Los hombres de mi familia: Mi hermanastro me descubre masturbandome.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, Mi nombre es Enrique, soy de Venezuela y actualmente tengo 24 años, aunque lo que estoy por contarles sucedió cuando tenía 16 años.
En ese entonces vivía con mi mamá y su esposo Alberto.
Soy el menor de 4 hermanos, mi hermana Sofia (23 años), mi hermano Pedro (20 años) y mi hermanastro Edgar (21 años) el solo era hijo de Alberto pero no de mi mamá.
Nosotros vivíamos con Alberto desde que yo tengo memoria, aunque se que no es mi padre siempre lo he tratado como uno porque es el que siempre había estado ahí para mi, no como mi padre biológico que nos abandonó cuando yo tenía cuatro años por irse con otra persona según lo que me había dicho mi madre.
Hasta ese entonces me consideraba heterosexual, estaba saliendo con una de las chicas más bellas del liceo y realmente me volvía loco.
Estaba en mi mejor etapa, tenía el cuerpo bien definido debido a que practicaba fútbol e iba al gym cuando podía y tenía un buen culo que era herencia de mi madre, eso a mi novia la ponía loca.
Y en cuanto a mi pene no me podía quejar, soy bien dotado gracias a la herencia de mi padre, en ese tiempo me medía unos 17 centímetros más o menos.
Todo comenzó un día que ya se me estaba haciendo tarde para ir al liceo y necesitaba entrar al baño a lavarme los dientes pero Edgar se estaba bañando.
– Edgar, ¿Te falta mucho? Se me está haciendo tarde y no me he lavado los dientes.
– A vaina marico, entra ni que fuera la primera vez que me ves desnudo.
Entré al baño y como hay una puerta de vidrio en mi baño pude ver que Edgar tenía la verga bien parada, ya lo había visto desnudo pero nunca de esa manera.
-JAJAJAJAJAJA, no sabía que estaba interrumpiendo algo.
-Le dije.
-Verga chamo perdón, pero es que ando full, Tatiana rompió conmigo y tengo 2 semanas sin coger, estoy que me arranco el guebo a punta de pajas.
-Bueno, ya yo me voy para que sigas disfrutando.
-Oye enano, no se te ocurra decirle nada a papá, ya sabes como es de ladilla y estricto conmigo y no quiero calarme la misma cateleta de siempre, está apunto de correrme de la casa y no tengo cobres para mudarme.
-Dale, no te preocupes.
Me fui a clases y no podía concentrarme, lo único que se me venía a la mente era el guebo de Edgar.
¿Que coño me está pasando? Yo no soy marico.
-Era lo único que pensaba.
Bueno en eso y en ese hermoso guebo de 21 centímetros.
Llegué a la casa y al chequear que no había nadie me metí al baño, puse un vídeo pornográfico en mi teléfono, me puse los audífonos y empecé a masturbarme.
El vídeo trataba de una coña catira que se la cogían dos negros, uno por el culo y otro por el chocho, cuando estaba a punto de venirme, agarro papel y siento que abren la puerta.
Pero del miedo y la pena, intente cubrirme para que no me vieran pero lo que hice fue venirme y me llene toda la cara de leche.
-Que buena corrida enano, ahora soy yo el que no sabía que estaba interrumpiendo algo JAJAJAJAJA.
-Me dijo Edgar riendo.
-¿Que coño estás haciendo aquí? ¿No se supone que deberías estar en la universidad?-Le dije limpiando mi semen de la cara muerto de vergüenza.
-Si pero salí temprano, termina de limpiarte y ven al cuarto.
Ademas no te avergüences que todos los hombres hacemos lo mismo.
-Me dijo.
-Ok, ya voy.
Me vestí y fui al cuarto en donde dormíamos, Edgar, Pedro y yo y vi que mi hermanastro había puesto una porno en la computadora.
-Mira, para que veas que es normal, vamos a ver una porno juntos y si quieres nos cuqueamos(masturbamos) un rato.
-¿Pero que dices? No pienso masturbarme contigo, eres mi hermano, sería demasiado raro.
-Ay verga, no seas pajuo.
Todos los hombres lo hacemos.
Es más si tu no quieres está bien, pero yo si voy a darle, estoy más caliente que tabaco e bruja.
-Y sin decir más nada empezó a masturbarse hasta que se le paro ese guebo.
Yo no dije nada, simplemente me senté al lado de el y empece a hacer lo mismo.
-Que verga que te cargas enano, nada mal para tu edad.
-Gracias, la tuya también está grande.
-¿Quieres tocarla?-Me dijo.
-Ni que fuera marico.
-Le dije, pero al verdad es que estaba loco por agarrar esa verga.
-Dale, esto queda entre nosotros, es más, si me masturbas yo te lo mamo.
¿Si va?
-Edgar pero acaso¿Tu eres marico?
-Que marico ni que nada, yo lo que estoy es caliente,¿Lo vas a hacer o no?
-Dale pues.
-Sin pensarlo y sin fingir más agarre ese guebo que tanto quería y empecé a subir y bajar, sin siquiera pensarlo llevé mi otra mano a sus bolas y mientras lo masturba se las agarraba.
-AAAH ASÍ, ME VOY A VENIR, DALE NO PARES.
– Uno, dos, tres, cuatro chorros de semen acabaron en su abdomen.
-Dale que lo prometido es deuda, ahora tienes que mamarmelo.
-Pero en eso escuchamos el carro de papá llegar.
-Mierda, vístete rápido que si nos encuentran así seguro que nos matan.
Continuara.
Este es mi primer relato, si tienen alguna sugerencia de como mejorar pueden dejármelo en los comentarios.
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