Los niños no se dieron cuenta
A veces extraño los días antes del Covid y las situaciones que se daban sin planearlo, era muy excitante salir a dar una vuelta y volver con mi esposa ya teniendo mi culito lleno de leche..
Esto pasó hace más o menos un año, todavía no llegaba el Covid a México y salir los fines de semana a dar una vuelta con mis hijos de 4 y 5 años era mi desestrés de la semana, en ese entonces yo tenía 31 años y siempre me he considerado un padre que dejaría todo por sus hijos… casi todo.
Ese fin de semana de febrero 2020 no fue la excepción, mi esposa iba a salir con su mamá y sus hermanas a un día de salón de belleza para todas juntas, era perfecto porque así podía escaparme con los niños a algún centro comercial o al cine sin tener que estar apresurados por mi esposa que de por sí no le gustan los lugares concurridos.
Aproveché primero para ver una película con los niños, la película era la de Sonic y los niños estaban muy emocionados porque Luisito Comunica iba a salir en ella. Total que salieron decepcionados porque no salió, sólo era su voz, pero esa es otra historia.
Terminando el cine los llevé a uno de esos locales que tienen muchos juegos, desde electrónicos, torres para escalar, toboganes, etc. Les encantaba ir a esos sitios y perderse por horas jugando ellos dos solos.
Ahí en el negocio tienen un área para papás, que es como una pequeña cafetería, se encuentra un poco alejada de los juegos y tiene media pared y el resto es cristal, para poder ver a los niños. Pero ese día no estaba laborando así que compré un refresco en otro lugar y cuando volví había un chavo ahí viendo su celular, era un chacal con short de futbol, una playera sin mangas y gorra para atrás.
Desde que entré mis ojos se fueron a sus axilas velludas, se veían deliciosas, tenía ganas de irme directo ahí y perderme en esa mata de pelos.
Decidí sentarme en la mesa más cercana a la de él para poder apreciarlo bien, me puse a revisar mi teléfono y de reojo veía al chacal que seguía igual viendo su teléfono. Empecé a notar que de vez en cuando se acomodaba el paquete y este ya iba creciendo de tamaño, yo igual ya estaba que no tenía dónde guardar mi erección.
Dejé que pasen como 5 minutos y veía que era cada vez más constante el jugueteo de su verga por sobre la ropa, tuve una idea que pensé que no iba a funcionar pero aún así me arriesgué.
Abrí una página porno y puse un vídeo con el volumen alto, en el momento exacto se escuchó un gemido y el golpeteo de la cogida, hice como que se caía mi teléfono por el susto y para que siga sonando. Recogí mi teléfono, me puse de pie para que el chacal note mi erección y di un trago a mi refresco, cuando bajé mi botella lo voltee a ver y le pedí una disculpa.
Él sólo se rio y me guiñó el ojo, para mi esa fue una señal, me acerqué a ver qué más pasaba, el chacal me sonrió y empezó a acariciar mi erección por encima de mi pantalón, no había nadie cerca de nosotros así que ni nos preocupamos, pero mejor me senté. Él se movió para que yo tenga a mi alance y visibilidad su paquete, la tela de su short ya no podía contener su verga. Me acerqué para masturbarlo por sobre la ropa pero no aguanté más y se la saqué, era una verga hermosa, medía por lo menos 20-21cm, estaba llena de venas y traía sus vellos rebajados. Tenía unos huevos bien depilados y gordos, caían por debajo del short y se movían al ritmo de la masturbación que le estaba haciendo. Lo estuve masturbando un par de minutos y de pronto me agarró la cabeza para empujarme hacía su verga.
Voltee a ver hacia los lados para asegurarme de que nadie se acerque, me metí bajo la mesa y puse manos a la obra… más bien boca a la obra. Empecé dándole una lamida a su cabeza, eso fue suficiente para que saque su primer gemido y fue como música para mis oídos. Me enfoqué en sólo lamer y chupar su cabeza un momento, él me iba empujando para que me meta más de su verga, pero no quería todavía llegar eso.
Me saqué la cabeza de la boca y lamí el largo del tronco como si fuera una paleta, iba moviendo mi cabeza para que no quede ni un centímetro sin pasar mi lengua. Volví a lamer y chupar su cabeza y él de nuevo intentó empujarme.
Llegó el turno de sus huevos, empecé con meterme uno a la boca para ir pasándolo de una lado al otro, luego el otro y después ambos.
Me atreví a ir un poco más lejos, lo acomodé en la silla y empecé a llegar a su hoyito cerrado, le pasé mi lengua e intenté meterla un poco. Él estaba vuelto loco, no podía contener sus gemidos y estaba bañado en sudor y rojo, sabía que era el momento.
Tomé su verga sin quitarme de su culito y la di unos jalones, luego acerqué mi boca y me la metí hasta el fondo en la boca. El chacal sólo gritó “no mames wey” y tomó mi cabeza para intentar cogerme la boca.
En eso escucho una voz “papá quiero ir al baño”, salí volando de debajo de la mesa y vi a mis dos hijos parados en la puerta de la cafetería. Me acerqué a ellos, estaba todo sudado y con mi boca llena de saliva y precum.
El chacal sólo se guardó la verga y se sentó bien, yo voltee a verlo y le hice una seña para que me siga.
Le pedí perdón a mis hijos por no haberlos visto antes, les dije que estaba buscando mi celular que se había caído, no dijeron nada, sólo estaban pensando en ir al baño. El chacal entró al baño detrás de nosotros y esperó a que termine de ayudar a mis niños en el baño.
Apenas salieron los niños, cerramos la puerta del baño, se acercó a mi y me apretó las nalgas. Me dio la vuelta y de un tirón me bajó el pantalón y mi ropa interior, se puso de cuclillas y se abalanzó sobre mi culito. Empezó a abrir mis nalgas y metió su lengua lo más que pudo en mi culito, no dejaba de meter y sacar su lengua, la movía de una lado a otro, me besaba mis nalgas y también las mordía y me daba nalgadas. Pero sentir su lengua invadiendo mi cavidad me hacía sentir en las nubes, estaba gimiendo muy fuerte y me dijo que guarde silencio, por un momento había olvidado dónde estábamos.
Se puso de pie, se escupió en la verga y la apuntó hacia mi culito pero me quité y lo pegué a él en la pared, le bajé su short y me di un festín en su hoyito cerrado. Lo tomé de las caderas para poder acercar más su culito a mi boca y que entre mejor mi lengua. El chacal no dejaba de gemir y pedirme más. Con una mano empecé a masturbarlo mientras seguía dándole lengua a su agujerito, el chacal no dejaba de gemir y pedirme más. Ya lo tenía donde lo quería.
Me puse de pie, me puse saliva en la verga, empiné al chacal y le metí mis 17cm. El chacal gemía cada vez más fuerte, lo tomé de las caderas y lo puse frente a un espejo aun sin sacarle la verga para poder ver su cara mientras lo cogía. Él sólo alcanzaba a decir “no mames wey” mientras le estaba reventando su culito delicioso. Me encantaba sentir cómo apretaba mi verga con su culito, sentía que no iba a aguantar mucho de lo cerrado que estaba el chacal.
Dicho y hecho, no llevaba ni 10 minutos bombeando al chacal y empecé a venirme dentro de él, logré sacar como 5 chorros de leche directo en su culito.
El chacal no dejaba de gemir y jadear, se apoyó en el lavabo un minuto, me vio a través del espejo y me dijo “me toca”. Violentamente me jaló del brazo y me puso en la misma posición que yo lo tenía dos minutos antes, sacó la leche de su culito y se la puso en la verga como lubricante, eso me puso bien caliente, ya quería leche de chacal.
Me la dejó ir de golpe y tuve que morder mi mano para no gritar, empezó a darme a un rito fuerte y rápido, me tenía agarrado de los hombros y por momentos me jalaba el cabello.
Me excitaba mucho ver cómo me estaba cogiendo y la cara de place que ponía al ver cómo su verga entraba en mi culito. Me quitó mi playera y empezó a morder mi espalda mientras bajaba el ritmo de la cogida.
Me sacó la verga y se hincó para ver mi hoyito abierto por su verga, me pidió que abra mis nalgas “wow” fue lo único que alcanzó a gesticular. Escupió directamente en mi culito, se puso de pie, me agarró de las caderas y empezó a darme lo más rápido que podía. En cuestión de 5 minutos ya me estaba llenado de leche el culito, estaba bramando como toro, me dio una nalgada mientras salían sus chorros de leche. Me mordió el cuello, dio un suspiro y sacó su verga aun semierecta de mi culo.
Mientras nos vestíamos sólo me dijo “perdón, ya sabes que a los 18 uno anda caliente todo el tiempo”. Me quedé impactado de saber su edad así que le pregunté y me dijo que efectivamente, tenía 18 años y estaba “cuidando” a su hijo de 4 y que su novia estaba embarazada, por eso no había descargado como quería.
Le di mi tarjeta y salí del baño. Habíamos tardado casi una hora encerrados, salía buscar a mis niños que ni cuenta se habían dado de mi ausencia.
Mientras salía vi al chacal con su hijo en brazos y caminando junto a una mujer de como 7 meses de embarazo.
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