Los albañiles machines (princesito guarro)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El edificio en el que vivo es viejo y un por lo mismo siempre hay que hacerle reparaciones. Un día al dueño del edificio se le ocurrió mandar a arreglar algunas grietas y pintar todo el edificio por lo que contrató a unos albañiles para el trabajo. El día que comenzaron habían armado un andamio para poder alcanzar hasta arriba. Me quedé observando por mi ventana a los albañiles, eran 3 dos de ellos como de 25 años y uno como de 19 o 20. Los tres trabajaban y siempre que yo salia y entraba me saludaban
-Buenas tardes güerito
En fin, el tener a 3 chacales cerca de mi, me provocaba una excitación tremenda por lo que planee mi plan para poder seducirlos.
Una tarde ellos ya habían avanzado el trabajo hasta que llegaron justo a mi ventana de la recámara por lo que yo naturalmente me despojé de mi ropa y solo en tanga comence a pasearme por el cuarto, limpiando, colgando ropa y sacudiendo ademas de las nalgas, los muebles, todo esto lo hacia como haciéndome el que no notaba su presencia afuera de mi ventana y ellos seguían trabajando pero en varias ocasiones pude por el reflejo por un espejo que tengo como sus miradas se fijaban en mis nalgas. Hubo un momento en el que llego la hora de comida y el jovensito junto con otro, bajaron del andamio quedando solo uno.
Al poco tiempo decidí dar el primer paso asi que abrí la ventana y lo salude, yo muy natural a pesar dee que andaba en tanga color roja, muy gay hehe.
-Hola, como va el trabajo?- pregunté
-Pues bien jefe, ya vamos avanzando- respondió.
– y tus amigos ya se fueron o que?
-no, solo fueron a comprar las tortillas y el refresco-
– ah que bien, oye esque tambien tengo unas cosas por arreglar aqui en mi casa y me preguntaba si ustedes lo pueden hacer.- (en efecto tenía unas reparaciones que hacer pero muy insignificantes, el chiste era meterlo a mi casa).
-Ah claro güero pues si quiere de una vez lo checo a ver dejeme pasar.
Se metió por la ventana y salimos de mi cuarto a la cocina, obviamente yo delante de él moviendole las nalgas de un lado a otro. Me contoneaba lo mas puta que podía. Una vez que le expliqué los trabajitos y me dio el presupuesto y todo decidí ya lanzarme.
-Oye y eres casado o q onda? – pregunté
-Pues no pero estoy juntado con mi vieja aunque llevamos peleados ya unos días- (De aqui me aprovecho, pensé)- y tú vives solo aqui? – preguntó
– Si tu crees? solito – respondí
-Ahhh… y siempre andas vestido asi?
-Pues aqui en mi depa si pues ando cómodo, además hace mucho calor afuera. Por cierto no quieres una cerveza? – (tenia que ganármelo yaaa)
-Bueno está bien, en lo que llegan los otros weyes.
Cuando abrí el refrigerador para sacar la cerveza y emmpinarme delante de él me dice:
-Oye pero esa tanga es de vieja no?
-Mmmm porque loo dices?
-Bueno esque tienes buen culo y mas bien con la tanga se te ve como culo de mujer, blanquito y lisito.
-Hahaha pues si quieres toca.
Sentí su mano áspera y sucia en una de mis pompas y me excitó demasiado. Pero mas me excitó cuando me dio una nalgada y me dijo:
-Hahaha órele deme mi cerveza mariconsito.
Se la di y se sentó en la sala cuando vi su bulto en esos jeans sucios uffff me le quería lanzar.
-Pon música y bailame no?
De inmediato puse música y comencé a moverme muy sexy de una forma tan femenina que al le comenzó9 a excitar tanto que me agarró de la cintura y me jaló hacia él diciendome:
-No mames estás mas rica que mi vieja cabrona, pinches nalgotas dejame nalguearlas.
-Pero no tan fuerte- le dije
-Ni madres te las quiero ver rojitas, me ccalentaste ahora te chingas.
No sé ustedes pero el que me comparen con sus viejas y me prefieran más a mi que a ellas me super excita maaas.
Inmediatamente se bajo los pantalones y me dijo:
-Ándale chupamela antes de que lleguen los otros.
Al acercarme a su verga olía a sudor pero limpia, era un olor a macho pero excitante, mediría unos 17 cm los cuales tragué hasta el fondo de mi garganta. Él solo decía:
-Ahhh siii asii dale chupala, que rico, mas putito.
A los 10 minutos escuchamos unos chiflidos por fuera y me dijo:
-Chale, son esos weyes pero no me voy sin antes chingarte la pepa.
Se levantó, se puso el condón y solo me hizo la tanga de un lado, gracias a la saliba de la mamada que le dejé no me dolió tanto. Él solo me tomaba de la cintura y me daba unas embestidas riquisimas, sentía la textura de sus pelos púbicos y sus huevos chocar en mis nalgas. Él solo gemía y me decía:
-Ahhh me encanta como rebotan tus nalgotas. Estas apretada ehhh.
Se vino rápido pero muy rico. Después de que nos limpiamos seguimos como si nada y salió de mi casa no sin antes pedirme que no dijera nada a los otros pues uno era su cuñado y el otro su compadre. Así que no hice nada mas con ellos, además de que al "mejorcito" ya me lo había echado haha.
Siguiente relato… El plomero.
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