Los niños de papá I

Carlos y Pepito podrían ser unos simple niños de quince y diez años, respectivamente, pero con contaban con que su papá tenía otros planes, así como también que les terminaría gustando .
Narra Carlos

Vale, admito que si bien, todo lo que voy a relatar me termino gustando, las situaciones que ustedes sabrán no fueron ocasionadas por mi hermano menor, Pepe o Pepito, ni mucho menos por mí

Como ya de seguro sabes mi nombre es Carlos, tengo 15 años, por cuestiones de seguridad no puedo decir de donde soy, soy de tez clara, flaquito y con algo de pelo en el cuerpo, más en especifico en mis brazos y piernas, mi hermanito Pepito, acaba de cumplir los diez años, es morenito y lampiño y admito que desde siempre hemos sido inseparables, por último, debo presentar a la persona responsable de todo lo que voy a contarles, se trata de mi papá, un hombre llamado Chava, él era un hombre robusto de fuerte brazos y de un cuerpo muy atlético, es muy sexy y conforme lo vayan conociendo verán que, además de ser el mejor papá, es también el más descarado

Comencemos cuando yo tenía catorce años, en ese tiempo, yo regresaba de la escuela y traía conmigo a mi hermanito, cuando entramos a la casa no vimos a mamá, algo casi muy normal que no estuviera, pero lo que si alcance a escuchar eran unos ruidos provenientes de la parte de arriba, supuse que era mi papá, ya que él se encontraba desempleado y se la pasaba en casa sin hacer nada, algo que molestaba a mamá y era la razón de muchas discusiones

Pepito parecía no haber escuchado nada, así que le dije que le adelantara a la comida, que yo en un momento bajaría y tras decir eso subí para saber que era lo que producía esos ruidos, al llegar, vi que los ruidos se producían en el cuarto de mis padres y que la puerta estaba cerrada, llegue y abrí sigilosamente la puerta y lo que vi me dejo sin palabras

Mi papá estaba desnudo en la cama, arriba de él, estaba un jovencito y dentro de él estaba la verga de mi papá, el jovencito gemía sin cesar mientras que mi papá lo seguía penetrando, en un principio no supe que estaba pasando y ni quien era esa persona, hasta que la reconocí y me di cuenta que era un compañero que estaba en mi salón, literalmente, mi papá estaba engañando a mi mamá con un compañero de mi salón

Yo me quede estático, no sabía como reaccionar ante esa imagen y eso termino provocando que mi papá se diera cuenta de mi presencia, pero en vez de molestarse o reaccionar mal, el se limito a sonreír, la verdad es que el miedo me gano y decidí cerrar sigilosamente la puerta y tratar de olvidar lo que vi

Tras dos horas y después de escuchar que las escaleras alguien bajaba me escondí debajo de la mesa y vi como mi compañero salía rápidamente de la casa, por lo que salí de mi escondite, sin embargo, en breves minutos mi papá me mando llamar y como un buen hijo obediente fui a su cuarto, cuando llegue, vi que estaba sentado sobre la cama y solo traía puesto un boxer de color blanco

-me gustaría hablar sobre lo que viste- me dijo mi papá mientras yo me sentaba a su lado

Mi papá me explico que mi compañero era, en efecto, su amante ocasional y tras explicarme me pidió que no le dijera nada a mamá, algo que yo accedí, pero entonces, en el momento menos esperado mi papá empezó a acariciarme una de mis piernas hasta que llego a mi entrepierna

-¿te gusta?- me preguntaba mi papá mientras me seguía acariciando mi entrepierna, mientras que yo, sin saber como reaccionar, no me movía ante nada

En ese momento, mi papá se quito el boxer blanco, dejando ver un miembro moreno, circuncidado y con la punta rosada en plena vista, me dijo que me quitara la ropa, en un principio no quise, pero tras la insistencia que me estaba provocando termine aceptando y me empece a quitar toda mi ropa hasta quedar desnudo, solo que por mi inocencia termine cubriendo con mis manos mi entrepierna

-quita las manos, que te quiero ver tu verga- me dijo mi papá, por lo que quite mis manos y le mostré mi verga, la cual, empezaba a ponerse dura, pero no se acercaba al grosor de la vergota de mi papá -no sabía que tenías un hermoso culito- me decía mi papá mientras me acariciaba y agarraba mis nalgas, hasta que, sin previo aviso, sentí como algo era introducido a mi culito, provocando que yo mismo gimiera

Pensé que era la verga de mi papá, pero después me di cuenta que se trataban de dos de sus dedos, los cuales, metía y sacaba suavemente hasta que decidió aumentar la velocidad, haciendo que empezara a gemir mas fuerte, pero en vez de sentirme humillado por aquel acto que mi propio papá hacía, sentía que me gustaba toda esa humillación a la que estaba siendo sometido, era una sensación rara, hasta podría decir que era una situación que me estaba gustando

Fue entonces que sacó sus dos dedos y me los hizo introducir en la boca por lo que los chupaba y hacía pasar mi lengua por los dos dedos que antes estaban dentro de mi culito

-veo que te gusta mucho chupar- me dijo mi papá -creo que te gustara chupar más esto que mis dedos- tras decirme eso, mi padre me arrodillo, quedando frente a frente de su vergota y como si supiera lo que quería, introduje su verga en mi boca y empece a hacer lo mismo que hacía con sus dedos antes

Si me lo preguntan, debo de admitir que tener su verga en mi boca fue una sensación que nunca había sentido y mientras se la chupaba veía en sus ojos el deseo y la perversidad digna de un macho salvaje, algo que no me asusto, si no que me gustaba y hacía que siguiera chupando frenéticamente, no me importaba que mi papá me estuviera metiendo los dedos y de rato me estuviera ahogando con su verga

Ya te imaginaras lo que sucedió tras chuparle la verga, la verdad es que bien podría ahorrarme lo que paso, pero como me gusta poner bien caliente a la gente te diré lo que paso; luego del oral, mi papá me acostó boca arriba sobre la cama, abrió mis piernas, dejando al descubierto mi ano ya listo para lo que vendría, pero antes de empezar, mi papá escupió a su pene, la gota cayo directamente en su verga y se la lubrico con eso, por lo que empezó a introducir su pene en mi culo, me dolió cuando esta empezaba a entrar a mi culito, incluso mi papá me tuvo que tapar la boca para que los vecinos no escucharan que estaba siendo follado hasta que su verga entró casi en su totalidad por su verga y empezara a embestirme con mayor fuerza

Del dolor siguió al placer, ya que las embestidas empezaron a gustarme cada vez más y hacía que gimiera al ritmo de sus huevos chocando mi culito

-¿te gusta, verdad?- me preguntaba mi papá mientras sentía su verga dentro mi al mismo tiempo que su respiración agitada y el sudor de él cayendo en mi cuerpo

Seguimos así, hasta que, después de largas embestidas y gemidos de placer, mi papá soltó un gemido al mismo tiempo que sentía como algo llenaba mi culito, para después, sentir como mi papá sacaba de mi culito su verga

-lo que esta dentro de ti es mi leche, por ningún motivo debes de tirarlos

-esta bien, papá- le respondí a mi papá

-vale, vístete y tampoco le debes de decir de esto a tu mamá, si es que quieres volver a repetir- me dijo para después reírse y empezarse a vestirse, algo que yo mismo hacía

Siéndoles sincero, quería repetir esa misma experiencia con mi papá, no podía creer que el hubiera sido el primero en follarme, pero debo de admitir que se sintió muy rico, sin saber que, a partir de ahora, esas folladas serían más recurrentes

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