LOS DEVANEOS DE PIRUCHA 2 Por Ruiz
Una putita traviesa con historias cachondas..
Los devaneos de Pirucha
Una putita traviesa con historia
Quise dejar la historia para continuarla después y ahora quiero contarles como fue el tercer encuentro con Nandy, el muchacho colombiano que por una exigua gratificación hace realidad mis fantasías de ser puta travestida con lencería de encarnado color. Uso medias de encaje que deslizo suavemente por mis piernas depiladas y bien formadas que ya me han producido erecciones cada vez que las depilo y luego masajeo con crema corporal. Una faldita escocesa que apenas me cubre el culo. Debo reconocer que mis nalgas son pronunciadas y acompañadas de muslos que le dan un toque sensual.
Combino todo aquello con un peto que me hace sentir hembra. Dejo para el goce estético los distintos modelos de bragas femeninas que uso de acuerdo con mi grado de lujuria. A veces calzones, otras tanguitas, que siempre me separan las nalgas y se introducen decididamente en mi culo. Mi rajita se siente invadida por esa franja de tela que la muerde.
Esta vez, después de probar todos los juguetes y deleitarme con las sensaciones que me provocan cuando me siento en ellos y los obligo a violar mi cavidad hasta hundirse en ella. Un baile frenético me posee y mi verguita empieza a verter liquido prostático a borbotones .
Mi culito estaba un tanto resentido con tanto jugueteo. Pero debía concluir el día o mejor la noche con un pene verdadero que me hiciera perder toda cordura y definitivamente pudiera sentir la realidad de lo que fantaseaba en cada masturbación anal.
Me dispuse a buscar contactos en las webs gay. Pude contactar a alguien que me convenció con su herramienta que después de conocer 47 vergas me parecía adecuada para ser la 48. Estaba ya situado en el lugar del encuentro. Un automóvil se detuvo. Me acerqué y le pregunté si era quien y creia. No. Se trataba de un conductor de aplicaciones que se ofreció a llevarme. Le agradecí y le dije que esperaba a alguien con quien ya habia acordado.
Llamé al celular del contacto y vi que un conductor contestaba al mismo tiempo. Supuse que era él y me acerqué a preguntarle. Tampoco lo era. Para no perder la oportunidad entablé una conversación acerca del sexo entre hombres. Aunque negó rotundamente, me di cuenta de que no estaba ante un homofóbico. Si hubiera habido más tiempo creo que pude haberlo convencido.
Se empezaba a ser tarde y estaba bajando la temperatura, mas no mi calentura, que mantenía en grado sumo: aunque mi canal receptor de verga estaba un poco resentido, eso hacia aún más deseable una cogida, porque el placer es mayor cuando lo precede el dolor inicial.
Cuando llegue a mi habitación y revisé mi celular, me di cuenta que Nandy andaba cerca. Ni corto ni perezoso le marqué:
- Hola, Nandy. ¿Estás disponible?
- Hola, ¿qué usted quiere, mijo?
- Bueno, una follada rica, wey.
- Para eso estamos, pues. Lo que necesite se lo doy.
- Ah, qué bien. Y puede ser ahora, estoy caliente, y la última vez fue muy cortita.
- Bueno, usted me dice y yo le hago. Para eso me tiene.
- Te espero en el mismo lugar de siempre entonces.
- Ya, pues, voy en camino ahorita mismo. Prepárese porque le voy a dar duro que no podrá andar después.
- – Jajajaja, no me digas. Tú sabes que yo aguanto lo que sea.
- Entonces le pediré que me dé una mamada que me quedó debiendo antes.
- Ah, eso. No es problema si después me la metes durita y fuertón. Sabes lo puta que me pongo contigo, y para que veas, ahora estaré a culo pelado para que no tengas que sacar nada y no te moleste el hilo dental.
- Rico pues, me encanta su culo nalgón y aguantador.
- Y ¿cómo me lo vas a poner? Me gusta en cuatro, patas al hombro y la otra boca abajo o cucharita con toda la pija adentro.
- Como quiera, papi. Lo pongo como mejor le entre mi pija dura, y disfrute mi güevo, pues.
- Ah qué rico. Unas tres posiciones mínimo y estamos ok.
Corté la llamada y me dispuse a preparar lo que acostumbro tener a la mano. No dejaba de experimentar una sensación de ardor en el culo y mi verga presentaba una erección, fruto de la reciente charla. Me di una última ducha anal y me lubriqué para no tener que preocuparme de nada más que de culiar. Ya me saboreaba con solo recordar la primera vez que llegó en motocicleta y con la valija del delivery. Se desnudó completamente y se sentó en el sofá: - Venga. Siéntese. Y me mostró su verga dura apuntando al techo. No dudé ni un instante y ya estaba atornillado esa exquisita pichula bajando y subiendo en el paroxismo del goce de puta salida que me da por representar.
- En un chispazo me viene el recuerdo de la cogida con un hermoso ejemplar de macho que me dio a saber lo que es culiar y ‘hacer el amor entre varones’.
- Se le salió el potito. Me dice y acto seguido con sus dedos me empuja el esfínter anal que se asomaba como un collar y lo vuelve a su posición original. Le digo que compruebe si quedó bien. Él capta mi mensaje y su verga gruesa me empuja hasta sentir sus enormes huevos golpear mis nalgas. Sentí que su elixir varonil me lubricaba y el mete saca se hacia fluido e intenso…
- Mis devaneos se esfumaron cuando vi aparecer el vehículo de Nandy enka entrada. Me subí y nos dirigimos a cumplir el ritual libidinoso del sexo varonil.
- Llegamos y nos dirigimos a la recámara. Procedí a sacarme el chándal y quedé con el peto, las medias y la faldita escocesa. Esta vez le di una exposición de mi trasero sin nada.
- Estoy listo a poto pelado.
- Se tendió desnudo en la cama con la verga tiesa. Antes le había puesto el forro y aproveché de darle una mamada que disfrutó por los gemidos que emitía. Me subí a horcajadas y traté de clavarme la pija, pero estaba dura y el ángulo no era adecuado. Me bajé y me puse en cuatro. Me la ensartó de una. Mi culo resintió el asalto por las múltiples introducciones de mis variados juguetes y utensilios anales.
- Un frenético movimiento me hizo retorcerme y acostarme en la cama, mientras él me seguia dando verga fuerte encima de mi cuerpo. Me giré yme ofrecí en la posición de patas al hombro. Me excita porque veo la cara del que me está culiando. Y los gestos que hacen cuando los hago acabar con lis movimientos y apretones de mi experto culo.
- Varios minutos transcurrieron y me puso de lado con una sola pierna en alto y el baile frenético se intensificó. Aproveche de que grabara esos instantes. Cuando ello ocurre, gimo, pido pene, le digo cosas cachondas…
- Mijito, voy a acabar. Sigue, fuerte, rápido… Estoy acabando….
- Sentí engrosarse su pija y los trallazos en el forro.
- Y los detalles que designo como devaneos, vendrán en otra entrega cuando vuelva ser culiada por el que venga cuando ocurra.
- Recuerden dejar sus comentarios o escribirme a mi mail [email protected]
- Siempre respondo.
Mis queridos y adictos lectores, concluyo la historia de mis encuentros reales adornados de ficcion pero absolutamente reales. Espero cmentarioa
Espero compartir el final poco feliz de esta aventura que incluyó extorsion y chantaje junto con una alta suma de dinero.
Cuídense mucho porque estos personajes son utilizados por bandas organizadas para obtener recursos de quienes ocupan servicios sexuales pagados.
Es ibvio que no son todos, pero el problema es cómo saber discriminar. Lo mejor es prevenir.
Siento que te haya pasado eso. Hay que ser selectivo en la elección del partner y no se trata de discriminar a los migrantes pero que hay mala leche en algunos es una realidad.
Siento que te haya pasado eso. Hay que ser selectivo en la elección del partner y no se trata de discriminar a los migrantes pero que hay mala leche en algunos es una realidad.
Así es querida amigui, pero se aprende a seleccionar y no dejarse llevar por la calentura. No deseo que le pase a nadie eso.
Pero en estos tiempos de delincuentes debemos ser precavid@s.