los dias de sofá II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por daldieb1818.
Jueves, bendito jueves, no tan odiado como los lunes ni tan amado como los viernes, particularmente los jueves son mis días favoritos ¿por qué? Ni maldita idea.
estaba cavilando sobre un cliente molesto tarareando no sé qué, cuando me llego un mensaje de James.
Me extraño, el chico casi nunca me escribe o llama al trabajo así que leí lo que decía, algo sobre el pasar el fin de semana fuera en casa de alguien llamado Luis, ¿Quién coño es lui? lo llame.
Me explico que quería ir a casa de uno de sus compañeros de clase, Luis, porque varios chicos irían a pasar el fin de semana en su casa, que su mama estaría allí todo el tiempo y que sería seguro, que solo sería videojuegos y esas cosas, que no haría nada estúpido, que se portaría bien, que incluso me iba a estar llamando cada hora si quería, me sorprendió que no se ahogara, me hablaba sin respirar y emocionado, me vi sonriendo, parecía estar dispuesto a tomar las precauciones que yo ni me había planteado.
Le dije que sí, que dependía más de su madre que dé mí, a lo que dijo que en eso no habría problemas, le dije que bien, que yo también tenía una fiesta a la que escaparme si él también se iba a escapar, me encontré riendo con mi chico, teníamos planes asegurados para un fin de semana lejos de las chicas.
El jueves paso sin pena ni gloria, regrese al gimnasio y confirme mi asistencia a la fiesta de Richard, James confirmo la suya durante una cena tensa, cada palabra que salía de la boca de Gina se sentía como una indirecta a mí, a lo que claro, no fui indiferente.
En fin, no había pasado sin pena ni gloria, estaba aún más molesto con Dayana y su hija, ni mencione que al día siguiente tenía planes, no le vi el sentido, regrese al sofá, mi ya familiar amigo.
James me pregunto que si quería podía dormir en su cama de nuevo, cosa que me tentó, y no de buena manera, así que le dije que mejor no, que no le quería molestar, me insistió en que no le molestaba –hay espacio para dos, pa, sé que te duele la espalda cada vez que duermes en el sofá, se te nota- me insistió más y cedi, sabía que lamentaría eso.
Y lo hice.
A media noche, aun despierto sintiendo las acompasadas reparaciones de James, estaba malditamente duro, su frente pegada a mi barbilla, el olor a menta de su cabello me estaba torturando, estaba a punto de ir al baño a hacerme una paja cuando se volteó, y se pegó más a mí, maldita sea, puse mi mano en su cadera y fui moviéndola lentamente por su ingle, se giró de nuevo y me asuste, cerré los ojos y trate de no respirar y delatarme, sentí la cama moverse, James se había levantado, sentí que abrió la puerta de su habitación y salió.
Maldita sea, maldita sea, di gracias a todo lo divino por no haber ido más lejos, cuando regreso a los poco minutos estaba de cara a la pared y de espalda a él, me forcé a dormir, rígido, dando gracias al cielo por no haber sido descubierto, prometiéndome para esta temeraria actitud.
El viernes, estaba rígido por una mala noche de sueño, pero entusiasta por una prometedora noche.
Me despedí de los chicos, guiñándole un ojo cómplice a James y deseándole un buen fin de semana.
Había quedado con Richards de vernos en el Gimnasio, no entrenaríamos pero de allí nos iríamos a su casa, sería un viaje de unos 30 minutos, cosa que nos dio tiempo de ponernos al día, Richard era más que un compañero de pajas o mamadas, se estaba convirtiendo en un buen amigo, atento y compresivo, y divertido.
Pasamos por cerveza, su hijo le había llamado a decirle que haría falta más.
Cosa que me agrado, tenía ganas de beber este fin de semana como hace tiempo no lo hacía.
Llegamos a su casa, era de estilo antiguo, en un vecindario acomodado, con un patio amplio, y una patio trasero mucho más amplio y privado, me agrado, me dijo que tenía ganas de incluso construir una pequeña piscina climatizada, explicando detalles aquí a allá.
La fiesta estaba ya en su apogeo.
Diría que había unos 20 chicos universitario desmadrados, pequeños grupos dispersados entre la casa y el patio riendo y gritando por sobre el retumbar de la música.
Mis primeras dos cervezas se fueron en recorrer la casa con Richards y conocer a su hijo Matías.
No era lo que esperaba, al parecer era idéntico a su madre, algo más bajo que Richard y yo, diría que de 1,76 de estatura contra el 1,84 de su padre, Blanco y me refiero a realmente blanco, cabello negro y ojos pardos, se notaba que hacia ejercicio, tenía muy buena figura y unos bueno brazos bien formados, sé que no estaba del todo feliz de verme, he aprendido muy bien a leer a la gente y sé que había algo de antemano contra mí.
Realmente no le di importancia, la noche era joven y el también, además estaba allí por su padre, me ocuparía de ser agradable con el después.
Me presento a su novia, una chica algo explotada y tonta en exceso, con senos realmente falsos y muy grandes para su delgada complexión, tengo que decir que esas cosa no me excita, Richard fue algo mordaz, la trataba condescendientemente, como si fuese alguien de lento entender, me pareció cruel, y muy divertido, me costó mucho no reírme en el acto, sabía que lo hacía deliberadamente, hablando lento y usando mucho las manos, me dio una sonrisa cómplice y comenzamos a movernos por la fiesta, en cierto punto coloco su mano en la parte baja de mi espalda, estando muy cerca de mí, cosa que no me molesto, de hecho me agrado.
Ya con varias cervezas a cuestas, las bromas de los chicos iban y venían, Richard no es el típico padre reservado, no, es el padre cool que todos adoran y al que todos le tiene confianza, era más como parte del grupo de su hijo, a eso de las doces la fiesta estaba entrando en calor.
Cuando le dije a Richard que iría al baño, subí a la segunda planta, al baño, llame a James, mientras orinaba, me contesto entre gritos de otros chicos, se oía realmente animado me dijo que la estaba pasando fenomenal, y yo le dije que también lo hacía, de repente siento que alguien toca la puerta, grito un –ocupado- ebrio, deje ir una carcajada, ebrio, dios no recordaba la última vez que había estado ebrio, me despedí de james y abrieron la puerta, me giro para ver que es Richard, que enseguida cierra y se me abraza por detrás frotando furiosamente su polla en mi culo, me rio y le digo que pare, que estoy meando en todo sitio menos dentro del inodoro, cosa que no era cierto porque estaba tremendamente duro, y lo estaba antes de que el i incluso entrara.
-no importa- me dice- ¿esta noche haremos algo más que una paja o una nada?- dios le dije que sí y toma mi polla en su mano, me deje caer en su pecho y comienzo a masturbarme y lamer mi cuello, hasta que golpean furiosamente la puerta –ocupado- grito furioso.
-maldita sea, abre, traigo a una ebria desquiciada que va a botar las tripas por la boca- grita un chico con una voz chillona y seseante, Richard resopla en mi oído, lo que hace que me erice la piel, me hala a la puerta y me besa, al tiempo que la abre y me acomoda la polla frente a este pequeño y delgado chico obviamente gay que abre los ojos ampliamente por la imagen que estamos presentando, yo mismo estaba algo cortado.
Una cosa era hacerlo en privado, pero frente a otros….
-me debes una Endri, le dice al chico mientras me toma de la mano y vamos de nuevo a la planta de abajo.
Después de eso seguimos tomando, una chica saco a bailar a Richard y otra lo intento conmigo, estoy seguro de que lo hice pésimo, pero reí como loco y ella también, algunos chicos se fueron ya pasada las tres, otros poco se quedó, algunos desmayados en la sala, Richard me empujo a la cocina, en un pequeño rincón me estampo contra la pared y literalmente devoro mi boca.
Estaba excitado, duro, deseándole, nunca había tenido este grado de deseo antes, bueno en realidad si, pero ese era diferente a niveles muy distintos, en cierto punto sentí el peso de una mirada en mí, abrí los ojos y tres de los chicos nos estaban mirando, no intente separarme solo logre susurrarle que teníamos compañía, a lo que claro no le dio importancia, metió su mano entre mi pantalón y apretó mi polla al tiempo que lamia el lóbulo de mi oreja derecha.
La situación me tenía a mil, uno de los chicos sobaba su polla sobre el pantalón, no sabía que tenía un lado voyeur, lo explote al máximo, metí mis manos entre los vaqueros de Richard, como pude los desabotone y masajee su culo, frotando sus nalgas bajando un poco los vaqueros, no miraba a nadie en concreto porque quien realmente me interesaba estaba adorando mi mandíbula con su boca, me frote contra él, contra su mano, absorbiendo su olor.
Su esencia, se separó y me dijo que subiera a su habitación, porque no lo que iba a hacer conmigo era privado y depravado, me reí entre dientes, mordí sus labios y subí.
En el camino me encontré a los chicos rezagados morreándose en cada esquina que encontré, estaba seguro incluso que uno de los chicos estaba fallándose a la ebria desquiciada por la esquina de la sala.
Subí la escalera y entre a la habitación y me impresione al ver al pequeño Endri siendo follado por un chico igual de pequeño.
Endri gemía, su piel caramelo bañada en sudor, en realidad se follaba a sí mismo, el otro chico tenía las manos en puños a su costado y los ojos cerrados y resoplando como toro, sus caderas se movían furiosamente.
Sentí que se pegaron a mi espalda, y se frotaban en mi culo, pero no era Richards, se sentía ligeramente más bajo, su toque definitivamente no era el mismo.
Me separe y vi a un chico que realmente no recordaba, tenía cara de niño crecido, muy atractivo.
Vi de perfil que Richard subía las escaleras, y me separe del niño grande guiñándole un ojo, lo vi entrar en la recamara junto a Endri y el cacha y cerrar la puerta.
-Espiando a los niños – me dijo meneando una ceja, me reí realmente eran niños con edad apenas legal – tu habitación está ocupada, mucha gente y poco espacio- le dije.
Me llevo a otra y trabo la puerta, se fue sobre mí de inmediato, me estaba denudando desesperado y yo hacía lo mismo.
Alternando entre besos y sacarle la ropa.
Me gustaba eso, sentirme deseado, saber que lo tenía al límite aun sin haber comenzado nada concreto, nunca había sentido ese tipo de necesidad de Parte de Dayana.
Me empujo a la cama ya solo en bóxer y yo totalmente desnudo se colocó sobre mi sus rodillas a los costados, tenía una vista magnifica de su torso y su ingle a punto de reventar, bajo y nos besamos de nuevo, mientras masajeaba sus nalgas, quería ese culo mal, de todas las maneras.
Me las arregle para girarlo, quedando el, sobre su vientre y yo sobre él, le devore el cuello, me frote violentamente en su culo, mientras lamia su espalda, el solo gemía –más.
Mas.
Mas- mientras yo bajaba su bóxer y frotaba mi polla dura y directamente en su culo, me separe un poco tome mi polla y frote la cabeza directamente en su entrada, dio un grito ahogado mientras arqueaba la espalda y alzaba el culo.
Me estaba volviendo loco, baje rápidamente y lamí su entrada, húmeda por mis jugos, me probé en el, probé su caliente culo, rodeado de un poco de bello oscuro, oloroso, sudado y malditamente bueno.
Lamí, mordí, apreté y sobe su culo hasta que estaba rogando que le metiera mi polla, que lo follara.
Me coloque sobre el abrió las piernas y enfile mi polla en su entrada, casi lo follo sin condón, maldije y me levante buscando mis vaqueros.
-¿Qué pasa?- oí su voz ronca, casi suplicante –condón- dije –maldito condón, mierda, mierda ¿dónde está?
-Ten- me dijo se estiro hasta la mesita junto a la cama y me dio un condón, que, desesperado me puse.
Escupí en su culo, se metió una almohada debajo y lo levanto más, lo lamí de nuevo porque, dios ese culo me traía loco.
Coloque de nuevo mi polla en su entrada y presione lo más lento que pude, y fue mi perdición, era el cielo, apretado y caliente y resbaladizo por mi saliva, de su boca no salió sonido alguno, eran más gemidos guturales, era como un animal moribundo, pero de placer, me costó no moverme en su aterciopelado calor.
Su culo apretaba increíblemente mi polla –de… deja que me acostumbre- me dijo y yo no quería moverme aun porque si lo hacía me iba a correr.
Respire profundo me calme un poco y comencé a moverme lentamente, entrando y saliendo, lento, muy lento, cuando sentí que se acostumbró un poco lo inste a quedar sobre sus manos y rodillas, el ver mi polla salir de su culo casi hasta la puntas y entrar de nuevo me calentó aún más, sentía mi polla más dura que nunca y aumente el ritmo, estrellando mis caderas contra sus redondas nalgas –más.
Más duro.
Mas, Javier, dame más, mas- él estaba como ido, lo taladre, le di duro, cada empuje castigador, estaba dándole la follada de mi vida, el solo jadeabas pidiendo más, el sudor corría por mi cara, las bofetadas de su culo al golpear mi ingle o de mi ingle al golpear sus caderas solo me estimulaba más, él se golpeaba contra mí y yo contra él, el gritaba pidiendo más y yo le daba más, sentía mis bolas contraerse, lo alce hacia mí, gire su cabes y lo bese, al tiempo que daba estocadas más profunda, sintiendo los espasmos de su culo, tome su polla y la pajee, duro al ritmo de mi cogida.
Dios este hombre, mucho más grande que yo, mucho más masculino, me estaba cogiendo brutalmente su culo, partiéndole literal mente el ano y solo pedía más – ¿te gusta mi polla en tu culo?- estúpidamente pregunte.
-sí, sí, me encanta tu polla, follame, acábame dentro- me rogaba, lo pajee más fuerte haciendo que se viniera en mi mano dando un gemido largo al tiempo que su culo me apretaba más.
Me vine duro, salvaje sentí disparo tras disparo de mi polla.
Caliente líquido inundando el condón.
Me derrumbe sobre él, caímos en la cama, saliéndome lentamente de su culo usado, gimió un poco cuando mi polla estaba totalmente fuera, se volteo hacia mí y nos besamos un rato más, perezosamente, me dormí.
Me desperté solo, sentí que no había dormido nada, y estaba mega duro, no tenía puesto el condón que olvide quitarme cuando terminamos, tenía mis bóxer puestos, supuse que en algún momento Richard debió habérmelos puestos porque no recordaba haberlo hecho, me mataba la sed, mi garganta estaba seca y sentía la inminente resaca venir.
Me pare desconcertado aún estaba algo oscuro rebusque en mis pantalones mi teléfono y lo encendí, tenía al menos diez llamadas perdidas de Dayana.
Gemí, me armaría la grande al regresar a casa.
Salí de la habitación hacia la cocina y en busca de un vaso de agua, esquivando a universitarios caídos en combate, estaba en mi tercer vaso de agua cuando oigo pasos silencioso, descalzos en la silenciosa cocina, cierro el refrigerador y me giro para ver a Richard totalmente desnudo, su pecho brillante de sudor, su polla dura como asta de bandera enfundado en un condón brillante.
Me mira, camina hacia mí y me besa, estaba seguro de ser ya adicto a su boca.
Te tengo una sorpresa, me dice, toma mi mano y me guía de nuevo a la segunda planta, entramos a su habitación y allí en la cama, a cuatro patas, abierto, enseñando un ano rojizo y brillante sobre una polla goteante y grande cojones estaba Endri.
Su cabeza descansando en la cama mirando hacia atrás.
-Lo prepare para ti, ya está dilatado y la espera de que entierres tu polla en él- Me dijo Richard al oído mordiendo el lóbulo de mi oreja.
Saco un condón de… no sé de donde coño lo saco, me quite la ropa interior y me lo puso, besándome.
Me coloque detrás de Endri y le clave de un solo impulso mis polla hasta los cojones, dejo salir un lago ohhh- abriendo desmesuradamente los ojos.
Richard se colocó delante de él y le clavo su polla en la boca –follatelo duro- me dijo -Le encanta duro – y lo hice, tome sus caderas con ambas manos.
Lo hale hacia el borde la cama con mi polla un dentro de su dilatado culo, un pie apoyado en la cama y otro en el suelo y bombee como si l vida se me fuer en el culo de este niño traga pollas, la habitación se inundó de paff paff paff paff de su culo y los sonidos de succión de la boca de Endri en la Polla de Richard, su espalda expertamente arqueada recibiendo las castigadoras envestidas de mi polla, Richard alternaba entre mirarme y mirar Endri engullirlo.
Llegue a un punto más lento donde sacaba por completo mi polla de su culo y luego la metía de golpe, haciendo estremecerle y golpear en el vientre de Richard me concentre en su mirada, intensa, de placer, en el sedoso culo que devoraba mi polla sin asomo de dolor o desfallecimiento.
Me vine, intenso, estremecedor, cerré mis ojos y deje salir un profundo suspiro, dejando que los espasmos de mi polla arrastraran el placer del orgasmo.
Me tendí en la cama agotado y saciado como no lo había estado en mucho tiempo, Richard salió de la boca de Endri, lo levanto metió sus manos entre las rodillas del chico abriéndolo y cargándolo en su totalidad, Endri abrazo su cuello, Richard tomo su polla y se la enterró en el culo.
Comenzó a bajarlo y subirlo, disfrute viendo su polla entrar y salir, continúo con un ritmo constante hasta que se vino bajando al chico y cayendo en la cama junto a mí.
Puse mi mano en su pecho disfrutando de su respiración, el chico rebusco su ropa en el piso, argumentando algo de que su padre lo mataría si se enteraba de que no había llegado a casa aun.
Se fue agradeciendo a Richard y guiñándome u ojos pícaramente.
El descanso su cabeza en mi pecho, no dijo y yo tampoco, caímos en un silencio cómodo, El sueño me llego y supongo que a Richard también.
Deserte con mi polla en su boca, y le devolví el favor con un 69.
Llegue casa a las 3 de la tarde, me sentí como el aire, ligero, feliz y en paz con el mundo, hasta que Dayana me grito.
No estaba de humor, trate de ignorarla, y termine peleando con ella, y con su hija por añadidura, me sentí algo culpable, dios la había engañado y si me sinceraba conmigo mismo no era solo en lo físico, porque anhelaba más los besos carisias y arrumacos de Richards, termine de nuevo en el sofá, malditamente duro, recordando la mirada profunda de los ojos azules que no podía sacar de mi cabeza, y no solo la de arriba.
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