Los primos de mi primo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luispdalone.
Pues ya estábamos de vacaciones escolares y mis tíos iban a visitar a su familia, bueno familia de mi tío político, siempre me iba con ellos porque me gustaba ir a jugar al pueblo con los tres, mi primo Luis y sus dos primos, pero esta vez iba ser diferente a las demás, yo seguía siendo ese niño moreno, pelo negro colocho, delgado; Jorge, así se llamaba un primo, 16 años, blanco, pelo castaño liso, altura de como 1.75 cms., delgado, buenas piernas ya que jugaba futbol, lampiño, algo guapo y el otro era Juan, 18 años, moreno claro, guapo, pelo negro liso, lampiño, de como 1.85 cms. de altura, delgado, bueno con una ligera pancita.
Era viernes, llegamos de tarde-noche, saludamos y nos fuimos con los primos a jugar videojuegos al cuarto de uno de ellos, fuimos a cenar y luego de ello seguimos jugando toda la noche, eran como las 12:30pm, cuando nos pidieron ir a dormir, nosotros, mi primo y yo, debíamos dormir cada uno con un primo de él, ya que la habitación de visita la iban a ocupar mis tíos, así que esa noche fui a dormir con Juan, y mi primo con Jorge, nos alistamos, yo me puse pants, playera y suéter, era un lugar muy frio, y Juan igual, recuerdo ver disimuladamente cuando él se cambió de ropa se quitó la playera y pude ver su cuerpo liso, delgado con esa ligera pancita, torso amplio con sus 1.85cms de altura, luego bajo sus pantalones con todo y ropa interior, pude ver sus nalgas bien formadas sin nada de vello, me daba la espalda así que ya no disimulaba, la verdad no era la primera vez que íbamos, ya había visto varias veces esa escena, pero luego de lo de Carlos y Rodrigo ya nada era igual, me fijaba en jóvenes y hombres, no los niños tontos de mi colegio, que los más grandes eran de 12 años, miraba a los jóvenes y hombres los que me gustaran, mi imaginación volaba con ellos, imaginaba estar con ellos igual que con Rodrigo; Se colocó su pants y yo muy atento viéndole desde sus piernas hasta subir a sus nalgas, ya me había excitado viendo solo ese lindo cuerpo que tenía, al voltearse sin colocarse la camisa, pude ver como se le marcaba su pene en el pants, y rápidamente voltee hacia otro lado, se colocó su playera de dormir y me dijo que nos meteríamos a la cama, a lo que obedecí, él fue a apagar la luces y se metió a la cama.
La cama estaba pegada de costado a la pared, me quede de ese lado viendo hacia la pared, y él, del otro lado viendo igual hacia la pared, recuerdo que coloco su mano encima de mi brazo y me pregunto si no me molestaba, las anteriores veces no lo había hecho, le dije – No, no me molesta – así estuvo un rato, cuando ya me había privado, siento como mete su mano debajo de mi playera y suéter, me hizo reaccionar, me moví, porque tenía las manos heladas, y me dijo al oído – Renecito, está bien que meta mis manos es que hay mucho frio y tu cuerpo está caliente – con la voz temblorosa le dije que estaba bien, y es que luego del susto de sentir su mano helada, volver a sentir la mano de alguien en mi cuerpo me estaba excitando mucho, comencé a sentir como me comenzó a acariciar lentamente, movía su dedo pulgar primero y luego ya movía el resto de sus dedos, aquello hizo que me erizara, el sintió como me erice y me dijo – Siento que tienes frio, verdad – me salió un – si – ahogado, si supiera que no era el frio lo que hizo que me erizara, yo ya tenía mi pene erecto, luego de esto se pega a mí y me dice – tranquilo me voy a pegar a vos, te voy a dar calor con mi cuerpo, así ya no sientes frio -, me jalo de la cintura y se pegó a mí, al jalarme de la cintura hizo que quedara en cucharita con él, mi culo lo tenía pegado a su entrepierna, ahí pude sentir que ya tenía erecto su pene y este pego en mi culito y resbalo entre medio de mis nalgas para quedar debajo de ellas entre mis dos piernas, podía sentir como presionaba intentando abrirlas, yo abrí un poco la piernas para que su pene resbalara entre ellas, y me pegue más hacia él, ya estaba deseoso de volver a sentir un pene dentro de mí, instintivamente comencé a moverme, levemente, para sentir su pene rozando mis piernas y culo.
Estuvimos un rato así en esa posición, su mano ya acariciaba mi pecho y vientre, sus manos ya habían entrado en calor, yo seguía con mis ojos cerrados moviéndome levemente, sintiendo sus manos y pene, en eso comienza a besar y lamer mi cuello y subiendo y bajando de mi oreja, volví a erizarme al sentir sus besos y lamidas que me daba, mordía cariñosamente mis orejas, todo eso me estremecía, estaba muy excitado, ya rozaba su pene en mi culito con más ímpetu, yo daba gemidos leves, me quito el suéter y la playera, ya ni sentía frio por el calor de aquel momento, me besaba mi pecho y vientre, lo hacía con mucha pasión, toma mi pants y lo baja, y me voltea, y comienza besando mi espalda hasta bajar hasta mis nalguitas, las apretaba, besaba y lamia, yo paraba mi culito y lo movía, ya me estaba comportando otra vez como toda una putita en celo, y es que si, ya quería que me volvieran a penetrar mi pequeño ano.
Paró un momento para quitarse su pants, ya que estaba oscuro casi no se venía nada, me excitaba más estar ahí a oscuras haciendo todo aquello, y mucho más estando el resto de nuestras familias ahí durmiendo, quien iba pensar que aquel muchacho de 18 años estaba teniendo una lujuriosa noche con aquel niño de 10 años, luego de quitarse su pants, comenzó a restregar su pene en medio de mis nalguitas, podía sentir lo mojado que estaba su pene porque me estaba embarrando todo su liquido pre-seminal por en medio de mis nalgas, ya deseaba que me lo metiera, paro un momento, creo que fue para ensalivar su pene, porque después de eso comenzó a presionar su pene contra mi ano, y era claro que estaba más mojado, yo elevaba mi culito para presionar contra él, era evidente que quería sentir su pene dentro de mí, se acercó a mi oído y me dijo – Bien que te gusta, verdad, estas tan apretadito – yo no dije nada y es que ya había entrado su cabeza en mi ano, me dolía horrores, solo ahogaba mis gritos con la almohada, sabia por supuesto que no nos podían oír porque si no, nos mataban por estar haciendo todo aquello; Juan seguía presionado intentado meter más y más de su pene, definitivamente pude sentir que su pene era mucho más grueso que el de Rodrigo, recordaba que el pene de él no me dolió tanto como este que me estaba metiendo Juan, ya no aguantaba más, ya no quería seguir, por un momento pensé en decirle que se detuviera, que no podía que estaba muy grueso para mí, en eso paro.
Estuvo un momento así, inmóvil, creo que para que mi ano se acostumbrara a su pene, yo apretaba fuertemente con mis manos las sabanas de la cama, me seguía doliendo mucho, finalmente se acercó a mi oído y me dijo que me relajara, para que me acostumbrara más rápido, estuvo un momento así hasta que comenzó a moverse nuevamente, el dolor que sentía se había reducido un poco, trate de relajarme para sentir su pene dentro mí, lo cual me excitaba tanto, me dolía pero ya podía sentir lo grueso de su pene resbalar dentro de las paredes de mi ano, podía sentir que todavía no lo había metido todo, no sentía sus caderas golpear mi cuerpo, ahí seguía Juan entrando y saliendo de mí, sentía cada vez más dentro su pene, ya no me dolía casi nada, ya lo estaba disfrutando como todas las veces que lo disfrute con Rodrigo, llevo su mano a mi boca y la tapo, no sabía porque, y ahí fue cuando empujo fuertemente y me lo metió todo, mi grito se ahogó en su mano, mi ano palpitaba al sentir todo ese pene dentro de mí, definitivamente lo tenía más largo y grueso que Rodrigo, después de metérmelo todo volvió a quedarse inmóvil, y quito con cuidado su mano de mi boca, mi respiración era agitada, aquella embestida me había dejado temblando, podía sentir sus vellos púbicos rozando mis nalgas, yo sudaba a pesar de aquel frio que había en ese lugar.
Comenzó a sacar y meter su pene nuevamente, ahora si ya sus caderas chocaban contra mi culito, podía sentir como su pene rozaba mis nalguitas al entrar y salir, como entraba y salía de mi ano, llegando hasta lo profundo de mi ser, ahí seguía Juan en su vaivén, metiendo y sacando su pene podía sentir gotas de su sudor cayendo en mi espalda, sus gemidos callados para que nadie lo escuchara, mis gemidos los ahogaba en la almohada, de vez en cuando sacaba casi todo su pene y lo volvía a meter fuertemente, tapaba mi boca cada vez que hacia eso para que no se escapara un grito que hiciera descubrir aquella tremenda cogida que le estaba dando aquel muchacho de 18 años a mi culo de 10 años.
Me volvía a sentir en la gloria, como extrañaba que me cogieran; Juan se detiene y me lo saca, y me dice al oído – párate y te sientas en mi verga -, él se recostó, y me hinque encima de él, tome su pene y si, ahí pode constatar que lo tenía más largo y grueso, calculo que le media como 18-19 cms, y él me tomo de mi culo y agarro su pene y comenzó a introducirlo nuevamente, con sus manos me marco el movimiento de sube y baja, hacía mucho esfuerzo para no gemir alto, su pene ya me entraba y salía con facilidad, lo estaba disfrutando tanto, me acomode y moví mis piernas de modo que mis pies se apoyaran en la cama, estaba en posición de cómo hacer sentadillas, y eso fue lo que comencé hacer sentadillas encima de su pene, comencé levemente, me lo sacaba casi todo y me lo volvía a meter todo hasta sentarme sobre sus caderas, me excitaba sentir sus vellos púbicos y cadera al momento de sentarme, la lujuria que sentía se apodero de mí, comencé a aumentar mis movimientos, ya me lo sacaba y metía con más rapidez, ahora yo me lo estaba cogiendo con mi culo, Juan tuvo que colocar sus manos en mi culo para frenar cuando me sentaba porque si no nos iban a descubrir al oír el sonido de mi culo chocando con sus caderas, a mí ya no me importaba, lo único que me importaba era sentir ese pene entrando y saliendo de mi culo, ya sudaba mucho, mis piernas me dolían y temblaban del esfuerzo de subir y bajar, pero no quería parar.
Juan levantó su torso y me freno un momento y me dijo al oído – Que puta me saliste, quieres mi leche en tu culo – yo lo abrace y le dije que – ¡Sí! – me marco el ritmo nuevamente con sus manos, y yo comencé nuevamente a metérmelo y sacármelo rápidamente, le gemía bajo al oído, yo podía oír su respiración agitada, sus manos comenzaron apretar fuertemente mis nalguitas, y ya sus manos me empujaban y jalaban más rápido de lo que yo lo hacía, su respiración se aceleró más, era una delicia, sentía tan rico, como su pene salía y entraba dentro de mí, hasta que me dio un jalón hasta abajo me lo metió todo lo que pudo, gimió y pude sentir como soltaba todo su semen dentro de mí, me apretaba fuertemente hacia su pene mientras descargaba todo lo que tenía, y si pude sentir que era mucho semen lo que tenía, sentía como su pene temblada dentro de mí, me sostuvo así y podía sentir como su semen escurría afuera de mi culo aun con su pene dentro de mí, me levanto y me lo saque y de mi culo salía mucho semen, si podía sentir que me había dejado bastante abierto mi ano, al momento de yo apretarlo y seguir expulsando su semen, él se levantó y tomo papel de su mesita de noche para limpiarse y luego limpiarme mi culo, luego de eso me vestí porque ya comenzaba a sentir frio y me acosté a dormir, esa noche dormí tan placenteramente, eso sí con un poco de dolor en mi culo al dejármelo tan abierto.
La mañana siguiente me levante y me fui a bañar, me dolía mi culo y las piernas, pero estaba muy feliz, desayunamos, salimos al pueblo y luego a jugar videojuegos y así todo el día jugando con mi primo y sus primos.
Llegada la noche, nos enviaron nuevamente a dormir, y mi primo pidió dormir con Juan, y pues yo me tenía que quedar con Jorge, la verdad me decepciono porque esperaba pasar otra noche con Juan pero mi primo lo acaparo, ya sé muy bien porque, bueno con desgana me puse mi suéter, playera y pants y me acosté, en eso entro Jorge y lo voltee a ver, cerró la puerta y comenzó a quitarse la ropa que llevaba, para mi sorpresa fue que se quitó los pantalones con todo y ropa interior y me dejo ver su pene, era largo, le mediría más de 20cms seguro, a esa edad de 10 años lo ve todo grande, ahora imagínense como veía yo eso, que jamás había visto tan semejante pene, pero ahora sí sé que eran dos hermanos con grandes penes, yo me quede hipnotizado viéndole el pene, a lo que el obvio se dio cuenta y me dijo – ¡Que! ¡Te gusta! – solo lo voltee a ver a su cara y sonreí, y baje la mirada otra vez a su pene, estaba embobado, fue apagar la luz y me voltee y solo me dijo – No te importa si duermo desnudo verdad, es que me gusta así – yo solo pensé que con ese frio como podía dormir así, en fin, le dije que no importaba, él se acostó a la par mía y sentí como me comenzó a puntear mi culo con su pene, yo solo levante mi culito para sentirla, a lo que se dio cuenta y me dijo – ¿Me la chupas? -, y ni lerdo ni perezoso, me baje a chuparle su pene, quería volver a probar un pene con mi boca, y comencé a chupárselo, recuerdo que era muy largo, eso sí al tomarlo con mi mano sentí que no era tan grueso como el de Juan, me lo metí en la boca y no entraba ni la mitad, eso que lo tenía hasta el fondo de mi garganta, me daban arcadas, pero seguí chupándoselo, se sentía muy rico el sabor, lamia desde sus huevos hasta la cabeza disfrutando cada centímetro, disfrutando su textura, me quedaba lamiendo un rato su cabeza, la chupaba, pasaba mi lengua por la rajita de su cabeza, sentía como mi lengua hacia que se abriera, se la estaba dejando tan húmeda, solo sentía como él se movía por el placer que le estaba dando con mi boca.
Seguí así disfrutando un buen rato del pene de Jorge, no podía creer que alguien tuviera el pene tan grande, ya le salía liquido pre-seminal, el cual lo lamia muy a gusto, lo recogía cuando pasaba mi lengua por su rajita abriéndola para que saliera un poco más, tenía un rico sabor agridulce, me lo terminaba comiendo todo, me tomo la mano y me la puso en su pene para que lo masturbara mientras se lo chupaba, salía aún más, me lo estaba pasando muy bien.
Luego de un rato de estar masturbando, chupando y lamiendo su pene, me susurra que me pare y me ponga en cuatro, a lo que obedecí, claro, como no, ya quería volver a ser penetrado, pero la verdad había pasado todo el día con un poco de dolor en el culo por lo grueso que lo tenía Juan, pero la excitación del momento hizo que ya no me importara, así que Jorge quito mi pants dejándolos hasta la rodilla, y comenzó a sobarme mi culito con su pene, lo metía en medio de mis nalguitas, lo recorría todo, ya se lo había ensalivado todo porque ya me había dejado mojado todo mi culo, y comenzó a presionar para poder meterme su pene, la verdad si me dolía bastante, supongo que el pene de Juan me había lastimado por lo grueso que era, pero solo tome la almohada para ahogar mis gritos en ella, Jorge siguió empujando hasta que sentí como había entrado ya su cabeza y parte de su pene, yo gemía, ya no sé si por dolor o placer, empujo un poco más hasta que sentí como ya no podía entrar más ya había topado hasta lo más fondo de mi ano, lo tome de la cintura apretándola, diciéndole así que ya no lo metería más y me di cuenta que no lo había metido todo, que largo era, creo que entendió o es que creo que también sintió como topo y ya no podía empujar más, no lo sé.
Eso sí podía sentir todo el largo de su pene dentro de mí, no había sentido esa sensación de tener algo tan profundo de mi, mi respiración era agitada, de mi boca solo salían gemidos y gritos que ahogaba con la almohada que apretaba tan fuerte con mis manos, sabía que nadie nos debía de oír, pero como me hubiese gustado gemir y gritar tan alto, por tener tremendo pene en mi culo, ya sudaba mucho, estaba mojando tanto mi suéter y playera, el estómago me dolía de estar respirando tan profundamente o por otra cosa, no lo sé.
Jorge comenzó a sacar y meter su pene, podía sentir lo largo que era, como lo sacaba todo y la volvía a meter, mi ano estaba tan dilatado, ya lo estaba disfrutando tanto, sentía como entraba la cabeza, luego cada centímetro de su pene hasta llegar hasta el fondo, topando dentro de mí, estaba tan excitado, cada vez que sacaba y metía su pene yo temblaba de la excitación, estaba transpirando demasiado, como me encantaba que sacara todo su pene y lo volviera a introducir, podía sentir cuan largo era y eso que no lo terminaba de meter todo porque ya no se podía, mi culo estaba disfrutando cada centímetro de aquel largo pene, cuando lo volvía a meter movía mi culo hacia él, era claro que disfrutaba sentir como entraba ese pene y creo que Jorge disfrutaba mucho sentir como su largo pene entraba en mí, no todo pero casi, como lograba introducirse en aquel pequeño culo de aquel niño de 10 años, apretadito, y que yo ayuda un poco más apretando para sentirlo mejor.
Jorge estuvo un rato así hasta que ya no saco todo su pene, lo metió hasta el tope, y aumento el ritmo de su vaivén, mi culo ya se había acostumbrado, estaba ardiendo por dentro, comenzó a sacar y meter más rápido, siempre empujando hasta dentro, siempre topando, que rico me estaba cogiendo, sacaba y metía su pene muy rápido, yo mordía la almohada, la apretaba con mis manos, seguía ahogando mis gemidos en ella, sentía tanto placer; Jorge seguía en su faena de mete y saca, a un buen ritmo, rápido, si sabía cómo durar, y yo no quería que parara y que terminara, estaba disfrutando tanto de aquella cogida, de aquel pene largo metido hasta el fondo de mi ser, mi culo lo estaba gozando mucho.
Estuvo un buen rato, muchos minutos, y yo disfrutaba cada segundo de esos, así hasta que sentí como aumento mucho más su ritmo, no podía creer como podía hacerlo más rápido, todo mi cuerpo estaba temblando, sudando demasiado, ya mi ropa la tenía empapada, ya había mojado la almohada de mi sudor también, metía y sacaba tan rápido, que me estremecía tanto, hasta que sentí como paro y lo oí sacar un gemido, y acto seguido sentir como me llenaba mi culito de su semen caliente, comenzó a meter y sacar todo su pene otra vez, pero esta vez cada vez que lo hacía iba sacando un poco del semen que había dejado dentro de mí, podía sentir como su semen salía de mi ano, escurriendo por mis piernas temblorosas, cada vez que lo sacaba lleno de su semen, no me podía mover, estaba exhausto, seguía ahí en cuatro, él se levantó, yo apretaba mi ano haciendo que su semen siguiera saliendo y bajando lentamente por mis piernas, se acercó a mi cara y me dijo susurrando – Límpiala – yo obedecí y comencé a limpiar con mi lengua su pene, recogía con ella el semen que había quedado en su pene, recorrí cada centímetro dejándolo bien limpio y tragándome todo lo que recogí con mi lengua.
Me levante como pude estaba demasiado cansado y me tuve que poner otra playera ya que la que tenía estaba empapada, el me alcanzo unas servilletas para que limpiara mis piernas y culo de su semen, y me metí a la cama a dormir súper cansado.
Al día siguiente regresamos a casa, un tiempo después descubrí que por supuesto a mi primo también se lo cogían y él fue el que les dijo que a mí también me gustaba que me cogieran, toda la vida agradecido con mi primo y estos encuentros con los primos de mi primo, se repitieron cada vez que los visitábamos y ellos nos visitaban (2-3 veces por año) hasta que cumplí 13 años y los padres de mi primo se separaron y ya no los visitábamos mas ni ellos a nosotros.
Espero seguir relatando mis primeras y diferentes experiencias sexuales que he tenido con varios hombres y luego mujeres desde que comencé a los 9 años.
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