian a diestra y siniestra, por suerte el convivio terminó temprano y cada quien se retiró a su casa. Al salir de la celebración. Óscar se dio cuenta que habían 5 chicos rodeando a Ángel, sin duda el chico estaba ebrio, se le notaba solo de verlo. Temí que le fueran a hacer algo y le pedí a Óscar esperarlo.
2 niños de nuestro grupo se burlaban acomodando su camisa y hablándole al oído y otros 3 de grados más altos se reían y le pedían que bailara, claramente Ángel no quería hacerlo pero estaba tan alcoholizado que no tenía control de su cuerpo. Un niño lo empujó y calló al piso, ahí fue cuando me enojé e inmediatamente lo recogí…
— que haces? Nos estamos divirtiendo — me dijeron y abuchearon para querer meterse conmigo de igual manera pero Óscar inmediatamente comentó que los papas de Ángel lo estaban esperando así que rápidamente todos los chicos se dispersaron y se marcharon. Óscar me ayudó a llevar a Ángel a su casa pero en el camino nos pidió que por favor lo lleváramos a otro lado porque en ese estado sus papás lo matarían. Desidi llevarlo a mi casa porque era el lugar más seguro y mis padres después de la infancia que pasé, eran muy pasalones. Llegamos y subimos rápidamente a mi habitación en donde lo tumbamos en la cama, por suerte mis papas estaban ocupados y no se percataron del estado de Ángel. Inmediatamente se quedó dormido y no tuvimos opción más que tender una colchoneta en el piso y traje cobijas para recostarnos. Esa noche hablé lo más sinceramente con Óscar y le conté sobre mi primera experiencia sexual con Brayan, el hijo de mi psicologa. Estaba impactado pero más curioso. Estábamos por cumplir 13 y las hormonas de los dos estaban a full. Me pregunto que es lo que sentía al ver el cuerpo de un chico desnudo y mi reacción primero fue de risa y luego lo tomé en serio. Le conté que no era cualquier chico. Más bien eran los chicos que de alguna forma tocaban una fibra rara dentro de mi. Se levantó y se dirigio a Ángel, lo movió pero éste estaba en un estado en el que ni aunque lo tiraran al piso despertaría. Así que comenzó a desvestirlo. Me quedé pasmado viendo tal escena y le pregunté que hacía. Solo se río y me dijo que era mi oportunidad para verlo desnudo. Me asusté, Ángel podía despertar y percatarse de lo sucedido pero a la vez era excitante que alguien más hiciera por mi lo que yo había hecho tantas veces en mi mente. Me levanté y aún dudando le pedí que parara, pero Óscar se detuvo hasta dejarlo en calzoncillos.
— vaya, se ve que tiene lo suyo — dijo mi amigo al notar un gran bulto bajo su bóxer.
—En verdad sientes algo? Volvió a preguntarme y luego juntos miramos mi pijama para descubrir que yo también contaba con un gran bulto. Se río y me hizo enojar, eso no era un juego por más excitado que yo estuviese. Entonces bajo de tajo la truza de Ángel y su pene quedó expuesto ante nuestras miradas, y al igual que yo Óscar quedó impactado por el tamaño de ese niño. Al igual que su cabello su vello púbico era negro y abundante, pero estaba buen recortado, su pene aunque estaba flácido era de un tamaño descomunal del mismo tono de su piel a esepcion de su cabeza que era toda rosada como sus labios además estaba circuncidado, nunca vi tal hermosura ante mis ojos. Ángel estaba en mi cama desnudo para hacerle lo que yo quisiera. Entonces salí del trance en el que estaba cuando Óscar volvió a subir su calzoncillo y se puso a dar vueltas en mi recámara. Mi madre toco la puerta y tapamos a Ángel con la cobija y nos tumbamos en la colchoneta. Solo me fue a dar las buenas noches y se retiró. Ya acostados no decíamos palabra alguna así que decidí no tocar más el tema y cerré los ojos para dormirme.
Pasaron unos 15 minutos y de pronto sentí la mano de Óscar rodearme por completo, creí que ya se había dormido y estaba buscando calor pero entonces tomo mi cara y la giro hacia el quedando los dos de frente.
— de verdad que me gustan las niñas— me dijo preocupado.
— ya se— conteste obviando sus palabras.
— seque ya he visto muchos, y ninguna vez senti lo que senti hoy al ver a Ángel.
— te gusta Ángel?— pregunte extrañado.
— No, lo que me gustó fue el morbo que senti al verlo desnudo, quiero estar como el. Sentirme libre y masturbarme rico. —
Eran temas que si bien habíamos tocado superficialmente nunca llegábamos tan lejos y le dije que hiciera lo que quisiera, que el era mi amigo y nunca lo vería diferente. Pero mis palabras llevaban consigo un enorme engaño del que me percaté en cuanto se paró a desvestirse. Quedando solo con calcetines. A diferencia de Ángel, Óscar no tenía el pene ni muy grande ni muy gordo, más bien era promedio. Trate de disimular la erección que me proboco al desnudarse y el solo se rio. Se acostó de nuevo y me dijo que era su mejor amigo y que no me preocupara, ya que no se masturbaria frente a mi. A la mañana siguiente desperté y me percaté que ninguno de los dos estaba. Baje a desayunar y los encontré a los dos sentados al lado de mi padre y mi madre a punto de servir el desayuno. No hablamos más nada del tema pero desde ese día Ángel dejó de evitarnos y nos saludaba de vez en cuando. Segundo año llego rápidamente y entonces Oscar dejó de presentarse a la secundaria, en ese transcurso de tiempo apareció Dhario en mi vida y mi historia dio un giro de 360 grados. Puesto que después de ir a buscarlo y saber que su mamá no podía pagar sus estudios, les conté a mis padres y ellos decidieron hacerlo. Le conté a a Óscar quien era Dhario y el me ayudó a verlo para que mi historia de amor no quedara inconclusa. Sin embargo cuando me dejo en mi casa con la toalla en la cintura no hice otra cosa más que llamar a mi mejor amigo. Los días siguientes de escuela no apareció Dhario y comence a preocuparme, hasta que en una oportunidad pude verlo y al plantarme frente a él para preguntarle que pasaba, me empujó y me gritó frente a todos que era un maricon. Ya no es el niño que se dejaba de los demás y le regresé el empujón, ni en un solo momento paso por mi cabeza llegar a pelear con el, ahora siempre trataba de evitar el conflicto y además lo amaba, no le di importancia. A sus palabras y traté de tocar su hombro pero me gritó una vez más y trató de pegarme con el puño cerrado. Óscar se percató y de inmediato comenzó a empujarlo. así que los dos se comenzaron a pelear y los demás comenzaron a hacer bolita para alentarlos. No podía creer que Dhario dijera esas cosas, yo crei que sería el chico de mi vida pero no era así. Un profesor los separó y de inmediato nos vimos los 3 en la dirección.
Unos minutos más tarde cada familia llegó a la secundaria y a Óscar y a mi nos dieron solo una advertencia ya que eramos parte de los alumnos destacados. Pero Dhario llevaba varios conflictos durante el año y además lo habían corrido de su anterior escuela por el mismo motivo. Se llevó una suspensión que le generaría más problemas de los que crei. Sentados en la estancia fuera de la dirección Dhario no me daba la mirada por más que yo la buscara, Óscar me decía que dejara al homofóbico tranquilo, cuando entonces el Padre de Dhario entró enojado, era enorme y parecía que quería matar a alguien, lo tomó del brazo y la cara del amor de mi vida estaba devastada, aterrado ante la presencia de aquel enorme ogro obedeció todo lo que su progenitor le indicó y de inmediato salió sin mirar atrás, pero no terminó todo en ese momento, el tipo se acercó a mi y mirándome a los ojos me dijo que nunca más me volviera a acercar a su hijo. Que si a mi me gustaba ser una niña, su hijo no tenía porqué imitarme, me escupió y se fue dejándome asustado pero más preocupado por Dhario. Pues entendí que talvez haber querido exponer todo como lo hice. Lo puso en una situación vulnerable. Óscar se paró y le grito al sujeto creyendo que por ser niños estábamos a salvo pero lo tomó de la camisa y lo tiró al piso sin remordimiento. La secretaría se espantó porque el tipo parecía una bestia y llamó al prefecto para que viera si Óscar se encontraba bien. Ese fue el último día que vi a Dhario. Se volvió a cambiar de secundaria y ni siquiera pude despedirme de él, pedirle disculpas o pedirle perdón por no preguntar que es lo que el quería.
Una vez más el curso estaba por concluir y aunque no había superado a lo acontecido, me sentía más tranquilo por haber terminado otro año. Ángel supo lo que pasó y se enteró de mi sexualidad al igual que todos mis compañeros y afortunadamente todos me apoyaron después de ver que alguien me agredió por se un «maricon» lo que nadie sabía era que quien me lo dijo fue el amor de mi vida. El interés que ahora Ángel mostraba ante mi era evidente, hasta Óscar lo notaba y nos dejaba para estar solos. Pero como dije, la personalidad de Ángel era difícil, se quejaba de todo y era bastante narcisista a la hora de hablar sobre algún tema. Solo eran importantes las cosas que el decía y aunque se notaba que ponía de su parte para que yo le hablara más. No ponía importancia cuando le contaba sobre la música o sobre mis insectos. Olvidaba el nombre de mis padres y prácticamente cuando yo le contaba algo de mi vida lo olvidaba algunos días después. En esos momentos me di cuenta que con quien realmente me sentía feliz, era al lado de mi mejor amigo. Y le confese que había perdido el interés en Ángel, aunque algunas veces recordaba su enorme pene y en ocasiones en que estaba excitado me imaginaba en la cama con el. Óscar salía con una niña que era muy tóxica y no dejaba que pasáramos mucho tiempo juntos, por suerte en el salón de clases siempre estábamos al lado del otro. Al término de segundo año mis padres me dijeron que podía invitar a Óscar a la playa y me emocioné mucho, pedimos permiso a su mamá y lo dejo ir pues ahora les tenia mucha confianza a mis padres.
Partimos e entonces en vacaciones y nos hospedamos en un hotel que no era de lujo pero tampoco sencillo. Nos tocó dormir en un cuarto y amis padres en otro pero como era de esperarse estuvimos todos los días la mayor parte del tiempo en la playa. El penúltimo día antes de regresar, Óscar desidio explorar más allá de los límites que mis padres nos pidieron, nos habíamos divertido tanto que, sabia que hiciera lo que hiciera así pareciera que era fuera de las reglas, quedaría como una anécdota divertida. Pero fue más que éso.
Llegamos entonces a una zona de colinas en donde no se veía gente, no habían letreros ni camino marcado pero algunas pisadas nos aseguraban que la gente si pasaba por esos rumbos. Seguimos explorando y mientras subíamos podíamos ver algunos riscos bastante altos. Solo nos aseguramos de no acercarnos demasiado a las orillas. Corríamos disfrutando de la vista y de vez en cuando nos deteniamos a comparar la arena que era diferente a la de la playa. De pronto observamos un letrero grande que decia; «a partir de este punto, deja lo que llevas encima » Playa nudista. Nos detuvimos y después de un rato de risas me giré para regresar. Pero Oscar se quedó husmeando para ver si podía ver a alguien, le hablaba y el solo me decía; ya voy. Entonces recordé cuando se desnudó en mi casa y me reí.
— de que te ríes? Viste a alguien?— me preguntó
En ese momento se me vino una idea y no me quedé callado.
— y si vamos? Pero tendremos que quitarnos los bañadores.
— no lo dudo ni un segundo y de nuevo ante mí, se quitó el traje de baño.
— andale, que esperas?—
No me había mostrado desnudo ante nadie más que a Dhario y Brayan pero el morbo está vez era muy fuerte, además de que al lado de Óscar siempre me sentía seguro. Ya había visto su pene así que solo me generó una pequeña reacción pero mi pene no despertó del todo asi que no había problema. Corrimos desnudos hacia la playa para darnos cuenta que estaba vacía, ni un alma se veía, ni siquiera a lo lejos. Corrimos al mar y sentir las olas y el agua debajo de mi cintura sin nada más fue una sensación única. Nos lanzamos agua y andábamos con libertad durante mucho rato, así que cansados salimos y nos olvidamos de todo pudor que pudiera haber existido anteriormente. Nos recostamos en la arena y cerramos los ojos dejando que el viento y el sol secara cada rincón de nuestros cuerpos. Me quedé un poco dormido y de pronto escuchamos voces. Nos quisimos levantar para correr pero 2 tipos ya estaban lo bastante cerca como para vernos cuando huyeramos…Óscar tomo mi brazo para que no me levantara y aquellos chicos saludaron sin poner demasiada atención en nosotros y pasaron de largo hasta la orilla de la playa. Estendieron sus toallas y plantaron una sombrilla y una enorme hielera. Para luego recostarse. Era nuestra oportunidad para escapar pero decidimos no hacerlo y seguir ante la posible mirada de aquellos tipos que calculo tendrían unos 20 años. Uno era delgado y el otro robusto con penes grandes y mucho bello en todas partes. Nunca vi algo así ya que mi papá era lampiño lo cual heredé de él siempre. Estar ante tal libertad era lo más loco y a la vez liberador que había hecho en mi corta vida. Pero de un momento a otro aquellos chicos comenzaron a besarse y tocarse, no les importó que dos chiquillos estuviesen detrás de ellos o tal vez eso era lo que querían. El momento se volvió incómodo y decidimos marcharnos además de que ya era un poco tarde. Regresamos por donde veníamos y pudimos observar más gente ahora si en la lejanía. Todos desnudos pero solo pocas mujeres, la mayoría eran hombres maduros y gordos y uno que otro joven, pero nosotros éramos los unicos niños en el lugar. Así que apresuramos el paso y logramos salir de la zona. En el camino de regreso nos pusimos los bañadores y reímos por tal experiencia. Óscar me contó que su mamá y sus 5 hermanos pequeños se mudarían a la ciudad de México cuando concluyeramos la secundaria. Le di un abrazo y le dije que siempre lo visitaría. Que siempre seríamos amigos. Así que debíamos aprovechar el último año al máximo para crear los mejores momentos de nuestras vidas. Cayo la noche y en el hotel nos dispusimos a ducharnos. Ya no había ninguna barrera y decidimos ducharnos juntos. Dios sabe que nunca pasó por mi mente hacer algo con mi mejor amigo. Por mi sexualidad claro que tenía una enorme atracción por su cuerpo y su personalidad me hacía amarlo infinitamente. Pero ante todo yo respetaba la suya…aunque nunca mostró un grado alto de heterosexualidad o machismo. Tenia claro que siempre miraba a las niñas asi que nunca se me paso por la cabeza lo que estaba por acontecer.
Cerro la llave de la regadera y salió del baño para vestirse en la recámara. Luego yo seguido de el y estuvimos así por un rato hasta que comencé a ponerme el pijama. Mi mejor amigo se quedó ahí viéndome, el segia desnudo y luego se sentó en la orilla de la cama. Agacho la cabeza y luego me pregunto cómo es que supe que era gay?
Tantas cosas que habíamos hablado y esa pregunta jamás la había formulado. Ya conocía mi historia con Dhario pero nunca le conté que a mis 10 años experimenté mi primera vez con un chico de 13 llamado Brayan. Le conté mi inusual relación con el, y el como gracias a ese adolescente y su madre logré definir mi sexualidad a tan corta edad. Se recostó en la cama y comenzó a tocarse el pene primero rascandolo y luego masturbándose lentamente, no sabía que hacer pero sin duda eso que hacía me excitaba sobre manera y no sabía a dónde voltear.
— cuando vi a Angel desnudo, quedé en shock, como un niño de nuestra edad puede tener el pene tan grande, viste esa cosa no? Hasta dormida era más grande que la de nosotros.—
Solo asenti con la cabeza sin dejar de mirarlo y el sin dejar de tocarse…luego siguio hablando
— pero hoy que estuve en la playa y te vi. Volví a sentir un cosquilleo extraño, algo que no me provocan las niñas.—
Ahora si pude prestar atención a sus palabras y no a su miembro que para ese momento ya estaba duro y apuntando a su cara.
— que? — solo reaccione por lo que me acababa de decir y entonces me jalo hacia el y bajo el pantalón del pijama que acababa de ponerme hace unos instantes.
Tomo mi pene y replicando lo que había hecho con el suyo comenzó a masturbarme con esas manos tan suaves. Mi pene se hinchó en pocos segundos y el descubría mi glande tocandolo con delicadeza y apretando mi cabeza quisas para extraer algo de precum. Parecía un experto. Jugaba con mis testículos y acariciaba mis piernas de vez en cuando.
Se levantó y comenzó a chupar mis pesones que estaban duros por haber estado todo el día en el agua.
Yo solo suspiraba y dejaba que hiciera lo que quisiera, el era mi mejor amigo y pasara lo que pasara a él nunca lo perdería…eso era seguro! Me tomo de los hombros y me indicó arrodillarme, lo cual acepte sin titubear y ahora era mi turno para saborear su pene todo el tiempo que yo quisiera, así que comencé masturbandolo y descubrir su glande para poder lamerlo pero este no se retraia por completo, así que decidí seguir intentándolo delicadamente para poder ver su cabeza por completo. De vez en cuando lanzaba un suspiro que parecía quejido. Tal vez le gustaba pero también le incomodaba un poco que su piel no bajara por completo. Segui con mi labor y luego toque sus firmes nalgas para apretarlas, pero retiro mis manos y entendí que eso no le gustaba. Se levanto y me dijo que me recostara boca arriba, levantó mis piernas y las colocó en sus hombros para luego untar saliva en mi ano. Su pene entró sin problema alguno después de que el de Dhario me había roto. Aún así el de el era más grande y sentí como penetró más dentro haciéndome sentir un placer inmediato, como si hubiese alcanzado alguna parte dentro de mi que activara el placer. El por su parte en cada embestida que me daba arrojaba un quejido tal vez por el grado bajo de phimosis que presentaba. Gemiamos a la par cada que estaba dentro de mi. Era más placentero estar frente a él que boca abajo pues podía observarlo a los ojos aunque los tubiese cerrados, su cara me decía que lo disfrutaba más que la incomodidad que le causaba su prepucio y yo estaba en el cielo. Continuaba por mucho rato entrando y saliendo de mi y luego comenzó a masturbarme con su dos manos. Apretaba bastante mi pene como para hacerme venir muy rápido mi respiración comenzó a acelerar y funcionó para que el siguiera el mismo ritmo. Estábamos sudando, gimiendo y casi al borde de las lágrimas en movimientos tan extremos que de un momento a otro arroje todo mi ser sin predecir su paradero, el cual llegó a mi pecho, a mi cara y a la de Oscar quien seguía en lo suyo y en lugar de molestarse saco la lengua para probar aquel líquido espeso que había terminado regado por todos lados. Nunca había arrojado tanto, pero ahora era su turno y salió de mi. Subió hasta mi pecho y puso su miembro en mi cara. Me percaté que su glande estaba totalmente descubierto y en cada jalón que daba ponía mi lengua para saborear lo salado que sabían sus líquidos. Pero sin duda el que esperaba estaba a punto de bañarme por completo. Y así fue. Desde mi frente hasta mi mentón había quedado lleno de su elixir y con mis manos tome lo que pude y comencé a comerlo como si fuera el platillo mas rico del mundo. Era dulce, con un aroma diferente pero bastante agradable. Se tumbo a mi lado y me abrazo. Yo quería besarlo pero no sabía cómo reaccionaría. Ahora tenía que ver por lo que queríamos los dos y no solo lo que yo quisiera. Le pregunté con la voz cansada que significaba lo que acabábamos de hacer y me dijo que había leído sobre las personas bisexuales. Pero que nunca imagino que estando conmigo descubriría el sexo de esa manera. Me besó la frente y se dirigio al baño para limpiarse. Yo hice lo mismo y nos dormimos abrazados. No hubo besos, aún no sabía que seríamos a partir de ese momento pero no quería presionarlo. Yo amaba a Óscar como amigos y ahora no sabía si las cosas cambiarían. Eso lo descubrimos el 3er año de secundaria en donde la tragedia más grande de mi vida apenas estaba por comenzar.
wow hermosa tu historia sigue contando mas amigo saludos…. 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
Que sean novios y no te trate mal , quiero ver versatilidad y que le des verga a los chavos tambien quiero ver a Dhario que le den verga
Que relato tan interesante y bueno me hizo recordar mis días de secu jejeje y también a mi primer novio