Los Recuerdos 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Vial.
Hola estimados lectores de SST, antes que nada quisiera pedirles una disculpa por mi larga ausencia, no les mentiré sacando cualquier escusa, simplemente no me sentía inspirado en volver a escribir mis anécdotas y ahora creo poder terminar de contar lo que empecé años atrás.
Aquí les dejo el Link de mi primer relato el cual deje inconcluso
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-21830.html
Llegué lo antes posible a la escuela intentando ocultar mi erección, ya que por más que intentaba pensar en otra cosa no lograba bajar tremenda carpa que con vergüenza mostraba en mis pantalones, como podía intentaba ocultarla, inclusive llegue a ponerme la mochila hacia delante; por fin logré llegar a los baños de la escuela y me metí en el primer cubículo disponible, estando dentro rápidamente me bajé los pantalones y logre liberar mi duro pene de su prisión.
Ahí me encontraba sentado en el retrete de la escuela, contemplando mi pene cubierto de líquido preseminal, toda mi vida afortunadamente he sido de esos que producen mucho líquido preseminal así que gracias a eso nunca batalle para masturbarme e inclusive penetrar; comencé a jugar con mi glande con la punta del dedo lubricándolo para poder por fin descargar toda la calentura que tenía, mientras hacía eso volvía a recordar esa primera ves que logre hacer mi primer oral a mi mejor amigo de esa época.
Su nombre es David, un año menor que yo, contaba con tan sólo 12 añitos y ya era todo un hombrecito que torpemente estaba descubriendo su sexualidad conmigo; teníamos más de un año experimentando paulatinamente nuevas cosas.
Todo empezó en una ocasión que el llegó a mi casa y mi madre lo dejo entrar sin avisar, yo me encontraba en la cama de mi cuarto sentado semi desnudo con los boxers en mis tobillos, estaba examinando con mucho cuidado mi zona púbica, ya que para ese entonces apenas se empezaban a notar unos pelitos muy finos como pelos de durazno, también jugaba con mis bolas que sentía que estaban más grandes; al levantar la vista me percaté de que David estaba en la entrada de mi cuarto con los ojos directamente viendo mis genitales y con una pequeña erección en su pantalón deportivo.
Al darme cuenta que el me estaba viendo semi desnudo intente taparme mis genitales mientras le reclamaba que porque no aviso que estaba ahí parado, sin querer no me di cuenta que la puerta de mi cuarto no estaba cerrada del todo y por eso no lo escuché entrar.
Molesto le dije
Yo: Que haces en mi cuarto sin tocar antes de entrar?!
El no quitaba la vista de mis genitales aún con el hecho de que yo me tapaba con las manos.
David: Nunca me habías dicho que necesitaba tocar para entrar.
( después de una corta pausa me empieza a preguntar cosas)
Que haces?
Sentía furor pero a la ves tenía un sentimiento extraño no sabía reconocer que era morbo.
Yo: Nada! Voltéate que me voy a vestir!
Era la primera ves que el veía mis genitales de otra forma diferente y para mi era la primera ves que me entraba esa curiosidad al saber que se le notaba una leve erección.
Nos conocíamos desde que teníamos 6 y 7 años respectivamente y ya nos habíamos visto desnudos pero siendo niños nunca tuvimos morbo ni malicia era algo normal, y en ese momento yo estaba entrando a la pubertad y el todavía no, el apenas había cumplido los 11 años y yo ya sabía varias cosas que aprendí en el colegio gracias a mis compañeros de clase y los maestros.
David: Te crecieron mucho las bolas, puedo verlas?
Su forma de decírmelo fue tan natural pero se notaba algo diferente en el, tenía una curiosidad que no le conocía; al decirme eso sentí un hormigueo recorrer mi nuca y un calorcito en mi vientre, mi pene estaba empezando a ponerse duro, simplemente me dejé llevar y me quite las manos de mis genitales, mis testículos lograron librarse y colgaron ligeramente mientras mi pene cobraba vida, era la primera ves que dejaba que viera mi pene teniendo una erección y cada vez me excitaba más.
David: Órale también tienes el pito más grueso que el mío, mira.
Acto seguido se bajó los pantalones deportivos para enseñarme su pene completamente erecto, unas bolas que todavía eran de un niño completamente lampiñas y aún así ya le colgaban muy rico, eso para mi fue el detonante, logre tener una erección completa y ya estaba empezando a soltar mis primeras gotitas de presemen.
David: Tienes ganas de orinar?
Con la inocencia de un niño me pregunto eso y yo no sabía que responderle, no sabía lo que era a ciencia cierta pero estaba seguro que no eran orines.
Yo: No tengo ganas, siempre me sale ese líquido transparente cuando me pongo a acariciarme el pito y las bolas.
David: Ya se te puso duro como a mi (soltando una risa nerviosa al decirlo) lo tienes más largo y grueso, siempre creí que lo teníamos igual.
Yo: Claro que no lo tenemos igual, tu tienes la cabeza tapada con piel y mi cabeza está libre.
David: Si pero mira, puedo hacer para atrás la piel.
Acto seguido tomo su pene y con facilidad saco su glande del prepucio, a esas alturas ya estaba muy excitado y mi mente se llenaba de ideas que jamás había tenido; para el se notaba que todo era una curiosidad propia de un niño pero para mi las hormonas ya me estaban haciendo sentir otras cosas y quería hacer algo más pero tenía miedo.
Continuaba jugando con su pene y yo seguía sentado en mi cama con unas ganas de querer acariciarme como lo hacía por las noches, todavía no sabía cómo masturbarme correctamente y sólo jugaba con mis bolas y pene hasta que me aburría y me ganaba el sueño.
David: Cuanto te mide? A mi me mide 10.
5 centímetros, un día agarré una regla cuando estaba sólo en la casa y me medí el pito.
Yo: La verdad no se cuanto me mide, nunca me había pasado por la mente medirlo.
Como verán en esa época de mis 11 y 12 años todavía era muy inocente y muchas cosas no las tenía claras, sinceramente David fue uno de los primeros hombres en mi vida que me despertaron el verdadero morbo, curiosidad y apetito sexual.
David: Eso se arregla fácil (se sube el pantalón para poder caminar a gusto y después va hacia mi mochila de la escuela, por un rato busca dentro de ella y saca una regla, voltea a verme y yo seguía sentado en la misma posición con el pene erecto, latiendo al ritmo de mi corazón excitado) mira vamos a ver cuanto mide.
Se acerca hacia mi y con toda la tranquilidad del mundo como si fuera lo más común me agarra el pene con una mano y con la otra pone la regla en la base del pene; cuando me agarró el pene, fue la primer persona que lo hacía, yo sólo estaba en shock, no podía creer que algo tan íntimo sea tan natural para el, fue una sensación electrizante.
No se si el tenía otra intención pero al tomar mi pene lo masturbo levemente, ahí fue cuándo aprendí lo que realmente era la masturbación, estaba volando en el cielo, mi mente estaba nublada de tanto placer.
David: Te mide 13 centímetros, ves, así de sencillo sabes cuanto mide y vaya que es más largo que el mío (al decirme eso sonreía con picardía, yo seguía realmente confundido y excitado)
Soltó mi pene y por un momento se puso a jugar con mi presemen que tenia en su mano, sólo comento que estaba bien resbaloso y después se limpio la mano en su pantalón, guardo la regla de vuelta en la mochila y volvió a voltear hacia mí.
David: Bueno vamos, termina de vestirte que vine a avisarte que nos está esperando Alex y José (ellos dos también fueron muy importantes en mi vida sexual, después les cuento sobre ellos) en el parque para jugar un partido con los demás.
Completamente excitado y con unas ganas enormes de acariciarme volví en si y rápido le respondí que está bien, que se adelante con ellos y yo en unos minutos los alcanzaba; durante un momento se quedó callado como esperando a que le dijera algo mas, como esperando una invitación, vio que no dije nada y sólo respondió de una forma muy seca que no me tarde que ya nos estaban esperando desde hace rato.
Salió de mi cuarto y rápidamente puse candado a la puerta, regrese a mi cama y me quite ahora si toda la ropa, me acosté en la cama y podía ver claramente como mi pene me exigía que lo atienda; lo tome con cuidado con la mano e imite el mismo movimiento que hizo David anteriormente, mi reacción fue inmediata, empecé a masturbarme despacio y pronto mi presemen ya me estaba ayudando a lubricarme, después de un pequeño instante mi cara se empezó a sentir caliente, mi respiración era rápida y cortada, sentía como la sangre ponía cada ves más duro el pene y por fin sucedió mi primer orgasmo en seco, un torrente de energía me hacía revolcarme de placer, no paraba de revolcarme, sentía como mi pene intentaba eyacular y por más que se contaría mi próstata no salía nada más que un ligero chorro transparente de presemen, mientras me sucedía llegue a asustarme un poco ya que era la primera ves que me sucedía algo así.
Paso un rato y por fin me tranquilice, seguía respirando algo fuerte y estaba sudado, mi pene seguía aún erecto pero más tranquilo, rápido me vestí y me preparé para ir a jugar con mis amigos al parque.
Al regresar a la realidad, cuatro chorros de espesa y caliente leche eran disparados hacia mi pecho, no pude contener ese gran orgasmo y con molestia veía mi camisa manchada de semen, mi pene seguía latiendo con fuerza aún después del orgasmo, recordar aquellas vivencias a esa edad aún lograban que me excitara demasiado.
Mientras intentaba limpiar la camisa con papel seguía pensando en mi primer sexo oral y como fue ahora el turno de David en tener su primer orgasmo en seco.
Volviendo a ese recuerdo de mi infancia, yo seguía muy caliente con mi boxer empapado de presemen, ya no le tome importancia, salí de vuelta al cuarto y ahí seguía David, acostado con su pene al aire brillando por mi saliva, completamente erecto con su glande rosado y brilloso; en su mirada sólo se veía que me rogaba por continuar.
Me acerqué hacia el y volví a acariciarle su pecho y pezones, lo empuje hacia la cama para que volviera a ponerse cómodo y volví a tomar su pene con una mano y con la otra acariciaba sus bolas las cuales estaban más suaves que nunca; acerqué de vuelta mi cara a su pene y sin más espera metí por completo su pene en mi boca y empecé a mamar lentamente, el no paraba de respirar fuertemente mientras gemia de placer.
No pasó mucho tiempo cuando por fin su pene empezó a tener espasmos dentro de mi boca, supe perfectamente que estaba teniendo un orgasmo, al instante sentí un ligero sabor saladito en mi boca, pensé que era semen pero no, era tan sólo su primer líquido seminal; levante la mirada para admirar su orgasmo en seco, ver como se revolcaba de placer me hizo recordar mi primer orgasmo en seco que el mismo fue el que me enseñó a descubrirlo, no aguante más y me vine sin tocarme, sentía como unos chorros de semen líquido mojaban más mi boxer, fue un orgasmo realmente fuerte, sentía mi boxer empapado y también mi pantalón deportivo.
Como pudo logró decir unas palabras repetidamente que se me grabaron, lo decía con voz agitada y con gran placer respirando fuerte.
David: Se siente bien rico, se siente bien ricoo
Su cara estaba extasiada y se notaba claramente contento
Yo: Felicidades acabas de tener tu primer orgasmo real, todavía no eyaculas pero ya verás que pronto podrás, así me paso igual las primeras veces.
Como pudo empezó a vestirse mientras se secaba el sudor con una de mis toallas, no dejaba de burlarse diciendo que me había hecho pipi, yo le decía que no son orines que el ya sabe que a mi me sale mucho líquido y que está ves me empape porque a mi también me gustó mucho lo que hicimos.
Bueno y así por fin termino de contar una de mis primeras vivencias sexuales de la infancia, tuve muchísimas más, demasiadas, me volví un puberto muy promiscuo y experimente de todo con mis amigos y claro hasta con primos; David fue uno de los primeros en mi vida y ambos aprendimos muchas cosas juntos.
Espero que haya sido de su agrado y después seguiré contándoles mis recuerdos si ustedes gustan, hasta la próxima.
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