Los dos chavales de la sesión golfa (3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por hector.richvoldsen.
Aun estoy flipando con lo que ha pasado esta tarde, la verdad es que no se como va a terminar la cosa, y me preocupa mucho.
Me puedo meter en un lio muy gordo, sobre todo si Abraham cumple sus amenazas y le cuenta a mi jefe lo del otro día.
Encima esta todo grabado, pues aunque nunca las mira nadie, en cada sala hay una cámara de seguridad por si pasa algo que quede registrado.
Yo era consciente de ello la otra noche, pero como no se miran nunca, y al mes o así se borran las cintas, no le di importancia.
Pero claro, si Abraham pide que las revisen, lo llevo crudo.
La única opción es robar la cinta y borrar ese trozo, pero no es tan fácil como parece.
Bueno, mejor empiezo por el principio, si es que puedo controlar los nervios que tengo encima.
Resulta que esta tarde, como dije el otro día, he ido a casa de Abraham, con la excusa de probar el volante que se ha pillado para la PS3, y de paso charlar un rato.
El cabrón ha dicho que vale como si nada, e incluso me ha pedido que le dejara algún juego de la 2 para ver si funcionaba en la 3.
Claro, yo tan normal me he ido a su casa, y al principio como si nada, charlando conmigo de fútbol y tal mientras echábamos unas carreras, pero en estas que para el juego, se levanta, y me dice que qué pasó el sábado en la última sesión.
Me dio mala espina todo aquello, y no me equivocaba.
Contesté que nada, que había dos chavales armando bulla y les había regañado, pero poco más.
Se ha puesto a gritarme, y por lo poco que he podido entenderle, se ve que su hermano se lo contó todo al llegar a casa antes de que lo hiciera yo, según supongo para poder contar las cosas a su manera.
Le he dicho que me iba, pero el tío me ha agarrado y me ha metido un par de hostias.
Yo estaba medio conmocionado por los golpes, y cuando me he querido dar cuenta, Abraham se había largado y estaba a solas con Mario.
En cuanto me ha visto recuperarme se ha liado también a patadas conmigo, y cuando finalmente ha parado he reparado en porque casi no me hacía daño.
Estaba descalzo, desnudo de cintura para arriba, y con unas bermudas blancas que no dejaban nada a la imaginación.
El cabrón se había empalmado mientras me zurraba, y al verlo reconozco que yo también me he excitado un poco.
No se porque, si nunca me ha gustado este tipo de juegos, pero supongo que el ver a Mario con poca ropa ha sido suficiente.
De nuevo he intentado irme, pero el niñato ha echado el cerrojo y me ha tirado contra la cama, para después quitarse el pantalón y restregarme de nuevo la polla por la cara.
He supuesto que quería una mamada, y me he lanzado a hacérsela por las buenas, si puede decirse así después de la paliza que me había dado.
Pero por lo visto al niño no le apetecía eso, así que me ha soltado un puñetazo en la mandíbula que todavía me duele.
Después se ha puesto detrás de mí y he visto claras sus intenciones.
Me baja el pantalón y los calzoncillos, y sin lubricante ni nada, solo con el poco de saliva ha tratado de metérmela por el culo.
Obviamente no ha entrado, y después de unos cuantos intentos se ha cansado y ha salido de la habitación.
Antes de que me diera tiempo a vestirme ha vuelto, con un poco de mantequilla untada en la polla, y esta vez sí.
Al no haberme dilatado antes, me ha dolido un huevo y parte del otro.
Encima se le salía un montón de veces y cada vez que me la volvía a meter veía las estrellas.
Como tampoco era capaz de llevar un ritmo constante, ha tardado una eternidad en correrse, y cuando lo ha hecho he pensado que se había acabado todo, pero me equivocaba de nuevo.
Mario ha salido de la habitación para llamar a su hermano, él cual también se había quedado en pelotas, aunque la tenía solo morcillona.
Se ve que tener un pollón es cosa de familia, porque Abraham la tenía aún más grande que su hermano pequeño, que ya es decir, y me ha vuelto a partir en dos cuando me la ha metido, y eso que no estaba dura del todo.
Cuando se ha llenado de sangre aquello me ardía, se me pone la carne de gallina de recordarlo.
Vaya dolor, no me he querido mirar pero me ha debido dejar el culo en carne viva.
Abraham si que embestía sabiendo lo que se hacía, pues se ha tirado a más de una y a más de dos tías, pero eso tampoco ha hecho que se corriera antes.
A ojo le he calculado unos diez o quince minutos empujando, aunque a mi se me han hecho eternos.
A todo esto, Mario seguía en la habitación mirándome con cara de asco, aunque al poco tiempo se le ha puesto dura otra vez.
En cuanto se ha corrido su hermano, ha vuelto a la carga, gritándome que no llorara, que eso era lo que me gustaba, que me diera por culo como la maricona que era.
Me jode reconocerlo, e incluso me siento gilipollas, pero con esos insultos se me ha empezado a poner dura, suerte que estaba boca abajo en la cama y no se han dado cuenta.
Encima esta vez no se ha corrido en mi culo, sino que se ha pajeado en mi cara mientras Abraham ocupaba su lugar.
Esta vez si que ha sido larguísima, aunque se ve que me he inmunizado al dolor y no he sufrido tanto.
Una vez terminada la humillación, me han echado de su casa, al tiempo que Abraham me decía que me iba a denunciar por violar a un menor (encima, no te jode), y que le iba a decir a mi jefe que viera las cintas de seguridad para que viera a lo que me dedico.
Después de lo de hoy, me espero cualquier cosa, así que más vale que me busque la vida para hacerme con la cinta.
En el fondo me lo he buscado por ir de chulo y extorsionador por la vida, pero joder, tampoco les había obligado a nada, y encima ellos también habían disfrutado.
Está claro que mi obsesión por Mario se ha acabado, y no precisamente porque haya conseguido liarme con él (de que manera), sino por la putada que me ha hecho con su hermano mayor.
No se si Abraham se lo contará a los demás de la pandilla, pero conociéndole y después de lo de hoy, me temo que tengo que empezar a buscar nuevas amistades.
A Álvaro todavía no le he contado nada de lo que ha pasado, y no se si decírselo o no.
Quieras que no, Mario es su amigo, y encima está pillado por él, y me temo que encima se ponga de su parte.
Hace un rato le he pillado por el Messenger, pero no se lo he querido contar.
Mañana ha dicho que iba a ir al cine con sus padres, a ver si puedo hablar con él y al menos decirle que el hermano de Mario lo sabe y quiere putearme.
Joder, releo lo que escrito y no me creo que me haya pasado a mi.
De no ser por los cardenales que tengo por todo el cuerpo, el dolor en la mandibula y el desgarro en el ano, diría que es solo una fantasía; yo siendo obligado a tirarme a dos hermanos, uno amigo mío de toda la vida y el otro un yogurín que se estrena conmigo.
Pero ya me gustaría a mi, la realidad ha sido bastante más dura que eso, y al dolor físico se une el psicológico, pues podría perderlo todo, mi trabajo, mis amigos, y quien sabe si también a mi familia, pues el hijo de puta es capaz de contárselo también.
Y encima yo no puedo sincerarme con nadie.
Bueno si, con Álvaro, pero no creo que él pueda ayudarme mucho, teniendo en cuenta que todo esto le viene grande.
Mañana si puedo se lo cuento, pero solo como desahogo, no para pedirle consejo.
Esto tengo que arreglarlo yo solito, que para eso me he metido en este jaleo.
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