Los Tordos – Parte I – Leche de Cerveza
Un niño de 10 toma la desicion entrar a trabajar con su tio, sin saber que terminara como deposito de leche…
Mi nombre es Juan Carlos, actualmente tengo 52 años, casado y con tres hijos, lo que estoy por contarles es la historia de mi vida secreta, cuando tenia 8 años, vi por primera vez a un hombre desnudo, viviamos en un pueblo pequeño al norte de Puebla, y mi padre y sus hermanos me llevaron a una pelea de gallos, como era costumbre teminaron ebrios, caminamos de regreso a casa, fue complicado debido a sus caidas frecuentes, cuando llegamos a mi casa mi mamá y mis hermanas no estaban, para ponerlos en contexto mi casa solo eran dos cuartos de adobe con tejas y puertas de madera, uno era donde dormiamos y el otro donde cocinabamos, y la letrina era de madera afuera, ayude a mi padre y mis tios a acostarse, uno a uno, los ayude con su ropa, sabia que si mi madre los veia acostados llenos de tierra, se enojaria, asi que hice lo mismo que hacia cuando mi padre llegaba asi, les quite la camisa, las botas, calcetines, y el pantalon, pensando que podrian dormir mejor en ropa interior, acoste a mi padre, un hombre en sus 30’s, con pecho, brazos y piernas cubiertos de un poco vello oscuro, piel morena y un bulto entre las piernas que emitia un olor que siempre me parecio atractivo, estaba cubierta con una trusa gris, manchada con restos de orina, su vello sobresalia del gastado resorte, pose mi cara cerca, aprovechando que estaba solo con tres hombres dormindos, respire hondo y despues segui con su hermano, mi tio Valente, tenia la misma complexion que mi padre, era el mayor de los tres, comence quitandole los zapatos, su camisa, calcetines, y cuando llegue al pantalon, pude notar que no tenia puesto ropa interior, dude en que hacer, me gire e hice lo mismo con mi otro tio, Ramon, igual que sus hermanos, tenia vello en los brazos y pecho, cuando llegue a su pantalon, igual que su hermano, no usaba ropa interior, y pude ver el vello de su cuerpo, me parecio eterno, y un momento unico, respire hondo para calmarme, y comence a bajar su pantalon por sus piernas, cuando al fin estuvo desnudo, me retire un poco para admirarlo, habia algo en verlo asi que me hacia acelerar el corazon, me gire y regrese a mi tarea, le quite el pantalon a mi tio Valente y lo acoste al lado de su hermano, se veian tan parecidos, morenos, pezones marrones, estomago peludo, y su «tilin» llenos de pelos negros, que olian a sudor y orina, verlos asi me hiso pensar si mi padre se veria igual, lentamente le quite su trusa y pude verlos, era igual a sus hermanos, no sabia que pasaba en mi, pero me gustaba lo que veia, me acerque a verlos tocarlos, y la idea de llevarmelos a la boca fue instintiva, sabian salado y con un ligero sabor a orina, poco a poco afuera se fue oscureciendo, y el frio se sentia entrar por entre las rendijas de la puerta de madera, lo que hizo que los tres se movieran, crei que se despertarian asi que me aleje y me subi a la cama de a lado haciendome el dormido, como vi que seguian igual, solo los cubri con una cobija, y me acoste a dormir.
Sseria de madrugada cuando escuche groserias que me despertaron, una sombra intentaba abrir la puerta sin hacer ruido, cosa que no sirvio, me levante y pregunte quien era, mi tio Valente me contesto que necesitaba ir al baño pero no podia abrir porque no veia nada, me levante de la cama adormilado, y quite las trabas para poder abrir, el aire estaba helado, y afuera estaba oscuro, parecia que la luna se habia ocultado, solo podia ver las sombra de mi tio salir hacia la letrina cubierto con la cobija, tome la lampara que usabamos, y prendi la vela para seguirlo, y evitar que se callera, me agradecio, tomo la lampara, y entro a la letrina, sin decir nada mas, me quede afuera esperandolo, mire por una rendija del costado, y pude verlo sentado, desnudo recargado en la madera frotandose los ojos con la lampara en el piso de tierra, el olor a excremento era penetrante, pero ver su cuerpo semi iluminado me hacia pensar en como le limpiaria su «tilin» con mi boca, estaba tan concentrado en eso, que no note que alguien se acercaba por detras mio.
-¿Te gusta lo que ves- Mi tio Ramon estaba ahi parado, cubriendose del frio con su pantalon abierto y su camarra sin camisa debajo.
-Tio, yo… solo… am- Senti que me habia ganado algun tipo de regaño.
-¿Tu nos quitaste la ropa?, no recuerdo haberme quitado la ropa, es mas, no recuerdo como llegamos.-Mi tio cambio el tema bailando un poco de frio.
-Si, es que si no lo hacia, mi madre se enojaria por llenar la cama y cobijas de tierra, las lava en el rio que esta detras de esos arboles.-Señale hacia un costado de la casa cerca del machero de los puercos.
-Si, entiendo.-Camino a la puerta de la letrina y le toco la puerta a mi tio.- Vale, sal, quiero mear.
-No me jodas, tienes todo el monte, vete a mear a otro lado.- Mi tio Valente le contesto a su hermano, mi tio Ramon me vio y me hizo señas que lo siguiera.
Caminamos un poco mas alla de la letrina, y nos paramos cerca de un arbol de manzana que estaba creciendo.
-¿Cuantos años tienes mijo?
-10 tio, los cumpli en febrero.
– Entiendo, gracias por cuidarnos, cuando nos ponemos asi de brutos, ninguno sabe parar.- Me sonrio, y saco su «tilin» y empezo a orinar. Yo intente mirar a otro lado cuando mi tio me dijo – ¿Tu no tienes ganas de mear? hazlo, estamos en confianza.
-No tengo ganas.- Mi tio se rio bajo.
-Dejalo, le da pena que le veas la verguita. -Mi tio Valente se acerco a nosotros aun cubierto con la cobija.
-¿Es eso?, ¿te da pena que otro hombre te vea?- Sacudio su «tilin» para quitarse el resto de orina y se giro a su hermano sin meterlo en su pantalon.-No crees que no es justo, el ya nos vio.
-No solo nos vio, nos limpio la verga con su boca, no me digas que no te diste cuenta.
Al escuchar eso, senti mi estomago caer al suelo, no sabia que decir o hacer.
-Yo… no… tio… lo siento, porfavor perdonenme, solo que…
-Shhh nadie te esta regañando, es normal, es mas nos hace falta que nos ayudes- Abrio la cobija de que lo cubria dejando ver su cuerpo desnudo frente a nosotros- ven, vamos adentro, hace frio.
Camine entre los dos, mirando al suelo, pense que ibamos al cuarto pero me llevaron a la cocina, entramos y mis tios me pusieron sus «tilines» frente a la cara – Adelante, limpialos.
Dude y pase la lengua limpiandolos, me turnaba, olian a orina y sudor, era algo adictivo, de la nada la lampara se apago, dejandonos a oscuras- No pares, es para que no se gaste la vela, tu sigue asi.
Continue lamiendolo y paso algo raro, senti como crecian en mi boca, despues de un rato, senti que no cabian en mi boca, y ya no sabia salado, sino como si chuparas tu dedo, segui asi y pude oir a mis tios quejarse, y susurrar cosas que no entendia.
-Si… asi…asi putito…
-Ahhh siiii, la chupa mejor que el Chente…
No se quien de los dos, fue primero, pero me tomo de la cabeza sin dejarme respirar, y de la nada senti en mi boca un liquido caliente y espeso con sabor amargo, lo trague lo mas rapido que pude, y sin dejarme tomar aliento, el otro me la metio en la boca e hizo lo mismo, volvi a tragar eso amargo, y me tire al suelo cansado y con la mandibula adolorida.
-¿Te gusto?- Mi tio Valente prendio la vela y nos alumbro, los dos estaban desnudos su ropa y la cobija estaban en la entrada de la cocina. No sabia que contestar, solo asenti con la cabeza.
-¿Que era eso que les salio?, no era pipi…
-No, es leche…
-¿Leche?…
-Si, leche… con sabor a cerveza… -Mio tio Ramon se rio un poco, y le dio una nalgada a su hermano.
-Asi es, leche con sabor a cerveza, mijo, ¿que tal?
-Amarga…
-Eso se puede cambiar, podemos hacerla de sabores…
Los mire incredulo, y me levante del piso, escuchamos ruido en el cuarto de a lado, mi padre habia despertado, mis tios seguian desnudos en medio de la cocina, mi padre entroponiendose la camisa, y sin pantalon.
-¿Que hacen aqui?- pregunto somnoliento.
-Vinimos a desayunar, teniamos hambre.-Contesto mi tio Ramon.- Y el Bena nos dijo que talvez habia comida pero no, creo que tocara cocinar… o esperar a tu esposa.
Mi papa vio a sus hermanos denudos, y despues a mi, sudado de pie frente a ellos. Sin decir nada solo se rio y nego con la cabeza. – Bena, casi son las 5 de la mañana, ve a darle maiz a las gallinas, tus tios y yo prepararemos el desayuno y de ahi nos vamos al rio a bañarnos.
Sali por la puerta y al pasar al lado de mi padre me dio su camisa, quedando igual que sus hermanos.-Recoje eso y llevalo al cuarto- Señalo la ropa de mi tio Ramon y la cobija. Levante todo y me fui al cuarto, escuche como los tres se reian cuando me alejaba, deje todo sobre la cama, sali en direccion al corral, vi como la cocina se iluminaba con el fuego, y escuche hadeos, quise acercarme a ver que pasaba, pero mi papá grito- ¡Apurate Bena… ya casi esta tu desayuno!
Camine al corral y le di de comer a las gallinas, y regrese a la cocina, mi padre y mis tios tomaban cafe en una tasa sentados en a la mesa donde comiamos, los tres desnudos sin hablar, frente a ellos habia un plato con huevos revueltos y una tasa de cafe.
-Come, antes de que se enfrie…- Los tres me veian fijamente, esperando a que comiera, sin decir nada, lleve el huevo a mi boca, y empece a comer, estaba un poco salado, y tenia un sabor diferente, asumi que ellos no cocinaban, y por eso sabria diferente. -¿Esta bueno?- pregunto mi papá.
-Si, gracias, el cafe tambien esta bueno- Tome un sorbo y note que sabia diferente, un sabor amargo diferente al del cafe sin azucar, pero me lo tome, sin decir nada. Acabe mi comida y la lleve a un bote donde lavabamos los trastes.
-Lava los trastes, vamos a vestirnos y nos vamos al rio.-Mi papa y mis tios se levantaron y pude ver sus «tilines» moverse, era hipnotico. Ellos se rieron y entraron al cuarto, recogi las tazas y me dispuse a lavar los trastes, me acerque al cantaro con agua, y vi que estaba completamente seco, sin agua, fui a decirle a mi padre, y los tres se rieron.
-Cierto ayer tu madre me pidio ir por mas agua antes de irnos a los gallos, se me olvido, cuando regresemos vamos al amel por agua.- Ya vamonos a bañar, toma tu ropa, y nos vamos.
Busque una camisa y otro calzon, y los espere fuera, pensando en lo que habia pasado hace poco, mi tio Valente salio y se sento a mi lado. -¿Que dices mijo, te gusto el cafe especial de tu papá?
-Si tio, estaba bueno, ¿a ti te gusto?- Pregunte inocentemente.
-No mijo, ese era especial para ti, tu papá nos enseño a hacerlo, pero era para ti, nosotros estabamos tomando pulque que tenia guardado, ves que no habia agua, solo alcanzo para tu cafe.
-Pero si en el cantaro no habia ni gota, ¿de donde la sacaron?…
-¿Sacar que…?- Mi papá nos interrumpio.
-El agua del cafe de tu hijo…
-Ah eso… era de mi reserva especial.- Le guiño un ojo a mi tio y camino hacia el rio.- Vamonos, el agua ha de estar helada, pero con la caminata nos dara calor.
Caminamos detras de el, ellos iban hablando de un tal Chente, y que yo era mejor, mi papá me vio y vi como se tocaba su entre pierna.
-Tocara provarlo, al parecer le gusto como sabia su desayuno, es toda una maravilla este hijo mio.
Los tres sonrieron y empezaron a correr hacia el rio.
-¡EL ULTIMO EN LLEGAR PIERDE!
Espero este relato haya sido de su agrado, cabe mencionar que esto es real, y lo que contare en proximos relatos, tambien lo es, asi que ahora saben mi secreto.
Tu relato es fresco y lleno de lujuria, espero saber más de ti y tus familiares!?