LOS CHICOS DEL GYM
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy un chico de 16 años, soy delgado y soy gay desde que tengo memoria, no soy muy obvio, pero si soy algo "delicado" podríamos decir, soy algo tímido y muy tranquilo, por lo que incluso antes de definir mi orientación siempre he sido victima de bromas o comentarios por parte de mis compañeros, por lo que rápidamente aprendí a ignorarlas.
Un día decidí entrar al gym para mejorar mi condición física y de paso ver a algunos chicos lindos. Cerca de mi casa hay un gimnasio al cual acuden muchos adolescentes de mi edad o mayores, así que pague mi inscripción y empecé con un poco de cardio en las elípticas, desde donde puedes ver todo el gym, ya que están en la parte superior, la verdad la vista era bastante buena, en especial por un grupo de cuatro chicos bastante guapos, todos ellos eran casi iguales, sin ser familia, cabello rubio corto, cuerpos atléticos, playeras sin mangas, pantalones deportivos ajustados que dejaban ver prominentes bultos delanteros y deliciosos traseros trabajados, si recuerdan soy un adolescente y me es casi imposible no pensar en otra cosa que no sea sexo.
Los chicos se volvieron una de mis fantasías más recurrentes y en las noches les dedicaba algunas pajas, imaginando que estaba con uno o con otro mamando su verga o dejando que me dieran por detrás, yo soy bastante delgado, tengo lo mio tanto por delante como por detrás, pero imaginaba que esos viriles adolescentes me penetraban con fuerza, en fin, creí que no pasaría de mis fantasías y autoestimulaciones nocturnas, pero debí de ser más cuidadoso, mientras más pasaba el tiempo menos pudor tenía para ver al grupo de chicos que siempre estaba puntual haciendo su rutina, yo por mi parte hacía la mía sin perder de vista cada uno de sus movimientos, de repente uno se me quedó mirando y me guiño un ojo, se llamaba Ian, era bastante sexy, el mayor del grupo, cuerpo atlético, ojos verdes, cabello rubio, y una sonrisa encantadora, me sonrojé de inmediato ante aquel gesto y agache la mirada apenado, me había visto, tiempo después comentó algo a sus compañeros; yo no escuchaba por la distancia y el ruido del gym, y todos rieron volteando a verme, quería que la tierra me tragara en ese instante, seguimos con nuestras rutinas y de vez en cuando me topaba con la mirada burlesca de alguno de ellos que me lanzaba un beso o me giñaba un ojo generando risas entre todos, la peor vergüenza de mi vida.
Al terminar el entrenamiento entré a los vestidores como siempre, no acostumbraba ducharme ahí, sólo iba a recoger mis cosas del casillero para ya irme a mi casa y posiblemente cambiar mi horario de entrenamiento o nunca volver a ir, pero estaba por salir cuando los cuatro chicos estaba en la puerta, Ian el mayor se acercó a mi con demasiada confianza, yo retrocedí por instinto, me acorraló contra la pared y me dijo al oído.
-Quien de nosotros te gusta más putito
Yo tenía una mezcla de excitación y miedo, pero no sabía que hacer, quería salir corriendo pero me tenía acorralado y los otros tres estaban en la puerta viéndonos entre risas.
-Qué quién te gusta más putito
Repitió su pregunta pero ahora con un toque más amenazador mientras giraba mi rostro para que lo viera fijamente, era brusco tosco y yo me sentía morir, pero sabía que tenía que dar una respuesta a la pregunta, o esto se pondría peor.
-él
Señale al chico de en medio de los tres que cuidaban la puerta, era un chico más delgado que los demás, con el cabello algo más largo, se veía menor que todos, posiblemente de mi edad, los demás le hicieron bulla y lo felicitaban por su pegue, Ian el mayor que al parecer era el líder del grupo se alejó de mi mientras le hiso una seña a Evan (así se llamaba el chico que me gustaba) para que se acercara a mi, yo estaba inmóvil totalmente asustado, Evan se acercó a mi pegando su cuerpo al mio, y me beso con bastante lujuria, era brusco, su lengua exploraba toda mi boca y sus labios parecían querer comerme, era demasiado tosco en su beso, mientras sus labios devoraban mi boca, sus manos exploraban mi trasero aun sobre el pantalón de deportes, apretando mis glúteos, mientras frente a mi sentía su erección, para ese momento el placer se empezaba a apoderar de mi. Ricardo otro de los chicos cerro la puerta con seguro y jaló a Evan de mi lado.
-Ya que te lo vas a acabar
Dijo y tras quitar al menor de ellos se acercó a mí y me dio la vuelta pegando su miembro erecto a mi trasero aun con las ropas puestas
-Tienes un lindo culito putito
Me comentó al oído mientras sus manos exploraban mi pecho bajo mi playera roja, pellizcaba mis tetillas con fuerza, causándome un ligero dolor, pero a la vez un placer que no lograba entender.
-Es toda una puta
Comentó Evan cuando se me escapó un gemido de placer, Ian sonrió ante el comentario.
-Pues entonces démosle lo que les gusta a las putas
Dijo el líder mientras tomaba su miembro hinchado sobre el pantalón, me jalaron hacia una banca donde se sentó Ian y se bajó de golpe el pantalón y los bóxer brief rojos, dejando al descubierto una verga gruesa y caliente de como 20 cm, la más grande que he visto en mi vida, me pusieron en cuatro y me colocaron frente a aquel pedazo de carne, yo sabía bien que es lo que querían y lo peor es que lo deseaba, así que de inmediato me metí esa verga en los labios chupando la punta para después lamerla como si se tratara de una deliciosa paleta.
-Es una viciosa, mira como mama como experta
Dijo Danny, el otro chico que hasta ese momento sólo había estado viendo, pero que tras esas palabras se acercó a mí y bajo mi pantalón hasta las rodillas y observó divertido mi trusa de superman.
-así que superman
Comentó riendo y todos le siguieron en su carcajada, yo estaba bastante entretenido mamando la verga de Ian, quien de repente me tomaba de la cabeza para ensartarla hasta el fondo de mi garganta en una actitud dominante, mientras yo trataba de engullir todo lo que podía sin ahogarme.
-Hay que enseñarle lo que es un superhombre de verdad
Agregó a la broma Ricardo, y Danny asintió, sacó su miembro que era como de 17 centímetros, y haciendo simplemente a un lado mi trusa ensartó su verga hasta el fondo de mi, casi grité del dolor, fue salvaje su arremetida, pero la verga de Ian en mi garganta me impidió gritar, Danny empezó con un mete y saca frenético, mi culo parecía arder con hierro al rojo vivo, el chico no tenía contemplaciones, sólo se cogía a una putita a fin de cuentas, Ian, liberó mi garganta y mi boca, respiré un momento, pero las arremetidas de Danny me hacían gemir en una mezcla de placer y dolor.
-Está bien rico su culito
Dijo Danny con una voz llena de placer, disfrutaba de mis entrañas, de su verga entrando y saliendo de mí. Mi boca no estuvo mucho tiempo sola, Evan puso delante de mi su verga más modesta que la de Ian pero igual de deliciosa, sus 17 centímetros por mi, primero me empezó a follar por la boca, pero después me dijo que le lamiera los huevos, cubiertos por algunos bellos, eran dos esferas deliciosas, las cual lamí como si se tratara de bolas de helado, mientras hacía esto Danny se corrió en mis entrañas, con un grito apagado y jalándome de la cadera contra su cuerpo para metérmela hasta el fondo y llenarme bien con su semen, en cuanto salió de mi Ian ocupó su lugar, llenándome con su enorme verga, era más gruesa que la de Danny por lo que de nuevo mi ano resintió la penetrada, mientras Evan se corrió en mi boca.
-trágate toda mi leche putito
Dijo el chico, y yo obedecí y cual ternerito mame toda la leche que se me ofrecía, su sabor era salado, pero agradable, era la primera corrida que probaba en mi vida, debo decir que a partir de ese momento me hice un adicto al semen, y no pierdo oportunidad de tragar directamente de la verga que se me ofrezca, regresando al relato, Ian aprovechó para levantarme de la cintura, era increíble el chico era bastante fuerte por que sin sacarme la verga me levantó para sentarse en la banca y yo quedar encima de él.
-Muévete putita
Me dijo con fuerza y yo empecé a cogerme con su verga, Ricardo que hasta el momento no había participado se acercó y me quitó el pantalón y para que pudiera moverme con mayor libertad y enterrarme bien la verga de Ian, quien a gritos pedía que fuera más rápido, yo bajaba y subía lo más rápido que podía, pero ese monstro era insaciable y entraba tan profundo en mi que casi me hacía enloquecer, Ricardo se acercó a mi boca subiéndose a la banca y me metió su verga caliente, Ian continuaba en lo suyo sin inmutarse, solamente se recargó un poco y me hiso hacia él pegando su pecho a mi espalda para ahora ser él quien me cogiera frenéticamente, Ricardo empezó a follarme la boca sin piedad, estaba tan excitado que no tardó en venirse e irse a las duchas, Danny por el contrario ya estaba recuperado y quería darme también por la boca, así que de inmediato tomó el lugar de Ricardo, Ian no daba tregua a mi culo, que se abría y cerraba viendo su verga entrar y salir de mis entrañas, yo tenía mi pene lo más duro que he tenido en mi vida, estaba al borde del orgasmo, con la mínima caricia explotaría en una venida colosal, pero a ellos no les importaba mi verga, ellos disfrutaban con mi culo y boca.
-Que buen culo
Dijo Ian al momento que me la clavo hasta lo más profundo y se corrió abundantemente entre gemidos y respiraciones entrecortadas, yo también me vine sin tocarme, era demasiado placer y también me vine abundantemente manchando mi ropa interior.
-Vaya el superchico tuvo una supercorrida
Dijo Danny que desde arriba veía mi eslip totalmente húmedo, dejé mi mamada un rato en lo que me recuperaba e Ian salía de mi, sentí un gran vacío en mi interior, pero fue llenado de inmediato por Evan quien estaba más excitado que al principio. No era lo mismo su verga era más delgada y pequeña, pero mi culo la recibió gustoso.
-No mames guey lo dejaste todo guango, aquí caben dos vergas
Comentó Evan y Danny que todavía estaba a palo sonriendo agregó
-veamos si es cierto
Me dio miedo ese comentario, pero a ellos no les importó Evan se colocó detrás de mi y Danny al frente y empezaron a metérmelas al unísono, yo grite de dolor pero Danny me tapó la boca, ambas vergas se abrieron paso en mi interior ayudadas por la corrida de Ian que sirvió de lubricante, empezaron a cogerme a diferente ritmo, por lo que siempre había una verga hasta el fondo de mi cuerpo, entraban y salían y yo ya no sentía nada, estaba ido totalmente ausente, tardaron un rato en correrse en mi interior, después todos fueron a las duchas y desde el vestidor los oía comentar.
-que buen culito
-y que boquita
-la mama como un experto
-es toda una putita
Evan, Danny y Ricardo comentaban Ian estaba en silencio, terminaron de bañarse y finalmente Ian hablo.
-Escuchen Putos, es mi putita, hoy se las compartí pero es mía.
Dijo imponente en cuanto entraron al vestidor ya limpios, todos guardaron silencio, era obvio que Ian era el líder y que me quería para él solo, me levantó del hombro y me mandó a bañar, los demás se fueron y el me esperó para llevarme a mi casa, Ian y yo hemos tenido muchos encuentros, casi diario hacemos algo, a veces me comparte con otros chicos pero siempre está él presente viendo como me cogen o como mamo las vergas de otros hombres, pero él es mi dueño, y yo, yo soy su putita.
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