Los juguetes del Enfermero
La sensación de tener abierto el culo y el roce del plug contra mis paredes anales todo el dia me empezó a encantar y aunque varias veces me lo quitaba antes de la 1 de la tarde el morbo de saber y sentirme invadido frente a mis pacientes, jefes y …
Hola amigos, mi nombre es Arturo y quiero contarles una experiencia con uno de mis pacientes, empezare por decirles que soy enfermero, tengo 24 años de edad, trabajo en un centro de salud en mi ciudad y soy bisexual.
Físicamente mido 1.
70, peso 67 kilos y soy de cuerpo delgado pero marcado gracias a que realizo ejercicio todos los días y a una rutina con pesas que yo mismo me arme y hago en casa (el gym es muy caro jajaja), mis ojos y mi cabello son oscuros, mi piel es blanca y soy lampiñon jaja bueno a excepción del pubis, ano, las axilas, mis piernas y las barbas de indito que me salen de vez en vez no tengo mucho vello corporal, esto es algo que siempre me ha acomplejado desde adolescente ya que tuve que afrontar el hecho de que todos mis amigos y conocidos llegado el momento presumieran lo poblado que tenían el pecho y los diferentes estilos de barba y bigote que lucían, supe de mi gusto por los hombres desde mi niñez y aunque nunca me ha costado conseguir pareja o un buen amigo que me ayude a bajarme la calentura punta de vergazos y mamadas mi familia no se ha dado color de mis verdaderas preferencias.
La primera vez que lo vi, vino con toda su familia para una consulta familiar de un programa de apoyo gubernamental, la cosa consiste en citar dos veces al año a su centro de salud más cercano a todos los integrantes de la familia, medirlos, pesarlos, checarlos, vacunarlos y hacerles varios cuestionarios, yo estaba más que aburrido sentado en mi escritorio (ya había revisado a tres familias de entre 7 y 8 integrantes) cuando lo vi llegar acompañado de dos ancianos, una chica con un bebe de brazos y tres niños, se acercó a mí y al tener frente a mí a ese ejemplo de virilidad y hombría seguro estoy que me quede con cara de bobo, frente a mi estaba un macho de 1.
85, piel morena clara, ojos verdes (un hermoso trigueño), su cabello peinado de lado, unos brazos muy bien desarrollados con el hombro, bíceps, tríceps y deltoides imponentes, llevaba una camiseta sin mangas anaranjada que mostraba el tupido vello de su pecho recortado y apenas contenía sus poderosos pectorales, el leve movimiento de sus brazos dejaba ver la mata de pelos de sus axilas también tupidas y recortadas que le daban un aire salvaje pero higiénico y unos pantalones de mezclilla forraban sus fuertes y macizas piernas.
-Buenas tardes venimos a la consulta familiar.
Fue lo primero que salió de sus labios mientras analizaba mi cara pensativo, obviamente se dio cuenta de que me había impactado su presencia, regrese rápidamente de mis ensoñaciones y trate de componer mi gesto en lo más natural e indiferente posible.
-Si claro, me permites la cartilla familiar y las cartillas de vacunación?
Su mirada seguía fija en mí, sus labios se curvaron en una leve sonrisa y me entrego una bolsa plástica que traía en su mano derecha, al bajar la vista y empezar a checar la papelería que el me dio, no pude evitar desviar mi mirada hacia su bulto y allí fue cuando mi morbo se disparó y la loca deseosa de macho que siempre ha vivido dentro de mi despertó por completo, su entrepierna se miraba abultada, no como los clásicos bultos de las erecciones, este era un bulto aun flácido pero de muy buen tamaño.
-Familia Pedroza Peñaloza?
-Si somos nosotros
-Vienen tus papas, tus hermanos y tu sobrino, tu eres Ariel de 23 años verdad?
-Si, soy yo y todos venimos
-Muy bien, espérenme unos minutos y enseguida les llamo, empezaremos con tu mama
-Gracias
Me lo dijo de una manera tan fría y natural como se le diría a un tendero cuánto es? Pero el timbre grave y viril de su voz me pareció de lo más perfecto que había escuchado hasta entonces, se dio la media vuelta inmediatamente después de eso y me regalo la vista panorámica de unas nalgas bien trabajadas y abultadas contra la tela de su humilde pantalón de mezclilla negra.
La consulta familiar transcurrió sin problemas, aplique vacunas, cheque a todos, aconseje a la chiquilla acerca de los cuidados generales del bebe y me entere de que era madre soltera, de que el cabrón que le engendro al chamaquito era un vago de muy mala reputación y con fama de encamarse con cuanta hembra le pasara por enfrente y le abriera las piernas, note su preocupación con respecto a problemas vaginales y le sugerí agendar una cita para el día siguiente con el ginecólogo, al parecer después de pasados unos meses de parir volvió a darse de revolcones con el papa del niño y desde entonces tenía una infección vaginal que no lograba curarse por más que compraba medicamentos de libre venta en la farmacia.
Le llegó el turno del chequeo a Ariel y toda su familia se retiró dejándolo solo, a pesar de que el centro de salud se encontraba a reventar gracias a las pantallas planas y el wifi gratis nadie miraba a su alrededor más que cuando alguna de mis compañeras gritaba su nombre, Ariel paso a sentarse y me tendió la mano en un saludo.
-Mucho gusto Ariel Pedroza Peñaloza, pare servirte
El gesto me tomo por sorpresa pero me apresure a dejar el termómetro que tenía en la mano y se la tendí también para saludarlo, su fuerte zarpa se aferró a mi mano y me dio un buen apretón que apenas correspondí, su mano se sentía a diferencia de las mías áspera, robusta y muy tiesa, la mano de todo un machote.
-Arturo Santillan Eguia, igualmente, le sonreí y al devolverme el gesto sentí un flechazo cañón por ver una cara tan bella esbozarme una sonrisa, si, sé que soy un pendejo cursi pero que quieren compas, eso fue lo que sentí jaja
La revisión transcurrió con normalidad y me dispuse a disfrutar cada sensación que me regalara este hombresote que al menos por los siguientes 5 minutos estaría a mi entra disposición, disfrute del olor de su desodorante mezclado con sudor que impregno el termómetro, del rozar su piel con mis dedos para tomar su presión arterial y checar su pulso, de ver el sube y baja de su pecho y estomago al respirar y del sonido de su voz viril al contestar a cada una de mis preguntas, termino la consulta, firme sus papeles, se los entregue y le di un paquete de preservativos.
-Qué es esto?, me dijo mirándome desconcertado y a los ojos
-Son preservativos y lubricante íntimo, su rostro se notaba aún más confundido, note un leve enrojecimiento en sus mejillas y me apresure a continuar explicándole.
-El sector salud se encarga de dar esto a todos los hombres y mujeres en edad fértil así como ácido fólico, cepillos dentales infantiles y de adulto y suero, nunca te habían dado?
Su expresión se recompuso y me agradeció.
-Ah gracias! Es que no sabía yo antes no estaba en la cartilla familiar es mi primer año, entonces me podrías regalar también suero por favor?, ya sabes para los entrenamientos.
Me sonrió al tiempo que levantaba los brazos y hacia una poderosa flexiono que saltaba todos sus músculos, fue un regalo hermoso y su imagen se quedó grabada en mi mente, le entregue lo que me pedía y le comente que podía buscarme cada semana para resurtirlo de sueros, así fueron pasando las semanas y cada vez que venía incluso algunas veces dos o tres veces por semana una por los sueros y otras por condones y lubricante empezamos a entablar una amistad, hablábamos de sus entrenamientos, de su familia, de la mía, de su trabajo (vendedor en supermercado), de lo bueno y lo malo de su trabajo y el mío y yo me moría por preguntarle lo que realmente me quitaba el sueño y le daba rienda suelta a mi envidia,¿ A quien se cogía con los condones que me pedía semanalmente? Y es que con el ritmo de gasto que llevaba comprobé que era todo un semental que seguramente producía litros de ponzoñosa y deliciosa leche a la semana.
Mi imaginación y deseo hacia el no me dejaban descansar, al regresar a casa en la tarde me apresuraba a darme un baño y a salir en busca de alguno de mis amigos (compañero de escuela, doctores, administrativos, ligues) que me dieran una buena follada en la cual siempre terminaba a pareciendo su rostro, sus manos y el enigma de la forma, largo y ancho de su verga, cuando hacía de pasivo terminaba prácticamente bramando de ardor y placer al imaginar que la verga que me estaba reventando el ano fuera la suya, imaginar el roce de sus vellos contra mi piel, escuchar su voz jadeando en mi cabeza y gritándome lo zorra que era, lo puta y hambrienta de verga que estaba, masacrándome las nalgas a manotazo limpio y lo enorme de sus huevotes revotando contra mí en ese chasquido que todos los que somos putitos llegamos a amar como una especie de marcha triunfante, cuando hacía de activo el acariciar las nalgas de mi funda me recordaba a las suyas siempre forradas en tela, sus ojos verdes, el olor de su desodorante y sudor y lo peor es que ni estando solo se me iba el hambre de Ariel, terminaba jalándome la verga como puberto hasta tres veces por dia y penetrándome el hoyo con cuanto dildo tenía guardado.
Llegue a temer por mi salud porque yo que a pesar de todo siempre dilato correctamente mi ano y lo cuido como lo que es, el precioso tesoro que me regala placer sin medida y me desestresa cuando más lo necesito llegue en varias ocasiones seguidas a clavarme vergas de buen calibre (de 16 a 21 cms) de un solo sentón, el dolor al comienzo para mi ya era una parte necesaria de mis fantasías, simplemente después de fajar y mamar me untaba lubricante, le ponía el preservativo a mi macho en cuestión y de un sentón me la mandaba toda hasta la base, lo bueno fue que después de descansar varios días mi ano floreció de nuevo como la hermosa flor que es jaja (en realidad creo que es más como un hocico de ternero recién nacido, solo sabe mamar y mamar leche sin medida).
Por aquellos días decidí probar algo nuevo y es que decidí que era mejor idea usar un plug anal, varios amigos míos lo habían usado y había podido comprobar que sus hortos estaban más que sanos y rosados y no tenían el mas mínimo problema así que después de ir a una sex shop y comprar uno pequeño de uno 12 centímetros por 12 de ancho y lo empecé a utilizar a diario, mi rutina era levantarme en la mañana cargar mi lubricante, un guante y mi plug y después de comer a eso de las 10 en el centro de salud ir al baño, lubricarme muy bien y meterme el plug, me ponía una trusa con recubrimiento absorbente (ya saben por el lubricante que escurre) y me iba muy quitado de la pena a seguir trabajando.
La sensación de tener abierto el culo y el roce del plug contra mis paredes anales todo el dia me empezó a encantar y aunque varias veces me lo quitaba antes de la 1 de la tarde el morbo de saber y sentirme invadido frente a mis pacientes, jefes y compañeros me calentaban un chingo.
Un dia Ariel llego malherido pero caminando por propio pie al centro, llevaba en la pierna izquierda en lo que ustedes conocerán como el chamorro una herida de aproximadamente 20 centímetros de largo la cual sangraba levemente, notifique al médico y prepare lo necesario para suturarlo y entre platica y platica el doctor y yo nos enteramos que el cabron que embarazo a su hermana se la había llevado a vivir con él y que en una de sus frecuentes borracheras la había cacheteado y humillado frente a la colonia entera, el al enterarse le fue a buscar pleito a madrazo limpio pero el muy cobarde le había sacado un picahielos a media pelea y no le había quedado a Ariel más que echar a correr llevándose un rozón de recuerdito.
Después de la sutura Ariel regreso a su casa, todos los días venia al centro de salud a hacerse la curación aún faltaba para poder quitarle los puntos cuando una tarde recibí una llamada era de Ariel y me apresure a contestar.
-Bueno, Ariel eres tú?
-Buenas tardes, como has estado? Que tal te va?
La verdad la llamada me extraño demasiado, yo y el solíamos tener toda nuestra relación y platicas cara a cara y aunque de vez en cuando nos enviábamos mensajes con memes y ese tipo de ondas nunca nos llamábamos por teléfono
-Pues estoy bien, gracias por preguntar, y tú? Qué tal? Todo bien?
-Pues tengo unos problemas acá en mi casa y creo que me voy a tener que cambiar, te llamaba para avisarte que ya no voy a pasar por el centro de salud en un buen rato.
-Pero que paso? Todo bien?
-Las cosas con el cabron de mi cuñado no mejoran y la verdad es que ya vivir en casa de mis jefes solo les trae angustias, ya van varias veces que el guey se aparece con su banda de perros para partirme la madre y así de pinches montoneros pues nomás no se puede, al menos amarrara solo el cabron, pero el muy culo se aguada porque sabe que a puño limpio yo le parto toda su puta madre.
Su voz se escuchaba iracunda y frustrada, pero enseguida se dio cuenta de que tal vez no estaba causándome una buena impresión y cambio el tono y cambio el tema-
-Bueno solo llamaba para eso, nos vemos después.
-Oye pero a dónde vas a ir? Ya es tarde van a dar las 10 de la noche, dime donde estas y paso por ti.
-No como crees, no pienses que te llame para eso, solo era para despedirme porque eres un buen camarada y no me gustaría que dejáramos de tratarnos.
-Pues por eso mismo, porque somos amigos no puedo dejarte solo, de seguro vas cojeando como perro apaleado o me equivoco? Jaja.
su risa resonó en el auricular
-Jajaja, no pues eso si, pero no te preocupes, bueno nos vemos
-No espérate!!! Es en serio voy por ti, solo dime en donde estas, vas a tardar un chorro en moverte a pie y herido, se te puede abrir la sutura y entonces si como le vas a hacer?
Después de unos segundos de silencio, su vos se escuchó de nuevo
-No pues tienes razón, estoy cerca de la plaza de armas de de Arambarri, puedes venir de verdad?
-Claro que si, espérame no te muevas que para allá voy corte el teléfono antes de que pudiera negarse y Salí de la casa.
Al llegar a la plaza lo encontré sentado en una de las bancas cercanas al kiosco llevaba un pantalón de tela azul, una camisa polo con el logo de su trabajo y una maleta pequeña en la que imagine a lo mucho llevaría unos cuantos trapos.
Estuvimos charlando un rato y cuando por fin nos fuimos en mi auto a casa me agradeció de nuevo el gesto que estaba teniendo para con él.
-No te preocupes, tu harías lo mismo por mí no?
-Claro que si mi buen, eso ni se pregunta
Llegamos a casa y después de ayudarlo a subir las escaleras de la entrada se acomodó en el sillón de la sala, eran cerca de las 11:30 de la noche y él tenía una aspecto cansado y sudado.
-Te prometo que no te voy a molestar más que esta noche, me dijo muy apenado, no te hubiera tomado la palabra si no fuera por esta bendita herida que no me deja moverme a gusto.
-Hombre que no te preocupes, por mi puedes quedarte hasta que te quiten los puntos, no hay ningún problema vivo solo.
-Y estas seguro que no te voy a molestar a ti o a alguien?
-Claro que no, puedes estar tranquilo, además aquí no vas a ver a “alguien más” estoy solo por el momento.
Seguimos charlando acerca de sus problemas, de los problemas con su familia y de cómo haría para resolver su renuncia en el trabajo, cenamos, lo invite a darse una ducha y cuando por fin salió envuelto en una toalla verde bandera que cubría su cintura pero dejaba una gran parte de su cuerpo húmedo, velludo y firme al descubierto, la excitación empezó a recorrer nuevamente todo mi cuerpo, al darse cuenta de que yo lo observaba tan despreocupadamente me dio la espalda para sacar la ropa limpia que llevaba en la maleta y cuando se inclinó levemente para sacar algo del fondo el nudo que llevaba hecho en la cintura se desprendió, la toalla cayó al suelo y sus enormes nalgas quedaron al descubierto, estaban cubiertas por un vello oscuro y rizado y de entre esas enormes montañas se apreciaba lo oscura de su mata de vellos anales, para no alterar la situación fingí que no había visto nada y antes de que se volteara empecé también a desnudarme.
-Que bien que sales, a mí también me hace falta un baño.
Ahora era yo quien miraba en dirección opuesta e imaginando que seguramente estaría viéndome me desprendí rápidamente de mi ropa, la sudadera, camisa y pantalón cayeron a los pies de mi cama, mostré orgulloso mi trasero que la verdad está bien formado y tomando mi toalla del ropero de al lado me las ingenie para cubrir mi fuerte erección sin verme demasiado obvio, su rostro se notaba nervioso y ansioso, me pare en el marco de la puerta y con la toalla tirante y apoyándola contra mi estómago logre ocultar mi verga que estaba más que ganosa casi fuera de mi bóxer, escapándose por la abertura para orinar.
-Bueno pues de rato salgo, fue lo único que le dije antes de darme la vuelta, él no me contesto solo me hizo un movimiento afirmativo con la cabeza y siguió secándose dándose agarrones en las piernas y nalgas con la toalla mientras sus ojos se mantenían fijos en la nada, era obvio que la revelación de mi cuerpo con tan poca ropa había provocado una reacción en él, el problema era saber exactamente cual, pues después de todo así como podía ser que todo fuera sobre ruedas y le hubieran dado ganas de experimentar conmigo podía ser que estuviera molesto e incómodo al sospechar que precisamente estaba tan interesado en su bienestar por el tesoro que cargaba entre las piernas y es que por lo poco que pude ver entre los pliegues de la toalla enredada en su cintura su pene en libertad (sin la presión de sus boxers) era realmente largo y ancho, el paquete que vi mientras me despedía de el en el marco de la puerta era bien y del tamaño de una banana grande y lo mejor es que estaba en reposo (bueno al menos eso creo), si bien ya me he llevado muchas desagradables sorpresas en las que mis compañeros de culiada tenían unos pellejotes flácidos después de la mamada reglamentaria para ponerlos bien macizos apenas y les aumentaban dos o tres centímetros de largo, jaja incluso me han tocado aquellos que terminan pareciendo un espagueti retorcido (por largo y chueco) y es que no me malentiendan chicos, sabiéndose acomodar uno puede llegar a disfrutar mucho con cualquier camote pero la verdad es que en lo personal yo prefiero uno tipo lápiz, de mínimo más de 13 centímetros y bien cabezón y ancho, así que ya sabes si cumples estas humildes medidas contáctame jaja
Entre en la regadera y el agua helada lejos de hacerme perder la erección la volvió aún más fuerte, experimente el típico dolor de huevos más un dolor en la base y la cabeza del miembro que parecía que iba a reventar, me masturbe un buen rato con un poco de crema y mi verga de 15 centímetros, velluda pero recortada y tipo lápiz se sentía como recién salida de un horno, los huevos completamente contraídos contra mi pubis y unas ansias inmensas por eyacular, el agua que se metía entre mis nalgas y llegaba hasta mi ojete me calentaba también un chingo, la sensación de mi ano cálido siendo bombardeado por el agua helada provocaron que desviara mi mano libre para acariciarlo, los vellitos alrededor de mi segunda boca estaban empapados y separando un poco las piernas e inclinando levemente mi cuerpo al frente recorrí mi culito con los tres dedos de mi mano, estaba que me cocía en mis jugos y en vista de que no tenía lubricante y la crema solo me irritaría más de lo debido junte una buena cantidad de saliva en mi boca y con un buen escupitajo empape mi mano izquierda (para suerte mía soy ambidiestro y no batallo para masturbar mi culito y mi pene al mismo tiempo) apague la regadera y mi dedo índice se abrió paso entre mis nalguitas hasta entra por completo en mi hambriento hoyo, después de un buen rato dilatándome llegue hasta el tercer dedo, mis jaladas de verga estaban fuera de mí, me masturbaba como si en lugar de pene tuviera una herramienta industrial y al mismo compas ensartaba mis dedos hasta casi llegar a los nudillos, el líquido pre seminal que chorreaba en mi verga me sirvió como lubricante extra después de que se me seco la mano y al fantasear intensamente con Ariel, su cuerpo marcado y musculoso, imaginar sus manos ásperas y de fuerte agarre, la derecha estrangulándome la verga mientras la izquierda me retiene por las caderas y su enorme falo me convierte en la más agradecida de sus perras, su fuerte timbre de vos emitiendo bufido como animal enfurecido, el calo de su pelvis chocando contra mi piel, sus huevotes que según pude ver nada le pedían en forma y tamaño a los huevos de las gallinas legitimas de campo.
Estalle en un orgasmo entre pujidos y quejidos reprimidos y antes de perder tan valioso lubricante intimo hice cuenco con mi mano para recolectarlo todo mi semen, la tibieza inundo mi palma y la sensación de viscosidad me lleno de morbo al imaginar que Ariel me cogía sin forro, que me cogía a pelo para preñarme con su semilla de macho alfa, realmente hacia muchísimo tiempo que no cogía con nadie sin gorro simplemente porque hace mucho no tenía un chico estable y en quien pudiera confiar plenamente que estaba limpio y me era exclusivo, tome todo mi esperma y con un buen escupitajo y manipulando mi mano como si de una jícara se tratara lo guie hasta mi culo, me abrí lo mejor que pude con la mano izquierda mientras depositaba mi propia semilla adentro de él, una vez que estuve bien embetunado jaja seguí mi frenesí de piquetes con los tres dedos la viscosidad cubría mi ano, semen caía y se embarraba en mis piernas y pantorrillas y mi verga seguía tan tiesa como al principio pero con el glande tan sensible que rayaba en lo incomodo, me concentre solo en mi ano y entonces lo sentí ahí venia otro fuerte orgasmo asomándose desde el fondo de mis hambrientas entrañas, llego de golpe y me arrebato pujidos y gemidos que apenas pude callar, antes de que desapareciera por completo la pulsación de mi culo que se contraía queriendo romperme los dedos ensarte hasta el fondo mis tres deditos y me quede ahí hasta que las contracciones y el orgasmo se fueron por completo, escuche la voz de Ariel en mi cabeza.
-Pero mira si el enfermerito será puto!!!, su mano golpeaba en una violenta nalgada mi trasero y me daba un último empujón hasta la base de su camotote, arrancándome un grito, podía sentir los vellos largos de su pubis restregarse contra mis nalgas y el anillo de mi culo se pinchaba con sus rebeldes rizos púbicos, sus bolas apoyadas contra mi perineo y su olor a macho sudado y el olor a sexo inundando el ambiente, su cuerpo cálido envolviendo el mío por detrás y al fin saque mis dedos de mi chorreante ano y lo vi saliendo de mi con su verga flácida y saciada después de tanto escupir mocos dentro mí, su más dispuesto y necesitado puto enfermero jaja.
Después de esto abrí la regadera y continúe dándome un baño rápido, cuando por fin Salí y al pasar por el frente del reloj de la sala me sorprendió darme cuenta que llevaba más de 40 minutos dentro “duchándome” llegue a la habitación y Ariel estaba leyendo una revista de tema paranormal que compro con regularidad y muy sonriente pregunto
-Y que tal el baño???, su sonrisa no era otra que la de un picaron que sabía muy bien que era lo que había pasado en la regadera; Ya me lo esperaba y alegremente le conteste
-Pues estuvo bien perro, uhh, ya me hacía falta y empecé a reír, Me devolvió la carcajada y sonrió de oreja a oreja.
-Que bien, que bien jaja dijo burlonamente.
-Hasta acá se oían tus pujidotes, no vaya a pensar que andaba de metiche jaja,
-Pues perdón si te incomode bro, pero yo creo no te agüitas o si?
-No, claro que no, además esta es tu casa acá el arrimado soy yo, si no me hubieras recogido te la podrías jalonear en pelotas y plena sala pero pues como ando yo aquí te gana el pudor y te andas deslechando en el baño jaja, en serio que discúlpame por las molestias que te estoy dando.
-jaja no digas eso, sabes que eres un buen amigo y no me estorbas en lo más mínimo, nomás que como cuando te estabas secando te vi medio serio se me hizo la idea de que el que me encuerara completo para meterme al baño te haría sentir incomodo, si por eso me fui al baño en boxers y tapándome la verga, dije no se vaya a sacar de onda!
-No claro que no me saco de onda, somos hombres o que no? Tenemos lo mismo! Así me pongo de penoso por estar en casa ajena y no sabía si a ti te latería que me encuerar enfrente tuyo, la felicidad me azoto durísimo, esto me daba más posibilidades!
-Pues créeme que a mí no me molesta.
-Pues a ver si es cierto y la próxima vez que te la quieras ordeñar haces como si yo no estuviera te la sacas y ya, jaja
-Créeme que te voy a tomar la palabra, yo estoy acostumbrado a andar en trusa o en cueros por toda la casa y ya que no te molesta y total somos hombres no me la voy a pasar tan incómodo como imaginaba envuelto en trapos todo el dia.
-Oye y entonces te ordeñas solo muy seguido? No tienes una panochita por ahí? No creo que no encuentres funda, si dicen que las enfermeras y doctoras son bien putas!!! Jajaja, se llevó la mano a la frente y el ver su peluda axila más escuchar su viril carcajada me encanto.
-Pues no solo las viejas jaja vieras cuantos culos de varón andan por allí deseosos de un buen nabo jaja, su mirada cambio y se puso más sorprendido de lo que me esperaba.
-A poco es en serio?
-Claro que si jaja, de tanto estudiar anatomía yo creo terminaron aburriéndose de nomas cenar papaya jajaja
-Y le agarraron el gusto al plátano!? Jajaja no mames no te creo!
-Serio, no te puedo decir quienes porque ya sería demasiado, pero créeme que no somos pocos jaja y en ese momento aun riéndome me di cuenta de que había dado un paso en falso que me podía costar conocer la preciosidad de huevos y la longanizota que reposaban bajo las sabanas.
-Tú también??? Me pregunto muy sorprendido, fija la mirada en mi rostro tratando de no perderse ni el más mínimo de mis gestos, mierda fue lo único que retumbo en mi cabeza.
-Jajaja claro que no! Jaja no seas pendejo jajaja, ahh que dijiste? si serás puto jaja que a poco tan urgido estas como para querer tirarla en un joto jaja, el me miró fijamente y también estallo en carcajadas y hermosas sonrisas que me mostraban sus blancos dientes y de tanto reír el dolor en su estómago lo hacían sobarse el estómago, la sabana iba de arriba hacia abajo arrastrada por su puño y por fin contesto
-Pues la mera verdad si me lo pensaría jaja, ya tengo varios días sin funda y estoy que se me chorrean lo huevos, mi asombro fue imposible de disimular, poco me falto para que se me saltaran los ojos de las cuencas jaja
-SERIO?
-Serio! Bueno está muy buena la plática, pero creo que me voy a dar una vueltecita por el baño, empezó a levantarse de la cama y al desprenderse de la sabana pude apreciar toda su viril anatomía de cerca, recubierta en vellos recortados y de una piel morena clara, se movía solo cubierto por una trusa color naranja ajustada que marcaba sus genitales.
-Ya te la vas a jalar a escondidas? Pues no que nada de vergüenza entre nosotros? Jaja
-Claro que no, voy a surrar jaja yo no soy de los que se la jalan tan frecuentemente, prefiero andar chorreándome los pantalones que desperdiciar jaja, es un reto personal que tengo desde los 18 años conmigo mismo, no me ordeño solo, a no ser que dé a tiro nomás no encuentre unas buenas tetas y una papayita calientita para aderezar.
Camino hasta el marco de la puerta y al salir se detuvo de perfil e imito el movimiento de unas fuertes embestidas mientras sostenía sus manos como agarrando por la cintura a la hembra en cuestión.
-Ahorita vuelvo, dijo dejando de mover su pelvis y moviendo el brazo izquierdo apuntándome, el bulto entre sus velludas piernas bamboleante de un lado a otro y sus nalgas subiendo y bajando con cada uno de sus pasos.
Que debía pensar? Que debía hacer? Era muy pronto? Lo hacía ya? Era una señal? Estaba jugando? Era en serio?
Espero que este relato les guste y los ayude a jalarse a gusto el camote o en caso de mis compas los pasivos y versátiles a picarse a gusto el hoyito, saludos desde Nuevo León, México.
Parte 2, please 🙏
Parte 2, please