Los gustos de papá… By Kenwoodf.

Sus ojos se abrieron en su totalidad, al igual que mi boca al devorar su dedo gordo, enrollando mi lengua en el .
 

Saludos a toda la comunidad de SST 3.0 Perdón por la demora en la entrega, pero ya saben, a veces es falta de tiempo y como me gusta que tenga los menores errores de redacción y ortografía, no hay nada más que desanime que los relatos que desde el titulo van con errores, por lo que en ocasiones me toma más de 2 días terminar una anécdota. Prometo ponerme al corriente.

Sepan que leo sus comentarios, aunque no pueda contestarle hasta que publico el siguiente, me sirven de estímulo para continuar escribiendo.

alexpinwi12 A mí me da más gusto leer tus comentarios, seguiré escribiendo y el final no se que tan lejano quede de este aún. Josesito. Tu placer es el mío. Giuseppe escríbeme cuando gustes sea por aquí o por mi blog. Lanenafolladora2 me gusta tu manera de leer preciosa. Gran morbo Gracias por el comentario. Papacuriosox también es para un servidor leerte, mi duda ¿tienes algo publicado? NALGUIBER69 Gracias por los honores 😊 has escuchado la frase “del odio al amor hay un paso” solo es cuestión de encontrar la manera. Recuerda que se atrapan más moscas con miel que a periodicazos, se amable. No te desanimes.

Cuando se tiene la edad que yo tenía en ese entonces, no se cuenta con ideas propias, conceptos establecidos y mucho menos la madures mental para defender tus propias creencias, aunque se piense que sí, es por eso por lo que los depredadores sexuales buscan preadolescentes, ya que son fáciles de manipular tanto físicamente como mentalmente.

Y no digo que mi padre y mi tío hayan sido unos depredadores sexuales, ya que yo busque antes experiencias antes de estar con ellos como conté en el inicia de mis relatos

Es en esta edad cuando adoptamos los valores morales, definimos nuestros gustos a partir de los de nuestros formadores, sean estos abuelos, padres, tíos o tutores y yo no iba ser la excepción, ¿les cuento como se formaron los cimientos de mi sexualidad?

No recuerdo con exactitud qué fecha era ese entonces yo seguía en los 13, hacía poco que las tardes habían vuelto a ser calurosas y llenas de luz, el invierno había quedado a otras, en primavera las cosas se renuevan y mi familia no iba a ser diferente.

Aquella tibia noche de jueves, llego mi madre llena de júbilo a contarme junto a mi padre, que la habían seleccionado para tomar el curso de entrenamiento para subgerente, mi padre con un tono serio le pregunto que, si estaba segura de querer tomar el curso ya que, si era seleccionada para tomar el puesto, sería más trabajo y por ende más estrés para ella. A lo que mi madre solo sonrió y se adentró a su habitación.

Para mi no era nada extraño, mi madre era como un pequeño sargento que había que obedecer, era tan estricta como un reloj, todo debía de estar limpio, ordenado y a tiempo

Como era ya un hábito, primero paso mi madre a desearme las buenas noches y una media hora después entro mi padre con su pantalón de pijama y descalzo, se recostó a un costado mío y como solía hacer, cuando no quería que nadie nos escuchara, me pregunto:

• ¿te gustaría que te usara de mi mujer toda la semana?
• ¿Pero no soy mujer?
• ¿Y no te gustaría serlo?
• Creo que no, me gusta ser “hombre” (era casi un niño)
• No importa, por eso dije usar y no hacerte, cumples la función, pero eso no quiere decir que lo seas.
• Ah bueno (eso significaba no tengo la más remota idea de que hablas)
• ¡Bien! dame el beso de buenas noches

Se puso de pie y bajo su pantalón de dormir para que besara su pene, cosa que yo no hacía, me metía todo su miembro a la boca y lo extraía de forma lenta hasta que abandonaba mis labios.

El lunes casi de madrugadas escuche todo el ajetreo de que mi madre salía a una ciudad cercana a la nuestra a tomar el curso, estaría fuera hasta el sábado por la tarde noche que mi padre la iría a recoger, baje con calma todavía en ropa de dormir y me despedí de mi madre, ella como siempre dándome sus indicaciones y que había dejado comida congelada para que 3 días y un menú con las instrucciones de cómo preparar los alimentos para los días siguientes.

Mi padre también me dio sus últimas indicaciones y me dijo que regresaba como a las 4 de la tarde, ellos partieron. Más tarde fui a la escuela para volver a 2pm, como rayo me quite el uniforme y lo eche a la lavadora, calenté para comer mientras veía la tele , recogí y lave lo que había utilizado, me aplique el enema anal y me bañe para esperar a papá, mientras hacía mis deberes.

Eran las 7pm cuando llego mi padre a casa me extraño que no bajara de inmediato de la camioneta, así que salí a ver que sucedía. Él estaba sentado aun en la cabina del conductor, en cuanto me vio abrió la portezuela, bajando con dificultad.

• ¡Me carga la chingada! tuve que cargar unas caja y al bajar de las escaleras me torcí el pie , me cuesta caminar ¿podrías bajar esa caja que está en el asiento de atrás?

Hacía mucho que no veía a mi padre de tan mal humor, en cuanto entre a la sala él estaba terminado de quitar su saco y corbata, desabrocho su camisa y se recostó en el sillón más grande, mientras yo subía a dejar sus cosas a su cuarto.

Al regresar, estaba con un brazo sobre sus ojos y totalmente inmóvil, me acerque y con sumo cuidado desanude los cordones de sus zapatos, prime descalce el pie que no le dolía, que estaba colgando del mueble, hice lo mismo con su pie derecho que estaba sobre el descansabrazos del sofá.

El aroma del cuero de su calzado y su propio esencia inundaron mis fosas nasales, definitivamente !me encanto¡ pude observar con delicia que traía puestos unos calcetines de color negro, totalmente transparentes, tomé el pie dolorido y comencé a realizar una suave caricia sobre el.

Di varios recorridos por sus pies y pantorrillas, cuando escuche la voz de mi progenitor, pidiendo retirar la prenda porque le apretaba un poco por lo hinchado del tobillo, retire su prenda para descubrir el pie más hermoso que haya visto a pesar de su inflamación, me resultaba sumamente sensual sus dedos largos, gruesos unas uñas totalmente traslucidas que dejaban ver el tono rosa de la carne bajo de ellas, al igual que la planta era totalmente rosada, con el arco bien definido contrario al empeine que solo se marcaba muy tenue.

Realice lo mismo con el otro pie. subiéndolo hasta donde estaba su compañero, deslizaba mis dedos con fervor, mi nariz aun percibía sus aromas, mis dedo danzaban por todo el largo y ancho de sus pies.

Mi padre aparto su antebrazo de su vista,  volteando a decirme algo que nunca supe que fue, ya que sus ojos se abrieron en su totalidad, al igual que mi boca al devorar su dedo gordo, enrollando mi lengua en el y como si fuera una bestia limpiando a su cría, lamí, lamí, lamí y volví a lamer cada centímetro de pie izquierdo. La respiración de papa la podía escuchar en el silencio que interrumpió.

• ¡Que delicia! Pero ese no es el pie que me duele. Me encanta tenerte lamiendo mis pies (1)

Sabía que no era el pie lastimado, pero fue el que me termino de excitar, para realizar algo así, tomé su pie dolorido, cuidando de no lastimarlo, introduje dedo por dedo en mi boca, sin olvidar la unión de sus dedos donde hundía mi lengua, cuando llegaba al dedo más pequeño, bajaba por la planta de su pie, oliéndola antes de posar mi lengua en su piel.

Un movimiento brusco me saco de mi concentración, dirijo mi vista a la parte superior de su cuerpo, descubriendo que se estaba desabrochando el cinto de su pantalón, me puse de pie y pedí hacerlo yo.

• Eso desnuda a tu macho (2)
• ¡Huy que consentido que estoy hoy! Vas muy bien (3)

Solo sonreí y deslice su prenda por sus piernas hasta los tobillos, que tome uno por uno con cuidado de no lastimarlo y termine de sacar su ropa, cuando abrió sus piernas, el que quedo sin respiración fui yo.

Papa traía la tanga que faltaba verle puesta, un enorme bulto rojo quedo expuesto entre sus ingles, por el costado superior asomaba su glande, la fina, ajustada y translucida prenda delineaba la forma curva de su tronco y por los costados sus huevazos peludos se desbordaban. Vayan ustedes a saber qué cara abre puesto, que mi padre de inmediato dijo:

• Me lo puse para ti ¿te gusta cómo me queda?
• Me encanta, se ve … ¡guau!
• ¡Ve acá!

Subió un pie en el respaldo del sofá y poso el otro en el piso, dejando su parte sexual totalmente expuesta, sin demora me tire de panza quedando su paquete en mi rostro, lo olía y lamia con la pequeña prenda puesta, él con sus manos apoyadas en mi nuca, sin hacer presión seguía mis movimientos. Levante un costado de la prenda y pase mi lengua en su peludo escroto, siguiendo las líneas que tenía, mientras mis manos recorrían sus muslos grandes, fuertes, blancos y llenos de vello.

Ahora su verga estaba totalmente dura, como de costumbre su lubricación ya tenia empapados la vellocidad de su pubis, dirigí mi labios a esa zona, al mismo tiempo succione su glande y lamí su vello, un estremecimiento de pies a cabeza recorrió su cuerpo, ya no me detuve saque su verga por un costado y comencé una mamada con pasión y deseo. Le quite el trozo de tela que tenia puesta para poder comerme todo su miembro sin ninguna barrera.

De pronto mi padre flexiono el pie encima del sillón que tenía en el piso, quedando su talón pegado a sus huevos su verga descansaba sobre su pie, entendí lo que quería, cuando mi boca tenia saliva de más, pasaba mi lengua por su pie, mientras masturbaba su verga, una vez seca mi boca, volvía a su pene y mis manos acariciaban sus pies y bolas.

• Puff te sale del corazón atender a un macho como yo. (4)

No respondí seguía con la labor que mas disfrutaba en ese momento.

• Ohh si cómeme completo, la verga con poquita saliva.
• Comete mis huevos métetelos en la boca y jálamelos,
• Si, así soba mis pies, chúpame el dedo gordo y presiona con tus dedos al mismo tiempo la planta del pie

De pronto saco su dedo de mi boca y giro su cuerpo escapando de mis fauces, me pidió ponerme de rodillas como la vez anterior, esta vez quedo con el pie lastimado estirado de costado casi apoyado en el talón,  el otro flexionado y apoyado en la totalidad de su pie.

• Tu lugar es mis pies. (5)

Esta vez pasaba de sus huevos a su verga con esfuerzo ya se me había cansado la mandíbula, los labios los tenia resecos y mi lengua ya escocia. Tomándome de los codos me indico subir.

• Ven a darle placer a papá, clávatela tu solo

Me arranque la ropa que estorbaba y quedando como de costumbre con mi suspensorio, ahora blanco, me monte es sus piernas, con una mano guió su verga y sin más deje bajar mi cuerpo sobre su eje, si bien ya tenía practica comiéndomela, no me dejaba de imponer el ser yo mismo quien se empalara esa gorda verga. Sin más la deje ir, en 3 pausas rápidas entro toda

• ¡Ahh Así! me gusta que no le tengas miedo a la verga, ya sabes lo que duele y lo que se siente tenerla dentro. Entiérratela con deseo (6) Deja que te goce un poco ¡no te muevas! que bien aprietas, me podría quedar todo la tarde dentro.
• A mí me encanta tenerte así, podría hacerlo todo el día
• Y lo haremos, veraz que no estoy tan viejo como piensas
• ¡Viejo! si estas bien rico, a mí me gustas mucho
• ¡Te gusta mi cuerpo! ¿de verdad?
• Sí, me encanta todo de ti, si sabes que eres guapo ¡no lo niegues!
• Antes ¡quizás! Ahora, no lo sé tanto

La sensación de tener su verga dura dentro de mí era mucha y las ganas también, no me podía contener más, mi cintura arranco andar sola, hacia círculos sobre su verga, me tomo de la cintura, pero sin detenerme, creo que hasta me movió más, paseaba mis manos por su pecho velludo, dibujando círculos al igual que mi cadera sobre sus muslos, sus manos se posaron en mis pequeñas nalgas impulsándolas hacia arriba y me dejaba caer en su peludo palo duro y grueso.

• ¡Así! Cabalga mi verga ¡dame placer!! ¡demuéstrame como te gusta mi verga! (7)

No respondí, todo lo que hice fue subir y bajar con algo de ritmo, pero su pierna que permanecía estirada no me daba el soporte para hacerlo más rápido, de un brinco gire quedando entre sus piernas, guiando su miembro con una mano de un solo sentón ¡me la clave hasta los pelos!

¡ah siiii! ¡así! Que bien te la comes

subía y bajaba tan rápido como podía, mi cuerpo comenzó a transpirar, corriendo el sudor por mi frente y pecho, su pene no dejaba de lubricar, lo que permitía que la penetración fuera más fácil y casi indolora, mi padre como buen macho que no se dejaba coger (7) si no le gusta imponer su fuerza, me tomo de la cintura, iniciando un mete y saca frenético, sus bolas rebotaban en mí furiosas por la cogida que me estaba dando.

• ¡Ahhh! gemí de repente
• ¿Te duele?
• Siiii
• ¿La saco?
• ¡Nooooo! ¡sigue! ¡me gusta así!
• Disfruta de la verga del macho que te coge
• ¡Sii me encanta! ¡dame más! ¡no pares! te quiero así
• De pronto, apoyo su pie lastimado y un crujido se escucho
• ¡Ah su madre! creo que ya se acomodó, ahora si te voy a dar como me gusta

Me tomo como un muñeco y me giro dejándome de rodillas en el sillón para pistonear mi culo a su gusto, su bolas iban y venia golpeando mi perineo, y la cabeza de su verga salía de mí, volviendo a entrar de un solo saque, mis uñas se clavaban en el respaldo, era una mezcla de dolor con placer que nunca había sentido hasta ese instante, por una parte quería que parara, pero por la otra quería que siguiera torturándome con su verga.

• ¡Que culo más aguantador tienes! muchas viejas con menos de eso me piden parar (me decía con su voz entre cortada por el placer y el esfuerzo)

Salió de mí y me volvió a elevar por los aires, dejándome boca arriba en el descansabrazos del sillón, abrió mis piernas de par en par y me penetro de un solo envión, mi cuerpo se agitaba al compás de sus movimientos, no sabia de donde sujetarme y sentía que me caería en algún embate de su verga. pero era imposible me tenía sujeto de los muslos.

No resistió mucho comenzó a eyacular dentro de mí su semen salía a presión y podía percibir como se humectaba mi recto, presiono mi vientre con una mano y mientras movía su verga lentamente dentro de mí, la presión de su mano, sumado a la fricción de su verga dentro de mi me hizo terminar dentro de mi suspensorio que quedo totalmente mojado.

• ¡así! Te tienes que venir únicamente con el placer que te da la verga de tu macho. (8)

Papá me la saco con calma y se sentó a mi lado, mientras recobrábamos la compostura. Me deje caer a su costado, quedando mi cara en medio de su pecho y abdomen a unos centímetros de su verga, podía olfatear el olor a semen, verga y sudor de su cuerpo.

• Te toca lavar los trastes (9)

Voltee a verlo y él con sus labios señalo su pene que agitaba con una mano, sin pensarlo metí su pene en mi boca y comencé a mamarlo mas que lamerlo, su cuerpo se tenso y daba pequeños brinquitos con cada pasada de lengua que le daba en su glande, lamí el poco semen que estaba perdido en su vello púbico y pelvis. Para terminar, lamiendo sus huevos de nuevo de rodillas entre sus piernas.

• ¿Le seguimos en la recamara? Pero me tienes que seguir acariciando los huevos y al verga después de coger (10)

Sí, le dije, nos fuimos a mi cuarto, me volvió a coger antes de dormirnos cubiertos únicamente, por la transpiración de nuestros cuerpos, una fina sabana y yo, además envuelto con el cuerpo de mi padre y sus pelos.

Relatos anteriores aquí o en:  https://kenwoodf.blogspot.com/