Los mejores años de mi vida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Joseg1987.
Hola comunidad, hace tiempo vengo pensando escribir algunas de mis experiencias.
Para empezar, he de decir que me llamo José, tengo 34 años, siempre he sido gordo, soy moreno claro aunque por el sol de mi tierra y que jamás me he cuidado en nada, las partes descubiertas de mi cuerpo son de una tonalidad más oscura, mido 175cm.
No se desde cuando he sido gay, pero nunca he tenido mucha predileccion por el sexo "debil", incluso desde el preescolar me enrolaban con una compañerita que estaba muy linda, en ese entonces yo era delgado pero muy timido, la verdad jamás me gustó el relajo que me hacian con ella, ya saben eso de "heeee son novios, son novios.
" y cosas asi.
Pero debo contarles mis primeras experiencias con alguien de mi mismo sexo que para eso he venido aqui, en realidad todo comenzo como curiosidad, a cierta edad empece a masturbarme, no tengo un pene enorme ni muy grueso, pero igual disfrutaba de lo lindo, para aquel entonces tenia como 14 años o algo asi, el chiste que al estar en la faena de la masturbación en ciertas ocaciones acariciaba mi ano, o me sentaba sobre algo que hacia contacto con mi orificio, lo cual empezo a gustarme y provocaba mayor excitación.
Por aquel tiempo pedi de dia de reyes una consola de juego y me regalaton una, yo acostumbraba jugar muchas veces en casa de mis vecinos los cuales tenian consola, pasaba mucho tiempo con ellos, pero un primo de ellos 2 años menor que yo empezo a venir a jugar a mi casa, sobre todo por las tardes cuando estaba solo en casa pues mis padres y hermanos trabajaban o iban a la escuela.
Cierta ocacion ya con la comezon de la adolescencia empece a tener roces con este amiguito, él se llama Angel, era super delgado, piel clara, ojos grandes color miel, labios gruesos de color intenso, ademas de unas nalgas pequeñas pero bien formadas, la verdad en un principio no me llamaba la atencion, como ninguna persona en ese tiempo, total, con él jugabamos, nos llevabamos super bien y pasabamos mucho tiempo juntos.
La primera vez que empezamos a tener algo, comenzo como un juego, ya saben, luchitas, forcejeos, etc.
Pero a mi me provocaban erecciones hasta que experimente mi primer orgasmo cuando empezamos a tener roces directamente sexuales pero con ropa, nos acostabamos en el sillón de la sala y nos repegabamos tallando él su pene (el cual se sentía de un tamaño similar al mío) en mis nalgas y viceversa, la verdad el estaba siempre un paso adelante de mi aunque era menor que yo, aunque no era un genio, en cierta ocasión me acuso de haberme bajado los calzones mientras yo estaba detrás de él, lo cual me hizo pensar que me pegaba su pene desnudo sobre mi ropa, a lo cual exigí hacer lo mismo yo.
Así avanzamos en nuestros juegos sexuales, a mí ya no me interesaba mucho el videojuego, más bien lo sentaba sobre mi para sentir sus nalguitas sobre mi pene aún con ropa, después fue subiendo de tono hasta que cierta ocasión pude lograr el orgasmo justo cuando escuchamos llegar a mis padres a casa, realmente siempre nos daba tiempo de arreglarnos por qué mi casa está muy al fondo de el portón de entrada y jamás nos descubrieron, esa vez salimos corriendo a la calle, luego le comenté que me había sacado la leche con su culo y no me creyó y cómo que se molestó.
Las cosas fueron cambiando mi forma de pensar, en la escuela todo era normal y cuando jugábamos en la calle siempre éramos los pubertos normales pero dentro de mi empecé a sentir algo especial por Ángel.
En la escuela empecé a fijarme en amigos de mi salón, siempre delgados, sobre todo uno, Héctor un chico blanco, de ojos claros, cabello castaño y abundante, casi nunca tenía contacto con él solo cuando cursabamos taller, clase que compartíamos y en la que nos sentabamos juntos.
Varias veces me sorprendió mirándole fijamente su paquete (el cual se veía grande), mientras yo casi babeaba mirándolo, el solo me sacaba de mi ensueño cuando el profesor me llamaba la atención.
(Desafortunadamente nunca logré nada con el, ni siquiera lo intente, como digo era y soy muy tímido) además yo creia ser hetero y que debía ser un macho ante los demás.
Había otros chicos que me empezaron a gustar pero jamás intente nada solo masturbarme pensando en ellos, de echo al que menos añoraba era a Ángel y eso que con el si tenía roces muy ricos.
Finalmente cerca del tercer grado de secundaria.
Le di su primer mamada, solo lo hice para lograr que el me hiciera lo mismo pero no sucedió, al menos no ese día.
Aquella vez estábamos normal con nuestros juegos sexuales bien exitados y pensé por qué no?
El ya iba a la secundaria y ya estaba más crecidito y se veía cada ver más atractivo.
Ese día comencé a masajerale su pene sobre la ropa mientras lo abrazaba, luego fui abriendo su bragueta y pude ver ese hermoso pene de un color ligeramente más oscuro que el resto de su piel, me gustó mucho la forma que tenía y la manera de pararse de eso que pronto sería mi deliciosa comida, tenía una gran erección, apuntando a su ombligo apenas con algunos vellos que lo hacían verse más apetitoso, bese su ombligo y lami sus escasos vellos delgados y pequeños, comencé a jugar con su pene y enamorarme de ese escroto lampiño color chocolate con leche y vaya que tenia leche mmmm.
Seguí unos momentos acariciando su pene y sus bolas para después pelar ese manjar, descubriendo su cabeza rosita y de un tamaño preciso para caber sin problemas en mi boca, el solo se dedicaba a mirar y soltar algún gemido apagado pues estábamos solos pero en la azotea de mi casa donde se estaba construyendo mi futuro cuarto, claro, ahora era de noche y los trabajadores no estaban.
En seguida, sin dejar de acariciar su pene volví a besar su abdomen y fui bajando lentamente por ese caminito de vellos hasta llegar a su cabeza, la cual atiné a besar antes de cobijar con mi boca en la cual sentía cada latido de mi corazon y que comenzaba a salivar como con ninguna golosina, sentí todo su olor a limpio, delicioso, no pude tardar mucho en engullirla por completo y sentir el sabor salado y dulce de su precum embriagandome por completo, animandome a dar la mejor mamada de mi vida, queriendo tragarla por completo y sacarle toda la dulce miel de su (pensaba yo) primer orgasmo.
Continúe mi labor con todas las ganas de la primer mamada.
Inicie entonces con el Vaivén lento y profundo con mi boca en ese hermoso pene que a cada momento me regalaba más y más presemen, baje entonces su pantalon por completo hasta las rodillas junto con su truza y trague y trague la herramienta de quien a partir de entonces sería mi hombre, masajeando sus nalgas duritas y pequeñas que casi abarcaba con una sola mano, viéndolo a la cara me la metí a lo más profundo de mi garganta y sin arcadas, finalmente me dió mi regalo, el rico manjar de su pene, con lo que supe que ya era de él y de nadie más.
Sintiendo cada espasmo de su cuerpo, viendo sus lindos ojos y su deliciosa boca me sentí feliz y pleno.
Y decidí tragarme cada milímetro de leche, limpiando esa rica verga que quise fuera mía siempre.
Después de esa escena digna de un Oscar a la mejor mamada.
(Y eso que era la primera que daba) Me convertí en un estupido y no le dije cuanto lo disfrute, incluso fingi que no habia sido nada especial, solo subi sus pantalones y salimos a la calle como si nada hubiera pasado.
Paso más con mi ángel hermoso pero eso lo contaré en otra ocasión.
Saludos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!